Con un gran legado a sus espaldas, la serie de simuladores espaciales X regresa tras varios años de espera y grandes promesas de por medio. Desgraciadamente, el resultado final no solo está lejos de lo esperado por cualquier fan de la serie; X Rebirth no es ni tan siquiera un buen videojuego.
Juego tras juego, el equipo de Egosoft ha logrado ganarse el respeto de los aficionados gracias a su buen hacer con la serie de simuladores espaciales X. Una saga que más allá de ponernos a los mandos de una nave de combate con la que batallar y nada más, siempre ha destacado por darnos total libertad para crear nuestro propio imperio comercial con una profundidad jugable admirable. Así que, como tantos otros miles de jugadores, en 3DJuegos esperábamos ansiosos la llegada de X Rebirth.
Una suerte de renacimiento para esta ya veterana franquicia, con el que sus creadores esperaban atraer a un mayor público facilitando algo las cosas en determinados aspectos como la interfaz de usuario, a la par que mantenían intacta la enorme complejidad jugable que siempre la ha caracterizado. ¿El resultado final? Desastre mayúsculo. Así, sin más. Porque no hay otra forma de describir a este videojuego, que no solo sorprende muy negativamente por la ingente cantidad de bugs que presenta -algo por otro lado habitual en la serie-, sino también por su jugabilidad, ni de lejos a la altura de las expectativas.
Odisea espacial
Sobre el papel, X Rebirth mantiene todos los ingredientes que han convertido a esta serie de simuladores en uno de los grandes referentes en el mercado de los compatibles. En la práctica, por desgracia, lo nuevo de Egosoft hace aguas por todos lados, sin que parezca ni tan siquiera que el juego pueda remontar el vuelo como ha ocurrido en otras ocasiones con la publicación de parches y demás actualizaciones. Y es que en esta ocasión no sentimos que bajo esa densa capa de molestos bugs, o tras todos y cada uno de esos defectos jugables que nos han hecho tirarnos de los pelos, haya ni tan siquiera un buen videojuego que mejorar.
Lo que resulta todavía más frustrante, teniendo en cuenta que sus creadores lo tenían fácil para seguir mejorando más y más una fórmula de juego que ya en el pasado demostró funcionar muy bien. Pero en esta ocasión, con el noble fin de atraer a un público novato en esto de los simuladores espaciales, Egosoft ha optado por simplificar en demasía ciertos aspectos jugables, consiguiendo sin embargo el efecto contrario. Y es que ahora parece incluso más difícil todavía disfrutar de las bondades de este X Rebirth, que ya de primeras nos recibe con una interfaz de usuario de lo más discutible.
No resulta clara, ni funcional, y ni tan siquiera se ha adaptado como debería al combo teclado y ratón, o al uso de joysticks como toda la vida. Con el mando de Xbox 360 para PC como referente, o al menos esa es la sensación que transmite, se ha simplificado todo de tal manera, que nada resulta cómodo ni coherente con lo que se espera de un título de estas características en el que, recordamos, no solo basta con pilotar una nave espacial y punto; además hay que gestionar un gran imperio comercial a través de toda la galaxia. Y eso, ahora mismo, es un desastre.
Y lo es simple y llanamente porque nada funciona bien. No solo en lo que se refiere a los bugs, que merecen un capítulo aparte por impedir incluso que se puedan completar ciertas misiones, lo que ya de por sí resulta gravísimo. Además, en X Rebirth el desarrollo de la acción tampoco tiene el ritmo deseado, sus misiones se vuelven demasiado tediosas y rutinarias con prontitud, e incluso la gestión de nuestro imperio se ha tornado más engorrosa que nunca, no porque se hayan ampliado las opciones a nuestra disposición, que habría estado genial, sino porque se han incluido una serie de tareas relacionadas con la contratación y transporte –manual- de nuestros empleados, que lo único que consiguen es desesperar más que divertir.
Por no hablar tampoco del inefable sistema de menús y diálogos por el que se ha optado a la hora de gestionar todas estas acciones comerciales. Son liosos, innecesariamente enrevesados con tantas páginas por las que avanzar sin que te dejen ni tan siquiera volver a revisar las opciones anteriores… y feos, para qué negarlo. Pero hay algo todavía peor. Y es que ahora, como gran novedad en la serie, se nos permite atracar en las estaciones y grandes naves espaciales que dan vida a este universo de ficción, por las que nos moveremos con cierto grado de libertad, para acometer la mayoría de estas gestiones comerciales. ¿Cuál es el problema?
