Una divertida aventura de plataformas y acción bidimensional chapada a la antigua y con esencia española. ¿Cómo resistirse a tal oferta? Descubre el gran potencial que se esconde tras Zack Zero y pon a prueba tus habilidades en este desafiante juego para PlayStation Network.
Después de más de tres años de desarrollo y una lucha constante contra las dificultades económicas a las que tienen que hacer frente los pequeños estudios españoles, por fin está entre nosotros Zack Zero; y bien podemos decir que la espera ha merecido mucho la pena. Con un estilo jugable que recuerda a las grandes aventuras de plataformas bidimensionales de nuestra infancia, y un desarrollo de la acción cargado de retos que nos harán disfrutar de lo lindo de principio a fin, el primer trabajo de Crocodile Entertainment se ha convertido por méritos propios en uno de los juegos importantes de PlayStation Network, y uno de esos títulos que encantará a cualquier aficionado al género.
Poder elemental
Un villano muy malvado, una chica en apuros y el héroe de turno dispuesto a todo por salvar a su amada. Como los clásicos, Zack Zero no se anda con chiquitas y prácticamente desde el primer minuto nos sumerge de lleno en la acción. Saltos, trampas mortales, plataformas móviles a las que agarrarse in extremis, montones de enemigos y algún que otro puzle entre medias, son parte de los desafíos que nos encontraremos en los variados escenarios que destacan por sus dimensiones y los caminos alternativos que presentan, con tesoros ocultos en su interior.
Jugablemente, estamos ante un título realmente clásico en el que tendremos que ajustar al milímetro los saltos para no caer mortalmente por los precipicios, con una considerable variedad de situaciones de riesgo que nos obligarán a usar a conciencia uno de los elementos más interesantes del juego: el increíble traje con el que irá equipado nuestro héroe. Y es que Zack podrá alternar entre cuatro modos de combate distintos basados en la energía elemental del hielo, fuego y tierra, más aparte el atuendo normal equipado con sus afiladas cuchillas. Lo mejor es que este elemento, que en principio parecería estar enfocado únicamente a los combates, tiene también su peso en el propio desarrollo de la acción con implicaciones directas tanto en las secciones de plataformeo como en los puzles.
No en vano, cada uno de los modos de energía elemental nos ofrece varias habilidades especiales ajenas a los combates que nos van a permitir, por ejemplo, ralentizar el tiempo con el poder del hielo para sortear algunas trampas, surcar temporalmente los cielos con el poder de las llamas, que además también nos conferirá gran velocidad para escapar de situaciones de peligro extremo, y destrozar los obstáculos que se interpongan en nuestro camino o mover grandes bloques de piedra gracias al demoledor poder de la tierra. Todo ello de forma fluida y natural gracias a un sistema de control que nos permite cambiar entre los cuatro modos del traje con suma rapidez (usando la cruceta), aunque a veces el juego resulta algo caprichoso y no alterna los trajes con la velocidad que esperábamos.
Y este es un detalle importante sobre todo en las batallas, ya que se premiará con una mejor puntuación final la variedad de golpes que realicemos durante los enfrentamientos, fomentándose la alternancia de los distintos trajes para obtener combos de puntuación más elevados. Y para ello contamos con diversos movimientos ofensivos para cada traje, lo que unido a los 30 tipos de enemigos distintos con los que nos encontraremos, dan como resultado un sistema de combate no excesivamente complejo pero sí lo suficientemente variado y desafiante como para no caer en lo repetitivo en ningún momento. En este sentido, se agradece mucho la presencia de tropas enemigas de ataque a distancia, voladoras, otras con movimientos cuerpo a cuerpo, jefazos que nos obligarán a actuar de forma algo distinta para atacarles por la retaguardia y, por supuesto, varios enemigos finales con sus propias rutinas de ataque. Eso sí, estas batallas podrían haber dado algo más de juego, aunque tampoco se le puede echar nada en cara a Zack Zero, ya que siendo principalmente un título de plataformas, su sistema de combate resulta realmente divertido y desafiante –obtener los mejores combos sin perder la vida es todo un reto-.
También es importante destacar el sistema de progresión de habilidades de nuestro héroe, que pese a lo sencillo que resulta –las mejoras se van aplicando automáticamente-, potencia de forma notable la exploración de los entornos. No en vano, será necesario dar con las gemas de energía de cada escenario para subir con mayor rapidez de nivel, lo que unido a la presencia de trofeos ocultos, dota al juego de un interesante desarrollo de la acción. Es cierto que pese a todo estamos ante un título lineal, pero al menos se premia el que seamos más sesudos investigando cada escenario con una mejor puntuación al final del nivel, e incluso con un auténtico homenaje al clásico Phantis que merece la pena ver (el encontrarlo es cosa vuestra).
Por último, la variedad de escenarios y lo bien detallados que están demuestran el mimo con el que el equipo de Crocodile Entertainment ha desarrollado Zack Zero. El modelado de los personajes, la contundencia de los efectos de nuestros ataques, la profundidad visual de muchos de los escenarios por los que nos moveremos, los efectos de luces y desenfoque, o el simple diseño artístico de los parajes y seres con los que nos toparemos –con secuencias animadas estilo cómic incluidas-, lo convierten sin duda en uno de los juegos más vistosos de PlayStation Network. Y lo mejor es el que el apartado sonoro también ofrece unas melodías de gran factura que acompañan perfectamente a la acción –aunque a veces pueden ser algo repetitivas-, unos efectos sonoros bien recreados, y un doblaje al castellano de calidad para las secuencias cinemáticas.
En definitiva, las cinco o seis horas de juego que ofrece el modo historia de este Zack Zero nos han resultado muy divertidas, a lo que debemos sumar el aliciente por obtener las mejores puntuaciones en cada nivel, que es algo que puede algar la duración del juego un par de horas adicionales. Y es esta mentalidad de clásico arcade la que nos ha conquistado. Es verdad que el juego tiene pequeños fallos y no alcanza las cotas de precisión milimétrica vistas en otros títulos de plataformas, pero en conjunto, estamos ante un título de calidad que atrapará irremediablemente a cualquier amante del género. Además, tras contemplar el final, nos morimos de ganas por disfrutar de su, esperamos, pronta secuela, ya que con todo lo aprendido podría ser bestial.
Si te gustan las clásicas aventuras de plataformas bidimensionales no lo dudes, hazte con Zack Zero porque es uno de esos juegos capaces de transportarte a los viejos tiempos con sus desafiantes retos y su simpática historia de héroes y villanos. Además, su sistema de combate y las pruebas puntuables lo convierten en un título realmente adictivo y una compra muy recomendable para cualquier amante del género.
