Análisis de God of War Ascension

Análisis de God of War Ascension
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El Hack and Slash tiene muchos grandes representantes, pero quizá el rey de todos ellos sea el gran Kratos. El poderoso guerrero vuelve para una nueva epopeya que le enfrentará a los más desafiantes retos y a los enemigos más temibles. Descubre el pasado del espartano con Ascension, y averigua también qué tal le ha sentado la introducción del multijugador a God of War.

PlayStation 4 ya ha sido anunciada, todos lo sabemos ya, pero la anterior máquina de Sony todavía tiene mucho que decir. Así lo demuestran lanzamientos tan notables para este año como, por ejemplo, este fenomenal God of War: Ascension, la segunda aventura completamente nueva de Kratos que tenemos oportunidad de disfrutar en la máquina y la cuarta en cuanto a lanzamientos originales para consolas de sobremesa.

El más famoso de los espartanos en los videojuegos vuelve con una nueva aventura, que apuesta una vez más por el componente épico que tanto ha arraigado en la franquicia desde el segundo episodio. Lo nuevo de Sony Santa Monica es más grande, más espectacular y más grandilocuente, pero no pierde por el camino ni un ápice de la fuerza de su propuesta Hack and Slash. Debuta, además, un multijugador que resulta una alternativa más a la hora de sumar, una modalidad que quizá no aporta demasiada frescura al conjunto, pero que sí acrecienta las posibilidades más allá de pasarnos la campaña una y otra vez con los distintos desbloqueos de dificultad y arsenal.

El Dios de la Guerra
Quizá God of War no es una saga que haya destacado particularmente por su forma de contar las historias, pero siempre ha hecho los deberes con solvencia. La acertada recogida de mitos griegos y el logro de entroncarlos con una historia de venganza salvaje e icónica fueron los mejores triunfos desde el comienzo de la serie, y han sido respetados con firmeza desde entonces en todas las entregas que hemos visto hasta ahora.

Con el tercer episodio, sin embargo, se cerró el arco argumental de la primera trilogía, y parecía difícil darle salida una vez que se había concretado la historia de venganza de su protagonista. ¿La salida más obvia? Una precuela, un videojuego en definitiva que se situara antes del God of War original, y que nos explicara el contexto inicial de aquel de una forma clara. En ese sentido Ascension cumple, y se sigue con cierto interés a pesar de que lo que nos cuenta es algo menos definido y rico en cuanto a detalles de lo que nos hubiera gustado.

Premeditadamente estamos siendo lo más ambiguos posibles en cuanto al argumento, y es que como siempre en estos casos buscamos que el jugador ponga sus manos sobre el producto sabiendo lo menos posible sobre él. Sólo diremos que hay algunas explicaciones en cuanto al crimen que cometió Kratos, y sobre todo en referencia a los dilemas morales y la fuerza de voluntad que el héroe muestra a partir de entonces. Si bien en algunos momentos de la serie el protagonista ha mostrado unos arrestos casi inhumanos, la intención de Sony Santa Monica era precisamente la de mostrar un lado más humano para el protagonista. El objetivo no ha sido del todo cumplido, para ser honestos, y esperábamos algo más de tratamiento y una presencia narrativa desarrollada en mayor medida para lograr esas ambiciones.

Eso sí a pesar de nuestras reticencias con la escasa presencia del argumento, a nivel de ejecución todo lo que tiene que ver con la forma de contar la historia es perfecto. Las cinemáticas cuentan con un acabado tan bueno como cabe esperar de una producción exclusiva de Sony, y disfrutan de ese toque de cine de animación tan adecuado para encajar con el aspecto que presenta el propio producto en su faceta in-game. De hecho todo está tan logrado que a menudo no notamos la transición entre los vídeos y el propio juego, por una factura impecable de ambas partes, y por una realización brillante que se regodea precisamente en sus fortalezas para lograr ese efecto.

