Análisis de FAST Racing Neo. La velocidad más excitante

Análisis de FAST Racing Neo. La velocidad más excitante
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La velocidad más frenética, futurista y gráficamente bestial se acerca a mil millas por hora a Wii U para dejar a todos sus usuarios perplejos. Un gran representante de un género casi abandonado por las compañías en los últimos tiempos.

F-Zero, el súper clásico de SNES, supuso un auténtico sorpresón para todos aquellos que tuvimos la suerte de jugarlo en su estreno allá en el año 1992. Sin convertirse en el primer representante del género de la velocidad futurista, Nintendo sentó las bases de lo que debía ser un juego de esa disciplina… ¡y con el espectacular Modo 7 incluido! A partir de entonces y, especialmente, en la era de los 32 y 64 bits, el salto a las 3D fue como una recarga de gasolina y nitros para este género, el cual vio nacer sagas tan queridas como Wipeout o Extreme G, así como la llegada de clásicos del género como Star Wars: Episode One Racer o el propio F-Zero X y sus 60 frames por segundo. Memorables tiempos...

… que, desgraciadamente para todos aquellos que crecimos disfrutando de este tipo de producciones, se desvanecieron progresivamente a medida que iban llegando nuevas tecnologías, consolas y demás, con la aparición de algunas excepciones. Una de las últimas en aterrizar fue Fast Racing League, un título imponente del estudio germano Shin'en para Wii que llegó en el último ciclo de vida de la consola a través de su canal digital, por lo que apenas un puñado de usuarios disfrutaron de él. Una lástima teniendo en consideración que se trató de una de las mejores producciones relacionadas con el género de la velocidad en esa máquina.

No solemos comenzar ningún análisis desmigando el apartado gráfico y técnico en general porque, simplemente, consideramos que dicho aspecto de los juegos posee menos peso que todo lo relacionado con la jugabilidad.

Sin embargo en esta ocasión no nos queda más remedio que realizar una excepción, porque este arcade de velocidad supone un ejemplo majestuoso de lo que se puede llegar a hacer con talento y sabiduría con el, en principio (y comparado con otras máquinas mucho más potentes), limitado hardware de Wii U.


Impacto gráfico

Es un auténtico escándalo ver en movimiento este juego en su vertiente individual. De hecho, sus virtudes gráficas son tan cuantiosas que resulta complicado destacar una por encima de otra. Por hacerlo con cierto orden, lo primero que llama la atención del título en cuanto participamos en la primera prueba es su increíble sensación de velocidad. Pocas veces hemos disfrutado de un título tan vertiginoso como el que han sido capaces de plasmar Shin´en, y eso incluye a otros títulos clásicos del género como las citadas entregas de sagas como F-Zero, Wipeout y variantes.

La velocidad más excitante


Gráficos sobresalientes y una tasa sostenida de 60 cuadros por segundo en el modo individual ponen sobre la mesa el talento de Shin´en en cuestiones técnicas.
Gráficos sobresalientes y una tasa sostenida de 60 cuadros por segundo en el modo individual ponen sobre la mesa el talento de Shin´en en cuestiones técnicas.


Ya desde la primera vez que jugamos y pilotamos la nave más "lenta" y menos potente en la categoría más sencilla, comprobamos cómo todo se desplaza a velocidades de vértigo. Tanto es así que gracias a esto la jugabilidad sale beneficiada en muchos aspectos. Para empezar, es necesario mantener un nivel de concentración más elevado de lo normal para poder mantener a nuestra nave en pista, siendo un título apto para todos los públicos pero, ciertamente, se nota mucho que sus desarrolladores han tenido en mente a los entusiastas de este tipo de juegos y a los usuarios más bien habilidosos con un mando en sus manos en general. El título trata con mucho respeto al jugador, algo que ya veremos más tarde cuando analicemos en profundidad su jugabilidad.

