Análisis de Killzone Mercenary. El negocio de la guerra

Análisis de Killzone Mercenary. El negocio de la guerra
Facebook Twitter Flipboard E-mail

La gran esperanza portátil de Sony, Killzone: Mercenary ya está aquí. Guerrilla vuelve a mostrarnos la espectacularidad de su idea de las batallas del futuro, y cuaja un shooter más que notable, aunque también con algunas importantes sombras. Formidable apartado gráfico y rico multijugador son sus principales virtudes, y una dudosa IA y otros problemas se cuentan entre sus defectos.

Que PS Vita necesita continuar engordando su catálogo con títulos de calidad es una obviedad que no escapa a nadie, y muchas de las ilusiones de los aficionados a la portátil de Sony están puestas en Killzone Mercenary para luchar contra la desertización de su oferta de software. ¿Qué mejor que una entrega de una de sus franquicias estrella para revitalizar la portátil? Eso debió pensar la compañía nipona cuando dejó en manos de Guerrilla Cambridge su desarrollo, buscando así conseguir repetir el gancho de crítica y ventas que indudablemente arrastra la serie desde su segundo episodio.

Si el juego está a la altura de lo que de él se esperaba ya es harina de otro costal. El lanzamiento que nos ocupa es un muy buen videojuego, de eso no hay duda, sin embargo las expectativas que lo rodeaban eran tan altas que el producto no ha logrado tener nada sobresaliente que le permita poder estar a la altura de tan disparatados índices de interés. El nuevo título de la serie llama profundamente la atención, especialmente en los primeros minutos de su disfrute por su impresionante apartado visual y lo febril de su planteamiento shooter, sin embargo tiene algunos problemas a nivel de concepto y de ejecución que lo alejan del nivel sobresaliente que se le presuponía, dejando al componente on-line como su gran puntal. Con una mejor inteligencia artificial y una ejecución más cuidada hablaríamos de un lanzamiento más interesante para el espectador, pero en su estado actual es "sólo" un videojuego notable.

Los Sacrificables

La historia del nuevo Killzone es algo más estándar y directa de lo que la franquicia nos había venido acostumbrando en los últimos tiempos, lo que se traduce en un título mucho más esquemático e inmediato en términos narrativos. La campaña individual está dividida en misiones, que funcionan a modo de encargos, por así decirlo de recados de nuestros superiores con recompensa. Y es que en Mercenary, como el nombre del propio juego indica, somos soldados a sueldo del mejor postor, y vivimos en nueve capítulos una serie de trabajos completamente independientes unos de otros, que nos llevan incluso a visitar diferentes planetas. Es lo que el propio título define acertadamente como Contratos.

En el pellejo de quien los asume somos Arran Danner, un personaje en el que no se va a hacer nada de hincapié durante la aventura, y al que apenas vamos a conocer. Nada que objetar dentro de un género tan poco dado a andarse por las ramas como es el de los shooters, y menos aún en uno tan franco y vertical como el que nos ocupa. Eso sí, la presentación de cada uno de los Contratos es aparatosa y cuidada, con una cinemática a modo de informe de una calidad asombrosa para cada una, y con detalles meramente cosméticos pero muy curiosos como el hecho de tener que poner nuestro dedo en un reconocimiento dactilar para "validar" nuestra identidad y tener acceso a los datos de inteligencia.

Rescates en embajadas, entregas de rehenes, infiltraciones... Al final, como en la vasta mayoría de los shooters, todas las misiones se reducen a abrirnos paso del punto A al B y acabar con todos los enemigos que encontremos por el camino. Hay algunos personajes que cobran importancia durante el transcurso de la campaña como nuestro compañero de fatigas del comienzo, el irritante niño Justus al que deberemos hacer de niñera durante algunos tramos, e incluso algunos rasgos de humanidad para la facción Helghast a modo de improvisado aliado en un breve tramo de un nivel.

El nuevo Killzone nos pone en el papel de un mercenario que llevará a cabo distintos encargos de acción en los lugares más espectaculares del universo de Guerrilla.
El nuevo Killzone nos pone en el papel de un mercenario que llevará a cabo distintos encargos de acción en los lugares más espectaculares del universo de Guerrilla.

Hay también cambios de objetivos a menudo durante las misiones para dar sensación de dinamismo, intentos de golpes de efecto en determinados momentos e incluso la posibilidad de encontrar informes o de interrogar a enemigos en momentos puntuales y que, tras superar un escueto QuickTime Event, nos darán algo de información, a menudo testimonial. Sin embargo las algo más de 5 horas de campaña están puestas al servicio de unas escenas de acción poderosas y muy espectaculares que se suceden sin tregua, y que se benefician de los constantes cambios de telón de fondo que presenta Mercenary.