Kratos vuelve en Ascension para contarnos todo lo que pasó antes del primer God of War. Algunos misterios quedarán resueltos.
Kratos vuelve en Ascension para contarnos todo lo que pasó antes del primer God of War. Algunos misterios quedarán resueltos.

La campaña dura alrededor de 10 horas, y se compone de treinta capítulos que se siguen con interés. Hay algunas secciones que se repiten, puesto que el viaje es de ida y vuelta e incluso cuenta con un desarrollo basado en flashbacks, pero la belleza de los escenarios y la épica del telón de fondo de el tercio fina,l son suficientes motivos para seguir avanzando con interés si no acabamos de sentir gancho por el exiguo guión.

El Mito del Guerrero -El Combate-
Hay muchas cosas que hacer en God of War, pero como toda la saga, la de Ascension es una experiencia muy guiada que apenas permite salirnos del camino que traza para nosotros. Entonces, ¿a qué nos referimos? Principalmente a que con mucha habilidad se alternan los clásicos combates con algunas pequeñas gotas de exploración, bastantes secciones de plataformas y un puñado de rompecabezas que nos van a poner a prueba nuestro lado más sesudo.

Pero las explicaciones de todos esos apartados vendrán más adelante, ya que lo primero que hay que detallar sobre el aspecto jugable de un God of War es, lógicamente, el combate. Ahí es donde Kratos muestra sus mayores fortalezas, y donde se construyen los mejores réditos en cuanto a la diversión que brinda un producto tan recomendable como éste. Poco o nada cambia en lo que tiene que ver con las luchas, así que los más veteranos de la serie se sentirán muy cómodos con lo que propone Ascension y tanto ellos como el resto tienen ante sí un reto desafiante y, por momentos muy difícil, que volverá a hacernos sentir poderosos al estilo de la saga.

El control es exactamente el que cualquier veterano puede esperar, y la consecución de los espectaculares combos igual de brillante. Merece nuevamente aplauso la facilidad con la que Sony Santa Monica distribuye los controles en el pad de PlayStation 3 y como, renunciando por parte del usuario al control de una cámara total y perfectamente automatizada, ofrece cada botón y palanca como una perfecta combinación de posibilidades para la consecución de nuestras sanguinarias metas.

Plataformas, rompecabezas, escenarios épicos... De todo eso hay en Ascension, pero lo que más veremos son combates.
Plataformas, rompecabezas, escenarios épicos... De todo eso hay en Ascension, pero lo que más veremos son combates.

Todo se desarrolla con enorme brillantez y fluidez cuando combatimos, y ahí reside la verdadera magia del programa. Nuestros crudos golpeos se alternan con agarres, golpeos, magias e incluso QuickTime Events con una facilidad pasmosa, y todo está tan bien implementado que en sólo unos minutos nos vamos a sentir en perfecto control de Kratos y de su destino acabando con todo lo que le rodea. A ello contribuye no sólo una dificultad casi siempre muy bien calibrada, sino también un progreso a la hora de incorporar novedades trazado con firme pulso. Comenzamos con nuestras ya clásicas Espadas del Caos para a las pocas horas recibir el poder del fuego con el que bañar nuestras armas de un ígneo y devastador imperio. Poco a poco, y ganándonoslo a pulso, iremos completando las cuatro direcciones de la cruceta del pad con otros tres poderes más (la electricidad, el hielo y un místico embrujo color violeta), cada uno de ellos proveniente de una deidad.

El cambiar entre ellos es tan cómodo como pulsar la dirección del D-Pad adecuada, y es algo que va a ser muy importante puesto que hay muchos enemigos que son vulnerables a todas ellos, pero habrá otros que serán casi inmunes a unos mientras que sí sufrirán grandes daños con otros. Para saberlo bastará con observar los colores de nuestros oponentes en una mecánica que, junto a otras como la de los rivales que portan escudos y exigen primero robárselos, impide caer en el clásico y tan temido machacabotones. Cambiar al vuelo entre unas y otras es sencillo hasta lo excepcional, y la fluidez de las luchas se beneficia notablemente de ello.

