Análisis de Demon's Souls Remake

Análisis de Demon's Souls Remake
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Demon's Souls llega por fin a nuestro país tras triunfar en todo el mundo, y con él tenemos entre manos uno de los mejores juegos de rol que han pasado por PlayStation 3. Auténtica sorpresa la del título de From Software, que confirma en Europa todas las virtudes que se intuían fuera de nuestras fronteras.

A pesar de un retraso inexplicable para llegar a nuestro continente, por fin tenemos entre nosotros Demon's Souls; el memorable juego de rol que ya ha ido triunfando progresivamente en oriente y en Norteamérica según ha ido poniéndose a la venta en los últimos tiempos en todos esos lugares.

Ahora, con el título en nuestro país, sólo queda confirmar las buenas sensaciones que éste nos transmitía desde la distancia. Una experiencia única con un corte de público como objetivo muy concreto, el más hardcore, al que muy pocas pegas se pueden poner salvo la de que es endiabladamente difícil. Si eres un usuario acostumbrado a la escasa oposición de los títulos actuales Demon's Souls puede ser un drama; en cambio si eres uno de los añejos nostálgicos del desafío que suponían los videojuegos del pasado éste será tu entretenimiento favorito durante los próximos meses.

Un RPG de acción que se cuenta entre los mejores que el género nos ha deparado este año. Una joya inolvidable e inmisericorde con el jugador que demuestra el nivel altísimo de exigencia con el que afronta From Software todos sus proyectos y que, en esta ocasión, obtiene una de sus más altas cumbres.

Demon's Souls está ya entre nosotros tras más de un año de espera. Finalmente los temidos problemas de distribución nos han traído uno de los mejores RPGs del año.
Demon's Souls está ya entre nosotros tras más de un año de espera. Finalmente los temidos problemas de distribución nos han traído uno de los mejores RPGs del año.

Cosecha de Almas
Demons Souls tiene mucho de las raíces niponas de sus responsables, y eso se hace notar en todo momento durante la aventura. No porque estemos hablando de un JRPG, puesto que el título pertenece más bien al corte occidental del género, sino porque su concepto argumental y el estilo narrativo a la hora de narrárnoslo tiene muy poco de a lo que los RPGs de Europa o Norteamérica nos han venido acostumbrando en los últimos tiempos.

El reino de Boletaria es el lugar donde se ambienta el título y, como suele ser habitual, éste está sufriendo los desmanes de un monarca tiránico, autoritario y desequilibrado. Como no podía ser de otro modo las prácticas con brujería y magia negra del rey acaban teniendo resultados inesperados. Una visita demoníaca se libera con motivo de sus manejos, y con ella se desata un épico ejército de criaturas salidas directamente del infierno que arrasa con todo y con todos en el reino sembrando el caos más absoluto.

Las posibilidades a la hora de personalizar el rostro y aspecto general de nuestro personaje son amplias, aunque no acaban de traducirse en su físico como nos gustaría.
Las posibilidades a la hora de personalizar el rostro y aspecto general de nuestro personaje son amplias, aunque no acaban de traducirse en su físico como nos gustaría.

Hasta ahí contaremos de la historia de Demon's Souls por dos razones fundamentales. La primera de ellas es que en los análisis preferimos quedarnos cortos hablando del guión de los videojuegos que pecar de destriparlos con inútiles spoilers. La segunda tiene que ver con el carácter del propio título que nos ocupa. Ese pequeño párrafo descrito es el comienzo de la campaña individual, y a partir de ahí da comienzo nuestra aventura sin más señas que ayuden al jugador a orientarse en su vasto mundo.

Hay dos lecturas muy claras a la hora de valorar la historia, escasa, de Demon’s Souls. Las cinemáticas y el desarrollo de la historia, cuando aparecen en escena, son impresionantes; con un sentido de la narrativa prodigioso y un pulso fantástico. Lamentablemente ésta aparece muy poco, y el juego tiende a primar en el usuario la sensación de desorientación constante que tan bien entronca con su fortísima dificultad. Así pues podría pensarse que el escaso tratamiento del guión responde a la dejadez de sus responsables, desaconsejable opinión dada lo cuidado de lo poco que se nos cuenta; o que, por el contrario, todo responde a la intención de provocar en el jugador las sensaciones de tormento, inquietud y pérdida que sufren todos y cada uno de los habitantes de Boletaria. Desde este análisis nos hemos inclinado por la segunda vertiente, aunque la primera sería igualmente respetable.

