Directo al corazón. Así se presenta el nuevo juego de los creadores de Las Crónicas de Riddick, que lejos del estilo jugable al que nos tenían acostumbrados han dado vida a una aventura realmente cautivadora y original. Un título admirable que destaca por su inteligente diseño e inspiradora narrativa, capaz de tocar la fibra sensible de cualquiera.
Perdieron a su madre en un trágico accidente, y ahora su padre se encuentra al borde de la muerte debido a una rara enfermedad únicamente tratable con la legendaria Agua de la Vida, que se encuentra perdida en los confines del mundo. Así de negro pinta el futuro para los dos jóvenes hermanos que protagonizan esta aventura de puzles y plataformas, que logra cautivar plenamente al jugador. Y no solo por sus mecánicas jugables o la vistosidad de su apartado audiovisual.
Si por algo nos ha conquistado Brothers: A Tale of Two Sons es por su inspiradora narrativa y bello argumento, que golpea directamente al corazón en forma de un mágico cuento de hadas que ya os garantizamos no dejará indiferente a nadie. Y es que esta original aventura, aun a pesar de sus fallos, cuenta en su interior con ese algo especial que solo encontramos en los más grandes de la industria. Elemento este último que le ha valido para convertirse no solo en una de las grandes sorpresas del año, sino también en uno de los mejores títulos descargables del momento que tras su paso por Xbox Live Arcade, al fin desembarca en PC y PlayStation Network.
Juntos, todo es posible
Desde sus orígenes, el equipo sueco de Starbreeze Studios ha concedido una importancia capital a la narrativa; a contar historias interactivas de manera diferente convirtiendo al jugador en un protagonista activo de todo lo que acontece en pantalla. Lo vimos en el sobresaliente Las Crónicas de Riddick, en su impecable The Darkness, y en cierto modo también en el más reciente Syndicate. Por ello, aunque no es precisamente el tipo de juego que esperaríamos de un estudio como este, especializado en las aventuras de acción, sabíamos de antemano que Brothers: A Tale of Two Sons tampoco decepcionaría al respecto. Y así ha sido.
Porque hacía mucho tiempo que un videojuego no nos emocionaba del modo en el que lo ha hecho esta original aventura de fantasía, que en ciertos aspectos recuerda a clásicos de la talla de Journey, Limbo e incluso ICO. Palabras mayores, lo sabemos, pero creemos que muy acertadas. Sobre todo en lo que se refiere a su gran capacidad para transmitir emociones; de buscar la fibra sensible del jugador mediante una experiencia audiovisual que trasciende más allá de lo puramente jugable. Algo que, repetimos, logra de manera excepcional... y por muchas razones.
Una de las más llamativas radica, precisamente, en el carácter cooperativo de esta obra, que cede el protagonismo a partes iguales a los dos jóvenes hermanos que se han propuesto dar con la cura que salve la vida a su padre. Sin embargo, lo hace de una manera muy especial. Y es que en Brothers controlaremos a ambos hermanos a la vez, cada uno de los cuales responderá de manera independiente a los movimientos de un stick y gatillo concreto, o de manera algo menos efectiva exclusivamente con el teclado en PC -se usan dos combinaciones de botones distintas para cada hermano-. Una original forma de plantear esta aventura, que se ha aprovechado a la perfección en lo que respecta al diseño de los puzles.
Unos rompecabezas ingeniosos, aunque no muy difíciles, en los que será esencial coordinar los movimientos de ambos hermanos teniendo en cuenta además las limitaciones de cada uno de ellos. No en vano, al más pequeño de la casa no podremos exigirle que cargue con una roca pesada, del mismo modo que por mucho que lo intentemos, el hermano mayor no atravesará los reducidos espacios por los que sí avanzará su hermanito. Acciones que iremos descubriendo de forma natural y muy intuitiva a lo largo de esta aventura, que también nos ha sorprendido por la gran variedad de situaciones que plantea; si bien es verdad las mecánicas jugables se mantienen invariables de principio a fin.
En este sentido, tampoco podemos olvidarnos de las secciones de plataformas, puesto que estas también desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de la acción, aun a pesar de la extremada sencillez que las define. De hecho, incluso la acción de saltar está automatizada. Sin embargo, ya sea por la belleza de los parajes por los que nos movemos, las ganas de avanzar en la historia, o por esa exigencia de actuar siempre de manera coordinada, reconocemos que nos hemos quedado prendados de esta faceta jugable.
