Elizabeth mantendrá un tipo de relación similar al de este colectivo con su "carcelero."
Uno de los aspectos más llamativos del prometedor Bioshock: Infinite lo encontramos en la relación que mantiene la bella Elizabeth y la letal criatura SongBird, que la mantiene en cautiverio desde que nació. Esta relación de amor-odio, según el principal responsable tras el proyecto, Ken Levine, está basada en cierto modo en una experiencia real que mantuvo con una mujer maltratada.
“Tuve la experiencia de conocer y tener una cita con una chica que había sido maltratada antes. Todos los clichés que había escuchado hasta el momento eran ciertos”, comenta el creativo al medio británico CvG. “Ella dijo que este chico le había empujado escaleras abajo estando embarazada, que le hizo arrodillarse sobre unos cristales… y cosas tan horribles del estilo. Pero ella siempre le defendía, todo el tiempo.” Hasta tal punto, prosigue Levine, “que sabía desde un principio que volvería otra vez con su maltratador”.
“No es el caso de Elisabeth”, comenta en relación a la protagonista de Bioshock Infinite, puesto que ella “trata de liberarse” todo el tiempo; “pero definitivamente tiene esa conexión. Esta cosa le ha visto crecer, es su único contacto”, comenta sobre el temible SongBird.