Una de las series de hack'n slash más queridas en Japón, Dynasty Warriors, regresa a nuestro territorio con una nueva entrega que presenta las mismas características de siempre más alguna que otra innovación relevante. Y es que en esta ocasión el componente estratégico ha querido sumarse a esta ya clásica fiesta de destrucción masiva y espíritu histórico.
Tecmo-Koei nos presenta la enésima edición de su archiconocida serie de juegos hack’n slash, Dynasty Warriors 7 Empires, franquicia que con el paso del tiempo se ha convertido en una de las más representativas del género por tradición y peso específico. Dicha versión llega de manera exclusiva a PlayStation 3 y lo hace con algunas incorporaciones inesperadas en materia jugable que modifican un tanto su ya manida fórmula de juego, aportando nuevos alicientes.
Mucho más que batallas
Una de las características que siempre ha dispuesto esta serie es su localización histórica-ficticia. Una vez más el título vuelve a ambientarse en la era de los Tres Reinos, pudiendo tomar partido en varias épocas y conflictos relacionados con esta ápoca tan interesante de la historia oriental.
Entrando en materia jugable, la inmensa mayoría de vosotros seguro que ya sabéis qué esperar de la fórmula de juego incorporada en Dynasty Warriors 7 Empires, al menos a priori. Y es que han sido ya muchas las entregas que esta saga lleva a sus espaldas, ofreciendo a sus incondicionales combates épicos contra una inmensa cantidad de enemigos que nos atacan sin descanso, pudiendo llegar a eliminar a centenares de ellos literalmente en cada una de las fases. Y esto mismo sucede de nuevo en este capítulo, combates que siguen siendo realmente multitudinarios.
Pero antes de entrar en batalla es necesario escoger a nuestro personaje, gozando de una increíble variedad de opciones. Y es que son muchos los tipos que se dejan ver en esta aventura, algo tradicional en la franquicia, a lo que se añade la posibilidad de poder editar a los mismos o crear a nuestro propio héroe desde cero. El editor es muy completo y nos permite variar aspectos como su nombre, cara, voz, equipo y demás características básicas y complementarias. Y si todavía queremos más opciones, siempre podemos descargar otros personajes creados por los jugadores de todo el mundo. Más posibilidades, imposible.
Ya sobre el terreno, la gama de acciones y movimientos que es capaz de pertrechar cada uno de los protagonistas controlables que se dan cita en Dynasty Warriors Empires 7 es realmente colosal. El rango de combinaciones de golpes que pueden llevar a cabo es muy notable, destacando por encima de todos ellos los llamados EX y Musou, acciones muy contundentes y espectaculares que nos permiten deshacernos fácilmente de los rivales.
Sin embargo es justo señalar que todo esto que os acabamos de comentar y que tiene que ver con las batallas tan solo forma una parte de la completa oferta lúdica que posee esta nueva edición de Dynasty Warriors. Sí, porque al consabido desarrollo y mecánica de juego tan familiares que os acabamos de explicar se ha unido esta vez un alto componente estratégico y táctico, novedad que a nuestro juicio beneficia sensiblemente la jugabilidad del mismo. Y no hablamos de una pequeña opción de cara a la galería, sino que estamos ante un título que ofrece una profundidad y complejidad realmente elevadas, siendo uno de los títulos más densos que hemos probado recientemente.
Creando un Imperio
De esta forma no sorprende en absoluto que el modo de juego principal que presenta Dynasty Warriors 7 Empires sea precisamente ese, Empire Mode. En él podemos escoger el escenario en el que más nos interese intervenir de todos los que allí se encuentran, media docena, ofreciendo así cierta libertad de acción al jugador.
En cada conflicto intervienen diferentes países o reinos y personajes y se llevan a cabo en diferentes ciclos temporales. También es posible seleccionar el nivel de dificultad de cada uno de ellos, teniendo cinco de ellos a nuestra disposición. Y lo cierto es que nos ha sorprendido el calado de dicha modalidad, que atesora un nivel de complejidad y contenido muy a tener en cuenta.
Lejos de constar de opciones más bien básicas, esta opción nos permite asumir el papel de aquel héroe que nos apetezca entre aquellos que se encuentran a nuestra disposición y vivir junto a él una historia realmente absorbente. Este modo Empire consta de varias etapas muy bien definidas, siendo el Consejo de Guerra una de las primordiales.
¿Y en qué consiste dicho Consejo de Guerra? Pues se trata de una parte del título que nos permite llevar las riendas de nuestro reino a niveles bien diferentes, pudiendo tomar partido en la toma de decisiones políticas, relaciones con el resto de los países, batallas y un largo etcétera. Pero antes de entrar en detalles es necesario apuntar que en función del cargo que ocupe nuestro personaje (Soberano, Mariscal, Teniente, etc.) podremos tomar partido o no en dichas decisiones y características del juego. Y mucho ojo, que esto trae tras de sí más trascendencia de la que podáis pensar en un primer momento, ya que las diferencias entre unos y otros pueden ser descomunales.