Un juego con alma
La historia de Brothers: A Tale of Two Sons es, como decíamos, uno de los grandes atractivos del programa, no tanto por su originalidad, como por su capacidad para tocar la fibra sensible gracias a su brillante narrativa. Y es que el programa de Starbreeze se desmarca de la mayoría de producciones del estilo, dejando que sea el propio jugador quien reconstruya a su ritmo el argumento que da vida a esta aventura. ¿De qué modo? Principalmente con una gran variedad de acciones opcionales derivadas de la interacción con ciertas personas y elementos del entorno, que reaccionarán de una u otra forma dependiendo del hermano al que controlemos.
Lo más destacable del asunto es que muchas de estas acciones, que a simple vista pueden parecer baldías, más adelante tendrán sus consecuencias de un modo que ya os garantizamos os sorprenderá mucho. Y es que resulta imposible no rendirse ante el genio creativo de Starbreeze, que sin espectaculares secuencias de vídeo o ni tan siquiera diálogos hablados –los protagonistas chapurrean un idioma inventado-, han logrado que nos sintamos completamente identificados con los dos protagonistas de la aventura, humanizados hasta tal punto que durante la partida llegaremos a sentir prácticamente las mismas emociones que ellos. Y eso, creednos, no es fácil de lograr.
Brothers: A Tale of Two Sons es también un título audiovisualmente muy destacable gracias al bello diseño artístico de escenarios y personajes, o a la hermosa banda sonora que nos acompañará en momentos muy puntuales de la partida. En este sentido, destaca sobre todo la amplitud y variedad de las localizaciones por las que nos moveremos, aunque conviene remarcar que estamos ante una aventura totalmente lineal que deja poco espacio para la libertad de acción. Es decir, dependiendo del escenario por el que avancemos habrá más o menos espacio para la exploración, pero en lo que se refiere a la resolución de los puzles y las secciones de plataformeo, el camino siempre será el mismo.
No menos impactante resulta también la fuerza y emotividad que desprenden muchas de las secuencias de juego en Brothers: A Tale of Two Sons, que por momentos harán que se nos encoja el corazón. En este sentido, la puesta en escena resulta impecable. Y más cuando este tipo de situaciones nacen de nuestras propias acciones, lo que consigue que nos metamos todavía más en el mágico cuento de hadas que se nos narra.
Dicho lo cual, conviene destacar que el sistema de control responde a la perfección a las exigencias del programa gracias a lo sencillo y directo que resulta, al condensar todas las opciones disponibles en un único botón sensible al contexto. Algo fundamental teniendo en cuenta que en la mayoría de ocasiones tendremos que controlar los movimientos de ambos personajes de forma simultánea, superando obstáculos en los que el más mínimo error supondrá una muerte segura. Pero esto resulta más fácil contarlo que hacerlo, dado que puede llevarnos un tiempo acostumbrarnos a eso de manejar a la vez a dos personajes distintos.
Por eso resulta casi imprescindible contar con un mando en su versión para compatibles, ya que el teclado ni por asomo transmite esta fiabilidad y sencillez en el manejo. Resulta decepcionante, sí, aunque tampoco desastroso. Eso sí, insistimos, nada como el mando para disfrutar de verdad de esta obra.
Título que se ha convertido por méritos propios en uno de los grandes juegos descargables del año, una obra cautivadora y muy personal. Por supuesto, nos habría encantado que la aventura contara con una mayor cantidad de puzles y que estos fueran más complejos; pero la historia es tan buena, y su puesta en escena resulta tan atractiva, que no podemos más que aplaudir el trabajo realizado por Starbreeze Studios. Y aunque es verdad que el juego es bastante corto, puesto que se puede superar en unas tres o cuatro horas, esa no debería ser excusa para no comprarlo. Son tres horas, sí, pero de un altísimo nivel de calidad.
E igualmente, para concluir, conviene recordar que el programa no incluye un modo cooperativo porque la idea es que tú, como jugador, te identifiques y juegues a la vez con los dos hermanos. De este modo, explican sus creadores, "una opción cooperativa habría impedido que el viaje acabase siendo tan único y personal".
Cautivadora, original y con un fuerte componente emocional, Brothers: A Tale of Two Sons ha logrado conquistarnos gracias a su impecable puesta en escena, el inteligente diseño de sus rompecabezas y, sobre todo, la fuerza de su argumento, narrado por los creadores de Las Crónicas de Riddick de manera excepcional. Es cierto que podría haber sido más largo, e incluso mostrar una mayor complejidad a nivel jugable, pero eso son nimiedades comparado con la facilidad con la que este título toca tu fibra más sensible, dejando huella en el corazón.
