Análisis de Final Fantasy XIII-2

Análisis de Final Fantasy XIII-2
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Square Enix da una segunda oportunidad a Final Fantasy XIII mejorando todos los aspectos que sus usuarios criticaron. La linealidad deja su lugar a un enfoque de exploración repleto de posibilidades y rejugabilidad en una secuela que nos llevará a buscar a Lightning a través del tiempo. ¿Segundas partes nunca fueron buenas?

Square Enix quería una segunda oportunidad. Con Final Fantasy XIII, los japoneses lograron crear una gran experiencia jugable hace dos años. Por sus valores de producción, brillante ejecución técnica, emocionante historia y, sobre todo, genuino sistema de batalla, el estudio nipón logró crear un exponente digno de la franquicia, aunque con un gran lastre. En efecto, la exploración, uno de los ingredientes más poderosos en un RPG, se arrojó hacia una linealidad casi abusiva, convirtiendo a la obra en la más "pasillera" de toda la serie.

Por ello, la compañía japonesa desea enmendar sus errores, y lo hace mediante una práctica que no es nueva: añadir un "2" a una de sus entregas numeradas. Ya se hizo con Final Fantasy X-2 (lanzado para PlayStation 2 en el año 2004), así que no estamos ante algo inédito, aunque sí ante un giro de acontecimientos interesante, ya que se nota que el título ha sido creado teniendo en consideración todos los defectos que los usuarios encontraron en FFXIII. Así, si el anterior era lineal y carecía de rejugabilidad, ahora en Final Fantasy XIII-2 tendremos un juego más abierto, con muchas posibilidades y cantidad de misiones secundarias.

Eso sí, todo metido dentro del uniforme con el que se vistió FFXIII, porque otro de los objetivos no comentados por Square Enix era obtener un título de menor coste, que de hecho lograra amortizar más la inversión realizada en el anterior producto. De ahí que cuando juguemos a FFXIII-2 notemos el potente reciclado de contenidos realizado, tanto en lo que respecta a motor gráfico como a entornos, personajes y hasta banda sonora. No es algo necesariamente negativo, pero es necesario dejarlo claro para comprender qué es lo que nos espera cuando metamos nuestro Blu-Ray o DVD (sí, esta vez es sólo uno) en nuestras respectivas PlayStation 3 y Xbox 360.

Segunda oportunidad
Como ya ocurriera con su predecesor, el gran caballo de batalla de FFXIII-2 es su guión, uno que se preocupa de estar presente en cada parte de la aventura, sin apenas desfallecimientos y siempre mostrando la gran emotividad marca de la serie. En esta ocasión no contamos con Lightning como protagonista, y es más bien la motivación de encontrarla lo que articula la progresión en el juego. Es esta la razón por la que nos pondremos en el papel de su hermana, Serah, que viajará a través del tiempo junto a un amigo del futuro, Noel, con el objetivo de encontrarse con ella al tiempo que salva a la especie humana.

Notaréis que no entramos en detalle sobre dónde está Lightning y qué es lo que le sucede al mundo de esta secuela, pero creednos si os decimos que ya os hemos contado demasiado. Uno de los aspectos más interesantes de la obra es descubrir por uno mismo lo que sucede. Y es cierto que los que no hayan jugado a FFXIII estarán en este aspecto en clara desventaja, muy a pesar de que se añaden incontables "flashbacks" (principalmente, "intros" incrustadas del juego previo) que nos ayudan a comprender el pasado de los protagonistas y sus motivaciones.

Esto se añade, por supuesto, a la verdadera razón de ser de FFXIII-2, que vuelve a estar representada en las secuencias de introducción, tanto si nos referimos a las generadas por ordenador (de una factura artística y técnica formidable) como a las basadas en el potente motor del juego. Otra vez, Square Enix demuestra su increíble talento a la hora de integrar argumento y jugabilidad, de forma que el nexo establecido entre acción pasiva y activa sea poderoso, creando una simbiosis perfecta que se materializa en una construcción narrativa coherente, consistente y, ante todo, muy entretenida. Sólo cabe criticar que los nuevos protagonistas, Serah y Noel, no sean tan memorables y carismáticos como Lightning y compañía, pero aún así salen airosos de la difícil prueba a la que han sido sometidos.

El sistema de batalla es el que menos novedades recibe en un videojuego altamente reciclado, pero con potentes mejoras en el factor de exploración. La rejugabilidad ahora existe.
El sistema de batalla es el que menos novedades recibe en un videojuego altamente reciclado, pero con potentes mejoras en el factor de exploración. La rejugabilidad ahora existe.

