Exploración, investigación, diplomacia y guerra. Conviértete en el líder de una gran civilización y expande su poder a través de los confines del universo en este título de estrategia espacial 4X. Bastante interesante a nivel de opciones, sobre todo por sus batallas estratégicas, pero algo lejos del grado de calidad que esperábamos.
No son tantos como nos gustaría, pero lo cierto es que durante los últimos años el género de la estrategia espacial ha gozado de un buen período de lanzamientos con títulos de lo más variopintos que nos han hecho disfrutar una enormidad. Y todavía quedan unos cuantos por llegar. Así que ya os podéis imaginar las ganas que teníamos de echarle el guante a Horizon. O lo que es lo mismo: un juego de gestión 4X al más puro estilo del clásico Master of Orion II, aunque desgraciadamente no tan bueno.
Y es un fastidio, la verdad, porque aun a pesar de las limitaciones económicas a las que ha hecho frente el joven equipo independiente de L30 Interactive, su ópera prima presenta los ingredientes necesarios como para contentar a cualquier seguidor del género. Tiene una buena base jugable. También cuenta con ciertos detalles de calidad que nos han gustado mucho; y a nivel argumental, el juego resulta cuanto menos bastante interesante. Y sin embargo no engancha. No divierte todo lo que nos hubiera gustado debido a ciertas decisiones de diseño que empobrecen el resultado final.
A la Conquista del Espacio Exterior
Una oscura y poderosa civilización tiempo ha desaparecida está a punto de regresar a la galaxia, y nada parece indicar que vayan a hacerlo con buenas intenciones. Con esta amenaza en ciernes, presagiada por otra antiquísima especie alienígena que se prestará a ayudarnos en esta lucha ancestral, Horizon nos brinda la oportunidad de convertirnos en los líderes de una de las ocho grandes civilizaciones que protagonizan este título de estrategia espacial 4X, en el que como es habitual en el género tendremos total libertad para explorar los confines del universo. Turno a turno, por supuesto.
Nuestro punto de partida será, obviamente, el mundo de origen de la especie por la que hayamos apostado, cada una de las cuales contarán con sus pros y contras que marcarán nuestro estilo de juego. Y a partir de ahí tendremos carta blanca para actuar como deseemos. ¿Preferimos el diálogo a la guerra? La diplomacia tendrá un gran peso en el desarrollo de la acción. ¿Nos va más lo de explotar recursos naturales y comerciar con ellos? Adelante. Enriquécete sin ensuciarte demasiado las manos. ¿Qué eres más propenso a enzarzarte en disputas bélicas? Perfecto. Horizon es un título que también otorga una gran importancia a las batallas estratégicas.
Gestión de recursos, exploración, investigación de nuevas tecnologías, colonización de otros mundos, construcción de ciudades y naves espaciales… fiel al espíritu de los grandes clásicos que dieron vida a este género, las posibilidades jugables que brinda esta obra de L30 Interactive son bastante elevadas. Cierto es que hablamos de un título muy conservador en líneas generales, pero esto no significa que no sea capaz de sorprendernos. Y es que Horizon cuenta con un par de detalles jugables que nos han gustado mucho.
Hablamos por ejemplo de los eventos aleatorios, que durante el transcurso de nuestra dilatada aventura espacial modificarán ciertos condicionantes de la partida. Un ataque por sorpresa, una misteriosa enfermedad que asole los mundos propios, fallos estrepitosos en los sistemas electrónicos, o la aparición repentina de un gran monstruo del espacio serán solo parte de los contratiempos a los que tendremos que hacer frente mientras sacamos adelante a nuestra civilización. Tarea para la cual será tan importante gestionar adecuadamente los recursos económicos y la explotación de materias primas de cada planeta, como ser un experto en la faceta puramente militar.
