Análisis de Uncharted 4. Vamos Nathan, ¡Un Último Esfuerzo!

Análisis de Uncharted 4. Vamos Nathan, ¡Un Último Esfuerzo!
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Siempre es triste decir adiós, pero duele un poco menos cuando se hace con un videojuego de la talla de este Uncharted 4. Naughty Dog cumple con lo prometido para el cierre de las aventuras de uno de los héroes más emblemáticos de los últimos tiempos, y Nathan Drake se despide por todo lo alto con un lanzamiento a la altura de su leyenda. El Desenlace del Ladrón es brillante, espectacular e inspiradísimo, así que lo tiene todo para grabarse en nuestra memoria. Este es el análisis de Uncharted 4.

Si somos honestos, Neil Druckmann, Bruce Straley y compañía lo tenían tremendamente difícil. Disfrutaban entre manos del legado de un héroe creado por Amy Hennig, a la que por cierto dedican el título en los créditos finales evitando cualquier tipo de controversia tras abandonar ella el proyecto y recoger esta dupla el testigo, y debían sellar sus aventuras con un final a la altura de lo que nos ha dejado. La franquicia comenzó su andadura en 2007 para PlayStation 3 con El Tesoro de Drake, un videojuego sobresaliente pero, desde luego, no tan memorable como lo que estaba por venir. No tardaría mucho la IP en convertirse en un abanderado de Sony con sus entregas segunda y tercera (Uncharted 2 y Uncharted 3, respectivamente), maravillosos y majestuosos ejemplos del estado de forma tan brutal de un estudio, Naughty Dog, que nos dejó en la generación anterior un buen puñado de obras para el recuerdo con sus tres aventuras protagonizadas por el propio Nathan Drake y con el inicio de otra inolvidable propiedad intelectual: El demoledor The Last of Us.

No obstante, y antes de un posible retorno al universo postapocalíptico de este último, lo que le toca al estudio californiano es poner el broche de oro a las aventuras de este buscador de tesoros que, con su simpatía y su encantador grupo de amigos, ha cautivado nuestro corazón en las tres aventuras anteriores. Esta, no obstante, es la más completa, arriesgada y madura de todas ellas. Multiplica la sensación de montaña rusa ralentizando más los momentos narrativos y acelerando todavía más los trepidantes, cuenta con la historia más trabajada en cuanto al desarrollo de sus protagonistas y disfruta también del mito más atractivo de cuantos ha ofrecido la saga hasta la fecha como objetivo de nuestra búsqueda. En lo jugable respeta también las señas de identidad de los Uncharted precedentes, pero no se olvida de introducir variantes tan sugerentes como el gancho para disparar nuestra relación con el escenario, el pico de cara a permitirnos asirnos a diferentes superficies y, por supuesto, un planteamiento más abierto para algunas áreas que multiplica las posibilidades del conjunto y hará las delicias de quienes gustan de perderse en los escenarios y dedicarse a encontrar objetos y coleccionables. En definitiva y como comentamos en su análisis, toda una brillante declaración de intenciones que deja el listón muy alto tanto en lo visual como en lo relacionado con la diversión, y que fija un nuevo estándar para la acción en particular y para los videojuegos en general.


El Largo Adiós

Naughty Dog lo dijo por activa y por pasiva. El Desenlace del Ladrón es, como su propio nombre indica, el adiós de Nathan Drake, y lo es en una despedida por todo lo alto. Hablar de un videojuego de estas características siempre es complicado sin provocar spoilers, así que haremos lo que habituamos en las páginas de la revista. Esto es, contar lo menos posible y hablar más de sensaciones que de hechos. Lo que sí podemos decirte sin temor a provocar ninguna sorpresa inesperada en el lector es que Nathan, después de lo sucedido en La Traición de Drake, disfruta de una vida tranquila al lado de Elena Fisher, nuestra fiel aliada e interés sentimental desde que la saga comenzara allá por el ya lejano 2007.

Si algo ofrece Uncharted 4 es variedad de entornos. Desde pilotar un jeep hasta bucear, pasando por las ruinas y cavernas habituales.
Si algo ofrece Uncharted 4 es variedad de entornos. Desde pilotar un jeep hasta bucear, pasando por las ruinas y cavernas habituales.


