Tensiones internas entre Sledgehammer y Raven habrían motivado este cambio de última hora.
Mientras Infinity Ward da forma a Call of Duty 2019, los equipos de Sledgehammer Games y Raven Software habían estado trabajando en el nuevo capítulo de la saga que se estrenará en 2020. O al menos, ese era el plan inicial. Según informa Kotaku, tensiones entre ambos equipos habrían motivado un importante cambio de planes por parte de Activision, que habría puesto al frente del proyecto al veterano equipo de Treyarch.
Hasta ahora se conocían unos pocos detalles sobre este proyecto, como que iba a contar con un potente modo historia que nos llevaría a luchar en plena Guerra Fría, presumiblemente en Vietnam o un escenario en el Pacífico. Con el cambio de equipo, el proyecto habría pasado a convertirse en Call of Duty: Black Ops 5.
Luchar en plena Guerra Fría, presumiblemente en Vietnam o un escenario en el Pacífico
Con Treyarch al frente del videojuego, los equipos de Sledgehammer y Raven darían apoyo al proyecto para cumplir con la fecha de lanzamiento en 2020. Según información no confirmada por las partes implicadas, se usará parte del material ya desarrollado para llevar a buen puerto un juego de carácter intergeneracional, esto es, se estrenará en plataformas actuales y en las de nueva generación.
En los últimos años cada nuevo juego de la serie Call of Duty había contado con tres años de desarrollo, pero tras el lanzamiento de Black Ops 4, Treyarch solo contaría con dos años de producción. De ahí que el equipo esté apoyándose en Sledgehammer y Raven. Curiosamente, el anterior proyecto del estudio descartó la campaña en solitario para centrarse en su vertiente multijugador, el modo zombis, y el nuevo battle royale de Call of Duty.
De momento Activision ha declinado realizar comentarios sobre esta situación.