Que es un engorro. Que más que contribuir a hacer de la experiencia de juego algo más divertido y espectacular, lo que se consigue es el efecto contrario: aburrirnos, desesperarnos haciéndonos perder el tiempo con algo que al final, da la sensación que está así porque había que meter con calzador la opción de pasear por el interior de las estaciones espaciales. No aporta nada, de verdad.
Y es que, como la mayoría de elementos jugables de X Rebirth, esta una idea que se ha ejecutado de la peor forma posible. No solo porque tengas que sufrir diálogos insustanciales sin gracia alguna, que también; es que a la larga, te darás cuenta de que es una auténtica inutilidad perderse por estas estaciones, clónicas entre sí para más inri, recogiendo objetos de cajas como si fuéramos vulgares rateros –aunque a nadie parece importarle-, cuando lo más fácil sería comunicarse con estas naves directamente desde la radio. Cosa que se puede hacer gracias a un mod publicado por la propia comunidad de usuarios.
Jugadores que, una vez más, han salido al rescate para solucionar algunos de los problemas más críticos del programa, a la par que Egosoft hace lo propio lanzando regularmente nuevos parches que arreglan bugs y mejoran la estabilidad de su motor gráfico. Pero en este caso, como decíamos, sentimos que las bases jugables de X Rebirth están totalmente rotas. No hay un buen juego al que rescatar de estas profundidades. O no al menos hasta el momento. Y esto, repetimos, se debe a una serie de terribles decisiones de diseño que han terminado por arruinar un simulador espacial que de verdad daba para muchísimo más.
Los combates, por ejemplo, están bastante bien y por momentos se tornan incluso épicos, cuando nos enfrentamos a las grandes estaciones de batalla o a decenas de cazas enemigos. Pero estos, a su vez, también resultan algo pobres cuando empiezan a aflorar errores relacionados con la discretísima inteligencia artificial de enemigos y aliados, que como tantos otros elementos del juego, no está a la altura de las circunstancias.
Más sonrojante nos parece el sistema de navegación por la galaxia, que es a todas luces un fracaso en comparación a lo visto en sus antecesores. Cierto es que el equipo de Egosoft ha tratado de aportar algo de chispa e innovación en este sentido, creando una serie de “autopistas” con las que pasar de un sector a otro en el menor tiempo posible, pero la ejecución de esta idea, una vez más, es demasiado pobre y, peor aún, liante en exceso. Porque hay veces que cuesta horrores saber por dónde se va, y en este sentido, el diseño del mapa, como la propia interfaz de usuario, no ayuda nada a mejorar los resultados.
Fallos, fallos y más fallos que nos hacen más que demostrarnos que existe un grave problema de concepción tras X Rebirth. Tiene grandes ideas de fondo, buenas intenciones y por momentos puede resultar hasta divertido –especialmente en los combates-. Pero no es un título digno del nombre X, ni mucho menos un buen videojuego. Hace aguas por todos lados. Y los errores y bugs que lo recubren, no son siquiera su peor mal. Lo que, tristemente, dice mucho de este programa.
Juego que para más inri, presenta un rendimiento visual lamentable, con una tasa de imágenes por segundo desastrosa que hace prácticamente imposible disfrutar de ciertos sectores espaciales sin sufrir ralentizaciones de manera constante. Lo que resulta todavía peor teniendo en cuenta que tampoco estamos ante un portento audiovisual. El juego luce bien, el diseño de las naves mantiene la línea de la serie y hay sectores espaciales con mucho encanto. Pero le falta algo. No es el X que esperábamos.
Y lo peor es que no podemos garantizar que dentro de unos meses, como ha ocurrido con anteriores entregas de la serie, el juego vaya a ser mejor. Es posible. Tanto Egosoft como la comunidad de usuarios están haciendo todo lo posible por lograrlo. Pero… ¿de verdad se puede mejorar más allá de arreglar bugs y pulir ciertos defectos jugables?
Por desgracia, todos estos años de espera no han tenido su justa recompensa. X Rebirth es un título mediocre. Un mal simulador espacial que ha simplificado en exceso e innecesariamente ciertos parámetros jugables, a la vez que ha complicado otros tantos sin sentido alguno. No divierte. Le falta la chispa de sus antecesores. Y para más inri, está plagado de errores y bugs que no hacen más que demostrarnos que es un título indigno de la marca X.
Comprar X Rebirth- Con mucho optimismo, el juego podría ser bueno con la ayuda de la comunidad modder.
- Simplifica en exceso ciertas opciones, complica innecesariamente otras tantas.
- Demasiados bugs incluso para un juego de la serie X.
- Pobre desarrollo de la acción. No resulta divertido ni combatir ni formar un imperio comercial.
- Visualmente muy llamativo, pero su rendimiento en pantalla es mediocre.