Viven juntos, ella sigue siendo periodista y él, en cambio, lleva a cabo pequeños y tranquilos trabajos para una empresa familiar como, por ejemplo, pequeños rescates de buceo de materias valiosas en el río. Siempre, eso sí, con dos condiciones principales: Que a ser posible sean cerca de casa, aunque esto es negociable, y que, y esto sí que no admite réplica, siempre se muevan siempre dentro de los márgenes de legalidad y con todos los permisos en regla. Así, incluso al comienzo de la aventura tenemos oportunidad de llevar a cabo uno de estos encargos para familiarizarnos con el nuevo estilo de vida de Nathan.

Vamos Nathan, ¡Un Último Esfuerzo!


En esta ocasión Nathan Drake es más ser humano que nunca

Sin embargo, esto es un videojuego de aventuras, así que tiene que haber una explosión (en sentido figurado) que rompa con todo lo establecido. Este factor sorpresa es la llegada del hermano de Nathan, al que no vemos desde hace años, y que llega para poner patas arriba nuestro mundo. Siempre metido en problemas, en esta ocasión nuestro familiar le debe un favor a un peligroso criminal que le ha ayudado a salir de la cárcel y al que ahora debe una parte de un valioso tesoro perdido. De este modo comienza nuestro periplo que, como viene siendo tradición en los títulos de este corte, nos convierte en un trotamundos que da la vuelta al planeta buscando una fortuna relacionada con un viejo mito pirata. Esto nos va a llevar a localizaciones de Europa, África y Centro América, en un auténtico tour de force de Neil Druckmann como guionista a la hora de hilar situaciones, escenarios y llevarnos de la mano de un punto a otro del globo en una campaña que podemos superar en unas 16 horas en el nivel de dificultad estándar y si no nos dedicamos a profundizar demasiado, pero que puede aumentar notablemente en caso de que seamos de los que gustan por perderse por los escenarios buscando tesoros y coleccionables o, sencillamente, explorando unos paisajes hechos con un tremendo mimo.

Vamos Nathan, ¡Un Último Esfuerzo!


Los combates cuerpo a cuerpo no aparecen demasiado, pero si bien descuidan algo su profundidad en cuanto a manejo sí nos dejan un uso de cámaras brillante.
Los combates cuerpo a cuerpo no aparecen demasiado, pero si bien descuidan algo su profundidad en cuanto a manejo sí nos dejan un uso de cámaras brillante.


Y es que hay mucho y muy bueno que decir de la historia, que nos recuerda porqué Druckmann es uno de los grandes nombres de la industria en este campo por méritos propios. Lejos del tono grave y pesaroso de The Last of Us, Uncharted 4 es una celebración de la amistad y de la familia con un mensaje general más ligero pero igualmente efectivo a la de las vivencias de Joel y Ellie. El escritor, de apenas 37 años, ya tiene a sus espaldas varias obras maestras, y demuestra en este videojuego que está hecho un todoterreno, atrapándonos por las solapas y no soltándonos hasta que no terminamos la campaña individual. En primera instancia el saber qué lugar vamos a explorar a continuación y qué nueva mecánica jugable se nos va a presentar en cada escenario es toda una garantía para mantenernos pegados a la pantalla, pero en su último tercio el saber cómo va a ser el desenlace de todo lo que se ha expuesto en el inicio y el nudo de la aventura nos hará pasar las últimas horas en un sinvivir deseando saber cuál es el destino final de Nathan y el resto de sus amigos y familiares. Y es que, como si de una gran familia se tratara, está el propio Sam, pero también la ya mencionada Elena y Sully, devolviéndonos esos momentos de química inigualable entre todos ellos, y esa sensación de que son un grupo de amigos al que nosotros, de alguna manera, también pertenecemos.

Vamos Nathan, ¡Un Último Esfuerzo!


La capacidad de Naughty Dog para crear personajes entrañables siempre ha sido uno de los puntos fuertes del estudio, y en esta ocasión lo han trufado con una complejidad y una tridimensionalidad para todos ellos que deja sin aliento. Algunos dejan su lugar de coprotagonismo mientras que otros se mantienen en segundo plano mientras que los nuevos recogen el testigo, pero todos ellos forman un caleidoscopio que funciona y en el que el verdadero protagonista es Nathan. Sin duda este cuarto juego (quinto si contamos el estupendo prólogo que supuso El Abismo de Oro y que vivimos en PS Vita) es en el que el héroe engorda en mayor medida su tridimensionalidad y toma decisiones con las que no siempre estaremos de acuerdo y que le convierten en un personaje cargado de indecisiones, choques entre lo que piensa y lo que hace y, en definitiva, una complejidad en su pellejo que hasta ahora no habíamos experimentado con él. En esta ocasión Nathan Drake es más ser humano que nunca. En cuanto a cómo nos relacionamos con los demás, se habló mucho de un detalle mostrado en los tráilers, la posibilidad de participar en las conversaciones con elecciones en cuanto a qué decir. Lo cierto es que es una opción que está ahí y que se agradece, pero de la que la propia Naughty Dog ya advirtió su importancia relativa que ahora podemos confirmar. Por un lado, porque apenas aparecen durante la aventura y cuando lo hacen, en momentos muy puntuales y aislados, es con detalles que resultan intrascendentes. Cómo llevar alguna conversación hacia una dirección u otra para averiguar algo más de información sobre nuestros personajes, o para decidir a qué le da importancia nuestro protagonista son algunas de las cosas que se pueden conseguir, pero la presencia roza la media docena de diálogos y no afecta en absoluto al devenir de la aventura.