Hay un rango de armas, hechizos y elementos ciertamente variado en Demon's Souls, y la clase escogida sólo servirá de guía en primera instancia para nuestra evolución con unos u otros.
Hay un rango de armas, hechizos y elementos ciertamente variado en Demon's Souls, y la clase escogida sólo servirá de guía en primera instancia para nuestra evolución con unos u otros.

Al comenzar nuestra andadura, lógicamente, lo primero será escoger nuestra clase de entre las 10 que oferta el título. Puede sonar a una cifra un tanto abrumadora para lo que el género tiene por costumbre, pero lo cierto es que este número tan alto resulta más un rango de patrones de salud, resistencia o puntos de magia que una forma clara de diferenciarse unos de otros. El soldado, por ejemplo, tiene enorme versatilidad a la hora de usar el arsenal de armas del programa, sin embargo no destaca en ninguna faceta. El caballero, por citar otro caso, es el clásico personaje fortalecido en el uso de la espada y el escudo y con buenos recursos defensivos aunque con un bajo porcentaje en el valor de Suerte.

El tutorial es el segundo paso que debemos acometer antes de empezar propiamente con la aventura, y sigue el estilo exiguo y poco comprometido con el novato que atesora el resto del programa. Se nos explicarán con él los ataques normales, los fuertes, el uso de los elementos del inventario y cómo invocar los primeros conjuros. Todo de una forma muy rápida y con unas cuantas muertes previstas para irnos haciendo saber de qué está hecho el mundo de Demon's Souls. ¿A partir de ahí? El juego ya no tendrá ninguna piedad con nosotros.

Solos ante el Peligro
¿Por qué es Demon's Souls un juego tan difícil? Básicamente porque su penalización por muerte es descomunal, y porque caeremos en batalla muchísimas veces independientemente del grado de veteranía que tengamos en el género.

Un mal gesto, un despiste, un fallo de cálculo o una acción excesivamente intrépida por nuestra parte acabará generando una muerte irremisible. La virtud del juego de From Software es la de seguir resultando adictivo a pesar de lo duro que es morir en su universo. Es, por así decirlo, un juego de la vieja escuela. Un título en el que por momentos no se disfruta, se sobrevive, y un lanzamiento que viene a cubrir un vacío muy serio en el género del rol de los últimos años: El del que ofrece auténticos retos.

Las criaturas de Boletaria tienen formas desagradables y amenazadoras, pero casi siempre muy imaginativas.
Las criaturas de Boletaria tienen formas desagradables y amenazadoras, pero casi siempre muy imaginativas.

Hay motivos por los que Demon's Souls es extraordinariamente difícil que no nos convencen. Están ahí y los respetamos puesto que son decisiones conceptuales de sus responsables y no fallos, pero aún así cuesta comprender cómo el acceso al inventario o al panel de mejora de personaje puede ser tan doloroso que se desarrolle en tiempo real sin permitirnos atacar ni defendernos, únicamente correr para tratar de evitar ataques en la medida de lo posible mientras hacemos lo que tengamos que hacer todo lo rápido que podamos. No obstante hay otros elementos que sí nos parecen fascinantes decisiones de diseño como, por ejemplo, el sistema de autoguardado constante que no nos va a permitir cometer ningún error puesto que éste quedará almacenado sin opción a revertirlo y, con mención especial, todo el procedimiento de recolección de almas que describiremos unos párrafos más adelante.

En ocasiones el ciclo de morir y resucitar en el juego de From Software puede ser tan constante que acabará formando parte de nuestra experiencia de juego como el lanzar un hechizo o el atacar a un enemigo; sin embargo, y por difícil que resulte de creer y sobre todo de explicar, el título convierte la frustración en adicción. Está preparado para que la muerte sea un elemento tan repetitivo y corriente en su jugabilidad como cualquier otro, y saca partido de ello haciendo que lo que debería ser un desengaño, un fracaso o una decepción para el usuario se torne en diversión.

Los dragones son algunas de las criaturas más majestuosas y bien diseñadas del bestiario de Demon's Souls.
Los dragones son algunas de las criaturas más majestuosas y bien diseñadas del bestiario de Demon's Souls.