Por lo demás el título es muy respetuoso con lo visto en el resto de la franquicia. Esto supone no sólo que se guarda la perspectiva en primera persona como antaño, sino que también algunas de las innovaciones introducidas en esta generación como el uso de coberturas, por ejemplo. No obstante lo que más nos ha gustado es la precisión del control y lo acertado de la implementación de elementos táctiles como la selección de armas, el uso de los gadgets o incluso la activación del lanzamiento de granadas. Todo está perfectamente dispuesto en la pantalla a los lados, y a pesar de lo numeroso que es todo lo que se muestra en la pequeña screen de la PS Vita (puntuaciones, dinero, rango, minimapa, iconos interactivos...) en ningún momento da la sensación de aparatoso o de ser intrusivo con la experiencia jugable. Lástima que no siempre los enemigos o el equilibrio entre nuestro arsenal esté a la altura, algo que en el multijugador no importa en el primer caso y que está bien balanceado en el segundo, pero que en su estado actual estropea severamente la campaña.

En algunas de las misiones tendremos un compañero que nos pondrá las cosas más fáciles y nos dará algunos consejos.
En algunas de las misiones tendremos un compañero que nos pondrá las cosas más fáciles y nos dará algunos consejos.

Dinero Sangriento

Y es que disparar en Mercenary es tan divertido como esperábamos de un Killzone, y el adecuado uso de los parapetos y el más que aceptable diseño de los escenarios garantizan algunas opciones tácticas de interés. Esto sucede, no obstante, hasta que nos damos cuenta de lo desproporcionado que es el poder del cuerpo a cuerpo, una alternativa capaz de hacernos avanzar niveles enteros tirando de nuestro machete y llevando a cabo las formidables animaciones de ejecución que exhibe el personaje. Lógicamente en las dificultades más altas la oposición del enemigo es mayor, sin embargo eso no es óbice para que el dilatado proceso de llevar a cabo la muerte del enemigo (QuickTime Event incluido) nos proteja en un casi total porcentaje de los casos de los disparos del enemigo de forma incomprensible y ciertamente abusiva, y además nos brinda unos segundos que emplearemos para regenerar la salud del personaje.

Como es lógico, y más allá de concepto propio del título a nivel de combate que puede ser más o menos erróneo, este tipo de situaciones absurdas de las que hay más de un ejemplo, y que se llevan por delante la diversión en más ocasiones de las deseables, están propiciadas casi siempre por una inteligencia artificial deficiente. Obviamente en un shooter es fundamental sentirse poderoso con las armas y contar con controles precisos, todo ello está presente en un juego que ha recibido algunas quejas durante su fase beta por sus joysticks; pero que a nosotros en cambio, y tras pasar unas horas con él, nos ha parecido muy exacto y con agradecidas opciones de configuración muy exhaustivas para definir su precisión entre otras muchas cosas. Además nos ha gustado cómo ha resuelto Guerrilla el factor de que PS Vita tiene menos botones que un pad de consola de sobremesa, aunando algunos controles como el de esprintar y agacharse en uno solo, y emplazándonos a dejarlo apretado o tocarlo de forma intermitente para acceder a una u otra función.

Sin embargo si todas esas cosas están presentes y bien ejecutadas pero falla la inteligencia artificial y, más concretamente, si falla a los niveles en los que ésta tropieza una vez detrás de otra en Mercenary, nos llevamos por delante gran parte del atractivo del espectacular fragor de sus batallas, estropeando también los vagos intentos de sigilo que presenta el programa al minimizar el desafío... Ese reto se reduce no porque no disparen bien, que lo hacen con mucha eficacia, sino porque escogen generalmente mal cuando hacerlo, porque su percepción es nula y porque, además, su comportamiento errático.

Y es una verdadera lástima que los enemigos protagonicen tantos momentos involuntariamente cómicos, porque la mayoría del resto de cosas funcionan y hacen del que nos ocupa un producto divertido, aunque sin nada especialmente reseñable por lo brillante. El juego no deja de proponer cosas que aportan cierta frescura, como cámaras de seguridad que debemos volar, algunas criaturas extraterrestres cuando pisamos Helghan e incluso algunas mecánicas de hackeo que están bien resueltas y que resultan entretenidas y desafiantes. Cierto que en ocasiones el comportamiento de nuestro personaje tras los parapetos es algo irregular, trabándose a veces en momentos críticos y privándonos de algún disparo franco, sin embargo en líneas generales el funcionamiento es muy acertado. Nos ha gustado la utilización de todos los accesorios de combate, como drones, sistemas de sigilo, lanzacohetes, escudos protectores e incluso la Mantys para matar enemigos con discreción. En algunos casos resultan útiles, y en otros su manejo es dificilísimo, y su empleo cuando resulta exacto es también cómodo y divertido, y casi siempre vinculado a una barra de recarga para poder volver a usarlo.

