Ha sido larga la espera, pero el clan Yakuza ultima ya sus violentos métodos para llenar Europa de sangre, tradición y honor con la tercera entrega de la famosa franquicia desarrollada por SEGA. El próximo mes de marzo, los usuarios de PlayStation 3 sacarán a Kazuma Kiryu de su nueva vida para que afronte los oscuros fantasmas de su pasado.
Yakuza 3 no ha estado exento de la polémica durante los últimos meses. Primero, porque no estaba claro que llegara a Europa y, segundo, porque ya sabemos que sí lo hará, aunque subtitulado al inglés y algo tarde (en Japón ya se preparan para Yakuza 4).
Pero lejos del baile de informaciones, algunas veces contradictorias, que se han dado sobre el videojuego, lo cierto es que la obra de SEGA es muy esperada, sobre todo para los usuarios de PlayStation 3, que van a poder disfrutar en exclusiva a partir del próximo mes de marzo de un título que llega con el aval de estar diseñado por el legendario CS1 Team (responsables directos de Jet Set Radio, Panzer Dragoon Orta o el arcade de Virtua Fighter 4).
Eso, por supuesto, sin contar la experiencia acumulada en los anteriores Yakuza, una franquicia que nació en 2005 y que va a producción por año. En definitiva, todo un reto que tiene como principal locomotora a Toshihiro Nagoshi (creador de Super Monkey Ball), que vuelve en esta ocasión para narrarnos el regreso de un Kazuma Kiryu que había dejado el clan de los Yakuza en busca de una merecida paz y nueva vida en Okinawa, donde dirige un orfanato para niños. No obstante, Kazuma no tendrá más remedio que cambiar sus planes para hacer frente a su oscuro pasado. Los suyos se encuentran en peligro y sólo él puede poner remedio a la peligrosa situación que se avecina.
El mundo de los Yakuza
Dividido en capítulos, Yakuza 3 comienza ofreciéndonos la posibilidad de escoger entre varios niveles de dificultad antes de arrojarnos al barrio ficticio de Kamurocho, situado en Tokyo. Una muchedumbre de personajes circulan en torno a la figura de nuestro protagonista, haciendo su vida, caminando hacia sus casas o conversando unos con otros.
La sensación de mundo abierto que ofrece lo último de SEGA es gratificante, aunque contenida, nunca al descomunal nivel de GTA IV. Aún así se ofrecen interesantes detalles, como la posibilidad de escuchar diálogos cercanos (mediante globos de texto emergentes) o de aproximarnos a transeúntes para profundizar en alguna que otra conversación.
La densidad de población en las calles no es muy elevada, teniendo sobre todo en cuenta el potencial de PlayStation 3. Por otra parte, sí que apreciamos un cuidado sistema de colisiones que provocará que tanto nuestro personaje como los viandantes protagonicen variadas animaciones cuando choquen entre sí. Habrá ciudadanos que nos esquivarán antes de que eso suceda o incluso algunos chulos que se ofenderán porque les miremos directamente a la cara mediante la presión del botón R3 (el cual habilita una vista en primera persona de nuestro entorno).
Tradición, honor y violencia
Con más de 100 misiones y otros tantos minijuegos (dardos, karaoke, bolos, póker... algunos de los cuales admiten hasta dos jugadores), Yakuza 3 promete diversión para rato a través de su principal modalidad: el Modo Aventura.
Y es que habrá mucho dinero que ganar, items que conseguir y niveles de experiencia que alcanzar, además de diferentes técnicas que nos ayudarán a defendernos tanto en las calles de Tokyo como de Okinawa, principales escenarios de una aventura donde también nos quedará algo de tiempo para entrar en tiendas, clubes nocturnos o restaurantes que nos ayuden a recuperar fuerzas después de cada batalla.
Como en los anteriores Yakuza, propinar contundentes puñetazos y patadas a los villanos que interrumpan nuestro paso va a ser una dinámica de juego primordial. Para esta tercera entrega, contamos con transiciones entre exploración y batallas mucho más fluidas que en el pasado, sin apenas tiempos de carga, algo a lo que se une un sistema de batalla evolucionado, según el cual podremos conectar contundentes golpes para realizar combos, agarrar a nuestros adversarios para lanzarlos por los aires, hacer que impacten unos contra otros y posteriormente levantarlos del suelo para seguir dándoles su merecido.
Contundencia visual
Yakuza 3 es un videojuego violento con generosas dosis de sangre, justificando el PEGI +18 con la posibilidad de usar objetos del escenario como bicicletas, postes o botellas que incrustar en cabezas ajenas. Sin lugar a dudas, todo un espectáculo que se complementa con acciones especiales que se activan cuando la conocida como barra Heat llegue a su máximo apogeo. En ese momento, y pulsando el botón triángulo en el lugar adecuado, protagonizaremos secuencias de una violencia exagerada, empotrando contra el suelo o la pared -entre otras sugerentes posibilidades- a los matones que se nos acerquen.
Para acompañar a esta orgía de golpes, Yakuza 3 hace acopio de mucho talento visual, ofreciéndonos acción a una resolución de 720p y trabajados modelos (se dice que veremos cientos de personajes diferentes, cada uno modelado de manera independiente) que estarán además animados mediante la tecnología Magical V-Engine, la cual es un auténtico prodigio a la hora de representar expresiones faciales.
Sin embargo, no será hasta las secuencias cinemáticas (se prevén 6 horas de "intros") cuando nos demos cuenta del empeño que ha puesto SEGA por lograr que Yakuza 3 se convierta en un digno exponente de la serie cuando aterrice, con voces en japonés, el próximo mes de marzo en España y el resto de Europa.