Se acabó el utilizar el plásmido eléctrico y la escopeta como combo masivo.
"Hay un dicho que dice, 'cuando sólo tienes un martillo todo parece un clavo'". Así de claramente se ha expresado Ken Levine en el blog oficial de PlayStation cuando ha hablado sobre las limitaciones de armas y plásmidos con las que contaba Bioshock, un videojuego que muchos usuarios fueron capaces de superar empleando únicamente el plásmido electrocución y la escopeta, dos de los elementos que desbloqueábamos al principio de la aventura.
"Así es como era en el primer Bioshock. Caminabas por un corredor estrecho con Electrocución en una mano y la escopeta en la otra, y esa era una forma muy efectiva de lidiar con la mayoría de los enemigos", reconoció Levine. "Una de las razones del cambio es que en Infinite queríamos expandir la escala de los entornos y el número de enemigos, para crear situaciones donde ciertas herramientas tuvieran claras fortalezas y debilidades basadas en a quien nos estuviéramos enfrentando".
"No hay una combinación perfecta ni un set de herramientas ideal, y no va a haber una variedad más alta de armas y poderes. Queremos demostrar que incluso las armas familiares como la escopeta no siempre son las ideales para el trabajo", comentó el creativo. "Y el rifle de francotirador, no como la ballesta de Bioshock, tiene una función clara dada la escala extrema de los entornos".