Eric Schmidt asegura que el teletrabajo es uno de los puntos más débiles de la economía estadounidense si se compara con el modelo laboral de China
Sergey Brin, uno de los cofundadores de Google, aseguró hace unos meses que la firma tendría que apostar por la jornada laboral de 60 horas semanales si quería ganar la carrera de la IA. Como era de esperar, las declaraciones de Brin generaron una polémica gigantesca, ya que muchos señalaron que no se puede priorizar el trabajo por encima de cualquier otro aspecto. Ahora, Eric Schmidt, su socio en la fundación de Google, ha dejado en pañales las declaraciones de Brin.
Si la visión de Brin ya fue sorprendente, prepárate para la de Schmidt. Para el norteamericano, la cultura del teletrabajo está lastrando a las grandes tecnológicas, ya que cree que cuentan con un punto débil frente al modelo chino. Por ello, aseguró que lo ideal es aceptar sacrificios en el equilibrio vida-trabajo y, además, hizo alusión a una práctica del país asiático conocida como "996": trabajar de 9:00 a 21:00 durante 6 días a la semana. Para muchos, esclavitud; para Schmidt, un ejemplo de disciplina y competitividad.
Bajo su visión, el teletrabajo perjudica especialmente a los jóvenes, ya que defiende que no tienen acceso al aprendizaje por contacto que se da en las oficinas: escuchar debates, observar a los jefes o preguntar a los compañeros. Así, asegura que un ejemplo podría ser su etapa en Sun Microsystems, una compañía en la que desarrolló criterio estando en la oficina. Para él, ese entorno se diluye en videollamadas y chats, ya que se reduce la transmisión informal de conocimiento crítico.
Sorprendentemente, Schmidt va un paso más allá al criticar la conciliación de Google. Según él, la empresa ha priorizado "irte pronto a casa" y el teletrabajo por encima de "ganar". Por ello, cree que actualmente están por detrás de empresas como OpenAI y Anthropic en el terreno de la IA, una situación que relaciona con un síntoma de complacencia cultural con impacto competitivo. Así, mientras asegura que Estados Unidos se ha centrado en la búsqueda de una Súper Inteligencia Artificial, China tiene en mente las aplicaciones prácticas que liderarían el futuro.
Eric Schmidt critica el futuro tecnológico de Estados Unidos
Para él, el enfoque de las compañías asiáticas puede llegar a generar tracción real a pesar de las restricciones tecnológicas. Así, asegura que la ejecución intensa, la orientación al producto y las jornadas extensas de trabajo pueden traducirse, a la larga, en ventajas diferenciales en el sector de la IA, un aspecto que tendría un impacto directo en la economía estadounidense. Por ello, cree que los norteamericanos deberían mirarse en el espejo de los chinos.
De esta forma, Schmidt reitera que la cultura de oficina es un activo competitivo en sí misma: favorece la velocidad, la mentoría natural, la resolución de conflictos y el alineamiento. Por ello, cree que el trabajo remoto debilita a las compañías y, por ende, desvela que no tiene ningún tipo de simpatía por el teletrabajo. Así, asegura que, si el sector tecnológico estadounidense quiere "ganar", los empleados deben sacrificar una parte de su vida personal.
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En 3DJuegos | La cifra de la vergüenza de Google demuestra que su confianza en África es solo un espejismo
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