Emideadman / 17 de julio de 2018 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

8,5 Excelente

Volando entre pixeles y magia
Owlboy desprende encanto, un estilo visual cautivador que nos invita a vivir una aventura que recupera todo de un buen clasico de plataformas. Un videojuego que, desde a principio a fin, ofrece situaciones, personajes y mecanicas de gran nivel.

Otus es un joven que se une a los buhos, una antigua e importante agrupación, pero desde el comienzo vemos que su carrera no es facil. Foco de criticas y menosprecio, Otus es un protagonista inseguro, debil y con una falta de caracter que se acentua por su mutismo, no puede hablar. Pero esto no quiere decir que no tenga personalidad, una virtud de Owlboy es que cada personaje es una caricaruresca recreación que, sin profundizar mucho, sí les da a cada personaje de peso sus momentos para exponer su interior, lucirse o ganar nuestro cariño. La historia es simple, unos piratas atacan el mundo de islas flotante que es nuestro hogar y Otus deberá, con ayuda de sus amigos, detenerlos. Simple, con algunos giros pero sin salirse de lo topico, aunque, repito, con suficientes dialogos, giros y queridos personajes como para ganar interes y transmitir un mensaje.

Owlboy está construido como un clásico de plataformas y acción, con algunos puzzles y una gran variedad de situaciones, pero siguiendo los lineamientos del genero y trayendo a la actualidad una formlua muy conocida. Sin embargo, tiene algo caracteristico, Otus puede volar, por lo tanto todos los escenarios que recorreremos estan diseñador para hacer uso de esto y ofrecer un agradable desafio.
Es evidente que lo principal que haremos será avanzar por diferentes pantallas, algunas de ellas con más de un camino, hasta llegar a nuestro objetivo y cambiar de escenario. Pero está en la realización de todo esto lo que provoca que Owlboy se luzca con luz propia. Algo fundamental es el hecho de que Otus no puede atacar, solo volar, esquivar y aturdir o romper algunas cosas, y aqui entran en juego los aliados. Los tres aliados que encontraremos a lo largo del juego serán no solo amigos de aventuras, tambien nuestras "armas". Podemos cambiar entre ellos de acuerdo a la necesidad, pero para "usarlos" es necesario levantarlos y llevarlos a volar con nosotros, pudiendo recien ahi disparar o interactuar con algun elementos del escenario. Es una mecanica interesante y agradable, pero tambien es cierto que nos quita velocidad a la hora de hacer frente a enemigos que pueden ser muy rapidos, principalmente los bosses. Sí, hay bosses, no muchos pero tienen buenos diseños y algunos nos pondran las cosas un poco mas complicadas. Pero, volviendo a los alidos, pese a poder haber algun momento donde se sienta tosco, la mecanica en general es un acierto. 
De esta forma iremos avanzando, eliminando enemigos y superando obstaculos en una variedad de situaciones que incluyen momentos de sigilo, persecusiones o algunos simples puzzles. El ritmo nunca se reciente y las 8 a 10 horas son siempre divertidas con pequeñas excepsiones como al no saber donde ir cuando revisitamos algun mapa que sirve de conexion a diferentes lugares y no hay mapa. Es dificil encontrarle aspectos negativos, puede que el juego se quede corto y el abarcar bastantes cosas no lo deje profundizar en ninguna, por lo que la progresion se siente completamente superficial y algunas mecanicas o situaciones se sienten que daban para más, pero no hay nada negativo que remarcar como tal.

Visualmente Owlboy es una oda a los juegos de 16 pixeles pero con una calidad, detalles y animaciones solo capaces en la actualidad. El uso del pixelart es muy bueno y en ningun momento presta a confuciones o algun escenario luce chato o pobre. Casi todos los lugares que pisamos se sienten unicos y llamativos, algunos de ellos muy bellos y unos pocos algo repetitivos, por lo que estamos ante un autentico trabajo donde la dirección de arta es la que se lleva las flores. En lo tecnologico pese a que el propio estilo no da lugar para mucho más, es notable el buen trabajo en este sentido para efectos, animaciones o alejamientos de camara donde la cantidad de pixeles por pulgada aumenta.

Acompañando el apartado visual tenemos una banda sonora que agrega emotividad y fuerza a las diferentes escenas, con algunos temas que logran destacarse y realzar la experiencia, o acompañar la exploración. Los efectos de sonido acompañan el estilo visual con un buen repertorio  que recuerda a otra epoca donde los golpes, explosiones y movimientos sonaban diferentes. Incluso las voces no existen para dar lugar a sonidos para cada personaje mientras las letras aparecen en pantalla.

En conclusión, Owlboy es una gran aventura con mucho sabor a clásico al que solo le falto profundizar más. Su hermoso estilo visual atrae, pero su gran propuesta jugable con variedad y mecanicas unicas hacen de la historia de Otus una recomendable, divertida y querida.