Debutan, además, algunas pequeñas novedades aquí y allá que si bien no ayudan a inyectar demasiada frescura en la ya conocida fórmula de las luchas, sí aportan más posibilidades de cara al jugador. La principal característica es la de poder recoger las armas que sueltan nuestros enemigos cuando son aturdidos, algo que nos permite golpear con ellas (incluso con los escudos) así como lanzarlas con violencia sobre nuestros objetivos para ofuscarlos temporalmente. También está presente, como es costumbre, una magia que activaremos pulsando el gatillo derecho del pad y que nos sacará de más de un apuro. Nos hará falta utilizar todos nuestros recursos en algunas secciones realmente desafiantes, aunque no tanto en unos jefes finales algo decepcionantes en cuanto a las mecánicas para acabar con ellos que proponen.

El Camino del Héroe -Mejora y Actividades Accesorias-
God of War siempre ha sido una saga de la vieja escuela, así que en Ascension ni la salud ni la magia se regeneran de forma automática. La primera lo hará con los orbes verdes que sueltan algunos enemigos al morir y cofres al abrirse, y la segunda con los azules. También encontramos los rojos, que vuelven a erigirse como la moneda de cambio para la mejora de Kratos y, más particularmente, de sus armas.

El método escogido aquí es el mismo que en el pasado, de modo que cada incremento que queramos desbloquear para nuestro arsenal nos indica el número de orbes rojos a invertir, y bastará con pulsar el botón X para ir llenando el indicador hasta colmarlo y liberarlo. Al inicio, como es costumbre, nuestros movimientos con las armas son relativamente limitados, pero por ejemplo para liberar las combinaciones de los botones círculo y triángulo con el botón L1 habrá que haber comprado esos particulares combos. Cada poder de los cuatro disponibles tiene su propio "árbol de mejoras", pero la cuantía de los orbes rojos que recibiremos si somos algo observadores con el escenario bastará para prácticamente dejar como herramientas de destrucción bastante eficaces a las cuatro de ellas en la primera superación completa de la campaña.

La mejora de armas y complementos volverá a ser clave para sobrevivir. Los orbes rojos son fundamentales para salir adelante.
La mejora de armas y complementos volverá a ser clave para sobrevivir. Los orbes rojos son fundamentales para salir adelante.

No obstante matar no va a ser lo único que vamos a hacer en God of War, y es que Ascension también cuenta con algunas distracciones con las que hacer más entretenida la experiencia. La exploración, por ejemplo, puede ser la que menos espacio ocupe de todas las vertientes jugables que contempla el lanzamiento que nos ocupa, pero está ahí y nos permitirá obtener algunos artefactos y, por supuesto, los habituales cofres de orbes que tan bien nos vendrán. Bastará con ser algo observadores para dar con todos ellos, puesto que los escenarios son muy lineales y no hay demasiado espacio para salirse de ellos.

Lo que sí vamos a hacer en mayor medida es escalar y saltar por secciones de plataformas muy espectaculares. En esos momentos es cuando quizá el juego más apuesta por el componente épico de la aventura, haciéndonos superar enormes desfiladeros y sorteando caídas de miles de metros con la enorme agilidad de Kratos y con su gancho. El funcionamiento es tan sencillo como cabía esperar, aunque una vez más no son las mejores partes del programa. No está mal usar nuestras cadenas para saltar en el último minuto de una plataforma que se viene abajo, o seguir con paciencia el trayecto que dibujan pequeñas prominencias en una pared vertical para escalarla, pero son entretenimientos que palidecen ante lo redondo que resulta todo lo que tiene que ver con la acción. De hecho los mejores momentos de estas partes destinadas a mostrar el lado más acrobático de Kratos vienen precisamente cuando se entremezclan con los combates, ahí sí resultan angustiosas y frenéticas.

