Decisiones procedentes de Hollywood le obligaron constantemente a pelear por mantener su visión y la de Blizzard.
El director de Warcraft: El Origen ha hablado acerca de lo difícil que ha sido trabajar con una súper producción de esta magnitud, no por la ambición del proyecto, sino más bien por la actitud de Hollywood tratando de introducir sus ideas en el film.
"Cuando trabajas en una película de estudio te sientes un poco como el capitán de un petrolero. Si quieres virar vas a tener que esforzarte mucho", ha dicho Duncan Jones, al comentar que cuando se unió al proyecto la idea de Hollywood era que los humanos fueran muy buenos y los orcos los tipos malos. Algo que no cuadra con la visión más neutral que Blizzard siempre ha mantenido en los videojuegos.
Estoy orgulloso y a la vez furioso por la película
"Tratar de hacer una película como Warcraft e intentarlo de una única forma, es como ser asesinado mil veces", bromea el cineasta, haciendo referencia a los cambios a los que tuvo que hacer frente durante la producción del film. Escenas editadas, otras que ni siquiera fueron rodadas como él planteó originalmente, la apariencia de algunos personajes… "al acumular esos pequeños cambios, especialmente tras más de tres años y medio de trabajo, de repente te ves básicamente gastando todo tu tiempo tratando de encontrar la manera de arreglar ese desaguisado".
Por desgracia los fans se quedarán sin ver la visión original de Warcraft: El Origen que planteó Duncan Jones, pues algunas de las escenas que quiso rodar nunca llegaron a estar siquiera en la producción. "Estoy orgulloso y a la vez furioso por la película. La adoro. He invertido demasiado tiempo en ella. He puesto todo mi corazón tratando de hacer este trabajo", prosigue el cineasta.
Así, aun estando satisfecho del trabajo, Jones se siente apenado por no haber sido capaz de "hacer todo lo que sabía debía hacerse con el fin de crear la película que debería haber sido".