Objetivo: Hardcore
El control y el manejo de nuestro personaje puede sonar a excesivamente sencillo sobre el papel si lo describimos con palabras, sin embargo hay que dejar claro que cumple su papel a la perfección. Hay, como ya hemos mencionado de pasada, ataques fuertes y normales; así mismo también está el lógico bloqueo, la alternativa de esquivar los ataques enemigos y también las posibilidades de lanzar hechizos -todos ellos relacionados con el fuego y el agua-.

Todo se basa en el tempo, en nuestro ritmo y capacidad de pulsar los botones en el momento correcto, especialmente a la hora de realizar un bloqueo y sacar partido de éste desconcertando al enemigo o también con la posibilidad de protagonizar violentísimas ejecuciones. Los matices son sutiles, pero están ahí. Hay que ser observadores con los movimientos del oponente y estudiarlos para reaccionar a ellos, y ofrecer los contragolpes necesarios para superar las peliagudas situaciones en las que nos veremos envueltos.

Al acabar con los engendros y criaturas demoníacas a las que deberemos abatir obtendremos sus almas, y éstas sirven para que podamos comprar mejoras para nuestro personaje y también nuevos elementos para el inventario. Todas ellas de una importancia capital y que constituirán una relación de amor-odio a la que dedicaremos un renglón completo más adelante puesto que formarán parte de nuestra existencia en el implacable mundo del título.

Especialmente implacable si no nos ceñimos a sus normas. Y es que hay dos formas de hacer las cosas en el videojuego que nos ocupa: Por las buenas, por las malas o al estilo Demon's Souls, y más vale que tomemos nota de que este último es el más recomendable e incluye el hacer las cosas con cabeza y, por qué no decirlo, también con calma... porque si no vamos a pasarlo francamente mal.

En pantalla uno de los menús de equipamiento. Demon's Souls tiene la particularidad de que las armas y armaduras que nos sobren no podremos venderlas.
En pantalla uno de los menús de equipamiento. Demon's Souls tiene la particularidad de que las armas y armaduras que nos sobren no podremos venderlas.

Instinto de Supervivencia
Hay dos puntos de originalidad sencillamente brillantes en Demon's Souls, dos vértices tremendamente innovadores sobre los que pivota la experiencia y que son dos de tantos que hacen de jugar a este RPG una experiencia que no se parece a nada que hayamos podido ver hasta ahora. Las dos están relacionadas, como no podía ser de otro modo, con la muerte: Omnipresente en este videojuego.

Las almas son elemento primordial del videojuego, el que le da nombre y el que representa todo su sistema de progresión, incentivo y también, debe quedar claro, de castigo.

Como ya hemos descrito sirven para mejorar nuestro personaje de diferentes formas, pero debemos tener mucho cuidado al administrarlas puesto que las perderemos muy a menudo, nos explicamos. Cuando morimos y posteriormente resucitamos conservamos en el proceso prácticamente intacto cualquier elemento de nuestro inventario: armas, objetos, blindajes... pero From Software es consciente de que nuestra posesión más valiosa son las almas, y precisamente por ello nos las roba al morir.

Así pues perderemos todas nuestras almas en caso de caer en el combate. No podemos vender las almas ni almacenarlas, ni tampoco las armas dicho sea de paso, de modo que estamos enteramente sujetos a nuestra capacidad de supervivencia para poder conservarlas. Por si fuera poco no existe el tan temido por muchos auto-level en Demon's Souls, de modo que en su mundo abierto, gigantesco y libre podremos topar con enemigos feroces y completamente fuera de nuestro alcance que no tardarán ni un par de segundos en hacernos trizas castigándonos a perder todo nuestro progreso.

Algunos decorados pecan de ser algo repetitivos, pero otros están cuidadísimos y repletos de detalles.
Algunos decorados pecan de ser algo repetitivos, pero otros están cuidadísimos y repletos de detalles.

Hay un punto positivo, para ser más precisos en realidad dos. El primero y fundamental es que la experiencia de recolectarlas, e incluso de perderlas, es adictiva. En segundo lugar también hay que dejar claro que el juego ofrece una compleja relación entre la vida y la muerte permitiéndonos adoptar diferentes formas espirituales al ser vencidos. Una vez caídos volvemos al comienzo del nivel en forma espiritual con la única oportunidad de llegar al punto donde caímos para recuperar nuestras almas... si morimos de nuevo el daño será irreparable y nuestras preciadas almas se perderán para siempre.

