La franquicia de EA Los Angeles tampoco ha podido resistirse. Medal of Honor deja de matar nazis en la Segunda Guerra Mundial para introducirse en una nueva misión: el moderno conflicto contra el terrorismo en Oriente Medio. Una guerra más personal y real que vuelve a apostar por un tratamiento absolutamente cinematográfico con una sola finalidad: obtener una nueva medalla de honor.
Por primera vez en su historia, la serie Medal of Honor, tras 10 años de éxitos en el mercado, deja la Segunda Guerra Mundial atrás para contagiarse de la fiebre de la guerra moderna. Un nuevo conflicto con nuevos enemigos y guerreros que en el nuevo título de EA Los Angeles se configuran a través de un argumento más realista, humano y fuertemente inspirado, por qué no decirlo, en taquillazos hollywoodienses como "En tierra hostil".
Aunque se dediquen a pegar tiros a todo lo que se mueva, los soldados estadounidenses también tienen sentimientos y personalidad, algo que en Electronic Arts quieren reflejar a través de un videojuego que supone además un auténtico renacimiento de la franquicia, cuya cuna jugable va a pertenecer al castigado país de Afganistán.
Allí comienza un "shooter" en primera persona donde conoceremos a, según aseguran sus responsables, "unos personajes únicos con historias muy personales". En esta ocasión no controlaremos a un solo protagonista, como ha sido habitual en la serie, sino que nos pondremos en el papel de varios soldados que se irán alternando a través de una campaña individual (parece que no existirá cooperativo) donde trabajaremos como los soldados de la Tier 1 y de la US Army Ranger, fuerzas de élite norteamericanas que en Medal of Honor se van a dedicar principalmente a asaltar escondites terroristas, a protagonizar rescates de rehenes y a realizar operaciones encubiertas bajo el amparo de los EEUU.
Una nueva medalla de honor
En definitiva, el nuevo Medal of Honor va a significar una renovada forma de expresar la violencia de la guerra en nuestras consolas y ordenadores a través de una historia real, poniendo un gran énfasis en un conflicto actual gracias a, según comentaron en la presentación de EA celebrada en Londres, "una autenticidad sin precedentes en el género".
Y eso, por lo menos, es lo que se dejó ver en la demostración jugable, con un escuadrón de apenas cinco soldados avanzando en grupo a través del valle Shakihot en Afganistán. Bajo el control de una fuerza de élite, recorrimos un escenario desértico en una misión de asalto contra aldeas talibanes defendidas mediante la estrategia de la guerrilla. Es decir, enfrentamientos a pequeña escala dentro de un paisaje con pequeños hogares nutridos de peligrosos terroristas deseosos por incrustar las balas de sus AK-47 entre nuestros sesos.
La acción se mostró como la clásica dentro de la franquicia: apuntar, disparar y cubrirnos detrás de alguna cobertura para avanzar, buscar una buena posición de disparo y seguir acabando con todo aquello que se mueva. Apenas un par de situaciones en que debíamos neutralizar un puesto de defensa enemigo (solicitando ayuda aérea) o derribar puertas junto a nuestros compañeros (para inspeccionar viviendas) nos sacaban un poco de la mecánica principal de tiroteos que atesora el nuevo Medal of Honor.
Novedades bélicas
Así pues, nos encontramos ante un título con un poderoso ritmo que no sólo se va a basar en el uso de potentes rifles de asalto, sino también, como nos comentaron, "en la utilización de vehículos como helicópteros, jeeps y pequeños quads", un elemento que también se rescata de los anteriores videojuegos de la serie.
Igualmente, contamos con novedades nunca vistas, y no nos referimos al regreso del concepto de vida auto-recuperable (tan extendido en los "shooters" actuales), sino a la inclusión de la posibilidad de ver la munición de nuestros compañeros de combate en tiempo real -mediante un icono sobre sus cabezas- con la finalidad de saber a quién podemos solicitar balas presionando el botón "cuadrado" (PS3) o "X" (Xbox 360) en medio de la batalla.
Asimismo, se incluye la opción de superar obstáculos presionando un solo botón, algo que atribuye al juego un cierto carácter "escriptado", con animaciones predefinidas y una jugabilidad dirigida esta vez a remarcar un espíritu aún más cinematográfico para esta entrega. En general, apreciamos una mayor frecuencia de secuencias "in-game", bien con motivo de la preparación en torno a una puerta para derribarla o bien para resaltar cualquier otro evento en medio de la misión, como el que daba final a la presentación: un teléfono móvil accionando un explosivo que explotó ante nuestro protagonista, dejándonos un fondo en negro con los gritos de nuestros compañeros de equipo como fondo.
Un Medal of Honor muy personal
Con todo esto dicho, parece pues una realidad que Medal of Honor va a ser una de las obras más personales de toda la franquicia, pero también una de las mejor ambientadas. Para lograrlo, se confía en el manido Unreal Engine 3, en concreto una versión altamente modificada que pone de manifiesto la importancia de la iluminación, uno de los dos aspectos más trabajados del título en este punto de desarrollo.
¿El otro? El sonido, que prescinde de la música, al menos en la misión mostrada, para enfatizar el carácter desértico de Afganistán, dentro de un poblado donde se pronunciaban -gracias al eco- los silbidos de las balas sobre nuestras cabezas, así como unas conversaciones "in-game" bastante frecuentes que, además de servir como elemento de interrelación entre miembros del equipo, nos arrojan pistas sobre la situación de la misión, nuestro próximo objetivo o la posición de un amenazante enemigo.
En definitiva, otro elemento más para meternos en una acción individual que, sin embargo, también tendrá una vertiente multijugador confirmada pero sin detalles. Por el momento, lo único que se sabe es que esta faceta está siendo desarrollada por DICE (autores de Battlefield Bad Company), que utiliza el Frostbite Engine y que va a ofrecer una mezcla entre combates, táctica y acción; algo que podremos ver en la beta multijugador que se ofrecerá a los usuarios, seguramente, unas semanas antes de que salga el título, allá hacia el 14 de octubre de 2010.