En cualquier caso, cabe incidir en el hecho de que la naturaleza lineal de FFXIII, según sus responsables, fue el factor clave que nos hizo disfrutar de una trama más elaborada. De esta forma, podríamos explicar el hecho de que la trama de FFXIII-2 sea inferior a ciertas exigencias estructurales. En efecto, el gran cambio que presenta este título reside en el abandono de la linealidad. Si antes todo eran episodios que se recorrían uno tras otro sin echar la vista atrás, ahora podremos volver sobre nuestros pasos. Así, todo se basa en viajar en el tiempo, visitar nuevas localizaciones, hallar respuestas y, siempre que lo deseemos, volver a una era ya conocida para encontrar todo aquello que se nos hubiese escapado.

Lo único que deberemos tener en cuenta es que necesitamos hallar determinados portales para acceder al conocido como "Umbral de las Eras", que es algo así como el punto central desde el que podremos trasladarnos de una época a otra. El videojuego, en este sentido, propone muchos alicientes para que no nos demos prisa en llegar hasta el final del juego. Y esto es gracias a lo que da verdadero sentido al programa: su libertad de exploración. La explicación está en que los mapas ahora son más intrincados, amplios y están dotados de múltiples rutas. Esto, a la vez, favorece lo que tal vez sea más importante: la presencia de misiones secundarias, las cuales nos incitan incluso a regresar a una época ya visitada con el fin de completar el juego.

Los nipones han puesto un énfasis encomiable en conseguir entornos laberínticos, completamente irreconocibles con respecto a los que vimos en FFXIII. Para los más puristas, comentar que todavía no tenemos el "mapa mundi" de otras entregas, pero ciertamente lo aquí presente, a pesar de poseer un avance algo encorsetado, significa un paso adelante. Uno al que se une la posibilidad de aceptar hasta más de tres "quests" al mismo tiempo. Adicionalmente, FFXIII-2 incluye la sugerente posibilidad de hallar 160 fragmentos de juego, que se nos darán por cumplir determinadas misiones; y eso no es todo...

Las secuencias cinemáticas vuelven a ser uno de los argumentos que cobran más fuerza en este nuevo Final Fantasy. No faltará la emoción en una trama muy presente durante toda la aventura.
Las secuencias cinemáticas vuelven a ser uno de los argumentos que cobran más fuerza en este nuevo Final Fantasy. No faltará la emoción en una trama muy presente durante toda la aventura.

Probablemente, con el fin de hacer el factor de exploración más llevadero, los chocobos entran en escena como instrumento de locomoción. No estarán siempre disponibles -sólo en determinadas zonas y épocas- pero cuando se presenten nos ayudarán a recorrer grandes distancias en cortos espacios de tiempo. Además, cuando vayamos sobre sus lomos, ningún enemigo se atreverá a atacarnos. No es el único ser entrañable que recuperamos. También regresa Moguri, un ser que nos acompaña desde el inicio de la aventura aportando el tono cómico que destila su propio diseño y, lo que es más importante, ayudándonos a encontrar los "artefactos" (necesarios para activar portales temporales), así como cápsulas y otros objetos ocultos en el escenario.

La cantidad y variedad de acciones a realizar en FFXIII-2 ciertamente pone en evidencia a su predecesor. Otro ejemplo lo tenemos en la incorporación de los "laberintos temporales" (unas pruebas planteadas a modo de pequeños minijuegos o puzles), pero la novedad tal vez más relevante sean los "lances", momentos en los que se nos dará a escoger entre varias respuestas (al estilo de los RPG de Bioware) mientras mantenemos una conversación con Noel u otro personaje. Desgraciadamente, a pesar de su fuerte presencia en la aventura, las respuestas sólo afectan a la información recibida, aunque lo cierto es que el añadido ayuda a experimentar una interacción más intensa con el juego.

Con todo, y sin considerar las posibilidades de rejugabilidad, que son muy potentes, estamos hablando de una aventura que posee unas 30 horas de juego, a las que deberíamos añadir otras tantas más si decidimos resetear episodios o encontrar todos sus secretos. Todo acompañado de un sistema de guardado automático y que incluso tiene el detalle de invocar un pequeño vídeo -de unos segundos- cada vez que iniciamos partida para recordarnos en qué parte de la historia nos quedamos.

Si algo funciona, no lo cambies
El sistema de batalla estrenado en FFXIII fue otro de sus grandes triunfos. Precisamente por ello, sabedores de sus logros, los nipones apenas lo han modificado. Si acaso, han introducido novedades, empezando por la manera en que se accede a las batallas. Como consecuencia, en FFXIII-2 los encuentros son más aleatorios, algo que en otras palabras se explica con el hecho de que ahora los enemigos aparecen de repente en posiciones fortuitas, habiendo todavía posibilidad de esquivarlos, pero siendo lógicamente más difícil hacerlo con éxito.