Eso por una parte. Pero puede que el impacto más evidente y vinculado a la jugabilidad relacionado con la descomunal sensación de velocidad sea el puramente estético. Entrar a toda máquina en una curva peraltada, saltar por los aires durante metros y metros para alcanzar nuevamente el recorrido en el que nos encontramos participando, adelantar de manera salvaje a un rival mientras pulsamos el turbo a saco o disfrutar de un sacacorchos como Dios manda son espectáculos visuales dignos de alabanza. De hecho, creemos que en Wii U no hay nada semejante y, si nos apuráis, en ninguna otra plataforma actual de Nueva Generación en este género tan concreto.

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Pocas veces hemos disfrutado de un título tan vertiginoso como este

De hecho, el juego destila un aire Next Gen que echa para atrás. Efectos especiales de lluvia y relámpagos que pueden apreciarse en trazados como Storm Coast, vegetación plasmada con todo lujo de detalles en la frondosa selva de Kenshu Jungle, un entorno desértico realmente bello digno de admiración que lleva por nombre Sunahara Desert… 16 circuitos en total con sus diferentes variantes en función del campeonato seleccionado (y su correspondiente dificultad) que, estamos seguros, os harán frotaros los ojos una y otra vez cuando veáis que se están dejando contemplar, ¡y cómo!, en la máquina de Nintendo. ¡Y con una soltura increíble!

Efectivamente, porque para que no falte de nada, los desarrolladores se las han ingeniado para que el motor del juego soporte 720p de resolución y 60 frames por segundo súper estables en su modo de juego individual. Para que os hagáis una idea global, se trata de un juego que podría competir de igual a igual con sus diferencias estéticas y de otra naturaleza evidentes con el híper atractivo Mario Kart 8. Así de contundente es el acabado técnico que posee este juego. Shin´en son unos maestros explotando las máquinas de Nintendo, eso es un hecho, y se han marcado un título "top notch" en esta ocasión.


Competición vibrante

Pero todo esto se quedaría en poco más que una demostración gráfica (muy potente, eso sí) si no hubiera sido acompañada de un nivel de jugabilidad digno de elogio. Pero podéis estar tranquilos porque esta obra nos brinda justamente lo que esperábamos: carreras vibrantes, alocadas y muy desafiantes.

De entrada el título se muestra algo limitado en cuanto a sus opciones y modos de juego por la sencilla razón de que la mayoría de ellos están bloqueados. Sólo podemos disfrutar de una liga, Subsonic, la cual consta de cuatro torneos a su vez (Cobalt, Xenon, Titanium y Neon) englobadas en otras tantas carreras por barba. Y para superar cada una de estas competiciones es necesario alcanzar el podio. A medida que alcanzamos esta meta, para nada sencilla por cierto, vamos obteniendo recompensas como nuevas competiciones (Supersonic e Hypersonic), modos de juego e incluso nuevas aeronaves.

La velocidad más excitante


La velocidad más excitante


Por si os lo estáis preguntando, el control de estas naves es perfecto, nada que objetar al mismo, respondiendo de manera perfecta a nuestras órdenes. Además es posible usar el sensor de movimientos del mando, opción menos recomendable a nuestro entender. Los desarrolladores no se han complicado mucho la vida en este sentido, ya que no se emplean demasiados botones para dominar nuestra aeronave: acelerar, frenar, inclinación lateral leve (lean) de la nave a izquierda y derecha, uno más para el nitro… y, el más importante de todos, el correspondiente a la Phase de nuestra nave, función que ahora mismo os explicamos.

El planteamiento de este título es muy sencillo y sigue la estela marcada en este caso por la serie F-Zero. Aquí sólo importa la velocidad y no hay objetos como misiles o minas para molestar a los rivales, a los cuales por cierto lo único que podemos hacer para entorpecer su avance es empujarles: y cuanto más fuerte lo hagamos, mejor. Por lo tanto, de lo único que debemos preocuparnos es de mantener a nuestra nave en el asfalto, de no empotrarnos contra algún objeto que de vez en cuando aparece en el trazado (bloques de hielo, rocas gigantes, muros…)… y permanecer atentos al color de las zonas y carriles de aceleración.