En lo jugable respeta también las señas de identidad de los Uncharted precedentes, pero no se olvida de introducir variantes

Por el camino vamos a vivir muchos momentos inolvidables, con esas secuencias tan peliculeras que tienen el sello de sus creadores, pero también con otras mucho más intimistas en las que de veras conocemos a los personajes. Todo ello salpicado de abundantes secuencias cinemáticas que nos enseñan una valiosa lección sobre el pulso que hay que mantener en términos narrativos para contar una historia profunda sin entorpecer el ritmo de la acción, ni sin pasarse de largo con el número de vídeos y sobreexponerla. No sólo es el Uncharted más maduro porque tenga el menor componente de fantasía de la serie al completo, sino también debido a que esa veteranía y maestría de sus responsables se traduce en un tempo que roza lo perfecto y que sólo admite algún ligero pero en sus últimas tres o cuatro horas, quizá prolongadas de una forma no demasiado natural con situaciones ya vividas para alcanzar una duración que el aficionado estime como generosa para el dinero que invierte en el título. ¿El desenlace? No vamos a contar nada, como es lógico, y habrá opiniones divisivas en cuanto a si es el adecuado o no. A nosotros nos lo ha parecido, desde luego, contado con elegancia y maestría y una velocidad perfectamente sosegada, como una carta de amor. Y es que eso es este Desenlace del Ladrón, una misiva de enamorado hacia los jugadores (ojo a los geniales guiños y huevos de pascua tanto a otros juegos del estudio como a clásicos de todos los tiempos), y hacia el propio Nathan Drake y su familia al completo.

Vamos Nathan, ¡Un Último Esfuerzo!


Un Broche Épico

Si algo han tenido los Uncharted desde el comienzo como clave es el ofrecer distintos estilos jugables que abrazan los videojuegos completos consiguiendo una sensación de variedad muy interesante. Hay disparos, muchas secciones de plataformas, también encontramos rompecabezas y, en esta ocasión, más exploración que nunca en el que es uno de los cambios más llamativos de esta cuarta entrega. Por lo demás quien se haya sentido cómodo en episodios anteriores seguirá estándolo en este nuevo título, pero al mismo tiempo encontrará algunos detalles nuevos aquí y allá que le aportan cierta frescura al conjunto y, especialmente, ese énfasis puntual por lograr que algunos niveles sean como pequeños mundos abiertos en los que nos podemos mover con cierta libertad.

Un ladrón debe lucir bien en cualquier circunstancia, así que si tenemos que ir a una subasta al bueno de Nathan y a Sully les toca sacar a pasear el esmoquin. Nunca es mal momento para lucir palmito, ¿verdad?
Un ladrón debe lucir bien en cualquier circunstancia, así que si tenemos que ir a una subasta al bueno de Nathan y a Sully les toca sacar a pasear el esmoquin. Nunca es mal momento para lucir palmito, ¿verdad?


Esto, que seguramente será la parte que más llame la atención de los aficionados, admite matizaciones. En la comunidad de 3DJuegos se pulsó cierta inquietud por parte de los lectores en cuanto a si este énfasis por la libertad estropearía de alguna manera el espíritu de la saga de Naughty Dog, sin embargo hay que dejar claro que su presencia se limita a una serie de capítulos aislados (los más largos eso sí) y que para el resto de la campaña el funcionamiento es el habitual. Sí que es cierto que incluso los escenarios más lineales y deudores del estilo de la serie anteriormente son mucho más grandes que los de antaño y esconden muchos más secretos e incluso alguna vía alternativa, pero en cuanto a usar vehículos y movernos con libertad para explorar no llegan a la media docena. De este modo el estudio incorpora este factor de novedad que tan bien le hace a la marca en su cuarto (quinto) videojuego; y que, si bien no lo revoluciona, sí que comienza a dar algunas pistas sobre que quizá no vayan tan desencaminados esos rumores que apuntan a que el equipo californiano esté pensando en ampliar sus miras hacia mundos mucho más abiertos en sus futuros proyectos.

