Macija / 23 de septiembre de 2016 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

7,5 Bueno

God Eater: Resurrection - Join the hunt!
Año 2065, la humanidad se ha visto diezmada tras la aparición de unas criaturas devoradoras de humanos con altas capacidades regenerativas y un único punto débil, obligando a los escasos supervivientes a refugiarse tras altos muros especialmente diseñados para repeler a estas criaturas, siendo unos pocos los únicos que se aventuran a enfrentarse a ellas utilizando un equipo especi... No, no estoy haciendo el análisis de Attack on Titan por error, ¿puedo seguir? Gracias.

God Eater: Resurrection nos pone en la piel de un nuevo recluta de los God Eaters (valga la redundancia), el primero de segunda generación. El papel de estos God Eaters es enfrentarse a los Aragamis, criaturas similares a dioses que han aparecido a lo largo y ancho del mundo devorando todo lo que encontraban a su paso y obtener materiales necesarios para la construcción de Égida, una ciudad amurallada en la que vivir sin miedo a los ataques de los Aragamis. Esta premisa da comienzo a una aventura de cacerías (para que nos entendamos, como Monster Hunter) en la que la historia cobra gran importancia, con un elenco de personajes variados, un buen desarrollo, secretos y intenciones ocultas. Se ha puesto mucho esfuerzo en construir el mundo de God Eater, pudiendo consultar bases de datos que narran el trasfondo de la historia y el origen de los Aragamis, diálogos que nos hacen conocer la situación de otros personajes en este mundo post-apocalíptico y muchas cinemáticas que van desarrollando la historia y los personajes. La relación entre nuestro personaje y sus compañeros God Eaters también recibe un buen trato, cada uno de tus compañeros tiene un estilo de combate distinto, tienen diálogos durante las misiones, te dan consejos sobre el combate y su relación con el protagonista evoluciona a lo largo de la partida. Por desgracia, esta sensación de compañerismo se ve saboteada por una IA aliada bastante cortita, que más veces de las deseadas ignora al monstruo que te está destrozando a 5 metros de distancia y otras te utilizan a ti de escudo humano, los muy cabrones.

El principal foco de este juego está en los combates y es donde más destaca. Los combates son muy dinámicos, nuestro personaje es ágil y puede realizar un gran número de acciones, la mayoría de ellas gracias a nuestro God Arc. El God Arc me parece la mayor genialidad de este juego, a diferencia de otros juegos, este arma contiene tres compartimentos: uno para un arma cuerpo a cuerpo (espada corta, espada larga, espadón, martillo, lanza o guadaña), otro para un arma a distancia (francotirador, cañón, escopeta o metralleta) y un tercero para escudo (pequeño, mediano o grande). Cada una de estas partes puede mejorarse y personalizarse de forma independiente, pudiendo añadir habilidades a las armas que cambian significativamente nuestro estilo de combate, lo que nos abre un amplio abanico de posibilidades y nos permite cambiar nuestro papel en el campo de batalla para adaptarnos a cada situación. Ambos tipos de armas están conectados entre sí, ya que para recargar el arma a distancia debemos realizar ataques cuerpo a cuerpo. Por otro lado, nuestro arma también nos permite "devorar" enemigos, obteniendo mejoras temporales. Además, durante el combate también podemos utilizar objetos y trampas y dar órdenes simples a nuestros compañeros controlados por la IA (también tiene un modo de juego online para cuatro jugadores). 

Por otro lado nuestros rivales, los Aragamis, son muy variados, la mayoría de ellos con un diseño impresionante. La mayoría son enemigos muy ágiles, con una amplia variedad de ataques tanto cuerpo a cuerpo como a distancia, haciendo que los combates sean tensos y desafiantes y produciéndote una curiosidad por saber qué enemigo vendrá a continuación. Los Aragamis también tienen partes rompibles que podremos romper para obtener materiales y un bonus de daño, sin embargo salvo en un par de Aragamis concretos, apenas si tiene efecto en el combate. 

Por desgracia el juego cuenta con algunos problemas de diseño que a veces empañan la experiencia.  El primero que nos vamos a encontrar en nuestra aventura es que la mayoría de nuestros ataques apenas si hacen daño a nuestros enemigos. Como he dicho, cada Aragami tiene distintos puntos débiles y golpeándolos hacemos más daño que en otras zonas, lo cual en teoría está bien ya que le añade una nueva capa de complejidad al combate, sin embargo la diferencia entre golpear entre un punto débil y uno normal es demasiado grande, llegando incluso a hacer diez veces menos daño del normal si no golpeamos en uno de estos puntos. Además, como dije anteriormente, la mayoría de los Aragamis son muy ágiles, lo que dificulta que golpeemos en estos puntos débiles. El segundo problema que nos vamos a encontrar son los combates con varios enemigos simultáneamente. Los combates contra un solo Aragami son desafiantes, pero al añadir un nuevo enemigo se convierten en un caos. 

Para acabar, quiero destacar sus últimos apartados, uno positivo y otro negativo. Empecemos por lo malo, el diseño de escenarios es muy simple, aburrido y repetitivo, son mapas prácticamente planos y de pequeño tamaño. Por otro lado el juego goza de una genial banda sonora, disponiendo tanto de canciones en japonés como en inglés.

En conclusión, God Eater:Resurrection es un buen juego de cacerías, con muchas posibilidades, un gran sistema de combate y una historia interesante, todo ello acompañado de una gran banda sonora. Tiene algunos errores de diseño, la progresión a veces se siente demasiado lenta y le vendría bien una mayor variedad de armas, escenarios y enemigos, pero sin duda nos encontramos frente a un candidato muy a tener en cuenta para los fans de este género.