Wiifiti / 6 de mayo de 2014 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

10 Inolvidable

Luchar en territorio de hadas
No fue tanta la sorpresa que me llevé al disfrutar de este juegazo, ya que previamente se veía venir que este juego iba a ser una obra de tanto calado que no iba a ser un despiforre de dinero (debido a su módico precio) como actualmente pasa con multitud de videojuegos.

El mundo es sencillamente una pasada. El viaje por Lemuria deja tantas partes gozosas que hasta te dan ganas de abandonar un poco el guión y desvincularte un poco por los valles para explorarlo todo. Todo esto está enlazado perfectamente con una historia que bien podría ser usada para otros fines. Un cuento de hadas con un transfondo muy real y con un propósito muy poderoso. Es sinceramente el mejor juego que tengo hora mismo para mi PS4.

El modo de combate es muy comodo, y da lugar a elaborar estrategias gracias a la función de Igniculus y a los bufos que aportan varios de los personajes. La estética de los enemigos es a veces muy bizarra y da un contraste extrañamente perfecto con los parajes que vamos dejando atrás. Visualmente es una gozada, ya que absolutamente todo está perfilado a mano con un estilo de acuarelas. Además del modo de moverte al explorar (que puede asemejarse con el estilo Rayman o si vamos más al rol, Valkyrie Profile) permite acceder facilmente a todo el entorno, estando atentos a diversas zonas secretas.

Un punto muy a tener en cuenta es el guión. Absolutamente todo esta escrito en verso, con un total acierto, sumergiendote más aun (si cabe) en un poema que cuenta las aventuras (y desventuras) de Aurora en un mundo de hadas...y otras cosas.

Maxxxx / 2 de mayo de 2014 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

8,5 Excelente

Poesía y arte en un increíble cuento de hadas
Cuenta la leyenda que la princesa Aurora se despierta en el mundo mágico de Lemuria, después de haber fallecido y de haber dejado a su padre, el rey, sufriendo de pena y enfermedad en el mundo real. Nuestra protagonista es una chica pelirroja cuyos cabellos flotan por el aire, fotograma a fotograma, como si un pincel lo hubiese pintado. La fogosa protagonista conserva la esperanza de salvar a su padre y volver a su vida normal; lo único que tiene que hacer es encontrar el sol, la luna y las estrellas de Lemuria y devolverlas a su lugar para eliminar la oscuridad que envuelve el mundo.

Como si un cuento de hadas se tratara, Child of Light nos introduce en su historia y en su bello mundo sin dejarte darte apenas cuenta. De manera simple, casi sin querer, 10 minutos le han hecho falta a la nueva joya de Ubi para tenerme hipnotizado delante del televisor durante el resto de horas que dura esta inolvidable aventura. La trama resulta alegre y entretenida y en bastantes ocasiones incluso graciosa diría yo. Lo de graciosa se da por las conversaciones en verso de los personajes, que en algunos momentos son un tanto disparatadas y contienen alguna "perla" (elegante, eso siempre) que te hace sacar una sonrisa. Como en todo RPG los personajes también son una parte importante del videojuego, y tenemos unos cuantos acompañantes (en total podemos llegar a ocho) y secundarios bien diferenciados entre si por sus aptitudes y formas de ser. 

El que más brilla de todos, literalmente, es nuestro fiel "guía" y ángel de la guarda Igniculus, una especie de luciérnaga que nos brindará su ayuda desde el principio. Podemos manejarlo con el stick derecho o dejar que otro jugador lo controle con otro mando, es muy original y sirve también para ayudar en los combates, llegar a zonas más difíciles, conseguir puntos de vida y magia por el escenario, etc. Cuenta con su propia barra de poder mágico por lo que no se debe abusar de sus funciones. También es el encargado de aportar cierto toque cómico a la historia.

COMBATE Y MECÁNICAS DE OTRO MUNDO

Los encuentros son luchas por turnos en las que dos miembros de tu grupo (intercambiables durante la batalla) se enfrentan con hasta tres enemigos. La clave de las batallas es usar los ataques elementales adecuados para cada enemigo y para resistir y cancelar los ataques enemigos mientras los cargan. Igniculus, como ya comenté, desempeña un papel muy importante ya que puede usar su luz para curar a sus compañeros y ralentizar los tiempos de carga de los ataques del enemigo. Lo cierto es que hay mucha estrategia y es de agradecer. 

Cada personaje cuenta con su propio árbol de evolución, con hasta tres caminos posibles. También por el escenario encontramos una serie de minerales que podemos combinar en el Oculis, una especie de herrería para poder crear piedras para nuestros luchadores. Estas piedras nos hacen poder golpear con poderes elementales (agua, fuego, rayo...) si las equipamos a nuestros personajes, aunque no sólo ayudan en ataque sino que otorgan resistencia a ciertos elementos o mejoras de habilidad como mayor capacidad para esquivar, más poder de ataque...