Vamos Nathan, ¡Un Último Esfuerzo!


¿Cómo funcionan estas partes? Muy sencillo. Tenemos vehículos diferentes que pilotar, de exquisito control todos ellos, y en cualquier momento podemos bajarnos de ellos para echar un vistazo al escenario y resolver algún pequeño puzle, o darnos un paseo a la búsqueda de desbloqueables o buscando algún asentamiento enemigo para acabar con los mercenarios que nos persiguen. A pesar de que el aspecto del decorado es engañoso y no siempre lo que encontremos tiene interés, el título logra muy bien mezclar sus estilos; y es un placer, por ejemplo, bajarse del coche y liarse a tiros con un grupo de soldados del bando adversario, vaciar su base, echar un vistazo a los alrededores, y seguir nuestro camino. Eso es, en parte, porque las mecánicas shooter siguen siendo uno de los puntos más fuertes de la aventura, y es que todo funciona como debe en un estilo de acción con coberturas muy cuidado, con un apuntado exquisito y con un sentido de la espectacularidad que va fuera de toda duda.

Sin embargo, si no nos interesan tanto los tiroteos en sí mismos podemos optar por la introducción de un modo de sigilo que es todo un hallazgo. Obviamente no debemos esperar aquí la profundidad de propuestas de referentes en otros títulos donde lo importante es pasar desapercibido, pero es de agradecer el esfuerzo de Naughty por ofrecer una vía alternativa (otra más) para los aficionados que no quieren lo mismo que ya hemos visto en anteriores entregas, sin descuidar a quienes sí lo desean. Se trata de acabar con los enemigos pasando desapercibidos, y para ello los ejecutamos desde las sombras usando coberturas o también la vegetación en los escenarios que sí la tienen, permitiéndonos escondernos entre matorrales en una mecánica inequívocamente deudora de aquella que introdujo Assassin’s Creed IV: Black Flag hace ya algunos años. En líneas generales el funcionamiento es más que adecuado, y si bien hay algunos momentos en que los oponentes son algo cortos de vista, especialmente en cuanto a detectar los cadáveres de sus compañeros (que por cierto no podemos mover), lo cierto es que el funcionamiento general admite pocos reproches.

Vamos Nathan, ¡Un Último Esfuerzo!


Si no nos interesan tanto los tiroteos en sí mismos podemos optar por la introducción de un modo de sigilo que es todo un hallazgo

Lo mismo se puede decir de las plataformas y los puzles, las otras dos patas de la mesa que conforma este Uncharted 4. El funcionamiento en ambos está perfectamente estudiado para ser impoluto. En las secciones más puramente acrobáticas, Nathan sigue siendo un seguro de vida, es capaz de moverse como una lagartija por paredes verticales y la implementación del pico para las paredes porosas y del gancho para sortear grandes vacíos son dos añadidos extraordinarios... especialmente este último en combinación con el escenario para movernos de forma muy veloz y resolver de maneras increíbles las escenas de combate. Por su parte los puzles están ubicados exclusivamente donde tienen sentido argumental, es decir en tumbas y plataformas, pero también hay algunos que heredan algo de The Last of Us como los de mover cajas para poder alcanzar partes altas del escenario o del uso del cabrestante del jeep. Si acaso, y por sacar alguna pega, en estos dos campos sí podíamos haber esperado un poco más de desafío. Si bien es cierto que hay cinco niveles de dificultad a escoger al comenzar la partida, éstos sólo afectan a los combates de modo que permanecen inalterables para las otras dos partes. Nunca ha sido difícil superar las partes de escalada de un Uncharted, y a pesar de las incorporaciones de esta entrega en cuanto a nuevos accesorios y, por ende, desafíos extra; no acabamos de sentir un mínimo de amenaza ni tan siquiera en las partes más escarpadas y aterradoras ni tampoco hay que rebuscar demasiado para dar con el camino correcto para seguir adelante. Lo mismo podemos decir de los puzles, muy ingeniosos pero sin un gran reto en ningún caso.

El uso de la iluminación es una auténtica barbaridad. Tanto la luz artificial como la natural cuentan con un retrato de inusitado realismo.
El uso de la iluminación es una auténtica barbaridad. Tanto la luz artificial como la natural cuentan con un retrato de inusitado realismo.