Esto es debido a que, por ejemplo, si actuamos como soberanos tendremos una capacidad de decisión casi total sobre la pauta a seguir de nuestro reino en materias políticas, militares y demás, por lo que el título gana mucho en cuanto a su componente estratégico y táctico se refiere. Además este sistema de cargos no es fijo o invariable, ya que a medida que avancemos en la historia y superemos batallas podremos ir aumentando nuestra fama (dividida a su vez en varios elementos) y, también, escalar peldaños en nuestra jerarquía.
Este hecho aporta unas cotas de rejugabilidad y variedad más que interesantes a la fórmula de juego tradicional de esta franquicia, hecho que al menos desde nuestro punto de vista nos parece muy positivo, si bien es cierto que también os avisamos que no serán del agrado de todos los usuarios. Ya sabéis que nunca llueve a gusto de todos.
Pero hay más. Sin querer entrar en todos los más mínimos detalles para no hacer de este texto algo ya del todo infumable, debéis saber que el título nos permite otras opciones como asignar recursos a ciertos elementos y factores que nos parezcan interesantes, entablar relaciones diplomáticas con otros personajes y reinos, contar con seguidores, pagar estipendios a nuestros subordinados, plantear diferentes propuestas políticas, visitar varias ciudades y pueblos e interactuar con los diferentes personajes que allí se encuentren… Esto se aloja dentro de lo que se denomina fase de estratagema, que puede ser llevada a cabo tanto durante las batallas como en el propio desarrollo del Consejo de Guerra.
Y por último toca la fase de batalla, momentos puros de hack´n slash descritos al comienzo de este análisis en los que por fin saltamos a la arena para llevar a cabo de manera práctica las directrices tomadas por los soberanos.
En serio, las opciones que nos ofrece este título van mucho más allá de las consabidas tanto dentro de la serie como de las experimentadas en la inmensa mayoría de los juegos de este mismo estilo hack´n slash, lo que habla a las claras del esfuerzo llevado a cabo por parte de los desarrolladores de Omega Force de dar un paso adelante para su serie más popular. Como hemos comentado antes, habrá usuarios a los que esta serie de cambios les resulten muy atractivos y habrá otros a los que les parezcan demasiado "densos", pero lo que es innegable es que esta entrega de Dynasty Warriors es la más innovadora de todas las aparecidas en la presente generación de consolas.
Esencia oriental
En términos técnicos volvemos a encontrarnos con un producto notable, que presenta las mismas virtudes pero también los mismos defectos 8aunque algo menos apreciables) que hemos ido observando en las últimas entregas de esta serie.
De esta forma lo más destacado vuelve a ser la inmensa cantidad de personajes que pueden verse las caras en pantalla de manera simultánea. Decenas y decenas de rivales pueden atacarnos de forma activa y de manera constante sin que la acción sufra ralentizaciones ni tirones frecuentes (aunque siempre se deja ver alguno que otro), algo que habla muy bien de la solvencia del motor gráfico. Tampoco están nada mal los modelados que ostentan los personajes principales, es decir, los protagonistas y héroes a los que controlamos y los enemigos más duros, si bien no ocurre lo mismo con los personajes secundarios, que adolecen del mismo nivel de detalle. Y algo similar sucede con los decorados, que se muestran bien perfilados pero no son los más bellos ni recargados que hemos visto nunca.
La ambientación tampoco está mal, transportándonos a la era de la China feudal con bastante acierto, algo que se palpa tanto en los diseños de las ropas de los personajes como en las localizaciones. Y tampoco queremos dejarnos en el tintero las escenas de vídeo que se dejan ver de vez en cuando y que aportan cotas extra de espectacularidad.
El sonido tampoco está mal en absoluto. La banda sonora es secundaria pero ameniza con acierto tanto las partidas como las pantallas de menú, cambiando su tempo y registro en función de cada situación. Sin embargo son los efectos de sonido los que se llevan la palma, con una amplia variedad de todos ellos que además se escuchan con la nitidez suficiente. Y dichos efectos están acompañados por unos diálogos en japonés muy bien realizados, si bien dichas conversaciones se encuentran subtituladas sólo al inglés, algo que ya es habitual en esta franquicia.
Omega Force y Tecmo-Koei vuelven a realizar un buen trabajo con esta entrega de Dynasty Warriors. Puede que aquellos que no sean seguidores del género esta nueva edición siga son convencerles, pero sus fans van a descubrir una aventura realmente larga, cargada de opciones y posibilidades de juego, decenas de personajes controlables y un componente táctico muy denso que ayuda a romper un tanto la invariable mecánica de juego.
Con el paso del tiempo la saga de Tecmo-Koei Dynasty Warriors se ha convertido en uno de los hack´n slash de referencia dentro del género. Y es justo afirmar que esta nueva edición es una de las entregas más destacadas de los últimos tiempos, ofreciendo una cantidad de contenido más que aceptable y pequeñas innovaciones que hacen del juego una experiencia algo más atractiva y variada. Puede que siga sin resultar llamativo para los detractores del género, pero aquellos usuarios que le den una oportunidad descubrirán un título largo y bastante interesante.
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