Algunos de los enemigos poseen poderosos blindajes, sin embargo acabar con ellos suele ser tan sencillo como situarse cerca y acuchillarlos.
Algunos de los enemigos poseen poderosos blindajes, sin embargo acabar con ellos suele ser tan sencillo como situarse cerca y acuchillarlos.

Para hacernos con éstos, y otros elementos, debemos mencionar que en Mercenary todo gira alrededor del dinero, y es que la elección del nombre del título no es en absoluto una casualidad. Ya abordemos el juego desde su vertiente multijugador o nos centremos únicamente en el ámbito off-line, lo que importa es ir amasando dinero y progresar gracias a él, lo que aporta cierto interés por volver al modo historia una vez terminado. Pero lo mejor del lanzamiento es, precisamente, su carácter persistente y constante en cuanto a lo que suponen nuestros ingresos, y es que el factor adictivo de matar y cumplir objetivos para obtener lo suficiente para conseguir mejoras no deja de funcionar en ningún momento. Y es que, en realidad, el hecho de que nuestro personaje avance conjuntamente en todas las modalidades de la misma forma es uno de los mayores aciertos del programa. Cada Contrato de la campaña individual, por ejemplo, nos reporta distintas cantidades de créditos en las dificultades Recluta (1.000), Soldado (1.500) y Veterano (5.000), lo que garantiza no sólo que tratemos de aumentar el reto para ponernos a prueba a nosotros mismos, sino también para obtener suculentas y crecientes recompensas. ¿Cómo funciona toda la inversión de dinero? Tan sencillo como el invertirlo en el Traficante de Armas, que se presenta al principio de cada nivel o de cada partida multijugador, y que también salpica ocasionalmente los niveles con sus tiendas portátiles. Ahí podemos comprar equipamiento para nuestra arma principal, secundaria, nuestra armadura, equipo (granadas) y sistemas Van-Guard.

El multiplayer, por suerte, no cuenta por los problemas de la campaña individual, y sí que en cambio posee todas sus virtudes, lo que lo convierte en el gran puntal jugable de un producto que de no contar con estas modalidades competitivas a través de internet sería ciertamente mediocre. En la línea de los shooters de los últimos tiempos nos permite hacernos con una serie de sets predefinidos para personalizar el estilo de nuestro hombre para que se adecúe a nuestros gustos con las mismas armas y accesorios que en el off-line, algo que nos va a permitir encajar como un guante en la modalidad que escojamos. Hay tres, de hecho, Guerra de Mercenarios, Guerra de Guerrillas y Zona de Guerra. La primera sencillamente nos emplaza a luchar contra los rivales en un frenético todos contra todos para obtener la máxima puntuación (dinero); el segundo, por su parte, propone lo mismo solo que dividido en equipos, haciendo que el ganador sea el primero de los dos equipos que logre matar a cuarenta enemigos, o que tenga la puntuación más alta al acabarse el tiempo.

Zona de Guerra, en última instancia, nos propone obtener puntos recoger cartas de los enemigos que caen, interrogar, hackear las cápsulas que caen aleatoriamente en distintos rincones del mapa o incluso por llevar a cabo interrogatorios. Aunque sea muy estándar y sin nada original, el multijugador es divertido; y los mapas son quizá algo escasos, sólo media docena, pero están muy cuidados, tienen un tamaño más que razonable y muchos trazados y posibilidades; además el cuerpo a cuerpo está mucho más equilibrado. Principalmente porque nuestros enemigos humanos no tendrán tantos remilgos como la IA a la hora de dispararnos mientras llevamos a cabo la larga animación de ejecutar a un oponente. Lo mejor de todo el multiplayer, como ya hemos dejado claro, es que todo el progreso de la campaña individual y de éste caminan conjuntamente de la mano, con lo cual el factor adictivo de ir obteniendo rangos y mejoras para nuestro soldado vuelve a estar presente.

Torretas, mechas... Hay mucho armamento pesado en Mercenary, y lo mejor es que podemos utilizar algunos de estos artefactos.
Torretas, mechas... Hay mucho armamento pesado en Mercenary, y lo mejor es que podemos utilizar algunos de estos artefactos.