Nos ha parecido mucho más agradable y efectivo todo lo que tiene que ver con los puzles. Éstos son tan básicos en su concepto como lo que se puede resolver a golpes o arrastrando objetos, las únicas cosas que el musculoso Kratos es capaz de hacer, pero Sony Santa Monica se reserva un par de ases en la manga para hacer las cosas más interesantes. De hecho los más brillantes rompecabezas vienen derivados del empleo de algunos artefactos en los que no queremos entrar en detalles para evitar spoilers. Sólo adelantaremos que su utilización es bastante más inteligente de lo que cabía esperar en un principio, y que nos dejan uno o dos momentos en los que descubriremos con orgullo cómo resolver alguno de los retos mentales más perspicaces tras varios intentos infructuosos.

Los QuickTime Events están a la orden del día. Especialmente para ejecutar a algunos de los enemigos más grandes.
Los QuickTime Events están a la orden del día. Especialmente para ejecutar a algunos de los enemigos más grandes.

Culto a los Dioses -Multijugador-
Como los lectores bien informados ya saben, la gran novedad de God of War: Ascension en cuanto a sus modalidades de juego es la del debut del apartado multijugador para acompañar a la campaña individual y aumentar las posibilidades del programa. La adición, lejos de ser un mero añadido accesorio, ha recibido enorme atención por parte de Sony durante la fase promocional del título, lo que nos ha dado una idea aproximada de lo importante que resulta para ellos su presencia. El resultado, no obstante, es interesante, pero no pasa de lo anecdótico y pierde mucha fuerza comparado con la genial campaña.

Todo comienza con un tutorial de unos minutos en el que con, cierta insistencia nos recordarán una serie de conceptos que ya sabremos de sobra si conocemos la campaña individual. Este prólogo es algo fastidioso pero también tiene un punto necesario, y es que hay algunas diferencias en el manejo entre multiplayer y singleplayer... sutiles, pero cambios al fin y al cabo. Por lo demás el control es bastante similar al del propio Kratos en el modo individual, aunque sus posibilidades, maniobras y alternativas son bastante más limitadas. Antes de completar éste prólogo nuestro protagonista habrá rendido culto a una de las cuatro deidades disponibles, las mismas de las que beben las cuatro tipos de armas de Kratos, y una vez escogida una de ellas podemos comenzar a combatir y a progresar. Si en la campaña podemos cambiar el estilo de lucha con sólo pulsar la cruceta entre los cuatro disponibles, en el multijugador sólo tenemos opción de escoger una de ellas que nos acompañará durante todas las partidas.

A nivel de ambientación cuesta mucho toserle a Ascension. Los escenarios son impecables, y las sensaciones totalmente "made-in-God of War".
A nivel de ambientación cuesta mucho toserle a Ascension. Los escenarios son impecables, y las sensaciones totalmente "made-in-God of War".

Por su parte las modalidades de juego son variadas, aunque bastante más convencionales de lo que esperábamos dado el debut de este componente dentro de la franquicia y las posibilidades que parecía ser capaz de ofrecer. Son concretamente siete, divididas en competitivas y cooperativas, que en algunos casos proponen estilos por equipos y en otras ocasiones permiten que cada uno haga la guerra por su cuenta, pero que tienen un máximo de ocho jugadores simultáneos en los casos de las más populosas. Favor de los Dioses, tanto en su alternativa individual como especialmente por equipos, es una de las mejores opciones con mucha diferencia. En ella debemos matar todo lo que se mueve, pero también dominar altares que ejercen a modo de puntos de captura y que acaban dictaminando con sus puntos el equipo o el usuario vencedor de la partida. El hecho de que haya unas metas tan claras es lo que ayuda a poner algo de orden en el caos en el que pueden convertirse algunas de las partidas del on-line de Ascension.

Precisamente de ese problema sufre Duelo de Campeones tanto en su modalidad por equipos como individual. Resulta divertido lidiar a espadazos con enemigos humanos en lugar de contra la máquina, pero falta algo de orden en unas sesiones descontroladas... especialmente en su división para ocho jugadores. Es un estilo de juego muy adecuado para obtener puntos de experiencia por cada muerte dejando el cerebro en punto muerto, pero esperábamos también algún tipo de aliciente más.

