Durante la pasada generación de consolas, ser amante de los RPG conllevaba necesariamente poseer una PlayStation 2. La consola de Sony se ha hecho con las novedades más importantes del género, dejándonos un auténtico catálogo de joyas al que se une un título más: Rogue Galaxy. ¿Es digno merecedor el título de Level 5 de ocupar un lugar en el Olimpo de los videojuegos de rol?
PlayStation 2 está a punto de subir de nivel para terminar venciendo, de una vez, al enemigo final que le impide retirarse como leyenda dentro de la historia de las videoconsolas. Como ya le ocurriera a su hermana menor, la última máquina de Sony ha podido disfrutar de títulos de una increíble factura: Kingdom Hearts, Valkyrie Profile 2, Dragon Quest VIII, Dark Cloud... siendo los dos últimos especialmente reseñables para este análisis, puesto que constituyen los dos mejores exponentes de Level 5, compañía japonesa encargada de dar a luz una obra que, a pesar de haber tardado un poco en llegar a Europa, ha acabado mereciendo la pena esperar.
Tanto la compañía como su socio, Sony Computer Entertainment, han tenido que buscar una buena excusa para explicar estos casi dos años de retraso desde el lanzamiento de Rogue Galaxy en Japón. La solución se halla en la propia caja del producto, con un DVD que alberga mucha más información que la versión original y que se ha ocupado de mejorar tanto los gráficos como los tiempos de carga, además de incluir algunos extras en forma de un nuevo mundo y más diálogo hablado (eso sí, en inglés) para que nos metamos más de lleno en una historia que hace honor a la pertenencia del título al género de los RPG.
Una de piratas espaciales
La trama gira en torno a Jaster Rogue, un joven deseoso de ver mundo y de comprobar lo que se esconde tras el cielo de su planeta natal. No obstante, el clima opresivo que encierra a la gente del planeta Rosa le impide poder escapar del yugo impuesto por la Federación Longardia. Nadie puede huir del planeta y nadie puede hacer frente a semejante poder, hasta que nuestro protagonista tiene un golpe de suerte y se encuentra con Desert Claw, un legendario cazarrecompensas que hace entrega a Jaster de una de las espadas capaces de alterar el devenir de los acontecimientos en la galaxia. A partir de ese momento, todo cambiará para nuestro héroe que, ahora como pirata galáctico, se dispondrá a descubrir algo más que tesoros y riquezas en el espacio exterior.
Será una historia galáctica, un cuento de piratas y también un pequeño homenaje a "Star Wars". Todo ello consiguiendo una identidad propia en la trama y creando una sucesión de eventos donde iremos conociendo a nuevos personajes (hasta siete) que se irán sumando a nuestro equipo a medida que avancemos en una aventura lineal pero con mucha capacidad de maniobra. Habrá muchos planetas que visitar e infinidad de tareas a realizar. No se tratará sólo de completar la historia hasta el final, sino de disfrutar de minijuegos y "quests" adicionales que al final aumentarán desorbitadamente no sólo la variedad, sino también la duración de un título que ya de por sí es considerablemente grande.
Sin esperas
Lo mejor de todo será que esta longevidad no implicará, ni mucho menos, aburrimiento. Los tiempos han sido medidos a la perfección por Akihiko Hino (padre del título) para ofrecernos una experiencia de juego en la que las batallas serán muy dinámicas y los tiempos de espera muy cortos. Al final, el conjunto obtenido es el de un RPG sobresaliente, con un acertado equilibrio entre la parte correspondiente a la exploración de los variados escenarios y las situaciones pertenecientes a las batallas en tiempo real, las cuales se irán presentando aleatoriamente a lo largo y ancho de los mundos que iremos recorriendo.
Con una pistola en una mano y una espada en la otra, Jaster no luchará solo contra los rivales que vayan apareciendo en pantalla, sino que contará con la ayuda de hasta dos compañeros que le asistirán en su empeño de ganar puntos de experiencia con los que mejorar tanto sus habilidades como el nivel de sus armas. Controlados por la Inteligencia Artificial de la máquina, nuestros acompañantes no destacarán por su brillantez en las actuaciones frente al enemigo, pero tendrán la destreza suficiente como para sugerirnos ciertas acciones (atacar, curar, usar objeto...) que podremos aceptar o rechazar con la pulsación de un botón.
Con identidad propia
La táctica adquiere pues un alcance interesante debido a opciones como la descrita, que se unirá al hecho de que los enemigos tendrán ciertas vulnerabilidades y de que estaremos obligados a esperar un tiempo prudencial entre ataque y ataque para que nuestra capacidad ofensiva se restablezca. Así, tendremos batallas dinámicas, emocionantes, vivas, pero sin descuidar que nos resultará muy difícil tener éxito si es que vamos a lo loco durante los enfrentamientos. Cabeza, destreza a los mandos y algo de táctica son los elementos que nos propone Rogue Galaxy en un sistema de lucha depurado que quiere tener su propia seña de identidad.
