Watch Dogs: Impresiones jugables

Watch Dogs: Impresiones jugables
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Se acerca el momento de descifrar lo que ofrece Watch Dogs, el esperado videojuego de mundo abierto que Ubisoft Montreal lleva preparando desde hace años. Viajamos hasta París para hackear la propuesta jugable de un título que quiere proponer innovación y frescura al género "sandbox". Os contamos lo satisfactorio que es controlar toda una ciudad con el poder de un móvil.

"Sí, definitivamente". Con esta contundencia responden los diseñadores de Ubisoft Montreal cuando se les pregunta sobre si el retraso de su próxima criatura, Watch Dogs, fue la mejor decisión que podían tomar. Podría tratarse también de una estrategia de marketing para salir al mercado sin competidores próximos, pero lo que es indudable es que estos meses han servido para pulir aspectos que no estaban del todo claros para el estudio de desarrollo canadiense.

No se trataba pues tanto de añadir contenidos, sino de asegurarse que los presentes estuvieran a la altura. Por ello, y porque ya hemos esperado mucho desde su anuncio (que recordemos se produjo en el E3 del año 2012), teníamos unas ganas tremendas por ponernos a sus mandos. Una demo versada en las primeras horas de un juego que hemos de recordar que ha estado en proyección desde hace aproximadamente cinco años, con una cooperación entre varios equipos -Reflections, Paris, Quebec y Bucarest- que ha buscado hacer realidad esta novedosa experiencia "sandbox".

¿Cumple con las elevadas expectativas generadas? Esta pregunta aún es pronto para que sea respondida, pero lo que nos ha dejado claro el título es que su apuesta en mundo abierto resulta muy fresca, con una verdadera sensación de hallarnos ante algo diferente. Sus pequeños matices (que a la postre se convierten en grandes aportaciones: como el uso de un dispositivo móvil para controlar toda una ciudad), hacen de esta experiencia una de las más prometedoras para el próximo mes de mayo. Os contamos cómo fue nuestro paseo por Chicago con Aiden Pearce dentro de su particular historia de venganza.

Hackeando Chicago

Sin largas intros, sin infinitas líneas de texto que leer. Watch Dogs empieza de una forma bastante directa, con una escena dentro de un gran estadio que sirve como perfecta carta de presentación, al tiempo que un buen momento para aprender las mecánicas principales de juego. A este respecto, nos gusta que la obra sea tan condescendiente con el usuario, enseñándole a jugar como se debe hacer, entrando directamente en la acción con el mando.

No pasa de hecho mucho tiempo hasta que somos arrojados a la Chicago tan tecnológica que Ubisoft Montreal nos ha preparado. Fascina poner en marcha nuestro analizador y empezar a fijarnos en los transeúntes para curiosear sobre sus oficios (desde un limpiador hasta un corredor de bolsa), sus sueldos (que nos harán tirarnos de los pelos) y una breve descripción sobre alguna característica en especial, desde alguien con trastornos psicológicos hasta otro que disfruta haciendo películas porno en sus ratos libres.

La privacidad de la población está en nuestra mano, y eso es poder. Un poder que siente el jugador al entrar en esta compleja urbe, y eso ya es una garantía de satisfacción, además del principal elemento diferenciador de este título. Sin necesidad de entrar en ninguna misión o actividad, ya es posible darse cuenta de la interactividad presente en la ciudad. Podemos ver a través de cámaras situadas en fachadas, hackear el móvil de otra persona para quitarle unos cuantos dólares de su cuenta, desactivar los semáforos de un cruce para ver un accidente en directo… Ya sólo pasearse para descubrir los encantos del escenario tiene su premio.

A medida que se van conociendo nuevos detalles sobre la trama de Watch Dogs, crece nuestra expectación sobre el carácter misterioso de Aiden Pearce. Parece que no defraudará...
A medida que se van conociendo nuevos detalles sobre la trama de Watch Dogs, crece nuestra expectación sobre el carácter misterioso de Aiden Pearce. Parece que no defraudará...