Colonización Planetaria
Una galaxia a tus pies con decenas de mundos por explorar. Con esta premisa, Horizon nos lanza al espacio exterior para que expandamos nuestra influencia como buenamente podamos. Y la acción más habitual será la conquista de nuevos mundos ya sea de forma pacífica, colonizando planetas “sin dueño”, o arrebatándoselo a los enemigos por la fuerza bruta. En cualquier caso, la gestión será una pieza clave en el desarrollo de la partida, teniendo que administrar con cabeza los escasos recursos a nuestra disposición para no quedarnos sin dinero en los momentos de mayor necesidad.
En este sentido, las opciones son algo menores de las que nos hubieran gustado, con muy poquitas alternativas para dar forma a los distintos mundos bajo nuestro control. No en vano, contaremos con un espacio limitado para construir unas pocas edificaciones que tendrán mayor o menor efecto en cada mundo dependiendo de las propias características de dicho planeta. ¿Es un entorno rico en materias primas? Construir y mejorar una fábrica será nuestra mejor alternativa. ¿Qué no tiene nada de eso? Pues convierte esa colonia en un entorno paradisíaco para que tus ciudadanos disfruten allí de sus vacaciones, mientras un grupo de científicos se aprovecha de las lujosas instalaciones de investigación que les has construido.
Lógicamente, cuidar de la alimentación de nuestros ciudadanos también será vital para alcanzar el éxito, por lo que en la mayoría de asentamientos, siempre que lo permita el terreno, deberemos construir granjas y centros de comercio para distribuir al mercado dichas materias. Al final, dependiendo de cómo destinemos nuestros recursos, seremos más productivos en unos u otros campos, modificándose de forma ostensible la forma en la que afrontamos el desarrollo de la partida. Aunque repetimos, con menos opciones de las que nos hubiera gustado.
Situación que se traslada en cierto modo a la forja de nuestra flota espacial, que podremos diseñar con un notable grado de libertad revistiendo cada nave de manera individualizada con toda clase de armas, mejoras y equipamiento extra según nuestras necesidades. ¿Queremos un crucero de guerra brutalmente poderoso a nivel de armamento pero con escasa independencia en el espacio exterior? Hagámoslo, pero a sabiendas de que no podrá alejarse en exceso de nuestras colonias –equipadas con estaciones espaciales- si no quiere quedarse sin energía. ¿Nos interesa la opción de asaltar las naves de los enemigos? También estará disponible. Como incrementar la velocidad de nuestros exploradores, pulir los defectos los bombarderos, o aumentar la capacidad de transporte de tropas.
Como decíamos, Horizon ofrece un notable grado de libertad para que exploremos el espacio exterior como nos venga en gana; lo que a la larga hará que disfrutemos un montón con todos los problemas que surgirán de manera esporádica. Tratados diplomáticos que se rompen a última hora, rutas comerciales que son asediadas por enemigos, civilizaciones que se plantan ante nosotros, la extinción de otras especies alienígenas… incluso podemos dar con una serie de artefactos ancestrales explorando a conciencia cada planeta para obtener grandes bonificaciones a nivel tecnológico.
Guerra y Aprendizaje
Aun con sus limitaciones, todo lo relacionado con la gestión de nuestra civilización resulta bastante interesante. Pero una de las grandes bazas de Horizon llega con su sistema de combate por turnos. O al menos eso esperábamos tras las promesas del equipo de desarrollo. Desgraciadamente, aunque las contiendas son intensas y por momentos pueden tornarse incluso épicas, las batallas no son todo lo divertidas que habríamos deseado.
Sí, por supuesto que nos encanta el que podamos controlar de manera individualizada cada una de nuestras naves, con sus pros y sus contras. Y sí, también nos gusta mucho el que se tenga en cuenta el rango de acción de cada una de ellas; que podamos escoger usar tan solo una de las muchas armas instaladas en cada nave, e incluso que exista la opción de rotar sobre el eje para proteger las zonas del casco más dañadas. Sin embargo, cuando hay varios protagonistas en el campo de batalla la acción se torna caótica, pesada y por momentos desesperante, al no contar con ningún comando que nos permita dirigir a la flota al unísono.