Vanguardia Visual

Desde el punto de vista gráfico, Killzone Mercenary es un lanzamiento que sólo produce alegrías y que resulta mucho más compacto que en sus facetas jugables. Guerrilla demuestra que es uno de los estudios punteros en cuanto a los apartados estéticos de los shooters en primera persona, y logra resultados particularmente meritorios en esta ocasión teniendo en cuenta que, por potente que sea, no dejamos de hablar de una versión para una videoconsola portátil. Videojuegos como éste, LittleBigPlanet o Uncharted: El Abismo de Oro demuestran muy claramente todo lo que puede dar de sí la plataforma de Sony.

Las claves del videojuego que nos ocupa son cuidados modelados y bellísimos efectos visuales para generar unas estampas formidables. Desde el punto de vista artístico el juego sigue a pies juntillas lo visto en entregas anteriores, con los diseños que esperábamos para las construcciones Vektan o Helghast, y con el icónico aspecto para los soldados de unos y otros bandos que resulta tan característico desde el comienzo de la IP. En todo esto hay pocas sorpresas, y el producto es bastante conservador, pero no lo vemos necesariamente como un problema cuando la propuesta cumple sobradamente con la obligación de un shooter en cuanto a ofrecer estancias variadas y bien diferenciadas capaces de ofrecer frescura a su modo historia.

Los modelados denotan toda la atención y el detalle con el que se ha retratado a este Mercenary, con unos resultados extraordinarios para, por ejemplo, los personajes tanto en su ejecución, carga de polígonos y calidad de texturas, como en un conjunto de animaciones encomiable. El conjunto de verlos en movimiento en pantalla es verdaderamente llamativo, protagonizando así unos tiroteos apasionantes que se benefician notablemente de la fluidez de los movimientos y de la espectacularidad de unas ejecuciones cuerpo a cuerpo que, no por poseer un poderío que consideramos desproporcionado y abusivo, nos impiden valorar muy positivamente su formidable ejecución.

Las mejores noticias de Killzone vienen de lo gráfico. Sin duda Mercenary es uno de los juegos puntos de PS Vita en lo visual.
Las mejores noticias de Killzone vienen de lo gráfico. Sin duda Mercenary es uno de los juegos puntos de PS Vita en lo visual.

Los escenarios, por su parte, cuentan con idénticas conclusiones positivas. Todo lo que tiene que ver con ellos no admite demasiada réplica, e incluso tienen pequeños elementos del decorado que son destructibles y que contribuyen a mejorar las escenas de acción haciéndolas más impredecibles. Lo mejor queda para una iluminación fantástica, además de una acertada elección de la paleta de colores que reitera lo visto en entregas anteriores en cuanto a cierto estilo monocromático, pero que lo adorna mucho más con algunos experimentos en forma de nuevas tonalidades. Desde la óptica tecnológica, y dejando de lado las deficiencias en la IA, hay poco que objetar al programa. Todo se mueve con fluidez y, salvo algunos errores puntuales en algunas físicas o animaciones, el resto del conjunto es bastante bueno.

En cuanto al sonido el lanzamiento también ofrece buenos réditos. La música es estupenda, los efectos de sonido suenan tan atronadores como cabía esperar y la experiencia, con cascos, es inmersiva y extraordinaria. El título, además, se encuentra doblado y traducido al castellano con buen nivel, aunque en ocasiones presenta un reciclaje abusivo de voces para los enemigos.

Muy Bueno

Sin sello
El negocio de la guerra

Killzone: Mercenary

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Killzone: Mercenary es un buen shooter, aunque está lejos de lo que se esperaba de un videojuego tan esperado. PS Vita continúa sin encontrar el gran reclamo que necesita en el software para acompañar a su extraordinario hardware, y algunos errores de ejecución y una deficiente IA impiden a lo nuevo de Guerrilla convertirse en su verdadero estandarte. No todo son malas noticias, claro está, su explosión gráfica y su divertido multijugador salva la papeleta con notable eficacia garantizando en este caso una compra más que interesante para los fans de los shooters.

Comprar Killzone: Mercenary
Jugadores: 1-8
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración:
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

25.094 visualizaciones

20 MEJORES JRPGS DE 2024 Y MAS ALLA

Hace sólo unos días que publicábamos nuestro especial sobre los RPG, Action-RPG y CRPG que llegarán a lo largo del año 2024 y en el futuro todavía más lejano, y hoy toca el día de hacer lo propio con los videojuegos JRPG que más esperamos de los próximos tiempos...