Sus responsables prometen que con este retraso "el juego va a experimentar una gran mejora".
La editora norteamericana EA ha comunicado que Dragon Age: Inquisition se retrasará unas semanas y finalmente estará disponible el próximo 21 de noviembre en Europa y el 18 del mismo mes en Norteamérica.
El productor ejecutivo del juego, Mark Darrah, ha declarado en una carta abierta a la comunidad de usuarios que "si bien este retraso de unas pocas semanas no parece mucho, sí que facilitará que el juego experimente una gran mejora".
El ejecutivo ha aclarado que este tiempo adicional servirá para "pulir la experiencia de juego que desean todos los jugadores", asegurando también que los escenarios de la aventura se sientan tan agradables y abiertos como sea posible. En estas semanas, pretenden "potenciar el impacto emocional de las elecciones" de los personajes, ofertando así la mejor experiencia posible en cada una de las plataformas.
Dragon Age: Inquisition tenía previsto su lanzamiento el próximo 9 de octubre, con lo que finalmente el programa contará con un retraso de seis semanas antes de su salida definitiva en PC, PlayStation 3, PlayStation 4, Xbox One y Xbox 360.