Captura la Bandera, por su parte, ofrece por su parte un entretenimiento algo más cabal, aunque brindando un esquema de objetivos algo más dinámico que el de Favor de los Dioses haciéndonos luchar por cargar con los emblemas que le dan nombre. Por lo demás no tiene muchas complicaciones. En última instancia nos quedan las dos modalidades que nos enfrentan a la IA, una en solitario y otra de carácter cooperativo con otro usuario más y que responden al nombre de Juicio de los Dioses. Éstas se plantean como si de una contrarreloj se tratara, una carrera contra el tiempo en la que van aumentando los enemigos ronda a ronda y en la que la colaboración entre los dos usuarios contra las oleadas de criaturas ofrece los mejores resultados en cuanto a diversión del programa.

Sin embargo el gran motor es un componente persistente en referencia al hecho de que el personaje que creamos nos acompaña durante todas nuestras partidas, y mejora sus habilidades gracias a la experiencia. Gracias a ella podemos no sólo acceder a armas más potentes, sino también personalizar nuestro aspecto con armaduras o cascos más y más resistentes, así como desbloquear algunos extras mágicos que nos vendrán francamente bien para acompañar nuestros desbloqueados niveles de experiencia de cada vez más brutales habilidades.

Varias modalidades y un buen puñado de escenarios coronan la oferta multijugador de Ascension. Aunque, como es lógico, lo importante es machacar sin misericordia.
Varias modalidades y un buen puñado de escenarios coronan la oferta multijugador de Ascension. Aunque, como es lógico, lo importante es machacar sin misericordia.

¿Cómo se obtiene esta moneda que son los puntos de XP? A la conclusión de cada partida se nos brindará una cantidad de puntos en función no sólo de las muertes que hayamos causado, sino también de las metas logradas en los estilos por equipos, y de otros alicientes como los Mandamientos de los Dioses, una serie de actividades que podemos llevar a cabo durante los combates y que nos otorgan generosos beneficios. Así por cumplir actos como, por ejemplo, matar a Polifemo un determinado número de veces, atacar la estatua de Apolo, repeler el caballo de Troya... recibimos golosas sumas a nuestro contador. Conviene estar muy atento a estos bonus, puesto que son interesantes formas de incrementar las habilidades de nuestro personaje, lo que acaba siendo uno de los principales motivos para seguir jugando.

Asimismo, también hay distintos incentivos en el campo de batalla puramente in-game y cuyos beneficios son temporales. Obtenemos ventajas, por ejemplo, haciéndonos con los cálices que salpican el escenario esporádicamente y que nos convierten en objetivo claro, pero que también nos recompensan por el mero hecho de sobrevivir. Por otro lado también hay otras que recordaremos como clásicas de la serie como, por mencionar otro caso, la cabeza de Medusa que nos permite congelar a un enemigo para, acto seguido, despedazarlo. Este tipo de factores añaden frescura a la experiencia, y le otorgan un componente impredecible y aleatorio del que sin duda se beneficia un conjunto on-line en el que echamos en falta algo más de profundidad.

El Mito de Apolo -Gráficos y Tecnología-
Si bien en algunos aspectos puramente jugables Ascension nos ha parecido algo conservador, en lo relacionado con la faceta visual el hecho de que el juego fuera exactamente lo que esperábamos ha sido una verdadera bendición. El camino de la épica inabordable que iniciaba God of War II y que desarrollaba todavía con mayor énfasis God of War III continúa su camino en esta cuarta entrega, y si bien ya no sorprende lo cierto es que sigue siendo de una calidad visual admirable.

Los rompecabezas están muy bien trazados en su mayoría, y algunos de ellos tienen un punto ocurrente que se agradece.
Los rompecabezas están muy bien trazados en su mayoría, y algunos de ellos tienen un punto ocurrente que se agradece.

