Análisis de Thief. Un antihéroe entre las sombras

Análisis de Thief. Un antihéroe entre las sombras
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El ladrón más emblemático de la historia de los videojuegos está de vuelta. Garrett protagoniza un nuevo Thief que siente enorme apego y fidelidad por las raíces clásicas de la serie. EIDOS Montreal cuaja una propuesta de sigilo muy pura que tiene entre sus principales virtudes una ambientación muy cuidada, y una gran capacidad para sumergirnos en su mundo.

Thief es uno de los grandes nombres del sigilo, a pesar de que su ausencia de 10 años de la primera plana de los videojuegos ha hecho que no sea tan popular entre las nuevas generaciones de jugadores. Con ánimo de devolver la serie a la actualidad EIDOS Montreal, los creadores de Deus Ex: Human Revolution, han decidido crear una nueva entrega con todos los medios que permite la nueva generación de máquinas. Así, y poniendo la tecnología a servicio de la consecución de un mundo rotundo y agradable de explorar, logran elaborar una ambientación muy interesante que se convierte en uno de los grandes pilares del programa.

En cuanto a lo jugable, y para bien o para mal, Thief no hace prisioneros, y esto se traduce en que es un juego de sigilo puro y duro. El aficionado no debe esperar muchas de las alternativas que otros representantes del género han ido proponiendo en los últimos tiempos, añadiendo gran variedad de armas o habilidades de combate para sus cada vez más versátiles protagonistas, puesto que Garrett es pusilánime y completamente inoperante cuando se mide a más de un oponente. Y es que esta cuarta entrega de la serie no va de eso, va de infiltración, y así logra que sintamos ganas de repetir las partes una y otra vez hasta que las superemos sin levantar sospechas. Es la mejor forma de disfrutar de un título que, aunque no sea perfecto, deparará alegrías a los fans del género.

Deja que te Hable de La Ciudad

Garrett es un mito en La Ciudad. El motivo tiene que ver con su trabajo durante años robando todo lo que se movía, y asombrando a propios y extraños con unos métodos y destrezas admirables capaces de convertirse en un fantasma. Comenzamos siendo conscientes del halo legendario de nuestro héroe, y acompañados por la joven Erin que nos servirá de guía para el tutorial que nos lleva de la mano durante los primeros minutos de la campaña individual.

De hecho esos compases de apertura son poco menos que de aclimatación a las rutinas que propone el programa, y el primer golpe de efecto llega con la desaparición de ella en la primera cinemática del videojuego. El prólogo, por lo tanto, sienta las bases argumentales y nos presenta una urbe miserable y nauseabunda en la que nos moveremos como pez en el agua, y también nos brinda en ese primer clip de vídeo la visión misteriosa de una serie de sacerdotes celebrando una siniestra ceremonia.

Se trata de la Primigenia, y hasta ahí podemos contar... No sólo porque nos lo han pedido sus responsables, sino también porque entendemos que disfrutaremos más de Thief si lo hacemos sabiendo lo mínimo imprescindible sobre él. La forma que tiene el juego de desgranar su guión, tan lentamente y con pausa, invita precisamente a ello. A lo largo de los capítulos que componen el modo historia iremos cruzándonos con distintos personajes que irán ofreciéndonos diferentes puntos de vista de lo que está pasando. Conspiraciones que afectan a sorprendentemente altos estratos sociales nos llevarán a través de niveles algo más diversos de lo que los monocromáticos escenarios mostrados en los vídeos promocionales hacían presagiar.

La Ciudad es uno de los grandes protagonistas de Thief. Nos acompañará en nuestras aventuras como telón de fondo inmejorable.
La Ciudad es uno de los grandes protagonistas de Thief. Nos acompañará en nuestras aventuras como telón de fondo inmejorable.

La campaña individual, única propuesta que presenta el programa al renunciar al multijugador, nos llevará superarla unas 10 horas, aunque este dato como siempre dependerá mucho del perfil de usuario que se acerque al título de EIDOS Montreal. Por ejemplo los completistas pasarán mucho tiempo disfrutando de los paseos por las distintas secciones de La Ciudad que vamos a patear, colándose en las casas y haciéndose con todo lo que encuentren. El juego, de hecho, admite cierta libertad a la hora de plantearle opciones al aficionado puesto que está dividido en secciones a modo de barrios de la ciudad, con tiempos de carga intermedios, entre los que podemos irnos moviendo con libertad.