Pero un videojuego no adquiere personalidad únicamente por un sistema de batalla, sino por un conjunto de opciones que tan pronto nos estarán invitando a explorar lugares desconocidos como a crear nuevos ítems o ganar habilidades que nos ayuden a completar nuestra aventura. Especial mención en este sentido merece la fábrica, que nos permitirá, después de hablar con las personalidades adecuadas, crear objetos que irán a formar parte del stock de las tiendas una vez que se cumpla el período de tiempo correspondiente a la creación del mismo. No será el único elemento particular de este título, ya que también habrá un tablero en el que, rellenando las diferentes casillas, obtendremos habilidades que nos ayudarán una vez que estemos inmersos en las difíciles batallas.
Los detalles de Level 5
Los minijuegos tampoco faltarán, así como diferentes "quests" que no dejarán de ser, al fin y al cabo, más que elementos adicionales que acaban, eso sí, haciendo grande a un videojuego donde ni siquiera faltará un ranking donde comprobar nuestros progresos en esto de convertirse en el cazarrecompensas perfecto. No está dejado al azar ni el aspecto de guardar partida, ya que será tan frecuente encontrar un punto de guardado como raro dar con un solo tiempo de carga. Sin duda, estos aspectos tan simples pero importantes, nos hacen recomendar el videojuego a aquellos que quieran meterse de lleno en un buen y serio RPG sin necesidad de recurrir necesariamente a títulos de serie B.
La curva de dificultad es perfecta, la dinámica de acción muy equilibrada y la trama muy absorbente. Pero hay un elemento que debe de fusionarlo todo, y ese es el apartado gráfico. Con una estética cel-shading, tanto los personajes como los escenarios gozan de un colorido y definición que nos hace estar hablando de uno de los títulos RPG más bellos después del gran Dragon Quest VIII. Como en este videojuego, Rogue Galaxy goza de unos personajes muy bien diseñados que, sin llegar al nivel del título mencionado, sí que guarda una relación muy grande con la estética cómic (aunque no necesariamente con el manga). Las expresiones, los gestos... todo responde a un esquema de dibujo animado que en pocas ocasiones hace uso de secuencias de vídeo pre-renderizado, ya que la mayor parte de las “intros” se basan en el potente motor del juego.
Al borde de la genialidad
Cuando algo así ocurre puede servirnos como indicativo para pensar que sus responsables deben de estar satisfechos con el trabajo realizado, y es que Rogue Galaxy, definitivamente, tiene una identidad que se ha ganado a pulso. El título tiene espíritu de campeón aún habiendo salido casi dos años después que en Japón, pero no nos cabe ninguna duda de que los verdaderos fans de los RPG no lo tendrán en cuenta cuando vean la calidad de un producto que no descuida ni su apartado de doblaje (aunque se encuentre en inglés). Y es que aquí lo raro no será ver secuencias donde los personajes hablen, sino situaciones en las que no lo hagan.
También será extraño escuchar expresiones fuera de la calidad general del videojuego o melodías que no ambienten convenientemente la acción. El compositor Tomohito Nishiura ha hecho muy bien su trabajo, completando de esta manera una faena que dará la vuelta al ruedo pero que no tendrá lo suficiente como para salir por la puerta grande. Le ha faltado el toque justo para convertirlo en una genialidad, además de que ha llegado con dos años de retraso con respecto al lanzamiento en Japón. Tal vez con los nuevos proyectos de Level 5 focalizados en PlayStation 3, ese punto necesario para pasar del videojuego sobresaliente al título que roza la perfección algún día se alcance. Hasta entonces, sólo nos queda esperar deleitándonos con un título que va a ser también uno de los que cierren el increíble catálogo RPG que nos está dejando PlayStation 2.
A pesar de poseer un par de años de retraso con respecto a su lanzamiento en Japón, a Rogue Galaxy no se le nota demasiado el paso del tiempo, resultando ser una de las aventuras de rol más recomendables dentro del nutrido catálogo de PS2. Su apuesta por una acción directa y sin tiempos de carga, complementada por una historia galáctica que nos llevará de planeta en planeta, hace de este videojuego un producto que bien podría valer para iniciar a alguien en esto del género RPG. Es largo, es adictivo, es original… pero no es una obra maestra, aunque pone las bases para lo que Level 5 podría traernos en un futuro y ya para otra consola.
Comprar Rogue Galaxy