El más buscado

Uno de los aspectos más cuidados del lanzamiento es que la ciudad se siente viva. No sólo debemos hablar del ciclo día-noche, de la tecnología por la cual el viento hace que se mueva la vegetación en distintas direcciones o de la posibilidad de ver diferentes eventos climáticos (en especial la lluvia, con un efecto mojado que es digno de elogio, por cierto). Aparte es necesario comentar que en cuanto saquemos el arma todo el mundo se alarmará, gritará y saldrá despavorido; o que si alguien nos ve agredir a otra persona alertará a la policía, aunque podemos subsanarlo evitando que haga la llamada (y hay varias formas…).

Dichas acciones tienen un impacto en nuestra reputación, sobre cómo nos verá la población de Chicago. Esto provoca que el medidor de "presión" sea más o menos elevado, algo que tiene un impacto sobre la persecución policial. No podían faltar las fuerzas del orden, que nos perseguirán en coche allá donde vayamos, siendo relativamente sencillo dejar atrás su radio de acción si callejeamos, activamos algún puente elevador desde el móvil o incluso si nos detenemos en una zona tranquila y nos escondemos dentro del habitáculo apagando las luces (que también es posible).

Las posibilidades son inmensas en un juego que dispone de cuatro niveles de dificultad seleccionables, los cuales intuimos que modificarán lo fácil o difícil que resulta zafarse de la policía, así como de lo resistentes que seamos en la faceta "shooter" del videojuego. A este respecto, conviene mencionar que disponemos de tres grados de ayuda al apuntado, algo que viene a enfatizar el interés de Ubisoft Montreal por acercarnos una obra pensada para el máximo número de usuarios.

La conducción es intuitiva, con un manejo diferente para cada vehículo. Y tendremos varias cámaras disponibles, incluida una interior, distinta para cada modelo.
La conducción es intuitiva, con un manejo diferente para cada vehículo. Y tendremos varias cámaras disponibles, incluida una interior, distinta para cada modelo.

Una ciudad para perderse

Watch Dogs es un título de acción y aventura, pero lo más obvio es su estructura "sandbox". Por tanto, no podían faltar las misiones, que como hemos podido comprobar serán muy abundantes. Algunas nos ayudan a avanzar en la historia de venganza de Aiden Pearce, que ha perdido a alguien muy querido. Otras nos ofrecen un acercamiento diferente. En cualquiera de los casos, y después de que los diseñadores nos transportaran a una parte avanzada del periplo, pudimos percatarnos de la vorágine de iconos a nuestra disposición dentro del mapa.

El mapeado es enorme, tanto que el sistema GPS resulta fundamental para movernos. Un aspecto curioso es que la ruta aparece sobre la carretera, de forma que no hace falta desviar la mirada hacia el minimapa. Y si no nos apetece correr, dentro de nuestros escondites (que funcionan como hogares), aparte de guardar partida, cambiar de vestuario o descansar para modificar la hora del día, también podremos practicar los ya tradicionales teletransportes que tanto nos auxilian cuando nos hallamos ante un juego de estas proporciones.

Por tanto, muchas posibilidades en un lanzamiento que apuesta por el esquema clásico de ir hasta un punto, completar una tarea, avanzar en la trama y, entre medias, perdernos en un sinfín de actividades secundarias para expandir la duración más allá de las 80 horas (como se había prometido). Esta es, a grandes rasgos, la estructura de un título que, a pesar de poder superarse en unas 30 horas, contiene un centenar de misiones que podría dar para mucho más. De hecho, nosotros nos sentimos un poco abrumados cuando los desarrolladores nos hicieron ver todo lo que contiene el juego. Si hay algo que no debemos tener, es miedo a que resulte corto.

¿Hombre de acción o de sigilo?

Las misiones constituyen el alma máter de Watch Dogs. En este acercamiento jugable poco hemos podido ver sobre su variedad (esto será algo que valoraremos en el futuro), pero de lo que sí hemos tenido mucha constancia es de la versatilidad a la hora de afrontarlas. Ubisoft ya nos adelantó que una de las claves del programa es que podemos resolver las situaciones por las buenas o por las malas, haciendo uso de pura acción de tiroteos o practicando una satisfactoria dosis de infiltración.