Así pues tenemos un hilo narrativo robusto, aunque poco satisfactorio en su recta final, con la posibilidad de sortearlo dando una vuelta por el escenario para recoger objetos y coleccionables, pero también misiones de carácter secundario que podemos aceptar. Son, por ejemplo, las que nos facilita Basso a través de sus trabajos, y que son pequeños robos y distintos encargos. Para acceder a ellos basta con reunirnos con él y aceptar las distintas ofertas que nos propone, y que nos permite alargar la vida útil del producto unas horas más con pequeñas distracciones.

En algunos momentos, como la introducción, no estaremos solos. Aunque Garrett, el protagonista de Thief, es un lobo solitario.
En algunos momentos, como la introducción, no estaremos solos. Aunque Garrett, el protagonista de Thief, es un lobo solitario.

Entre Tinieblas

El videojuego se plantea siguiendo la línea tradicional de la serie en el sentido de que vuelve a fusionar el sigilo con la visión en primera persona, en esta ocasión con una particular atención por las manos del héroe. Así es más sencillo sentir la inmersión que busca Thief, y que lo cierto es que tan bien consigue gracias no sólo al cuidado retrato de la ciudad de época que recorremos, sino también por sus dinámicas de juego. El punto de partida es sencillo y no se sale de lo habitual, ocultarse en las sombras, sin embargo en su forma de dejarnos abrigar por esa oscuridad es como más opciones nos brinda.

No es que el título de EIDOS Montreal ofrezca algo revolucionario en este sentido, puesto que todo lo que pone encima de la mesa ya lo hemos visto una y mil veces, pero es con sus alternativas donde nos ofrece los mejores momentos del programa, aunque éstas no sean particularmente generosas. Cuando estamos seguros, es decir en un lugar lo suficientemente oscuro como para no ser detectados, la pantalla se tiñe a su alrededor de un color negro que se convertirá en destello cuando estemos expuestos o algún guardia perciba nuestra presencia. Es una forma sencilla y elegante de hacernos percibir lo que tenemos alrededor con unas pistas muy gráficas.

¿Por qué es tan importante esto y por qué le estamos dedicando tanta atención? Principalmente porque a la luz no somos nada. Como ya hemos dejado claro al abrir el análisis las habilidades en el combate de Garrett son inexistentes, así que tenemos un botón para saltar de una sombra a otra con mucha agilidad, otro para cambiar entre coberturas e incluso la posibilidad de apagar las luces artificiales. Ya sea soplando velas, apagando interruptores o incluso disparando a candelabros con nuestras flechas de agua. Al final de cuentas no hay un número epatante de alternativas en este sentido, sin embargo las que están ahí hacen un buen trabajo. De hecho a la conclusión de cada nivel se nos valorará estadísticamente en base a cómo lo hayamos hecho, presentando incluso un diagrama para representar con segmentos nuestra actuación en base a su tipología.

En nuestros paseos por La Ciudad nos cruzaremos con mucha gente, y si bien los encuentros con civiles serán completamente inocuos, cuando topemos con un guardia desembocará indefectiblemente en un combate. Si logramos mantenernos fuera de su ángulo de visión y esquivarlos pasaremos por alto cualquier tipo de peligro sin problemas, sin embargo también tenemos otras opciones. El arco puede servirnos para tumbarlos a distancia, sin embargo será mucho más práctico acercarnos por su espalda o distraerles lanzando algún objeto que haga ruido en la dirección adecuada y los distraiga para, así, golpearles sin ser detectados para dejarles inconscientes y después ocultar el cuerpo inerte de la vista de miradas indiscretas. La IA no es particularmente brillante, y en ocasiones pasa muchas cosas por alto o incluso hace gala de algunos bugs importantes, así que en la mayoría de situaciones no nos costará demasiado pasar desapercibidos. Si hemos sido detectados no nos quedará más remedio que huir hasta un lugar seguro, donde rápidamente perderemos el rastro de nuestros perseguidores puesto que, como decimos, no son demasiado espabilados.

El trabajo sobre las manos y el cuerpo del protagonista es estupendo a la hora de hacernos sentir dentro del juego.
El trabajo sobre las manos y el cuerpo del protagonista es estupendo a la hora de hacernos sentir dentro del juego.

