Miyazaki insiste y tranquiliza a los usuarios más escépticos.
Bloodborne es, por méritos propios, una de las exclusivas más esperadas de PlayStation 4. Con su anuncio, jugadores que han seguido los últimos juegos de la serie Demon’s y Dark Souls quedaron prendados de él. Usuarios de la nueva generación de Sony ansían el juego y esperan con impaciencia su lanzamiento el próximo 6 de febrero. Cuenta en la dirección con Hidetaka Miyazaki, japonés que es muy consciente de algunas de las dudas al respecto de las armas de fuego que se han añadido a la obra.
El director confiesa en unas declaraciones hechas en el Tokyo Game Show y recogidas por el medio PlayStation LifeStyle que "en realidad, fue una decisión muy difícil la de introducir una pistola, pero responde a la necesidad de cambiar el estilo de juego y añadir algo que nos transporte al siglo XIX". Tranquiliza al usuario al respecto de su fiabilidad aclarando que "por suerte, las pistolas de entonces no son tan mortales acertadas y no tienen el rango de las de hoy, por lo que no creemos que vayan a romper el combate".
Aunque el desarrollo se esté llevando a cabo en Japón, la audiencia occidental está siendo representada por la gente de Sony en Estados Unidos, con la que el equipo de Miyazaki está trabajando de forma muy estrecha: "Estamos teniendo mucho cuidado a la hora de lanzarlo. Estamos teniendo mucho feedback de nuestros compañeros americanos sobre qué funciona y qué no".