Aiden Pearce dispone de un buen arsenal de armas, desde rifles de asalto hasta letales francotiradores. Sin embargo, donde más destaca es en el aprovechamiento del entorno a su favor, sacando el teléfono móvil para activar una alarma, poner en marcha una grúa o hacer explosionar un sistema eléctrico que distrae a los enemigos y gana su atención. Podemos pues liarnos a tiros o practicar un estilo más sigiloso, en el que no es necesario malgastar una sola bala.

Además, lo más destacado no es solamente la versatilidad existente, sino también la IA de los enemigos. No se alertarán de forma inmediata, dándonos tiempo para recular hasta que un triángulo de advertencia se rellene. Interesante es el factor de que podamos provocar apagones, algo que disminuye la capacidad sensorial de los enemigos. Así que no hay pocas oportunidades en unas misiones que se pueden completar de varias maneras, dependiendo en parte de nuestro estilo de juego. Se trata de una de las características que más nos han gustado de esta demostración, ya que la libertad no se limita a lo que podemos hacer fuera, en la ciudad, sino también dentro de las propias misiones.

¿Jugar al póker? ¿Y si lo hacemos con un poco de ventaja? Tener acceso a las cámaras nos dará la oportunidad de marcarnos un farol, y de los buenos. Aquí si no ganas es porque no quieres.
¿Jugar al póker? ¿Y si lo hacemos con un poco de ventaja? Tener acceso a las cámaras nos dará la oportunidad de marcarnos un farol, y de los buenos. Aquí si no ganas es porque no quieres.

Más allá del deber

Por supuesto, no todo son misiones en Watch Dogs. Contamos con cantidad de tareas, y nosotros hemos tenido acceso a unas cuantas. Los contratos de agente, por ejemplo, nos proponen distintos objetivos, que podrían consistir en interceptar un vehículo a través de una emocionante persecución o en recorrer la ciudad de un punto A hasta otro B pasando por "checkpoints" evitando que se nos agote el tiempo (y todo mientras lidiamos con las fuerzas de la seguridad, que no nos darán tregua).

Otras de las pruebas más abundantes son los minijuegos. Para la ocasión, y debido al poco espacio de tiempo del que disfrutamos, sólo pudimos ver un par de ellos. Trile es el clásico juego de la bola y los tres cubiletes (y al igual que en la realidad, la técnica del engaño está presente, con juegos de manos muy difíciles de seguir). Por su parte, Cash Run nos invitó a recolectar medallas de dinero virtuales mientras evitábamos calaveras pixeladas, todo en lo que parecía un entorno de realidad aumentada que empleaba a la propia ciudad de Chicago como escenario.

La diversión no termina aquí. Existen cantidad de tiendas y emplazamientos en los que perder el tiempo, así como sucesos fortuitos que ocurren mientras paseamos. Por ejemplo, el sistema ctOS (que controla el funcionamiento de la urbe) nos avisará si se detecta alguna actividad criminal. Podremos dejarlo pasar o intervenir, en cuyo caso deberemos avistar al potencial delincuente y a la presunta víctima, actuando sólo cuando estemos seguros de que se va a cometer la infracción, algo que se nos indica mediante un índice de probabilidad de delito. El usuario es el que decide si convertirse en héroe o villano.

El multijugador se distingue de otros en que aquí usaremos las técnicas de hackeo en contra de otros jugadores, incluidas las carreras. ¡Cierra el puente antes de que lleguen!
El multijugador se distingue de otros en que aquí usaremos las técnicas de hackeo en contra de otros jugadores, incluidas las carreras. ¡Cierra el puente antes de que lleguen!

Mejorando tu técnica

La forma en que construimos a nuestro personaje no es poco importante en Watch Dogs. Podemos cambiar la ropa, adquirir armamento, ganar reputación… Sin embargo, lo más relevante lo tenemos en el árbol de habilidades, el cual nos faculta para mejorar al protagonista en cuatro disciplinas clave: hackeo, combate, creación de objetos y conducción. Todo a cambio de puntos de habilidad, claro está.

