La española Nexus Games Studios se estrena con una aventura gráfica de corte clásico, muy centrada en la resolución de puzles y el humor absurdo lleno de constantes referencias a la cultura popular friki con la que hemos crecido.
El discurso clásico de la aventura gráfica es que el género no cambia. Como si se hubiera estancado en los años noventa bajo una mecánica de puzles de la vieja escuela que se niega a avanzar a lo largo del tiempo. Pero lo único que ha cambiado en todos estos años es que este género vivió una época dorada, un mal momento y, últimamente, un resurgir inesperado. Algunos creadores han decidido darles una importancia mayor a la historia por encima de los puzles, mientras que otros siguen enfocándose claramente en las mecánicas clásicas.
Randal’s Monday pertenece a este último grupo, que homenajea a la aventura clásica, sobre todo a la de LucasArts, y lo adereza todo con referencias a la cultura friki del siglo pasado y parte del presente. Los españoles Nexus Game Studios han demostrado que el factor nostálgico es muy importante a la hora de afrontar su ópera prima, y que cuanto más cultura de este entorno poseas y más te hayas curtido en el género, mayor será tu satisfacción con este título.
La Vida de Randal
Randal’s Monday se basa en el puzle de lo absurdo, un arte que dominó sobre todo LucasArts a lo largo de muchos de sus juegos. Es un tipo de puzle difícil de dominar, porque requiere del jugador que no piense de forma lógica a la hora de interactuar con el entorno o utilizar el inventario y, por ello, las pistas para guiar al jugador, tienen que estar muy bien refinadas. El problema es que dentro de ese contexto, no todo es como lo recordábamos antaño. En muchas ocasiones nos hemos encontrado con situaciones donde dar con la solución ha sido pura suerte, ya que ningún personaje ni acción ofrecía pista alguna sobre la resolución del puzle.
Aun así, todos en algún momento y fuera la aventura que fuera, hemos llegado a la fatídica situación en la que, por pura desesperación, hemos de probar a usar todos los objetos del inventario con todo lo que hay en pantalla. Es casi como un pequeño castigo del género por no haber conseguido dar con la solución apropiada. Y cuando llegamos a este punto, Randal’s Monday no pone las cosas fáciles: seleccionar un objeto del inventario para combinarlo con el resto no es cómodo, porque se deselecciona cada vez que lo combinamos mal. Su estructura tipo cómic para los objetos, además, ocupa demasiado espacio, haciendo que tengamos que pasar de páginas cuando habría cabido todo en una misma ventana.
Estos tipos de puzles siempre han sido de los más difíciles que la aventura gráfica puede ofrecer, por lo que hay que tenerlo muy en cuenta a la hora de decantarse por Randal’s Monday. Con todo, su estructura sin muertes ni callejones sin salida nos permitirán vagabundear todo lo que queramos por cada uno de sus capítulos hasta que demos con la clave… o abramos el sistema de pistas que el juego tiene integrado. Realmente, más que un sistema de pistas es la solución completa al juego, que se podrá desbloquear una vez que aceptemos lo gallinas que somos, siguiendo siempre el propio humor del título. Una vez desbloqueado, se nos avisará de que morirá un gatito cada vez que pidamos una nueva pista. Si bien no es recomendable tomárselo como una guía definitiva, está bien disponer de ella para no bloquearse demasiado hasta el punto de la frustración; sin embargo, un buen sistema de pistas que nos ayudara más a saber lo que tenemos que hacer en cada momento o un mejor uso de la herramienta "mirar" habrían facilitado mucho más las cosas.
El otro punto importante de Randal’s Monday es el humor. Dentro de este homenaje a las décadas doradas del frikismo del siglo XX, encontrarás referencias a prácticamente todo: desde películas como Star Wars, Star Trek, La Naranja Mecánica, Pulp Fiction... cómics de superhéroes, libros y, sobre todo, videojuegos. Prácticamente cada escenario esconde referencias tanto decorativas como en sus abundantes diálogos. Algunas de ellas están ahí como parte de una broma y para adentrarnos en el ambiente cultural que busca Randal’s Monday, pero otras están por simple y pura decoración. Puedes verlo de dos formas: o simplemente están ahí sin aportar nada o sirven para demostrarte a ti mismo cuántas eres capaz de reconocer. Sea como sea, son incontables las que encontrarás en tu camino.
Es impresionante la cantidad de referencias que se hacen en cada conversación que tiene Randal con el resto de personajes, y ese será uno de los puntos que más nos hagan querer seguir avanzando para ver cuántas balas tienen en la recámara los chicos de Nexus, hasta el punto de convertirse en un verdadero juego dentro del juego el intentar descubrirlas todas.
Pero, ¿de qué va realmente Randal’s Monday? Realmente no nos gustaría ni destripar lo que sucede en la propia introducción, pero lamentablemente es necesario para repasar algunas de las mecánicas del juego, además de que cualquier descripción ya lo hace. Digamos simplemente que eres Randal, un bala perdida con pocas ambiciones, bastante incorregible y con ávidos síntomas de cleptomanía y poca empatía al ser humano. Por ello, comete un error que hace desencadenar una serie de eventos sobrenaturales que lo hacen repetir el mismo día una y otra vez, exactamente como el día de la marmota.
