Mohamathenigga / 3 de septiembre de 2013 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9,2 Magnífico

Rome II: Total War ¿Satisface espectativas?
Jugabilidad: Respecto a la jugabilidad, este juego es, sin duda, de lo mejorcito. Unas batallas espectaculares en las que nos podemos enfrentar a uno o varios enemigos controlados por la IA o por otros jugadores en combates terrestres o navales, asediando o defendiendo. La inclusión de las batallas navales es fantástica, son muy entretenidas y ya no tendremos que depender más de la suerte en la campaña. Además, la gran variedad de facciones, unidades y opciones en general hace que sea un juego que solo no nos llegará a cansar jamás.
Tecnología: El motor gráfico recrea perfectamente los paisajes, efectos de luces, ambiente, polvo, niebla, físicas, etc... La IA es infinitamente superior, con sistemas de combate y diplomacia realistas. Sin duda magnífico.
Gráficos: Unos gráficos excepcionales, con una cámara cinemática espectacular, solo afectados por los usuales bugs gráficos y una interfaz demasiado diferente, aunque original.
Sonido: La banda sonora no está a la altura de lo visto en el primer Rome: Total War pero sin duda cumple con sus funciones. Las voces y los efectos de sonido son sobresalientes, realmente nos hacen sentirnos inmersos en la batalla.
Innovación: La innovación no consiste en hacer un juego lo más diferente posible al resto. La innovación consiste en introducir pequeños elementos que sirvan para acentuar la experiencia del juego. En este, la innovación parece que se ha centrado en cambiar todo lo máximo posible par evitar críticas, pero han obtenido un resultado bastante extraño, al que cuesta acostumbrarse y que sin duda no pretende ser útil. En este caso ha empeorado lo hecho por su predecesor.

Es un juego realmente recomendable y, que en su mayor resolución tiene un aspecto impresionante. Pero es un juego que la mayor parte de usuarios no podremos jugar en Ultra, ya que necesita de unas prestaciones brutales por parte del ordenador y, como se dice, "sale más caro el entierro que la abuela".