Hay puntos más complejos referidos a la forma espiritual que enriquecen todavía más la jugabilidad, pero los dejaremos al descubrimiento del jugador, especialmente al más experimentado, que encontrará en ellos retos fascinantes e inalcanzables para el perfil de usuario medio. El juego no da mayores explicaciones de todo este sistema, y no seremos nosotros quienes estropeemos la intención de From Software de desorientar al jugador. Por otra parte sí mencionaremos que el título nos permitirá ver los espíritus de otros soldados caídos en el combate que nos dejarán consejos; opción especialmente fascinante en caso de que juguemos conectados a internet, puesto que podremos ver a otros usuarios en forma fantasmagórica pululando aquí y allá y dándonos pistas con sus movimientos de qué debemos y, sobre todo, qué no debemos hacer.

La siniestra Boletaria está plagada de espíritus de otros guerreros que, como nosotros, cayeron en combate infinidad de veces y que pueden darnos valiosas pistas.
La siniestra Boletaria está plagada de espíritus de otros guerreros que, como nosotros, cayeron en combate infinidad de veces y que pueden darnos valiosas pistas.

El juego, además, ofrece la posibilidad de disfrutar de un cooperativo para cuatro usuarios en el que los jugadores deben trabajar conjuntamente de una forma que pocas veces hemos visto. Con las piedras azules podemos dejar marcas en el terreno para ofrecer nuestros servicios en la partida de otro, y con sólo acceder a estas seremos invitados hasta el momento en que muramos, lo que nos obligará a abandonarlas. Si, por el contrario, utilizamos las piedras de otro color para entrar en su partida lo haremos como Black Phantom con la misión de acabar con él. Es un sistema único y tremendamente ingenioso para el multijugador de un RPG que mezcla con habilidad conceptos cooperativos y de PVP, y a pesar de que dista mucho de ser perfecto y de estar bien explicado en el juego, lo cierto es que contribuye a enriquecerlo de sobremanera.

El Tiempo no pasa en Balde
Todo lo que tiene de adictivo e innovador Demon's Souls en su faceta jugable lo tiene de desfasado en su faceta visual. Es complicado describirlo puesto que cuando se puso a la venta en oriente ya no era precisamente un título puntero, pero con su paso por Estados Unidos a finales de 2009 y con su posterior llegada a Europa ya a mediados de 2010 el videojuego ha ido perdiendo todo su atractivo tecnológico en mayor medida.

Los diferentes mundos o planos de Boletaria están muy bien retratados. Cada uno tiene su perfil claramente identificable.
Los diferentes mundos o planos de Boletaria están muy bien retratados. Cada uno tiene su perfil claramente identificable.

Estéticamente el título es maravilloso desde un punto de vista meramente artístico y formal. El mundo creado por sus responsables rezuma vida y fantasía por los cuatro costados, y cuenta con algunos de los diseños de criaturas más espectaculares que hemos visto en mucho tiempo. Por si fuera poco los cinco mundos o planos que componen su universo están cuidadísimos y son fácilmente diferenciables. Todo compone una unidad muy lograda y, lo que es más importante, inmersiva.

En lo técnico, sin embargo, el título baja ya muchos enteros. Las animaciones son pobres, las texturas no particularmente brillantes y la carga poligonal da la sensación de ser algo más baja de lo que debería en algunos de los modelos. El juego se mantiene estable en 30 frames por segundo y no es que el conjunto sea malo, pero sí algo decepcionante, especialmente teniendo en cuenta las posibilidades de hardware que ofrece una máquina como PlayStation 3.

Por lo que respecta al apartado sonoro, éste es sobresaliente en cuanto a música y efectos de audio, pero francamente flojo en lo referente a las voces de doblaje. El título llega a nuestro país en inglés con la única traducción al español de los textos.

Magnífico

Obra maestra

Demon's Souls Remake

Por: El equipo de 3DJuegos
Obra maestra

Si hubiera que definir a Demon's Souls con una sola palabra esta sería "crudo". En primera instancia es áspero y duro, pero cuando paladeamos su sabor con más cuidado y calma descubrimos en él infinidad de matices que hacen que lo que al principio parecía vasto y desagradable rápidamente se convierta en algo maravilloso.

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Jugadores: 1-4
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en inglés
Duración:
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VÍDEO ESPECIAL

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