Turno a turno, pasando de una a otra nave, nos volveremos locos tratando de poner orden en una sucesión de enfrentamientos bélicos que pierden fuerza con demasiada prontitud. La base es muy buena, pero la ejecución no es nada acertada. Menos cuando sientes que estás perdiendo el tiempo dándole al botón de “pasar turno” hasta llegar a la nave que de verdad quieres utilizar, cuando ni tan siquiera queda claro en qué momento le toca mover ficha. Así que la única opción que nos queda es dejar que sea la propia inteligencia artificial del juego la que decida el resultado de forma automática. Pero ya os lo advertimos, esto supone dejar el éxito en manos del azar, ya que el comportamiento de enemigos y aliados no resulta tampoco todo lo bueno que se le exige a un título de estas características.
Mejor sabor de boca nos ha dejado el sistema de investigación de nuevas tecnologías en Horizon, aunque con matices. Destaca por ejemplo la gran cantidad de opciones a nuestra disposición, y el que podamos destinar más o menos recursos a cada una de las más de 80 tecnologías a investigar, cada una de ellas con diez niveles de mejora. ¿El problema? Que muchas de estas tecnologías presentan una escasa utilidad a efectos prácticos, con otras tantas que ofrecen más o menos los mismos resultados que sus compañeras de categoría. Así que aunque las opciones son generosas y el sistema adoptado nos resulta bastante acertado, al final nos quedamos con la sensación, una vez más, de que una buena idea ha quedado desaprovechada.
Y son demasiados los pequeños errores que han terminado por empequeñecer una experiencia de juego que daba para muchísimo más. El no poder exportar determinadas materias primas de una a otra colonia, que sería lo idóneo para mantener en activo un planeta dedicado exclusivamente a la investigación, por ejemplo; lo desesperante que pueden tornarse algunas batallas, la escasez de opciones a nivel de gestión… al final, nos hemos quedado con la sensación de que en Horizon actuamos más como oficinistas con un papeleo interminable que como auténticos líderes de una gran civilización. Y eso es mortal para un título de estas características.
Sí nos ha gustado, por ejemplo, que el programa se muestre bastante amigable con los nuevos usuarios, aunque estos no hayan probado nunca un título de estas características. En este sentido, el trabajo de L30 Interactive es destacable. Sin embargo, la interfaz de usuario no llega a estar todo lo pulida que debería, con demasiadas tareas engorrosas que requieren de un montón de clics. Al principio está bien, claro, pero cuando tienes decenas de mundos bajo tu mando, de verdad se hace necesaria una mayor automatización de las tareas más rutinarias.
En lo tocante a su apartado audiovisual, Horizon es un título aceptable. Cumple con lo justo sin destacar en ningún aspecto concreto, con una buena representación para las especies alienígenas, y un diseño para las naves que varía entre lo bueno y lo pobretón. Las melodías tampoco destacan en exceso, aunque lo cierto es que sirven a la perfección para amenizar las largas partidas que podemos dedicarle al juego. Eso sí. Conviene destacar que el programa cuenta con voces y textos en inglés, lo que es una lástima considerando que su historia, sin ser un prodigio de originalidad, está bastante bien.
Fiel a los fundamentos básicos de todo juego de estrategia espacial 4X que se precie, Horizon es una de esas obras que a pesar de las buenas ideas sobre las que se cimenta, está lejos del nivel de calidad deseado. Cuenta con detalles remarcables como los eventos aleatorios o su sistema de investigación de nuevas tecnologías, pero a su vez, el programa de L30 Interactive falla en lo más importante: no es divertido. O no lo suficiente como para mantenernos enganchados a él durante meses.
- Buen trasfondo argumental. No es original, pero sí resulta interesante.
- Los eventos aleatorios y algunas misiones especiales son muy divertidos.
- Buen sistema de investigación. Posibilidad de modificar nuestras naves.
- Las batallas tácticas son caóticas y en ocasiones incluso aburridas.
- Pocas opciones de gestión en algunos puntos clave del juego.
- Interfaz de usuario sencilla a simple vista, pero engorrosa a la larga.
- El juego pierde fuerza con demasiada prontitud. No engancha todo lo que debiera..