Así que en caso de quedar arrinconados no tendremos más remedio que luchar, y cruzar los dedos para que no se junte más de un oponente puesto que perderemos indefectiblemente la pugna. Garrett, como ya ha quedado claro, es un ladrón y no un guerrero, así que está francamente poco preparado para el combate. Apenas portamos una porra, lo que nos dejará en franca desventaja ante las espadas y proyectiles de los adversarios. No tenemos nada en contra de sentirnos indefensos y pusilánimes, de hecho lo vemos como fundamental en esta serie, pero ya que se ha incluido una mecánica de combate sí que esperábamos que estuviera más cuidada. No sólo porque las herramientas se reducen a la mencionada porra, mal menor, sino especialmente porque las peleas se reducen a un intercambio de golpes sin apenas interés más allá de tratar de esquivar el golpe del adversario. Quienes no tengan problemas con el "ensayo-error" disfrutarán repitiendo manualmente los checkpoints hasta bordar una determinada sección obviando por completo el poco satisfactorio enfrentamiento, pero puede que queden decepcionados quienes deseen sacar partido de los avances que ha logrado el género en los últimos tiempos a la hora de aderezar las acciones para pasar desapercibidos con combates muy difíciles, también imposibles contra muchos oponentes, pero llenos de posibilidades y fórmulas apasionantes.

Ladrón de Guantes Oscuros

No obstante los guardias no serán el único enemigo al que tendremos que plantar cara, y para evitar spoilers no podemos contar mucho más, de lo que sí podemos hablar es de las trampas que en algunos puntos críticos del escenario encontraremos. Se trata de, por ejemplo, losas falsas que al pisarlas activan disparos desde paredes cercanas que acabarán con nosotros en un santiamén. Para sortearlas bastará con ser muy observador, algo que se acentúa por el ritmo algo lento que imprime el programa si encajamos bien en su perfil y nos dedicamos a buscar los objetos que se esconden en los escenarios con atención. Si, por el contrario, somos algo más veloces en nuestros movimientos siempre podemos utilizar la habilidad "Focus" del protagonista para destacar no sólo los tesoros susceptibles de ser recogidos, las puertas o ventanas con las que podemos interactuar y, también, las trampas. Una vez localizadas estas últimas bastará con esquivarlas saltando o desactivarlas puesto que suele haber interruptores cerca para evitar que sigan funcionando.

La iluminación es uno de los grandes titulares del programa. La oscuridad siempre es nuestra mejor compañía.
La iluminación es uno de los grandes titulares del programa. La oscuridad siempre es nuestra mejor compañía.

Todas estas medidas las plantean los ciudadanos de La Ciudad para proteger sus bienes más preciados, nuestro verdadero punto de interés. Los combates se pueden evitar, las trampas se pueden sortear, pero el botín... el botín es el motivo por el que estamos ahí, la verdadera razón de todo. Todo lo valioso es susceptible de ser recogido, y obtenemos un bonus de puntos por cada cosa que robamos que oscilará en función de su valor. Lógicamente no será lo mismo robar una pobre sortija de una casa que hemos descubierto en nuestros paseos por la ciudad y que hemos saqueado sin oposición, que hacer lo propio con una serie de joyas que hemos encontrado en una caja fuerte oculta tras un cuadro en la vigilada casa de un adinerado burgués. Hay cajas fuertes, cuadros ocultos y muchas cerraduras que "reventar", entre otras cosas, y todo se resuelve con sencillos minijuegos, entretenidos y vistosos... No demasiado generosos en cuanto a número, pero definitivamente con el punto de variedad suficiente como para hacernos querer disfrutar de descubrirlos todos.

Muchas de las cosas que tenemos en nuestro haber en cuanto a acciones se gestionan desde el inventario. Hay herramientas pasivas, como el gancho, que no hace falta activar y que sencillamente están ahí para hacernos llegar hasta lugares aparentemente inaccesibles conjuntamente con las improvisadas plataformas de salto, marcadas en azul. Otras necesitan ser puestas en marcha manualmente a través del inventario, de fácil uso con las crucetas en pad, con el teclado en PC o a través de la pantalla táctil en el caso de PlayStation 4. Aquí tenemos utensilios como las flechas de distinto tipo (agua, planas, etcétera), así como otros elementos como los que nos facilitan rellenar los baremos de concentración o de salud que, recordemos, no es regenerativa. Con todos esos elementos podemos aumentar nuestra versatilidad y mejorar nuestra capacidad de explorar el entorno, resolviendo incluso gracias a ellos pequeños desafíos.