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Aquí es donde entra precisamente el tema de la citada Phase cromática de nuestra nave, que puede ser azul o naranja. Lo suyo es hacer coincidir cuando corresponda dicha tonalidad con la zona que vamos a transitar, algo que resulta fácil de decir pero no tanto de efectuarlo debido a la velocidad a la que transcurre cada carrera. Al hacerlo conseguiremos propulsarnos a velocidades de vértigo, siendo exactamente el caso contrario si nos equivocamos de color. Y dicha característica nos ha parecido todo un acierto, ya que añade aún más interés a las pruebas y provoca que cada carrera sea aún más desafiante.

Con sus lógicas diferencias, Fast Racing NEO podría competir de igual a igual con Mario Kart 8

Precisamente, para nosotros eso mismo que os acabamos de explicar, el nivel de desafío que propone este juego, es otra de sus grandes bazas. Ya desde la primera prueba, la Copa Cobalt perteneciente a la liga Subsonic, debemos demostrar cierto nivel de habilidad a los mandos de las naves. Nosotros fuimos capaces de superar en primera posición tanto dicho campeonato como el siguiente, Xenon, si bien nos costó bastante quedar en tercera posición en Titanium y no conseguimos alcanzar el podio en nuestra primera incursión en la Neon Cup.

¡Y hablamos del primer nivel de dificultad de los tres que posee esta producción! De hecho, aquellos usuarios que deseen demostrar sus habilidades en este tipo de arcades tienen ante sí uno de los retos definitivos, el modo Hero. Un homenaje claro a la saga F-Zero (otro más) que, sólo con desbloquearlo, ya supone todo un premio, ya que debemos previamente habilitar la liga Hypersonic, un logro ya de por sí.

Los modos de juego no son exagerados pero sí suficientes. ¿Seréis capaces de desbloquear el imposible modo Hero?
Los modos de juego no son exagerados pero sí suficientes. ¿Seréis capaces de desbloquear el imposible modo Hero?


Esta modalidad nos obliga a quedar en primera posición para pasar ronda, a correr en las versiones espejo de los trazados pertenecientes a la Hypersonic Cup y, lo más importante, ¡la barra de turbo y escudo es la misma! Un desafío sólo para los más expertos, os lo aseguramos.

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Pero si hay una modalidad que brilla con luz propia en este título es el modo competitivo multijugador, el cual se divide en su faceta online y red local. El primero de ellos admite hasta ocho jugadores a la vez y funciona realmente bien, al menos a las sesiones habilitadas para prensa a las que hemos tenido acceso. Su inconveniente es que esta opción resulta bastante limitada, muy "barebones", en comparación con la misma disfrutada en el citado Mario Kart 8, por ejemplo, pero por lo menos está ahí. Y por su parte el modo Split Screen admite hasta cuatro jugadores simultáneos, sacrificándose en este caso la mitad de la tasa de frames (baja hasta los 30) y una parte de su nivel de detalle gráfico pero que, a pesar de eso, nos ha parecido muy bueno.

Como habéis podido comprobar, estamos ante un título muy completo y tremendamente recomendable para casi cualquier jugador aficionado a la velocidad en general, a los amantes de los retos verdaderamente desafiantes o, incluso, para aquellos usuarios que simplemente tengan la más mínima curiosidad de comprobar hasta dónde puede dar de sí la capacidad de Wii U. Nos quitamos el sombrero ante lo que ha conseguido este estudio independiente con esfuerzo y dedicación, siendo un ejemplo a seguir para el resto de compañías. Y no queremos dejar de ensalzar la asombrosa relación calidad-precio que guarda esta producción, factor que normalmente no solemos tener en cuenta en nuestros análisis pero que en este caso sería injusto no hacerlo.

La velocidad más excitante


Para rematar todo esto el título presenta otros detalles de calidad, como por ejemplo su compatibilidad con la función Off-TV, la cual funciona de manera solvente y sin problemas.

