Sepherim / 28 de febrero de 2017 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

5,5 Mediocre

A medio camino
Dungeon of the Endless no es un mal juego, aunque personalmente me parece que le han faltado más mecánicas jugables. Tiene opciones de equipo, algunas elecciones tácticas a la hora de decidir si se abre o no tal puerta, o dónde y en qué orden se construyen las defensas, pero al final buena parte del juego acaba haciéndose de modo bastante automático. El resultado es que, aunque el juego es aleatorio, como hay pocos eventos que realmente cambien algo más allá de la distribución de las salas y la cantidad de recursos que tienes/usas, el juego se vuelve repetitivo una vez que has dado unas cuantas vueltas al mismo. Algo que los DLCs no consiguen solventar.

Gráficamente el juego tiene un estilo retro/pixel que gustará a los que disfruten de ese estilo y no convencerá a los que no sean fans (yo, por ejemplo). El sonido cumple pero sin grandes sorpresas ni maravillas.

El resultado es un juego entretenido, especialmente mientras aprendes sus mecánicas y opciones, pero que con el paso de las horas se estanca. Un 5,5.