La exploración cuenta además con una serie de sencillos puzzles en el que el uso de la luciérnaga Igniculus es fundamental para crear luces o poder completar las misiones secundarias que nos solicitan en las ciudades de este mundo. Además no hay ninguna tienda ni ningún tipo de sistema monetario. La acción es lineal pero en muchos momentos, si quieres exprimir de verdad el juego, hay que volver sobre nuestros pasos para descubrir nuevos secretos. En total, a mi, me ha durado sobre unas 13 horas aproximadamente. 

BELLEZA AUDIVISUAL

El diseño de los escenarios es de los más bellos que he visto en mi vida gracias en gran medida a que los fondos se han hecho a mano, como si fueran acuarelas, y también los personajes y enemigos, que cuentan con un diseño muy cuidado y están magistralmente trasladados a la pantalla. Me llama la atención el diseño en 3D de Aurora que se mueve de una forma muy fluida por los escenarios (sobre todo cuando aprende a volar). El motor del juego, UbiArt, hace posible todo esto: Crear un mundo de fantasía donde no se distinga si estamos ante un videojuego o realmente contemplando un cuadro en movimiento. IMPRESIONANTE.

Ah! y a 60 frames por segundo en resolución 1080p...

Si el apartado gráfico es una delicia, el sonoro no se queda atrás. La artista canadiense Coeur de Pirate ha hecho un excelente trabajo gracias a sus lindísimas partituras de piano y unas melodías relajadas o épicas, según la situación. La voz narradora se encuentra doblada en perfecto castellano , y los textos cuentan con una traducción digna de elogio. En definitiva, el acompañamiento musical acaba redondeando una de las mejores experiencia audiovisules que he probado desde que soy aficionado a los videojuegos

CONCLUSIÓN....

Con unos gráficos tan bonitos, se podría pensar que Child of Light solo puede deleitarnos en el ámbito visual, pero, por debajo de ese estilo artístico glorioso, de la música atmosférica y de las inspiradas animaciones, también encontramos mecánicas sobresalientes. Su mezcla entre RPG y plataformas no podía ser más acertada, diferente y sobretodo divertida. A mi me ha conquistado, y desde ya, Child of Light es uno de esos videojuegos que recordaré toda mi vida por su propuesta única. Una joyita que espero que sea reconocida como se debe.

Tirantloblanc / 30 de abril de 2014 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

10 Inolvidable

Lemuria abre una nueva era
Hablar de Child of Light es hacerlo de una gran sorpresa. Cuando nos hicimos con nuestras consolas de nueva generación imaginábamos juegos apabullantes. Child of Light es uno de ellos. Sin alardes, de manera casi artesanal, con un equipo de solo 40 trabajadores y una filosofí bien definida han conseguido el que para mí es hasta la fecha el mejor juego de PS4. 

Este juego de rol por turnos puede recordar a maravillas como Limbo, llevarte a los coloridos paisajes pintados de Final Fantasy o desprender el encanto japonés más especial. Todo está pintado a mano, todo es arte. Y creedme cuando os digo que es una de las experiencias más gratificantes. El juego es hermoso, bonito, agradable...Pero no por ello ñoño. Los entornos que tienen que inquietar inquietan y en muchas ocasiones tendremos una extraña sensación de desolación. Porque Lemuria al final es ese lugar al que todos iremos y no sabemos cómo es. 

Las dimensiones del mapa son fascinantes y el scroll horizontal y vertical confiere a todo el juego un toque muy especial. Es un juego de espíritu clásico pero con toques nuevos. Los puzzles, el diálogo poético, la música...Y la luz conforman un universo propia. Cuando entras en Lemuria sabes que estás ante una aventura muy especial. Porque Lemuria también es un enorme y extenso cuento de hadas, monstruos y magia. 

En el plano técnico de las batallas el juego me ha dejado boquiabierto. Child of Light se basa en batallas por turnos a manos de un máximo de dos personajes en tiempo real. El juego es ágil y en su modo normal resulta exigente. Los monstruos y criaturas tienen un diseño apabullante. Y el uso de los diversos poderes y estrategias se hace muy necesario. La curva de dificultad es magnífica. No sientes frustración pero tampoco que te están poniendo las cosas sencillas. Y algunos final boss son para enmarcar.

Por su universo, por su dulzura, por su perfecto sistema de batalla, por su historia, por el carisma de sus personajes, por su estética y por su enorme jugabilidad se convierte en un juego realmente adictivo. Cada paso que se da se disfruta. Pero a la vez da pena saber que ' te lo estás acabando'. Child of Light es maravilloso, un clásico que recordaremos por años y años. Y para mí abre de manera radiante y satisfactoria una nueva era en el mundo rol. Imprescindible. Y solo por 15 euros o 20 en edición coleccionista.