La relación calidad-precio del videojuego es asombroa

Una vez dicho esto, ¿no tiene nada malo este título? Pues hemos encontrado algunos aspectos que podrían haberse pulido más, elementos que hemos echado de menos y… poco más. De entrada nos ha sorprendido un tanto que el título esté completamente en inglés, textos incluidos. Este hecho no supone ningún problema debido al género al que pertenece, pero creemos que un juego como éste merecía haberse traducido al menos.

Por otra parte y a pesar de que el juego incluye 16 circuitos, varios modos de juego y demás opciones, hemos echado en falta algunas características como la posibilidad de poder disfrutar de modos de juego más diversos tipo Supervivencia, Arcade, etc. Y a esto se une lo limitado que resulta la faceta online como ya os comentamos anteriormente.

Si te gusta competir en multijugador tienes un modo online para ocho jugadores y otro para dos o cuatro en modo pantalla partida.
Si te gusta competir en multijugador tienes un modo online para ocho jugadores y otro para dos o cuatro en modo pantalla partida.


Tampoco nos ha convencido del todo el hecho de que las diferencias entre unas naves y otras apenas se limitan a su potencia y aceleración. Y, de hecho, las cuatro primeras naves disponibles pasarán a mejor vida en cuanto desbloqueemos otras más potentes: jugando online os daréis cuenta de que casi todos los usuarios expertos disputan las carreras solamente pilotando dos o tres modelos diferentes. Y ya por pedir, un editor de naves le hubiera sentado que ni pintado al título.

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Para terminar con las críticas, no hemos sido capaces de encontrar la forma de pisar a fondo el turbo bajo una perspectiva desde el interior de la nave. Se han implementado tres cámaras para seguir la acción pero todas ellas son exteriores, por lo que no hemos podido rememorar viejos tiempos a lo Wipeout disfrutando del movimiento y vaivén de las naves desde el interior de la cabina ¡Habría sido algo apoteósico!

Detalles e inconvenientes mínimos para una obra, repetimos, extraordinariamente conseguida y que aún no nos explicamos por qué nadie (eso va por ti, Nintendo) se ha animado a editarla en formato físico.

Donde sí que no podemos poner ningún pero es en todo lo relacionado con el excepcional apartado sonoro. Cada circuito posee su propia música, casi todas ellas de marcada tendencia electrónica como pide el título, melodías que han sido bien diseñadas y que están respaldadas por efectos sonoros verdaderamente sensacionales y una sorpresa: los comentarios de Jack Merluzzi, el mismo actor de doblaje que escuchamos en el célebre F-Zero GX, el clásico de GameCube. Una guinda fantástica para un título extraordinario.

Magnífico

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FAST Racing Neo

Por: El equipo de 3DJuegos
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Una gloriosa reentrada para un género que creíamos olvidado: la velocidad futurista. Fast Racing Neo es un título majestuoso en todos sus sentidos y nos parece un ejemplo perfecto de lo que se puede llegar a plasmar en un juego desarrollado en exclusiva para Wii U. ¡Y encima es digital! Un seguidor espiritual excelente de obras maestras añoradas como F-Zero, Wipeout o Extreme G entre otras muchas, y una franquicia a seguir muy de cerca de ahora en adelante. Un nuevo referente dentro de un género, desgraciadamente, olvidado.

Comprar FAST Racing Neo
  • La sensación de velocidad pone los pelos como escarpias
  • Amplia cantidad de circuitos, todos ellos bien ambientados y muy distintos
  • Técnicamente puede competir de igual a igual con otros títulos similares para máquinas más potentes
  • Las opciones multijugador online y offline añaden rejugabilidad y piques garantizados
  • Podría haber incluido una mayor cantidad de aeronaves y modos de juego. Por pedir…
  • El modo online es bastante limitado en cuanto a sus opciones
Jugadores: 1-8
Idioma: Textos en inglés y voces en inglés
Duración: Incalculable
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