Para los que hayan disfrutado del esquema empleado en FFXIII, esto podría convertirse en un paso atrás, pero al menos está justificado con la introducción de otra mecánica interesante: el mogurímetro. Gracias a él, podremos saber cuándo un enemigo está desprevenido (para sorprenderle con un primer golpe) o alerta (ante lo cual no nos quedará más que luchar). Una vez accedamos a la arena de batalla -que sigue siendo mediante un fundido- descubriremos que, ciertamente, muy pocas cosas han cambiado.

El conocido como Active Time Battle (o "Batalla en Tiempo Continuo") sigue demostrando que es un sistema, por el momento, en pleno esplendor. El hecho de esperar a que una barra se recargue para realizar una acción de ataque, defensa o uso de objeto (lo clásico en la serie) funciona, al igual que lo hace el Paradigm Shift, un subsistema que nos permitía y sigue permitiendo en FFXIII-2 escoger entre distintas formaciones -más defensivas o más ofensivas- en completo tiempo real, dotando de una vertiente táctica al programa. Hasta aquí, nada nuevo. Tal vez apreciamos ciertos picos de dificultad que pueden ser solventados con algo de "farmeo" o subida de nivel, pero en general los combates vuelven a convertirse en los más interesante del producto. Eso sí, hay novedades que merecen ser comentadas...

FFXIII pedía a gritos una mayor variedad, y ahora llegará gracias a pruebas como estos "laberintos temporales", una especie de puzles y minijuegos que pondrán a prueba nuestra mente.
FFXIII pedía a gritos una mayor variedad, y ahora llegará gracias a pruebas como estos "laberintos temporales", una especie de puzles y minijuegos que pondrán a prueba nuestra mente.

En primer lugar, lo más impactante es que se haya optado por hacer que Serah y Noel sean los únicos protagonistas controlables durante estas refriegas. Tendremos, ocasionalmente, personajes de apoyo, pero ellos serán el núcleo del sistema de batalla. En segundo término, conviene mencionar que se nos permite modificar la dificultad de las batallas (fácil o normal) en cualquier momento, algo positivo para los -no pocos- episodios de juego en que podríamos quedarnos atascados sin poder avanzar ante un rival de dificultad descompensada.

Interesante es igualmente comentar que se añade la oportunidad de reclutar monstruos, como si de un Pokémon se tratase, para ponerlos a luchar a nuestro lado. En total podremos llevar hasta un grupo de tres que actuarán por su cuenta, a pesar de que será nuestra responsabilidad subirles de nivel, conferirles habilidades y personalizarlos, cambiándoles su nombre original o equipándolos con diversos accesorios. Sin duda, grandísimos aliados, muy importantes, y que tendrán hasta su propia barra ("sincronización") que, una vez completa, les permitirá desencadenar un ataque especial, y bastante contundente, en plena batalla. Continuando con las novedades, se incluyen las no poco importantes "tácticas de batalla", un fleco que le faltó por cubrir a FFXIII y que faculta a nuestros personajes para que, por ejemplo, concentren sus ataques en un mismo enemigo.

Otro detalle menor es que se integre el estado de "desangramiento", consistente en que exista la posibilidad de que tanto nosotros como nuestro rival pierda su vida lentamente, favoreciendo -tanto en un caso como en otro- que procuremos acabar la batalla lo antes posible. Sin embargo, la mayor novedad de todas es la introducción de los eventos "quick time" durante las batallas, tanto en sus partes cinemáticas como en lo que respecta al despliegue de ciertas habilidades especiales, lo cual no ayuda a mejorar la experiencia pero sí a mantenernos más atentos a la pantalla, no bajando nunca la guardia (se acabó eso de dejar el mando en el sofá mientras vemos la "intro" de turno...).

Tal vez no sea una introducción brillante, pero ahora las secuencias tendrán eventos "quick time", así que ni se te ocurra soltar el mando antes de tiempo.
Tal vez no sea una introducción brillante, pero ahora las secuencias tendrán eventos "quick time", así que ni se te ocurra soltar el mando antes de tiempo.

