El Agente 47 ha dado la bienvenida a los formatos del siglo XXI con este Hitman y, sorteadas todas las controversias sobre la elección de su formato, es el momento de juzgarlo por lo que es: Un videojuego completo. En este análisis de las versiones digitales y física (esta con contenido extra), todas ellas ya disponibles, te contamos si el asesino más famoso de los videojuegos sigue en forma, y qué tal es el experimento de IO Interactive.
Si eres un habitual de la saga Hitman es imposible que no tengas grabados a fuego en tu memoria muchos momentos inolvidables que has vivido al lado del Agente 47. Con cumbres tan álgidas como Blood Money, que llevó a sus puntos más altos el diseño de escenarios, hemos protagonizado instantes formidables al lado de su protagonista, caminando a su lado con sus emblemáticos andares, disfrazándonos como si de un camaleón se tratara y mostrando una fría crueldad con sus objetivos y una profesional compasión con el resto de personajes que moran sus mundos. Porque al fin y al cabo tanto tú como yo sabemos que los juegos de la serie tratan de estudiar los escenarios y de ser un profesional, ya que nada te impide hacer una carnicería y matar a todo el mundo; pero no habría lugar para el orgullo del asesino profesional en hacerlo así.
Es difícil explicar la satisfacción que se siente cuando uno lleva a cabo el asesinato que tenía por encargo sin dejar pistas, testigos y, lo que es mejor, haciendo "que parezca un accidente". Y hay muchos momentos de esa cruel brillantez en este Hitman 2016, que ha sido formulado como si la primera temporada de una serie de televisión se tratara, y que ya ha prometido unas segunda y tercera series de episodios. Ojalá hayamos sorteado ya la polémica de, precisamente, su división en partes y su distribución digital en formato episódico porque en IO Interactive, conscientes del espíritu clásico de muchos de sus fans, también se han asegurado de que ahora que están todas las partes disponibles también se pueda adquirir como un juego completo, e incluso presenta elegantes ediciones físicas para coleccionistas. Con el juego descargable por partes o completo, y con una estupenda versión física con suculentos incentivos también ya en las tiendas es difícil cuestionar el modelo de negocio; y a final de cuentas todo esto da al traste con la estéril polémica de quienes sólo querían malmeter. Si quieres presteza lo vas disfrutando poco a poco, capítulo a capítulo; si deseas la experiencia completa lo adquieres todo de una vez. ¿Qué más da cómo hacerse con él cuando el resultado final es bueno?
Aristócrata del Asesinato
Ya te lo advertía hace unos meses cuando se estrenó el prólogo y el primer episodio de Hitman. Esperaríamos a que estuviera completo para el análisis y, por aquel entonces, te ofrecíamos apenas un pequeño adelanto en forma de Gameplay Comentado de la experiencia de esos primeros compases para que te hicieras una idea si eras de los que no podías esperar más y querías comprártelo. ¿El veredicto? IO Interactive no mentía cuando decía que la adopción de un formato por episodios le permitiría contar con un sano feedback por parte de los aficionados que utilizaría, y ha conseguido corregir las críticas y volcarse en las partes elogiadas para ofrecer una experiencia que ha sufrido un efecto de campana invertida en términos de calidad (primer episodio, segundo y cierre formidables y los episodios tercero, cuarto y quinto algo más discretos), pero que capítulo a capítulo ha demostrado no quedarse de brazos cruzados. Las bases siguen siendo las del primer volumen, el del prólogo y el del escenario ambientado en París, pero el pulido de conceptos ha ido mostrando unos resultados muy, muy buenos.
¿Por qué es importante matizar esto? Porque el núcleo duro de la jugabilidad de la saga no puede (ni debe) cambiar, y es que su mezcla de sigilo, exploración y estrategia es tan icónica que grandes modificaciones podrían llevar a la pérdida de su identidad. Es por ello que la franquicia ha ido avanzando hacia un "más grande y mejor" en lugar de a registrar cambios bruscos a lo largo de más de 15 años de vida como franquicia. Hay una diferencia, eso sí, entre los virajes de timón y el llevar a cabo tan pocos añadidos como en este episodio, algo que sí es criticable y que echamos en falta en este juego. Ese espíritu reduccionista es algo en contra de lo que yo me posiciono habitualmente, no obstante eso no quiere decir que el tamaño no importe en un Hitman… Porque lo hace, y mucho. No es casualidad que París fuera el escenario más modesto en cuanto a dimensiones, siendo incluso así gigantesco, y que el sentido de la escala se fuera disparatando episodio a episodio. Cuanto más grande es su decorado, más posibilidades tácticas hay para enriquecer cada encargo, y en ese sentido la nueva entrega ha sido muy inteligente formulando pequeñas guías gracias a las denominadas Oportunidades, uno de los escasos soplos de frescura del conjunto.
La concepción de los 6 episodios como minimundos abiertos es brillante
Con ellas se trata de fomentar el prestar atención a todo lo que nos rodea, y sacar aún más partido a los escenarios. Podemos escuchar a un par de personas hablando y extraer pistas que nos sirvan, quizá encontremos algún documento con valiosa información o, por poner un último ejemplo, observemos alguna flaqueza que nos podría venir bien. Toda esta información se nos notifica y se almacena en el menú, y nos da muchas posibilidades que podemos seguir o no para cumplir nuestros objetivos con algo que no quiero denominar ayudas, sino para lo que creo que encaja mejor el concepto de pistas. La concepción de los seis episodios como minimundos abiertos es fundamental en este sentido, porque no hay una forma correcta de hacer las cosas… Cada fase tiene varias decenas de ellas, y en nuestra mano está el escoger cómo queremos hacer las cosas, qué equipo queremos emplear y depende también de nuestra habilidad el conseguir ejecutarlas correctamente.