A nivel artístico el programa sigue contando con ese fenomenal trabajo a sus espaldas que garantizan todas las producciones de Sony Santa Monica. El equipo de diseñadores se ha regodeado en esta ocasión con la grandilocuencia, y ha logrado un título absolutamente capaz de dejarnos con la boca abierta con la mayoría de las estampas que reproduce ante nuestros ojos. Los aficionados ya habrán tenido oportunidad de comprobar algunos de los aspectos más puramente relacionados con las dimensiones de todo lo que se muestra en la demo del juego, pero la parte relacionada con esa versión de prueba palidece ante otras partes todavía más gloriosas. Sin estropear sorpresa alguna, puesto que Sony la mostró en una de las demostraciones del título en una reciente feria, merece mención especial la kilométrica estatua de Apolo que escalaremos en el tercio final del videojuego, una auténtica virguería visual que demuestra muy claramente por qué línea camina el producto.

Por otro lado el trabajo sobre los escenarios es absolutamente digno de resaltar, también es cierto que esperábamos algo más de novedades en el tema de enemigos. Hay muchas criaturas y bestias directamente recicladas de God of War III, y la mayoría ni tan siquiera han alterado lo más mínimo sus animaciones de muerte. Algunas de las que debutan están a muy buena altura, especialmente en lo tocante a los diseños de los jefes finales, pero hay otras como los insectos que directamente cuentan con aspecto más perezoso y no demasiado imaginativo.

Por lo demás desde el punto de vista de la ejecución gráfica el resultado es impecable, desde Kratos hasta el último de los enemigos pasando por todo lo que aparece en pantalla durante nuestra epopeya. De nada serviría que la megalomaníaca visión de los artistas visuales de Sony fuera tan rica sino hubiera un respaldo técnico que lo acompañara con polígonos, y en este sentido el resultado es tan bueno como cabía esperar. El héroe es el rey de todo esto, y la cámara lo sabe mimándolo y gustándose en cada movimiento de la perspectiva. Su modelado es perfecto, las animaciones fenomenales y muy características dentro de lo que ha venido ofreciendo la serie, y el carisma de todos y cada uno de sus movimientos es incuestionable.

La mejora del personaje no sólo es extensible a la campaña, ya que será uno de las grandes motivos para seguir avanzando en el multijugador.
La mejora del personaje no sólo es extensible a la campaña, ya que será uno de las grandes motivos para seguir avanzando en el multijugador.

No obstante casi a la altura de la cuota de protagonismo del espartano está una cámara que vuelve a ser automática, y que está dirigida con firmeza cinematográfica para resultar práctica y al mismo tiempo espectacular. Hemos de reconocer que en algunos momentos concretos, y muy aislados, el ángulo de visión busca hacernos sentir que estamos rodeados de un mundo realmente gigantesco y se aleja tanto que deja a los personajes reducidos a casi minúsculos puntos en mitad de la acción, lo que hace difícil saber qué es exactamente lo que está sucediendo en un combate incluso en los televisores más grandes. En otras ocasiones directamente se tapa la acción con gigantescas cadenas y otros objetos del mobiliario, también con intención de crear el sentimiento de la escala de lo que nos rodea, pero también entorpeciendo el visionado. No sucede más que tres o cuatro veces durante la campaña y no resulta demasiado importante, pero sí nos ha llamado la atención más allá de lo anecdótico y hemos creído importante reseñarlo.

A nivel tecnológico el programa es una virguería, con unas técnicas de iluminación que reproducen lo visto en God of War III aunque mejorándolo sensiblemente, y que hacen que el título brille de sobremanera en interiores pero que obtenga sus mejores resultados en sus majestuosos exteriores. Es ahí donde la luz natural se revela como uno de los grandes avances en este campo, pero no podemos olvidarnos de todos los magistrales reflejos y brillos del ya característico mármol que adorna todos los niveles que se desarrollan a cubierto. Nos llama especial atención una vez más la habilidad para fusionar cinemáticas con secuencias in-game, con una cámara que está en primer plano mostrándonos con todo lujo de detalle unos personajes inusualmente detallados y tremendamente expresivos conversando, y que para que ésta concluya sencillamente se aleja de la acción para darnos un plano general y ya permitir que nos movamos sin interrupción alguna. Sensacional.

