El príncipe vuelve y lo hace cómo mejor sabe: con muchas acrobacias, plataformas, puzles, batallas y una gran aventura de nueva generación. Retomando lo mejor de The Sands of Time, los desarrolladores de Ubisoft Montreal quieren devolver a su alteza un reino jugable de innovadoras posibilidades.
El auténtico príncipe ha vuelto. Esto es al menos lo que hemos podido comprobar en nuestra primera toma de contacto con el nuevo Prince of Persia: Las Arenas Olvidadas que Ubisoft Montreal está preparando para el próximo mes de mayo.
A través de una versión prácticamente "gold" (a sólo 5-6 semanas de su finalización) comprobamos desde las oficinas de Ubisoft en París las bondades de un título guardado hasta ahora bajo el más estricto de los secretos.
No es un videojuego basado en la inminente película de Disney sobre Prince of Persia. Tampoco tiene nada que ver con la obra que apareció el pasado 2008. El nuevo príncipe es, en esta ocasión, también el "viejo" príncipe, aquel que descubrimos en The Sands of Time con sus imposibles acrobacias y la habilidad de deshacer nuestros errores en el juego retrocediendo en el tiempo. Ubisoft quiere devolver al príncipe todo el reinado jugable que atesoraba en el pasado. ¿Lo habrá conseguido? En este artículo te ayudamos a responder a esa complicada pregunta...
El retorno del príncipe
El nuevo Prince of Persia se desarrolla en un universo diferente al de la última entrega aparecida en 2008. Concretamente, nos desplazamos argumentalmente hasta el lapso de tiempo comprendido entre The Sands of Time y Warrior Within, algo que nos lleva directamente hasta el reino de nuestro hermano, amenazado por el poderoso Ejército de las Arenas.
De esta manera tan abrupta y cargada de acción comienza esta aventura en la que, como habéis adivinado, nuestra primera tarea como príncipes consistirá en proteger el reino para después dar su merecido a esa panda de malvados y diabólicos seres.
Todo eso conservando, por supuesto, el espíritu de la saga, con un marcado ritmo aventurero y muchas acrobacias que se complementan con algo de exploración, frecuentes puzles y muchos retos plataformeros, sin contar, por supuesto, la importante mecánica que suponen los combates. Todo metido en un producto que promete una enorme calidad, auspiciada por las mejoras tecnológicas que han tenido lugar durante seis años desde Sands of Time.
Sands of Time + Assassin's Creed = Un nuevo POP
Nada más comenzar la demostración jugable, fuimos capaces de apreciar cómo se desmarca este nuevo videojuego del anterior Prince of Persia. La dirección artística ha cambiado por completo, pasando del acabado en "cel shading" a otro más realista, en palabras de Jan-Erik Sjovall, "consecuencia de impregnarse de buena parte del estilo visual de Assassin's Creed".
En este sentido, cabe destacar que durante nuestra entrevista, Jan-Erik nos comentó que le gustaba bajar al piso de abajo para comprobar el trabajo de sus compañeros de estudio. En sus propias palabras: "Ellos trabajan en otros proyectos paralelos, pero sus ideas muchas veces nos motivan a contagiarnos de determinados aspectos. La nuestra es una simbiosis perfecta".
A tal llega el asunto, que el director de animación no tenía ningún escrúpulo en afirmar que, gráficamente, este nuevo Prince of Persia es el resultado de sumar el tratamiento realista de Assassin's Creed con el ambiente y escenarios del ya citado Las Arenas del Tiempo, una mezcla que, según Ubisoft Montreal, "es capaz de crear un nuevo estilo".
Una experiencia cinematográfica
En el nuevo Prince of Persia hay un especial interés por darnos momentos memorables, gracias a un enfoque cinematográfico posible gracias a las nuevas tecnologías que, como nos comentó Jan-Erik, "consiguen que esta industria cada vez tenga menos que envidiar a la cinematográfica".
Nada más comenzar la aventura, era posible ver la ciudad asediada y con cientos de personajes al fondo, luchando por intentar sofocar la invasión. Los desprendimientos se sucedían mientras nuestro personaje intentaba desplazarse lateralmente a través de una muralla mientras veía cómo los de abajo intentaban con sus flechas derribarlo.
Para potenciar la experiencia, este Prince of Persia volverá a abusar de las secuencias de introducción, basadas siempre en un motor de juego que se mueve a 30 FPS fluidos como una roca. Y es que se nota el influjo del Anvil Engine, el motor diseñado originariamente para Assassin's Creed que, como hemos podido comprobar concienzudamente, es capaz de gestionar unas destacadas texturas a alta resolución.