Cuanto más observemos y más estudiemos cada uno de los decorados, más posibilidades tenemos de optimizar nuestro recorrido y en ese sentido Hitman es un juego distinto… Y es diferente en un sentido que no podía ser más positivo. Se desmarca porque en estos tiempos compruebo con horror que muchos aficionados quieren cuantificar las experiencias jugables en horas puras y duras: "dura 6 horas, no me lo compro" en contraposición al "dura 200 horas, me lo compro". Podemos decir que Hitman dura entorno a 10-12 horas por establecer un término medio, porque sabiendo lo que podemos hacer cada escenario puede superarse en unos 15-20 minutos, y explorándolos al máximo y tratando de superar cada situación en todas las formas posibles podemos irnos a la friolera de cuatro o cinco horas para cada uno de ellos.
Claro que de el atractivo de la ubicación en cuestión dependerá cuánto tiempo invirtamos. Cuando nos enfrentamos a obras de tan exquisito diseño como la de París, la de Sapienza o el asombroso broche que ha supuesto el sexto episodio con el sofisticado Hokkaido vamos a disfrutar dando vueltas una y otra vez a sus intrincados diseños para tratar de optimizar nuestros resultados, mejorar tiempos o descubrir distintas vías para cumplir con todos los objetivos. No en vano cada uno de los escenarios tiene al menos dos asesinatos principales y muchas otras cosas que hacer y descubrir. No obstante no tan estimulantes son los de Colorado, Marrakech y Bangkok, que mantienen el tipo y tienen cosas muy interesantes como los mil ojos a esquivar de la ubicación marroquí o el fascinante hotel de la ciudad tailandesa, pero que sufren en la comparación con la maestría que demuestran el resto.
Cada capítulo tiene una personalidad estética muy marcada
Eso sí, sin importar la calidad jugable cada uno de los capítulos tiene una personalidad muy marcada desde el punto de vista estético. La dirección artística ha venido siendo tradicionalmente uno de los puntos fuertes de IO Interactive, que se ha apoyado en la revisión del Glacier Engine para recrearlos. Esto supone que si bien la herramienta sigue flaqueando en aspectos como los modelos de los personajes o las animaciones robóticas de éstos, sí muestra una capacidad formidable para recrear entornos bellísimos, efectos de vídeo muy vistosos para la iluminación y, por supuesto, unas superficies de enorme tamaño.
Y es que algo que el fan de Hitman valora es el exprimir cada uno de estos lugares enormes al máximo, y en ese sentido el formato episódico ha dotado a cada uno de los lugares de un tiempo de espera de un par de meses entre uno y otro que ha garantizado que se exploren hasta el más mínimo detalle durante esos espacios. A eso ha ayudado también la publicación de los Objetivos Escurridizos, algo que considero todo un acierto dentro del formato episódico y que proponía asesinatos sin apenas pistas ni segundas oportunidades por tiempo limitado. Lamentablemente todos los que ya han desaparecido no estarán disponibles, pero la versión lanzada a partir del 31 bajo el nombre de La Primera Temporada Completa sí incluye los que surjan a partir de entonces.
También me ha parecido muy interesante cómo formula IO Interactive algunas modificaciones sutiles que aporta cada ubicación, pero que resultan refrescantes. En Hokkaido todo el tema de disfrazarse acaba teniendo una importancia capital para poder ir cambiando de zona, así que en lo que el resto de escenarios es una opción, como es la de cambiar de indumentaria, en éste es una obligación. En París es, probablemente, donde los NPC tengan una agenda de actividades y movimiento más abarrotada, lo que provoca que los distintos Contratos de asesinato (objetivos que no tienen que ver con el principal que incluso nosotros mismos podemos crear para otros aficionados con una sencilla herramienta) nos hagan observarles con más detalle para poder ajusticiarles. Mientras que en Colorado, probablemente la ubicación más floja, el entorno entero nos es hostil así que hay que estar siempre con la guardia en alto.
Lamentablemente no siempre las cosas están en nuestras manos en este sentido. En algunas ocasiones topamos con algún error derivado de alguna deficiencia en el pulido del juego, con las que somos comprensivos a tenor de las dimensiones del producto, pero que puede dar al traste con toda nuestra táctica cuidadosamente planteada. Esto, junto a la falta de innovación y al hecho de que la historia apenas avance en estos seis capítulos y nos deje a la espera de seguir progresando en las dos futuras temporadas, se cuentan entre las escasas pegas que se le pueden achacar en términos de diversión al título. Pero seguro que incluso en eso coincidimos en que poca gente juega a Hitman por la historia.
Hitman ha superado con éxito la prueba de fuego de su cambio de formato y, ahora que está debidamente terminado y con su primera temporada completa, podemos decir que si has esperado ha merecido la pena. El Agente 47 nos ofrece seis minimundos abiertos y unos cuantos asesinatos que llevar a cabo para un lanzamiento que atesora las grandes virtudes de la saga: profundidad táctica, enormes dosis de rejugabilidad y esa oscura elegancia profesional de su protagonista para repartir muerte exclusivamente entre quien la merece.
Comprar Hitman (2016)- Las colosales dimensiones de los escenarios enriquecen la jugabilidad
- Aspectos como las Oportunidades encajan muy bien en la fórmula
- La rejugabilidad de cada episodio es absolutamente brutal
- La sensación de pertenencia a un mundo orgánico y vivo
- Como suele sucedere en la serie, no todos los mapas están a la misma altura
- A pesar de las promesas la narrativa es inconclusa y tiene cero relevancia