Porque el juego en líneas generales es algo tramposo, claro, pero una vez aceptas su fantasía sientes que le proporcionas una “barra libre” para que te regale su aparatosa espectacularidad aún a costa de saltar por los aires (literalmente) muchas normas físicas de pura lógica. Esto va más allá de los recursos tipo Deus Ex Machina que se introducen a menudo en obras de estas características, ya sea en cine, literatura o videojuegos, sino que hablamos de algo un poco más “sello Uncharted”. No hablamos de nada grave, claro, pero sí que hay muchos saltos literalmente imposibles, abundantes puentes que ceden oportunamente a nuestros pies en el momento preciso para crear una sensación de fragilidad y dejar a Nathan oportunamente en el camino exacto para poder continuar y, también por qué no decirlo, muchos coches que explotan con apenas un par de disparos, como en la sobresaliente secuencia de persecución a bordo de camiones que se pudo ver en el E3 2015 y que es todavía más apabullante cuando la vemos en nuestra propia televisión. Como decimos más que una crítica o una pega, es una observación, pero se repite tan a menudo que hay que exponerla. El Desenlace del Ladrón requiere que entremos en su fantasía y que aceptemos sus normas ,y sólo así podremos disfrutarlo en su justa medida. Para una obra que ofrece tantas cosas no parece que sea exigir mucho, ¿verdad?

Vamos Nathan, ¡Un Último Esfuerzo!


Más Allá de la Campaña

Llegados a estas alturas de análisis de Uncharted 4 queda meridianamente claro que el modo historia lo borda, y eso es algo de tremenda importancia puesto que es el principal foco de atención para el aficionado en un juego de la serie Uncharted. Sin embargo desde la segunda entrega en Naughty Dog se han volcado también en ofrecer un multijugador a la altura de su campaña, y poco a poco han pulido una fórmula que alcanza su versión más brillante justo en el momento de su despedida de la saga con El Desenlace del Ladrón. La esencia es la misma de lo que se ha venido viendo en los episodios dos y tres, no obstante el resultado aquí es el más sobresaliente y, por si fuera poco, el que más posibilidades y capacidad para entretenernos durante muchas horas disfruta a sus espaldas.

Vamos Nathan, ¡Un Último Esfuerzo!


El uso del gancho en el multijugador es fundamental. No sólo nos permite dar un golpe letal al enemigo usando su fuerza, sino que también nos convierte en un blanco difícil de acertar.
El uso del gancho en el multijugador es fundamental. No sólo nos permite dar un golpe letal al enemigo usando su fuerza, sino que también nos convierte en un blanco difícil de acertar.


Hay pocas sorpresas en cuanto a las modalidades. Hay una llamada Calentamiento que es el trampolín de entrada ideal para los que se acaban de comprar el videojuego, y que es un sencillo combate a muerte por equipos con aficionados de todo el mundo que son tan inexpertos como nosotros. Una vez nos sintamos como pez en el agua por aquí podemos dar el salto a esta misma alternativa jugable pero con usuarios más veteranos, aunque también a las variaciones de captura la bandera o de toma de territorios que conforman el resto de ofertas. En cuanto a mapas, de lanzamiento hay disponibles ocho que son las lógicas variaciones de algunos de los niveles más emblemáticos de la campaña individual, pero Sony ya ha adelantado que tanto en cuanto a modalidades como en localizaciones ofrecerá más conforme trascurra el tiempo y de forma gratuita. Una línea por la que últimamente han apostado algunos juegos como Halo 5: Guardians, y que confiemos en que se expanda puesto que parece una idea fantástica a la hora de no fragmentar a las comunidades de sus jugadores entre quienes compran los packs de mapas y quienes no lo hacen.

¿Por lo demás? Hubo una beta que ya permitió a los aficionados hacerse una idea de lo que ofrece la faceta on-line de Uncharted 4, y en esencia las conclusiones son las mismas. Con una base shooter y de mezcla de plataformas tan buena como la que ofrece el modo historia es muy difícil meter la pata a la hora de conseguir un multijugador que no sea igual de dinámico y de endemoniadamente adictivo, así que en Naughty Dog han optado por un estilo acertadamente conservador en este campo. Elijamos el skin que escojamos de “los buenos” y “los malos”, el resultado es el mismo en cuanto a agilidad y tenemos mapas que ofrecen tantísimas posibilidades en vertical como en horizontal para enfrentarnos al resto de jugadores. Todo esto unido al extraordinario uso del gancho para balancearnos aquí y allá nos permite protagonizar algunos tiroteos sencillamente memorables donde nada es lo que parece y los disparos pueden venir del rincón más insospechado. En este campo lo trabajados que están los decorados son toda una garantía, situando sus lugares de interés en el sitio adecuado y creándose los puntos calientes en posiciones desde las que siempre es fácil llevar a cabo maniobras de supresión o flanqueo.