Habilidades las hay de todo tipo, con ejemplos de lo más sorprendentes. Por citar alguna relativa a hackear, se hace posible detener trenes, así como obtener batería adicional para el móvil o impedir que los enemigos pidan refuerzos cuando los necesiten. Las técnicas para combatir no resultan menos interesantes, siendo la ralentización de tiempo la gran estrella (ideal para apuntar y disparar a placer). Si os gusta crear objetos, aquí se pueden fabricar algunos para generar apagones en la ciudad. Y si os interesa la conducción, disponemos de propuestas atractivas, como la de hacer que el manejo no se resienta campo a través.

Una rueda de progresión, un apartado de estadísticas y el acceso a curiosas opciones dentro de nuestro teléfono móvil completan un repertorio al que tenemos que sumar las modalidades online. No incidiremos demasiado en este aspecto -ya que tendremos una toma de contacto más profunda en el futuro próximo- pero cabe resaltar que apartado individual y multijugador forman parte del mismo conjunto. Así, podemos estar jugando en solitario y de repente recibir una invitación para formar parte de una carrera para hasta 8 participantes. Sólo habrá que soportar las típicas pantallas de carga, que en esta "build" eran algo largas (puede que se corrijan de cara al lanzamiento).

Un robot arácnido, justo lo que faltaba para sembrar el caos en Chicago. Tendremos acceso a sus posibilidades, marcando tal vez uno de los puntos más locos de Watch Dogs.
Un robot arácnido, justo lo que faltaba para sembrar el caos en Chicago. Tendremos acceso a sus posibilidades, marcando tal vez uno de los puntos más locos de Watch Dogs.

Hackeo intergeneracional

Los foros se han inundado en todo este tiempo de cantidad de comentarios referentes a la hipotética bajada de calidad gráfica desde el famoso anuncio en el E3 de hace un par de años. Después de haberlo probado, lo que podemos decir es que Watch Dogs parece cumplir su cometido en lo que respecta a representar una ciudad con mil y un detalles, así como el de aprovechar el poder de Xbox 360 y PlayStation 3, aunque quizá no tanto el de Xbox One y PlayStation 4.

Esto es resultado directo de ser un título intergeneracional. Aun así, el acabado final es muy llamativo sea cual sea la plataforma en que juguemos (incluido el PC, que saca provecho de alguna ventaja adicional, presentando un mayor "frame rate" y efectos de iluminación más detallados, entre otros). Dicho esto, no podemos esperarnos un exponente que demuestre la vanguardia tecnológica de la "next-gen", pero sí un producto que sabe utilizar muy bien sus armas, y más si consideramos su naturaleza de mundo abierto.

El juego llegará completamente localizado a nuestro idioma cuando aterrice el próximo 27 de mayo en las tiendas. Las expectativas se han mantenido muy elevadas, y parece que Ubisoft Montreal ha intentado ganar algo de tiempo (gracias al retraso de varios meses) para cumplir con lo prometido. A nosotros esta demostración nos ha parecido muy corta, además de poco representativa, y necesitamos más tiempo para valorar su propuesta. Pero lo que probamos nos gustó mucho, sobre todo por la frescura de sus dinámicas y porque el espíritu "sandbox" que desborda no lo habíamos visto antes. Tal vez sea eso lo que haga que Aiden Pierce pueda distanciarse del resto, pero hasta que no hackeemos su móvil no podremos conocerlo a ciencia cierta.

Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

25.094 visualizaciones

20 MEJORES JRPGS DE 2024 Y MAS ALLA

Hace sólo unos días que publicábamos nuestro especial sobre los RPG, Action-RPG y CRPG que llegarán a lo largo del año 2024 y en el futuro todavía más lejano, y hoy toca el día de hacer lo propio con los videojuegos JRPG que más esperamos de los próximos tiempos...