Digamos simplemente que eres Randal, un bala perdida con pocas ambiciones, bastante incorregible y con ávidos síntomas de cleptomanía y poca empatía al ser humano
El planteamiento es interesante, aunque debido a esta estructura repetiremos mucho los escasos escenarios del juego. Además, casi todos los puzles tienen que ver con este hecho de repetir una y otra vez el mismo día, por lo que es obligatorio recorrerlos todos para ver si en esta ocasión ha habido alguna variación especial que nos permita avanzar en la aventura. Es algo que puede resultar tedioso en ciertas ocasiones, máxime cuando el juego se salta sus propias reglas espacio-temporales y altera a conveniencia algunas cosas dejando otras intactas, algo que afecta tanto jugable como narrativamente a la aventura.
Además, Randal se hace "difícil" de llevar. Es más que poco empático. Entendemos el carácter histriónico que ha querido darle el estudio, pero en muchas ocasiones sus contestaciones salvajes, su falta de interés incluso por la vida de sus propios amigos y su innecesaria actitud de hacer siempre la última y más desagradable de las bromas, lo hacen un personaje algo odioso con el que es imposible no ya identificarse, sino al menos confraternizar.
El día de la marmota
Técnicamente, Randal’s Monday cumple de sobra. Por supuesto no es el 2D tan refinado que ofrece Daedalic, productora además que ha decidido con tino amparar esta obra, y que probablemente sea el culmen del género, pero gracias a su estilo cartoon tanto sus animaciones como su dibujo quedan bien plasmados en pantalla con un buen detalle. Acompañan las voces, además, con un doblaje que sirve para amenizar la abundante cantidad de diálogos y que por si fuera poco pueden elegirse tanto en su versión española como inglesa. La española posee gran nivel y se nota que hay una dirección detrás para coger el tono cuando se imita a un personaje en concreto, pero quizás también tengas interés en probar la inglesa, ya que cuenta con voces como la de Jeff Anderson, actor de la clásica obra de Kevin Smith: Clerks; y Jason Mewes haciendo un cameo de Jay, uno de los componentes del famoso dúo Jay y Bob el Silencioso, porque cómo no, aparecen en el juego.
La interfaz, obviando el inventario ya mencionado anteriormente, es amigable. Ayudan los atajos de doble-click para cambiar de escenario y nos deja elegir entre un sistema de acciones moderno o de la vieja escuela. El primero ofrece acciones contextualizadas de manera cómoda con click izquierdo y click derecho del ratón, mientras que el segundo se basa en esa evolución que sufrieron las aventuras de LucasArts con The Curse of Monkey Island o Full Throttle, por ejemplo, destacando las acciones de Mirar, Usar y Hablar (aunque tuvieran algunas veces otros usos). Habiendo probado los dos, nos hemos decantado por el clásico por una cuestión de seguir con la nostalgia, pero no descartamos en absoluto el moderno ya que en muchas ocasiones incluso ayuda a dar un mayor ritmo a la aventura y solucionar las cosas más cómodamente.
Randal’s Monday no deja indiferente, eso lo podemos asegurar. Probablemente dependerá mucho de tu añoranza de la época dorada de las aventuras gráficas y cómo hayan evolucionado tus gustos a lo largo de estos años. Aun así, no está exenta de algunos errores. Si eres capaz de pasar por alto su tono en algunos momentos desmedido y lo que buscas es un verdadero reto duro de la vieja escuela, Randal’s Monday ameniza bien gracias a su humor y sus abundantes referencias a la cultura friki. Es su gran atractivo, no hay duda, además de estar recreado con buena atención al detalle en su apartado técnico. Se nota que es la primera obra de un estudio novel, pero hay calidad aquí como para ofrecernos grandes sorpresas en el futuro.
Randal’s Monday es una aventura gráfica de corte muy clásico, donde la interacción con el inventario y los puzles absurdos están a la orden del día. Busca sobre todo el reto y lo sobrelleva todo con buenas dosis de humor "nerd" y un gusto por lo absurdo llevado al extremo. Hay una cierta falta de comodidad a la hora de desenvolverte por ella y por su interfaz, además de contar con un personaje que no cae bien de primeras, pero esconde buenas ideas además de ser un homenaje a toda una infancia de libros, pelis, cómics y videojuegos. Como un Big Bang Theory de lo absurdo, hecho aventura gráfica.
- La cantidad de referencia a la cultura con la que hemos crecido
- El doblaje está a la altura tanto en inglés como en español, pudiendo escoger entre ambos
- El humor que destila en todo momento
- Los puzles son en ocasiones demasiado absurdos, sin un buen sistema de pistas
- La interfaz del inventario no es la más cómoda
- Poca variedad de escenarios