Vamos Nathan, ¡Un Último Esfuerzo!


Naughty Dog se han volcado también en ofrecer un multijugador a la altura de su campaña

Sí es cierto que siendo las localizaciones tan grandes y estando limitados los modos a un máximo de cinco contra cinco en la alternativa más populosa de éstos, en algunas situaciones puede darse la sensación de que éstas están algo vacías y que a veces los combates se concentran en lugares muy específicos de éstas. Eso es porque en el estudio no quieren descuidar que una de las esencias de las aventuras de Nathan Drake, como es la exploración, esté presente también en su vertiente multijugador. Es por ello que salpican los decorados de diamantes en lugares aleatorios, y que su obtención tiene una importancia capital. Si hemos dicho que en Naughty Dog no se han arriesgado mucho con la parte puramente jugable, sí lo han hecho en cuanto a la economía que rodea al multiplayer.

¿Cómo funciona? Muy sencillo. Cada acción que llevamos a cabo en la parte on-line nos depara dólares, incluido el encontrar diamantes, y eso lo podemos dedicar en la tienda in-game a comprar pequeñas ventajas al vuelo dentro de la propia partida. Es importante matizar esto porque para la parte persistente hay otra moneda diferente, y los dólares al terminar cada enfrentamiento se vacían y tenemos que volver a empezar su recolección en la siguiente partida. En qué queremos volcarlo es algo que escogeremos antes de comenzar cada ronda entre las bases de pertrechos que hayamos elegido y distribuyéndolos en un menú radial que funciona a modo de tienda, y pudiendo volcarlo en compañeros manejados por la IA, armas o incluso elementos místicos.

Vamos Nathan, ¡Un Último Esfuerzo!


La parte de progresión persistente del multijugador permite muchas alternativas para personalizar el look de nuestros personajes on-line.
La parte de progresión persistente del multijugador permite muchas alternativas para personalizar el look de nuestros personajes on-line.


Por otra parte también hay otras bases en las que gastar dinero in-game fuera, por un lado las reliquias que obtenemos superando desafíos diarios, ganando con nuestro equipo u obteniendo distintos incentivos que vaya poniendo el estudio, y que podemos destinar a comprar ítems aleatorios y mejoras para el personaje y, por otra parte, los Uncharted Points que van destinados a elementos cosméticos con los que personalizar el look de nuestros héroes. Hay un sistema de microtransacciones para comprar algunas de estas monedas a través de dinero real si no tenemos interés en dedicarle tiempo a hacernos con ellas, sin embargo el estudio ha asegurado que no habrá un solo objeto que podamos comprar con euros o dólares que no esté a nuestro alcance también jugando.

Toda una declaración de intenciones para un videojuego que basa su atractivo multijugador no sólo en lo adictivo que es todo su sistema de subida de nivel y de desbloqueos, ya sean estéticos o de armas y accesorios, sino también en el trabajo en equipo... Y eso que en este sentido echamos en falta la ausencia de la pantalla dividida de entregas anteriores. Así los coleccionistas y los que gustan de potenciar a sus personajes tienen un sinfín de alternativas para customizar arsenal o ventajas, pero quienes gustan de cooperar con sus amigos o sencillamente con desconocidos tienen un sistema muy equilibrado en el que hay tantos incentivos por acabar con nuestros enemigos como por salvar aliados caídos o marcarles la posición de adversarios, por ejemplo.

Vamos Nathan, ¡Un Último Esfuerzo!


Un Paso por Delante

Desde el estreno de la serie Uncharted, los juegos de esta marca se han caracterizado siempre por ser un referente a nivel gráfico con pocos parangones. Huelga decir que todos quedamos sorprendidos por su estreno en 2007 en PlayStation 3, y más aún con su progresión en los episodios segundo y tercero que elevaron netamente el listón de lo que se podía conseguir con la máquina de Sony en el anterior ciclo. Hasta tal punto es así que incluso El Abismo de Oro, hecho por Bend Studio para PS Vita, era toda una declaración de intenciones de lo que se podía lograr con la tristemente desaprovechada máquina portátil de la compañía nipona. Así que Uncharted 4 se presentaba con la necesidad de ofrecer un antes y un después en lo visual, y lo cierto es que lo ha conseguido.