En algunos momentos tenemos que sortear algunas secciones de plataformas, aunque éstas son bastante cuadriculadas y es imposible caer.
En algunos momentos tenemos que sortear algunas secciones de plataformas, aunque éstas son bastante cuadriculadas y es imposible caer.

De eso va Thief y así, entre otras cosas, consigue que tengamos ganas de explorar. Su mundo es inmersivo y artísticamente es impecable, pero no está tan lleno de gente o de situaciones variadas como para despertar nuestra atención por sí mismo. ¿Cómo consigue entonces EIDOS Montreal que sintamos ganas de patearlo? Con un esquema de juego que nos convierte en codiciosos ladrones, y que hace que obtengamos suculentos bonus por cada cosa que recogemos. Todo con lo que nos hagamos contribuye a aumentar nuestros puntos G, un valor que podremos canjear, por ejemplo, a cambio de Puntos de Concentración que nos darán pie para mejorar al protagonista. Podremos hacerlo en valores como la Intuición, Destreza, Sentido, Combate, Velocidad, Eficacia, Capacidad de Tiro y Sigilo, cada uno de ellos con dos valores a potenciar. También podemos comerciar para hacernos con distintos instrumentos, al margen de los que portamos de serie, y que son muy necesarios para nuestras fechorías, como llaves inglesas o cuchillos, con los que acceder a suculentos bonus. Su adquisición no es necesaria para terminar la aventura, pero nos interesa si somos aficionados a completar al 100% los videojuegos.

Puede que los usuarios más veteranos de este tipo de videojuegos no encuentren en Thief una experiencia de la profundidad esperada puesto que, de hecho, en algunos sentidos es muy superficial. Sin embargo el cóctel de encuentros con enemigos, de exploración y de rompecabezas es más que adecuado para satisfacer, al menos moderadamente, cualquier paladar interesado en este tipo de jugabilidad. Hay cosas que mejorar, eso está claro, pero la posibilidad de volver al mundo de Thief y hacerlo en este planteamiento con cierta libertad desde luego agradan mucho. ¿Lo mejor del programa en este ámbito? Su capacidad flexible para abrazar con éxito a distintos perfiles de aficionados. Por un lado los neófitos encontrarán acomodo en su fórmula gracias a la cantidad de elementos del interfaz que nos permiten localizar a nuestros objetivos con celeridad o estar al tanto de cómo nos perciben nuestros potenciales enemigos gracias a la completa información del HUD. Por otro los más veteranos que deseen un tipo de lanzamiento desafiante no sólo pueden maximizar la dificultad hasta límites insospechados con las distintas opciones que se ofrecen en cuanto a niveles, con mención especial para el cruel Iron Man con su muerte permanente, pero también cuentan con la posibilidad de disminuir hasta lo inexistente cualquier tipo de guías o ayudas.

El ataque por sorpresa a la espalda de un enemigo será nuestra arma más preciada en Thief. Eso sí, si podemos evitar asaltar a nadie mejor que mejor.
El ataque por sorpresa a la espalda de un enemigo será nuestra arma más preciada en Thief. Eso sí, si podemos evitar asaltar a nadie mejor que mejor.

El Príncipe de La Ciudad -Gráficos y Sonido-

Desde la óptica visual, hablar de Thief es hacerlo de un producto francamente interesante en muchos ámbitos. Como es obvio el apartado artístico es brillante, con una recreación poderosa de esa urbe oscura, húmeda e incluso decadente. Así se consigue que pasear por ella sea muy vistoso, y eso que como ya hemos dicho EIDOS Montreal no ha hecho grandes esfuerzos porque haya movimiento o se sienta algo de vida en sus calles. Es una ciudad bonita aunque inerte, y a pesar de que hay más bien poca gente merodeando sus calles y con muchos modelos repetidos, incluso para presenciar una ejecución pública apenas se reúnen tres asistentes, lo cierto es que los cuidados efectos de luz, la sempiterna noche y la dramática y ocasional lluvia ayudan mucho a elaborar ese ambiente en el que es tan fácil sumergirse.