Recuperando un reinado jugable
No obstante, no hemos de olvidarnos de la parte más importante de cualquier Prince of Persia que se precie: su jugabilidad. Con una combinación entre exploración, combates, trampas y puzles, el diseño de niveles de este título mezcla la filosofía clásica de la serie con numerosas secuencias de acción, donde los combates y las luchas contra enemigos de final de nivel van a ser predominantes.
Y es aquí cuando debemos de volver de nuevo nuestros ojos hacia Sands of Time. Los seguidores de esta obra comprobarán que con el nuevo Prince of Persia se han rescatado buena parte de los movimientos originales, incluidos unos controles que, como nos declaró Jan-Erik, "no serán idénticos, pero sí muy parecidos".
Lo mismo ocurrirá con el ritmo del juego original, así como con un sistema de combate que se ha mejorado para la ocasión, ofreciéndonos un estilo más abierto donde vamos a ser capaces de atacar a varios enemigos a la vez. Las batallas multitudinarias, así, serán muy frecuentes. Para una muestra, uno de los grandes alicientes del nuevo Prince of Persia consiste en proponernos contiendas contra hasta 50 enemigos al mismo tiempo ("crowd battles").
Combates y acrobacias
El renovado sistema de combate nos permite dirigir ataques continuamente en cualquier dirección y de una manera muy fluida. Los combos, igualmente, son primordiales para la jugabilidad, teniendo incluso la divertida posibilidad de caminar por encima de los enemigos cuando sean muy multitudinarios y queramos pasar un rato de ellos.
Importantísimo es también comentar que poseemos la habilidad de combinar las acrobacias con los golpes del príncipe. En el nuevo Prince of Persia hay mayor libertad para cocinar los diferentes ingredientes que nutren la jugabilidad del título, de forma que podremos, por ejemplo, utilizar el conocido como "dash port" tanto para atacar a enemigos lejanos (mediante una teletransportación inmediata) como para llegar a plataformas que sería imposible alcanzar de un simple salto.
Y es que no podían faltar las habilidades acrobáticas que, como no podía ser de otra manera, resultan muy útiles a la hora de superar los retos más puramente plataformeros del juego. Superar muros, desplazarnos lateralmente por las paredes (como en el anterior Prince of Persia), agarrarnos a salientes o apoyarnos de muro en muro hasta llegar hasta la cima de una estructura son acciones que no faltarán en lo nuevo de Ubisoft Montreal.
Oooppss... ¡rebobina!
Pero si tenemos que citar el elemento crucial del videojuego, el ingrediente mágico del que dependen el resto de componentes de este Prince of Persia, entonces debemos de hablar de la habilidad para rebobinar el tiempo (más conocido por los desarrolladores como "error management").
Muchos lo conoceréis ya porque, de hecho, funciona de una manera similar a como lo hizo en Sands of Time. Básicamente, nos encontramos ante un "salvavidas" que nos permite deshacer nuestros errores como jugadores, aunque esta vez con la interesante novedad de que el rebobinado lo haremos por tramos.
¿Qué significa esto? Que, como existe la posibilidad de que recuperemos la acción en un punto "no seguro" (un precipicio entre plataformas, por ejemplo), los desarrolladores han preferido crear un sistema que nos dé menos libertad, pero más seguridad de que cuando rebobinemos lo haremos confiando en que vamos a poder seguir jugando. Un indicador vigila que no abusemos de esta técnica, aunque lo bueno es que se irá rellenando paulatina y automáticamente con el paso del tiempo.
El verdadero príncipe llega a la nueva generación
Otro aspecto que no debemos olvidar en esta primera toma de contacto con el título es que los nuevos poderes del príncipe van más allá de lo natural. En concreto, gracias al "Freeze Mode" (que también depende de una barra de energía autorrecuperable) podremos detener el tiempo, haciendo que fuentes se conviertan en muros escalables o que surtidores de agua puedan servirnos como barrotes sobre los que balancearnos. Sin duda, una gran idea que destaca la importancia de los elementos (en concreto, el fuego y el agua) dentro de la jugabilidad del título.
Es digno de mención además que los puzles van a realizar una importante presencia, recurrentemente a través de interruptores, aunque también podrán aparecer en combinación de todos los aspectos mencionados (es decir, puzles plataformeros y de habilidad).
Por último, destacar que el nuevo Prince of Persia no va a hacer uso de QTE (Quick Time Events), algo de lo que bromeaba Jan-Erik diciendo que "para eso ya hay otros títulos en el mercado, concretamente uno que va a sacar Sony pronto". Y es que todo apunta a que esta entrega quiere deshacerse de todos los errores cometidos en el pasado para traer a los fieles seguidores de la franquicia el príncipe que siempre habían deseado. En cuanto podamos probar el título más a fondo, os diremos si nuestro héroe tiene posibilidades para recuperar su gran reino jugable...