Por si fuera poco el lanzamiento cuenta con una fluidez muy meritoria teniendo en cuenta todo lo que se mueve en pantalla en cuanto a efectos y la gran cantidad de personajes que llegan a poblarla. Lamentablemente todo tiene un coste, y en Ascension, al igual que en su momento en las entregas anteriores, éste viene de una interacción con el escenario que es nula. En la mayoría de decorados no se nota en demasía, sobre todo en los templos o cavernas premeditadamente desérticos en cuanto a elementos, sin embargo en algunos otros da la sensación de que todo es inerte y que el mobiliario y el resto de elementos de repetición son tan pétreos como las paredes de las construcciones. Puesto que las ánforas sí se rompen, resulta una verdadera lástima que mesas, sillas y otros objetos no reaccionen, ya que todo ello quita algo de sensación de poderío a nuestras acciones.

Por último, y con ánimo de cerrar el apartado tecnológico, no nos han gustado tampoco lo dilatado de los tiempos de carga que sobrepasan en ocasiones lo deseable, ni tampoco la desagradable aparición de un rótulo de guardado de partida al alcanzar cada checkpoint que parece sacado del propio interfaz XMB de la videoconsola y que resulta francamente desagradable. Es una lástima que lo fantástico del esfuerzo de Sony Santa Monica por hacernos olvidar que estamos dentro de un videojuego, minimizando los interfaces y eliminando las transiciones entre cinemáticas y bloques in-game de una forma muy pulcra, quede ligeramente enturbiado por algo tan fácilmente subsanable como la sustitución de ese tosco texto por cualquier tipo de logo para hacernos saber que se está salvando la partida y que no debemos apagar la consola. No es algo que reste en la valoración final ni que tenga particular importancia, pero definitivamente llama la atención.

Visualmente Ascension es un videojuego extraordinario. Uno de los mejores factores es la perfecta transición de cinemáticas a partes in-game.
Visualmente Ascension es un videojuego extraordinario. Uno de los mejores factores es la perfecta transición de cinemáticas a partes in-game.

En el ámbito sonoro las sensaciones son muy positivas, aunque también admiten ciertas matizaciones. Nada, absolutamente nada, que reprochar a la banda sonora del título, que vuelve a brillar con luz propia con un estilo y profundas reminiscencias con lo visto en la franquicia en general. Sí tenemos algunas pegas con unos efectos de sonido que son geniales, pero que ocasionalmente fallan y no se oyen, especialmente en cinemáticas, y también con un doblaje a nuestro idioma que está francamente bien pero del que también esperábamos algo más en cuanto a la elección de voces, a la abusiva periodicidad con la que se repiten en algunos combates y a la capacidad dramática de algunas de ellas.

El Ascenso de Kratos -Conclusiones-
En PlayStation 3 hemos visto hasta la fecha dos God of War completamente originales, y Ascension queda cerca en términos de calidad de la tercera entrega, aunque algo más alejado del impacto que supuso aquel memorable episodio. ¿Significa eso que este cuarto capítulo no es un buen juego o siquiera que no es digno de compra? Todo lo contrario, la nueva aventura de Kratos es un lanzamiento maravilloso y del todo recomendable para seguir engrosando los enormes resultados con los que está contando el género Hack and Slash en este recién estrenado año 2013.