La Ciudad de la que hablamos está dividida por barrios y separada por dilatados tiempos de carga. De este modo puede que al comienzo de cada capítulo tengamos que recorrer varias veces las mismas localizaciones y sufrir una vez detrás de otra las mismas pantallas de espera. Sobre el papel está bien como idea, y de hecho así se nos permite acceder a algunas de las actividades de la zona principal como el comercio, las mejoras o las misiones secundarias, sin embargo los más interesados en una experiencia más directamente centrada con el sigilo y las misiones puede que acaben algo frustrados. Lo positivo es que estos niveles, a pesar de que están a años luz de las laberínticos y complejísimos planos en planta de las entregas precedentes, tienen siempre alguna sorpresa oculta y estancias que explorar en busca de tesoros. El protagonista es muy ágil y nos permite llegar a zonas de difícil acceso, para las secuencias de plataformas más espectaculares la cámara adopta la perspectiva en tercera persona, pero nos ha agradado el tratamiento de las manos y la presencia de un cuerpo completo desde la habitual visión en primera persona.

La iluminación es uno de los puntos fuertes de Thief. Sus juegos de luces y sombras son absolutamente brillantes.
La iluminación es uno de los puntos fuertes de Thief. Sus juegos de luces y sombras son absolutamente brillantes.

A nivel de ejecución hay más consideraciones que llevar a cabo, y ahí no todo es tan sencillo. Por un lado la versión de PC, como es lógico es la más llamativa, y lo es por ser la que nos muestra la aventura de Garrett en todo su esplendor. Las texturas más ricas, los modelados más cuidados y, en caso de poder configurarlo al máximo, también una luz muy realista y una conjunción con distintos efectos y filtros para lograr una visualización extraordinaria. Todo esto tiene un precio, claro, y es el de que el programa es muy exigente en cuanto a rendimiento si queremos disfrutar de su mejor cara. Sin embargo las opciones de configuración nos permiten pormenorizar relativamente la experiencia, definiendo la calidad de texturas, sombras, profundidad de campo, SSAA y filtros de texturas, además de activar elementos como reflejos, sincronía vertical, Parallax, FXAA y efectos de teselado.

En cuanto a las versiones de consolas hay dos gamas estéticas bien diferenciadas y también muy lógicas. La primera es la de las consolas de nueva generación, que presentan un muy buen aspecto, aunque sin llegar al sobresaliente look de compatibles. Las texturas a menudo tardan en exceso en cargarse, mal endémico del Unreal Engine que pensábamos que en esta ocasión tanto PlayStation 4 como Xbox One serían capaces de solventar. El resto de elementos puramente gráficos rayan a muy buen nivel, aunque hay que destacar una ocasional irregularidad en un frame-rate inexplicablemente temperamental: con alguna caída puntual muy grave, y notorios bajones en otros momentos. ¿Las máquinas del pasado ciclo? Cómo era de esperar son las que salen peor paradas de la oferta que brinda Thief. Texturas mucho más pobres y que tardan bastante tiempo en cargar, la fluidez más irregular y la sensación de falta de nitidez más notoria.

Es agradable la intención de sus responsables de variar la fórmula con algunos rompecabezas que aportan frescura a la experiencia.
Es agradable la intención de sus responsables de variar la fórmula con algunos rompecabezas que aportan frescura a la experiencia.

Para finalizar tenemos que hacernos eco de todo lo que tiene que ver con el sonido, en este sentido también hay luces y sombras. Por un lado la música tiene una presencia testimonial, dejando de una forma muy inteligente su peso al sonido de ambiente, que a menudo nos dará grandes pistas sobre cómo debemos obrar. Así que hay pocas partituras, pero siempre están muy cuidadas. Por lo que respecta al doblaje, éste presenta un buen nivel en las voces principales, y más que aceptable en las secundarias, y el programa llega a nuestro país en completo castellano. Los efectos de audio, por el contrario, están trabajados en lo que tiene que ver con hacernos sentir envueltos por los sonidos de este mundo, sin embargo a menudo suceden cosas imperdonables como que, en algunos momentos, algunas acciones queden mudas.

Bueno

Sin sello
Un antihéroe entre las sombras
Sin sello

A pesar de que no ofrece nada revolucionario ni de demasiada profundidad, Thief es un muy buen videojuego de sigilo. Con alguna novedad más, una mayor complejidad jugable y mejoras en inteligencia artificial hablaríamos de un título muy superior, pero con su gran ambientación y su más que adecuada ecuación de exploración, confrontaciones y rompecabezas nos deja un buen sabor de boca.

Comprar Thief
  • Nueva propuesta de sigilo, un género poco frecuente.
  • La ambientación y La Ciudad. Ambas muy cuidadas.
  • Posibilidad de personalizar al máximo la experiencia.
  • No es demasiado profundo en cuanto a opciones jugables.
  • Algo limitado en lo que no tiene que ver con el sigilo puro y duro.
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración: 10-20 horas
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