Larian Studios, autores de Baldur's Gate 3 o Divinity, tendrán que reubicar sus esfuerzos de cara al desarrollo de su nuevo proyecto
Si estás atento a la actualidad del mundillo del hardware, sabrás que estamos viviendo una auténtica crisis con el suministro de DRAM a nivel global: a lo largo de las últimas semanas y meses, el precio de los módulos de memoria RAM se ha disparado hasta niveles absurdos conforme los principales fabricantes (p. ej. Samsung, SK Hynix) firman acuerdos de distribución con socios clave volcados en la inteligencia artificial, como OpenAI. Las consecuencias para los usuarios son obvias. Ahora vemos también las de los desarrolladores de videojuegos.
Larian Studios, el equipo belga tras el fantástico Baldur's Gate 3, anunciaba hace unas semanas su nuevo proyecto: se trata del ambicioso regreso de Divinity, la saga de CRPG que los talentos bajo el mando de Swen Vincke habían estado cultivando mucho antes de aliarse temporalmente con Wizards of the Coast. Como suele ocurrir en estos casos, la noticia ha inspirado incontables entrevistas con numerosos medios de la prensa internacional —y en más de uno, el presidente de la compañía manifiesta preocupación por el precio de la RAM.
Hablando con 3DJuegos, sin ir más lejos, Swen comentaba "justo estábamos discutiendo sobre ello estos días, diciendo: 'm*erda, con el precio de la RAM subiendo, ¿cuál es realmente la tecnología del futuro?' Porque solíamos ser bastante buenos prediciéndolo, pero ahora es más difícil. No sabemos qué va a hacer el mercado, así que ya veremos".
El ejecutivo también abordó el tema en una charla separada con el portal The Gamer, donde profundizó en las consecuencias que tiene un movimiento así en el desarrollo de su juego: "[la crisis de la RAM] arruina un poco tus proyecciones porque normalmente conoces las fluctuaciones y puedes proteger el hardware. Esto va a ser interesante. Lo más probable es que nos obligue a hacer mucho esfuerzo de optimización en acceso anticipado, algo que no queríamos hacer en ese momento. Es un desafío, pero en fin, así funcionan los videojuegos".
Si te preocupa el futuro de Divinity, puedes estar tranquilo: de acuerdo con la cara visible de Larian Studios, la tecnología que da soporte al juego es flexible y podría escalarse acorde a las necesidades del mercado según fuese necesario. "Es el problema habitual de un desarrollador de RPG, en el que hay que pensar con años de antelación" decía Swen. De manera ilustrativa, BG3 pasó seis años detrás del telón antes de llegar a nuestras manos.
Irónicamente, la situación actual de la RAM viene causada por el uso desproporcionado que hacen las compañías centradas en IA; pero la propia Larian se ha visto envuelta en los últimos días en una polémica por usar esta tecnología como base para crear arte conceptual. Sus autores se han mostrado sorprendidos: es un proceso habitual en la industria.
"La tecnología del futuro" de Larian
Sea como fuere, lo que estamos viendo es el principio de lo que puede ser una era difícil para otros muchos desarrolladores. Los que aún no están trabajando tendrán que tratar de recalcular cómo serán los ordenadores y consolas de aquí a unos años para tener un alcance y expectativas de venta realistas. Aquellos que ya están implicados en proyectos largos tendrán que amoldarse como lo hace Larian, destinando quizá ciertos esfuerzos extra a escalar sus gráficos hacia abajo.
Ten en cuenta que la situación actual del mercado no solo afecta a los módulos de memoria RAM DDR4 y DDR5: estas piezas son solo las primeras en encajar el golpe, a medida que varias compañías anunciaban el fin de producción de las DDR4 tras encontrarse a sí mismas almacenando cantidades ingentes de kits con la explosión de la burbuja post-COVID. En realidad, la DRAM también terminará afectando a otros componentes como los SSD y las tarjetas gráficas.
El caso específico de la GPU lleva tiempo en una tesitura similar. Nvidia ha estado dedicándose casi en exclusiva a producir para sus clientes del mundillo de la inteligencia artificial, relegando la gama de productos GeForce a un segundo plano. Unos días atrás, de hecho, los de Jensen Huang anunciaban un 30-40% menos de producción para sus gráficas destinadas a jugadores; lo que significa que hacerse con una pieza nueva será más caro que nunca a medio plazo.
A título personal, lo que veo ahí es que la industria pasa por un momento único. El principio de las mejoras decrecientes nos dice que las nuevas generaciones de hardware dan saltos mínimos, como nos demuestran consolas que duran más tiempo que nunca en el mercado; e intuyo que la generación actual no tiene prisa por acabar. Por otro lado, la encuesta de hardware de Steam indica que (como suele ser habitual) un porcentaje altísimo de jugadores usa estrictamente piezas asequibles, como la RTX 3060. Sin juegos que nos animen a mejorar nuestros PC y con los precios por las nubes, lo más probable es que sigamos atascados en el mismo tipo de juegos que ya vemos en todas las ferias unos cuantos años más.
Hasta que la IA introduzca algo fresco de verdad. O que la burbuja explote. Lo primero que ocurra de ambas opciones.
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