Desde el punto de vista visual, Uncharted 4 es un videojuego que atesora varios momentos capaces de ponernos la piel de gallina.
Desde el punto de vista visual, Uncharted 4 es un videojuego que atesora varios momentos capaces de ponernos la piel de gallina.


En un momento de la industria en el que hay tantísimo contenido de vídeo de extraordinaria calidad y los juegos muestran antes de su salida tal cantidad de material en movimiento puramente in-game las palabras para describir lo que ofrecen en lo visual no son tan necesarias como lo eran hace diez años, sin embargo eso no significa que no debamos decir algunas cosas sobre esta aventura. Sí, hemos visto mucho contenido de Uncharted 4, pero no es lo mismo que verlo en nuestra pantalla. Secuencias tan imponentes como la del E3 con la persecución con camiones o la de la exploración de la zona natural con el jeep son todavía más imponentes si las observamos netas y sin las compresiones de vídeo que inevitablemente tiene todo el material que se publica en la red, y el juego se convierte por méritos propios en lo más impresionante que se puede ver a día de hoy en el mundillo de los videojuegos y en toda una demostración de lo que es capaz de conseguirse desde el punto de vista visual con PlayStation 4.

Vamos Nathan, ¡Un Último Esfuerzo!


Uncharted 4 se convierte por méritos propios en lo más impresionante que se puede ver a día de hoy en el mundillo de los videojuegos

El motivo de todo ese impacto estriba en varios frentes. Por un lado los artistas de Naughty Dog siguen contándose entre los más talentosos e inspirados de la industria, lo que supone que siempre presentan escenarios y diseños de personajes de un incuestionable buen gusto. Por otro la ejecución de éstos por parte del equipo no admite réplica, con unas cinemáticas inigualables en las que se pueden notar detalles geniales como el sudor o las venas de los rostros y brazos de los personajes y que, a menudo, incluso enlazan con la parte in-game sencillamente alejando la cámara del rostro de Nathan tras acabar una conversación. En las partes puramente jugables el título es igualmente abrumador, con escenarios y protagonistas y secundarios que disfrutan de los mejores modelados que hemos visto hasta la fecha para unos y otros, de unas animaciones que ponen la carne de gallina y donde no hay una sola parte descuidada o que haga pensar en un conjunto irregular. En lo puramente técnico sí es cierto que en algunos momentos muy puntuales y ciertamente aislados hay alguna ligera bajada en la tasa de imágenes por segundo, pero no es nada incómodo para el control o para la experiencia jugable y es algo de lo que sólo se darán cuenta los más atentos. Nada, desde luego, que enturbie las sensaciones de inmersión que producen los cuidadísimos efectos de fuego, humo y explosiones, o especialmente la perfecta iluminación de cada nivel, ya sea con luz natural o artificial, ni tampoco el crecimiento exponencial de todos los mapas al apostarse en algunos de ellos por un concepto de “mini mundo abierto” que no por ello baja ni un ápice sus prestaciones gráficas. Todo un lujo para nuestro televisor y una nueva forma de elevar el listón para los demás estudios por parte de este equipo californiano.

No, no vamos a hablar de Amy Hennig, la verdadera madre de la saga Uncharted. Vamos a dedicarle un rinconcito del análisis a los que se definen a sí mismos como un matrimonio de lo más atípico. Hablamos de Bruce Straley y Neil Druckmann; responsables, respectivamente, de las partes jugable y narrativa de este Desenlace del Ladrón. Son un tándem formidable que ya nos han dejado tres joyas bajo el sello Naughty Dog como son Uncharted 2, The Last of Us y Uncharted 4, en orden cronológico, y que aseguran que el secreto de su forma de trabajar es una comunicación plena entre ambos. Una coexistencia creativa en la que a veces chocan puesto que no siempre están de acuerdo, pero de la que siempre se acaban extrayendo conclusiones positivas que acaban conformando esos títulos donde las dos facetas a las que dedican sus esfuerzos funcionan realmente bien y compenetradas. Eso no es algo para nada habitual, puesto que no faltan los ejemplos de videojuegos de los últimos tiempos donde el guion acaba opacando a la parte jugable o viceversa. Evitarlo es todo un logro de estos papá y mamá cuyo “matrimonio” funciona tan bien como un reloj suizo.
Papá y Mamá - No, no vamos a hablar de Amy Hennig, la verdadera madre de la saga Uncharted. Vamos a dedicarle un rinconcito del análisis a los que se definen a sí mismos como un matrimonio de lo más atípico. Hablamos de Bruce Straley y Neil Druckmann; responsables, respectivamente, de las partes jugable y narrativa de este Desenlace del Ladrón. Son un tándem formidable que ya nos han dejado tres joyas bajo el sello Naughty Dog como son Uncharted 2, The Last of Us y Uncharted 4, en orden cronológico, y que aseguran que el secreto de su forma de trabajar es una comunicación plena entre ambos. Una coexistencia creativa en la que a veces chocan puesto que no siempre están de acuerdo, pero de la que siempre se acaban extrayendo conclusiones positivas que acaban conformando esos títulos donde las dos facetas a las que dedican sus esfuerzos funcionan realmente bien y compenetradas. Eso no es algo para nada habitual, puesto que no faltan los ejemplos de videojuegos de los últimos tiempos donde el guion acaba opacando a la parte jugable o viceversa. Evitarlo es todo un logro de estos papá y mamá cuyo “matrimonio” funciona tan bien como un reloj suizo.


