En los últimos tiempos estamos viviendo algunos casos de censura. ¿Están justificados?
Quizá el caso reciente de censura en videojuegos más sonado haya sido el de Agony. El videojuego de Madmind Studios ofrece una versión descarnada y salvaje del infierno que ha acarreado problemas a sus responsables. Al final, Agony no tendrá versión sin censura porque han llegado incluso a tener amenazas legales si publicaban determinados contenidos prohibidos. También hemos vivido recientemente el caso de la desaparición de los juegos eróticos de Steam, que ha causado una gran polémica.
¿Vale todo y se puede publicar cualquier cosa? O, en cambio, ¿es tolerable la censura en los videojuegos?
Sí – Álvaro Castellano
Leedme. Sí, está claro que estar a favor de censurar algo es impopular, y que soy carne de crítica sólo por posicionarme en el sí. Pero, por favor, leedme primero y después sacad vuestras conclusiones. ¿Vale? El factor Agony es peliagudo porque no sabemos qué se ha quedado fuera de él por la censura. Por no hacer spoilers, en el directo de Agony que hicimos en Mixer vimos a un demonio usando bebés como masilla para levantar un muro. Me impacta, pero no tengo problema con eso; es un juego +18 y sé a lo que vengo. Es una visión sórdida y oscura del infierno, y estoy aquí para ver cosas bestias. No me escandaliza y no me llevo las manos a la cabeza. Pero si todo eso ha pasado el corte, y a Madmind Studios le han puesto una amenaza legal que le ha obligado a recortar otras cosas de los siete finales del juego para que no les caiga una demanda judicial que incluso pueda cerrarles el estudio, ¿qué cosa más brutal que esa se les podía haber ocurrido para que se quedara fuera? Pues ya nos han dejado ver las escenas censuradas de Agony. Más asesinatos de bebés (esta vez llevados a cabo por el propio jugador) o violaciones en primera persona, entre otras cosas. Es un juego de fantasía, y puedo pasarlo teniéndolo en cuenta… pero ya está bordeando mis límites.
Porque no puedo estar más en contra de la eliminación de los juegos de temática erótica del catálogo de Steam, porque aunque no sea un tipo de producto que consuma no me parece que haya que prohibirlo, ni mucho menos. Y tampoco estoy de acuerdo con esa doble moral que no castiga la violencia en cine o videojuegos, pero que se lleva las manos a la cabeza con la visión de un seno o un pene. Pero sí creo que hay que poner algunos límites. Por ejemplo, en el caso de Steam sí estoy muy a favor de la censura a grupos nazis o que acosan e intimidan a jugadores homosexuales. Y Álex, tú que tienes culturilla de videojuegos te acordarás de Custer's Revenge. Un juego antiquísimo en el que el principal objetivo es sortear obstáculos para acabar violando a una nativa americana. Ya no a monstruos o en un entorno de fantasía. A personas. ¿Sería de recibo eso a día de hoy? Por otro lado, no me ha costado mucho buscar en Google más casos de juegos donde el objetivo es una violación. Por ponerte otro ejemplo, RapeLay, con un nombre que no deja mucho lugar a la imaginación, es un título de 2005 firmado por Illusion Soft basado en violar a una madre y a sus hijas (una de ellas menor de edad). Eso no tiene defensa. No quiero que ese "juego" esté en Steam ni en ningún lado. Por dos motivos: En primer lugar, porque no quiero que nadie cobre un euro por hacer de eso un entretenimiento, y en segundo porque no quiero que nadie cumpla cualquier tipo de retorcida fantasía jugándolo.
Soy muy favorable a la libertad creativa, siempre lo he sido. Pero no, Álex, no vale todo. Hace poco ya dije que me parecía que se estaban empezando a anunciar demasiadas consolas retro en un debate hace unas semanas, y el problema no es que haya muchas o pocas, el tema es que ese descontrol llevaba a fraudes en algunas de ellas. Y en el artículo sobre si se publican demasiados juegos en Steam, por una vez, hubiera estado en el mismo bando que Toni y hubiera abogado por exigir unos mínimos en todo lo que sale a la venta. Posicionarse así suena retrógrado pero, si lo piensas, seguro que acabas estando de acuerdo conmigo. Desnudos, violencia, sexo… Todo eso me parece muy bien en un +18, pero eso no es impedimento para que no piense que debe haber ciertas barreras que no debemos superar, y la única forma de no hacerlo es con un mínimo de control.
No – Alejandro Pascual
La censura no es nueva en el videojuego y parece que algunas instituciones y compañías privadas siguen empecinadas en que un tema caduco se mantenga de rabiosa actualidad. Agony sólo es un caso más, pero sus consecuencias no son nuevas. Un estudio que se debe enfrentar a la decisión de censurar su juego, porque de otra manera no podrá publicar en las grandes plataformas y se ve abocado a la bancarrota total. El equipo describe "gore, escenas de sexo brutales, escenas de sexo homosexual y lésbico, físicas para los genitales, violencia intensa, palabras malsonantes y uso de drogas". Pero no nos engañemos. El gore es lo de menos. De nuevo, aparece ese hipersensibilismo hacia el sexo y el contenido erótico que tan claro muestra las diferencias entre el contenido violento y el sexual. Puedes descuartizar un cuerpo digitalmente de la manera que se te antoje en cualquier videojuego, pero cuidado con el contexto a la hora de enseñar un simple pecho.
Los autores de novelas visuales saben bien de esta nueva censura que hace unos años permitió publicar sus juegos en Steam y ahora son cuestionadas por la propia Valve. En esta cuestión, los estudios pequeños e independientes se sienten desamparados, teniendo que luchar sus propias batallas y hacer ruido en redes sociales para lograr que Valve se replantee su revisionismo temeroso de lo políticamente correcto. Nada que ver con otros juegos como The Witcher III, cuyo contenido erótico deja entrever una clara inconsistencia en los acuerdos de publicación de algunas plataformas. Y estamos hablando de un simple pecho, por ejemplo. En el caso que comentas de una violación, Álvaro, creo que también es posible plasmarla en un videojuego, pero siendo mucho más importante el contexto. ¿Te imaginas un videojuego que logre reproducir la cruel escena de la película Irreversible o de Juego de Tronos? El cine lo hace, y con tino, los videojuegos también podrían.
Todo esto casi no me sorprendería si no fuera porque, en los últimos años, son algunos colectivos entre los jugadores los que han tomado el relevo a las instituciones y tiendas digitales y lideran campañas acerca de lo que quieren o no ver en un juego. Asunto que deriva en la propia autocensura de las compañías o cumplimiento de cuotas, que prefieren cohibir o manipular voluntariamente su libertad creativa para evitar tener problemas a posteriori. Sí, efectivamente, esa misma sensación que tienes al escribir un tuit y borrarlo antes de su publicación para evitar un posible escarnio público. No os toméis lo siguiente como alarmismo, sino con humor, pero si dentro de unos años nos volvemos a sonrojar y cuidar extremadamente nuestras palabras, actos y el contenido que consumimos en una suerte de victorianismo rancio, no os preguntéis por qué. Aquí y ahora tenéis algunas respuestas.