Quizá God of War III era un juego con más crestas de la ola, pero también con valles algo más discretos en términos de calidad. Ascension es un juego más equilibrado en todos los sentidos, pero también uno que en líneas generales parece no acabar de despegar tan alto como aquel y que, como el anterior, tiene cada vez más difícil sorprender tras la fuerza con la que golpearon los dos primeros capítulos. La campaña, reiteramos, dura unas diez horas en nivel de dificultad intermedio, pero como siempre en los casos de las aventuras protagonizadas por Kratos, conviene revisarlo en niveles de dificultad más altos para ponernos a prueba con nuestras armas mejoradas, y también disfrutar de la Partida+ con la activación de los distintos artefactos que hayamos ido recopilando.

Los escenarios de la campaña individual están muy bien trazados, las secciones de plataformas brillan especialmente cuando se alternan con combates.
Los escenarios de la campaña individual están muy bien trazados, las secciones de plataformas brillan especialmente cuando se alternan con combates.

La dificultad está francamente bien gradada durante todo el juego, y esa también es una de las ventajas. Algunos pasajes se nos atragantarán, especialmente uno en el tercio final a bordo de un ascensor que roza lo absolutamente demencial en cuanto a reto, pero es exactamente el encanto y el desafío de la experiencia que buscábamos, y que nos hace sentir tan absolutamente realizados cuando superamos una determinada retahíla de enfrentamientos y surge en pantalla la bendita aparición del check-point. El final, en cambio, es bastante decepcionante tanto desde el punto de vista argumental como del jugable, muy espectacular visualmente pero más bien poco desafiante para los momentos de sudor y lágrimas que habremos tenido que pasar para llegar hasta él.

Por su parte el multijugador es un añadido interesante, aunque también admite réplica. El estilo de juego God of War es muy particular a la hora de implementarse con éxito en una fórmula on-line, y en ese sentido el trabajo de Sony Santa Monica no nos provoca muchos peros. Aún así, las obvias limitaciones de control en cuanto a combos y posibilidades, muy reducidas con respecto a la campaña, restan algo de interés en el combate, y resulta difícil cooperar con nuestros compañeros en unas mecánicas que tratan de fomentar tan poco la colaboración entre éstos. Es un buen comienzo para el multijugador de una serie tan fuertemente caracterizada por sus experiencias off-line, pero también es una apertura de miras que permite severo margen de mejora y de la que en el futuro esperamos que ofrezca resultados más brillantes en cuanto a la colaboración, al orden y al fomentar que cada uno no haga la guerra por su cuenta.

Ascension es, probablemente, el más épico de los God of War que hemos visto hasta ahora. Un producto asombroso y fascinante.
Ascension es, probablemente, el más épico de los God of War que hemos visto hasta ahora. Un producto asombroso y fascinante.

God of War: Ascension es, en definitiva, un gran videojuego de acción y aventuras que toca varios palos pero que donde mejores réditos obtiene en cuanto a diversión es cuando va a lo más esencial de su propuesta: su raíz Hack and Slash. Ahí es donde realmente está lo mejor de todos los contenidos que se encierran bajo el cofre de esta cuarta entrega de la serie, con toda seguridad la más conservadora en cuanto a la experiencia off-line, puesto que sólo el debut del multijugador salva el apartado de la innovación, y quizá también no la más inspirada de todas las que han aparecido en consolas de sobremesa de Sony. Pero, en definitiva, vuelve a ser un lanzamiento que es capaz de darnos enormes alegrías y lograr un resultado netamente sobresaliente y por completo recomendable.

Magnífico

Obra maestra

God of War: Ascension

Por: El equipo de 3DJuegos
Obra maestra

Sony Santa Monica demuestra una vez más que pocas propuestas hay mejores que las suyas en el Hack and Slash. Ascension es su nuevo testimonio, y uno de los mejores títulos que nos ha dado el género en los últimos tiempos. Juega en exceso sobre seguro y su multijugador es sólo el principio de algo que sin duda crecerá, pero el cuarto God of War es un producto sobresaliente y recomendable. Kratos vuelve una vez más con postura desafiante y artes brutales para retar a todo aquel que ose interponerse en su camino.

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Jugadores: 1-8
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración:
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