Para rendir culto al extraordinario trabajo del que hace gala el programa hay un sinfín de extras que el aficionado más curioso puede desbloquear. Durante la aventura vamos obteniendo puntos que podemos volcar en liberar art-works de extraordinaria belleza o modelados de los personajes para comprobar con todo lujo de detalles el sobresaliente acabado de texturas y carga poligonal del que hacen gala como si de una colección de figuras se tratara. Por otra parte el juego también mantiene la esencia de tener un montón de filtros y trucos en forma de extras que podemos comprar con esos mismos puntos una vez terminada la aventura. No los enumeraremos para evitar que el factor sorpresa invada al jugador cuando llegue hasta ellos, pero sí los hay muy curiosos con algunos que no pasan de ese toque simpático mientras que, por otro lado, encontramos otros que de veras tienen proyecciones jugables muy interesantes. Todo un detalle que siempre ha estado presente en la IP, pero que en esta ocasión va un paso más allá por profundidad, número y posibilidades.

En lo sonoro poco que decir que no sea afianzar la calidad de lo que ofrecen los productos desarrollados por Sony y sus estudios internos. La música cuenta con las brillantes composiciones de Henry Jackman, uno de los nombres más de moda en la industria del cine actual y que ha firmado los temas de películas de éxito recientes como Capitán América: Civil War o Kingsman: Servicio Secreto. Los efectos de sonido tienen la calidad y la ensordecedora capacidad de meternos en su mundo y el título, por si fuera poco, llega a nuestro país traducido y doblado con un nivel sencillamente extraordinario y las voces habituales de entregas anteriores.

Imprescindible

Obra maestra
Vamos Nathan, ¡Un Último Esfuerzo!

Uncharted 4: A Thief's End

Por: El equipo de 3DJuegos
Obra maestra

Uncharted 4 es una despedida a la altura de lo que un personaje tan icónico como Nathan Drake requería. Pocos peros se le pueden poner a una obra de sus dimensiones, cargada de contenidos en modo campaña y multijugador, y acreedora de una historia que nos mantiene pegados a la pantalla. Si tenemos ganas de rizar el rizo sí se le podía haber pedido al estudio un ligero plus a la hora de llevar más allá sus novedades o de elevar la dificultad de las partes de plataformas o puzles, un paseo por el parque en ambos casos, pero seguramente no seríamos justos con el calado de este videojuego. El Desenlace del Ladrón ha llegado, y está a la altura del tesoro de Libertalia.

Comprar Uncharted 4: A Thief's End
  • El ritmo está mejor medido que en ningún Uncharted. Una auténtica montaña rusa.
  • Las escenas de acción son increíbles. Majestuosas, divertidísimas y con un control muy exacto.
  • La historia engancha y nos tiene en vilo, y cuenta con el habitual y brillante sello Neil Druckmann.
  • Gráficamente es lo más brutal que se puede ver en estos momentos.
  • Música inspirada, doblaje impecable y efectos atronadores… El sonido es redondo.
  • La dificultad de plataformas y puzles es muy baja, parece que no se ha querido dejar de lado ni a los más inexpertos.
  • Algunas de las incorporaciones jugables, como la exploración o los diálogos, podían haber ido todavía más lejos.
Jugadores: 1-10
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración: 16-18 horas (mínimo) + multijugador incalculable
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

25.094 visualizaciones

20 MEJORES JRPGS DE 2024 Y MAS ALLA

Hace sólo unos días que publicábamos nuestro especial sobre los RPG, Action-RPG y CRPG que llegarán a lo largo del año 2024 y en el futuro todavía más lejano, y hoy toca el día de hacer lo propio con los videojuegos JRPG que más esperamos de los próximos tiempos...