Junto al sistema de batalla, que a pesar de las innovaciones se mantiene genuino e inalterable, hemos de citar que el Cristarium (el particular árbol de habilidades estrenado en FFXIII) vuelve a hacer acto de presencia, y sin cambios que merezcan ser mencionados. Todo sigue funcionando como en el pasado, mediante los "puntos de cristal", los cuales nos harán aprender nuevos movimientos al tiempo que subimos de nivel. A este respecto, el esquema en FFXIII-2 sigue funcionando, siendo posible comprar nuevos ítems y equipamiento en la tienda de Chocolina, una vendedora ambulante que adicionalmente nos propondrá crear armas y accesorios a partir de los materiales que obtengamos.

En resumen, en FFXIII-2 se concentra lo mejor de FFXIII y todo aquello que los usuarios pidieron para la ocasión: menos linealidad, más misiones secundarias, gran rejugabilidad, chocobos... además de otros aspectos adicionales como el pulido del sistema de batalla. Sin embargo, esta entrega no goza de la ventaja de su antecesor: el factor sorpresa, la novedad y, sobre todo, lo sorprendente y carismático que nos pareció, en su día, su puesta en escena. Estos son aspectos que juegan en contra de Square Enix, independientemente de que hayan hecho lo posible por crear un juego mejor.

Han pasado dos años desde aquello, y ver un título tan altamente reciclado no crea las mejores sensaciones. Es un gran lanzamiento, sobre todo para los fans, pero la compañía debe hacer borrón y cuenta nueva -como siempre ha ocurrido en la serie- para darnos un producto que vuelva a sorprender. Es algo que se puede ver, por ejemplo, a través del plano gráfico. FFXIII-2 goza de los mismos atributos que su predecesor, pero en dos años las consolas evolucionan, y lo que en un principio era sublime, toda una demostración de saber hacer y talento, ahora ha perdido intensidad, precisamente por el reciclaje, también del motor gráfico, que llega sin apenas mejoras.

Algunos escenarios están reciclados de anteriores entregas, pero eso no quita que sigan pareciéndonos deslumbrantes y artísticamente impresionantes.
Algunos escenarios están reciclados de anteriores entregas, pero eso no quita que sigan pareciéndonos deslumbrantes y artísticamente impresionantes.

En lo que respecta a la presentación esta entrega sigue mostrando unos menús claros y nítidos, con mucha personalidad, pero en lo que se refiere a la matriz gráfica el resultado ya no resulta tan impresionante como en FFXIII. Vuelve a destacar el gran ingenio artístico, ahora dotado de más variedad. Los característicos peinados (con el detalle del movimiento del pelo, al que creemos que no ha llegado todavía ningún juego) también hacen acto de presencia. Pero la reutilización de escenarios y personajes es tal vez algo excesivo, y aunque exista un buen prisma cromático a lo largo de los diversos episodios, la sensación de "deja vu" es inevitable.

Por otra parte, hay aspectos que no terminan de encajar, como ciertos efectos poco verosímiles (una lluvia sólo en primer plano) o reacciones bruscas en el movimiento de personajes. La deficiente IA -sólo en la exploración- de nuestro compañero Noel tampoco ayuda a tener la mejor valoración en el apartado tecnológico, añadido al hecho de que el "frame rate" no es tan estable como en FFXIII (aunque es algo mejor en PS3, llegando casi a los 30fps más o menos constantes). Todo sea dicho, no hay grandes diferencias entre las dos plataformas (Xbox 360 y PS3), aunque si podéis escoger, gráfica y técnicamente el título parece responder mejor en la máquina de Sony.

Referente al apartado sonoro, el título nos llega con voces en inglés y textos en castellano (sin posibilidad de cambiar el audio al japonés, desgraciadamente). No obstante, tanto las interpretaciones como las traducciones son de calidad, a la altura del lanzamiento, acompañados de una banda sonora que, a la par que añade algunos temas nuevos (hay muchos cantados, por cierto), recupera otros de FFXIII, enfatizando aún más el destinatario de este nuevo lanzamiento: los auténticos fans.

Muy Bueno

Recomendado

Final Fantasy XIII-2

Por: El equipo de 3DJuegos
Recomendado

Square Enix presenta su redención con un videojuego que mejora todo aquello en lo que su predecesor falló. FFXIII-2 ya no es tan lineal, tiene cantidad de misiones secundarias, poder rejugable y múltiples mejoras en la que sigue siendo su gran fortaleza: el sistema de batalla. No obstante, el reciclaje realizado también es contundente, el factor sorpresa ha desaparecido y su trama ya no resulta tan carismática como en la primera entrega. Los japoneses han creado un nuevo Final Fantasy pero sin cambiar sus herramientas, y ese es un ejercicio que los fans apreciarán, sobre todo porque se les ha escuchado, pero con el que es imposible hacer historia.

Comprar Final Fantasy XIII-2
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 30 horas (mínimo)
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.