El divertido juego de estrategia Swords & Soldiers estrena su segunda parte. Nuevas facciones y añadidos para un título diseñado específicamente para Wii U que sabe exprimir el potencial del mando de esta consola, el GamePad.
Ronimo Games es uno de esos estudios independientes que saben bien cómo sacar partido de cada una de sus producciones. Tanto Awesomenauts como la primera parte de Swords & Soldiers son claros ejemplos de esto, títulos que aparecieron en forma de juegos digitales y consiguieron atrapar a numerosos usuarios de diversas plataformas como PlayStation 3, Wii o PC. Esta última producción acaba de regresar con una segunda parte que, al menos a priori, llega a Wii U en exclusiva a través del servicio eShop, juego que pasa a convertirse en una de las sorpresas más llamativas de la temporada para esta consola.
Como era de esperar, Swords & Soldiers II es una secuela bastante continuista de la primera edición, algo completamente entendible dado el excelente concepto de juego plasmado en dicha edición. Por lo tanto estamos nuevamente ante un juego de estrategia en tiempo real que presenta varias particularidades, como por ejemplo el hecho de que en lugar de gozar de un campo de batalla en 3D como suele ser habitual en el género, en este caso éste es sustituido por decorados 2D.
Eso por una parte. Y por otro lado, también debemos apuntar como una de sus características más atípicas su extraordinario sentido del humor, alejándose en todo momento de la seriedad que suele acompañar a este tipo de producciones para apostar por el cachondeo y la simpatía.
Piensa y actúa
Nuestro cometido en cada uno de los escenarios suele ser más o menos el mismo, aunque con diversos matices y objetivos complementarios que van añadiéndose. De esta forma debemos avanzar hacia el otro extremo de cada escenario acabando con los adversarios que salen a nuestro paso y destruyendo su cuartel general. Pero claro, la cosa no es tan sencilla.
La jugabilidad se basa en múltiples conceptos clásicos de este tipo de obras, por lo que debemos ir escogiendo aquellas opciones que nos parecen acertadas para cada instante, si bien no tenemos control directo sobre nuestros aliados, los cuales pululan de manera automática por la pantalla. De nosotros depende crear las estructuras y torretas que creamos conveniente, utilizar las unidades que más nos interesen y cuya disposición depende de cada facción, gestionar los recursos (Maná y dinero) de los que disponemos y, también, sacar provecho de la tecnología y magia a nuestro alcance, dado que también es posible lanzar meteoritos, rayos y demás a nuestros enemigos. Y todo esto es posible gestionarlo mediante un uso realmente espléndido del GamePad, pudiendo emplear tanto la pantalla táctil como los botones para adaptar el manejo a nuestro gusto.
Como veis (y dejando de lado la faceta del control mediante el GamePad) la estructura básica que ya disfrutamos en el primer juego de la serie ha sido respetada al máximo, pero eso no quiere decir que no se hayan incorporado cambios y novedades.
De entrada la historia es diferente, poco inspirada eso sí, si bien ciertos personajes como Redbeard (el protagonista) o Blackbeard (su adversario más acérrimo) repiten protagonismo. Por otra parte el título consta de una campaña principal que se extiende a lo largo de 15 niveles, si bien a esto se suman otros retos adicionales. Dicha campaña única nos ha dejado un tanto fríos por la sencilla razón de que en el juego primigenio eran tres las campañas que podíamos disfrutar, una por cada facción. Por lo tanto y a pesar de que este modo de juego principal resulta entretenido y puede entretenernos durante un mínimo de 6-8 horas, lo cierto es que se nos queda corto. Y no porque sea fácil precisamente, dado que el título alcanza picos de dificultad realmente intimidantes a partir de la segunda mitad de la aventura, tened esto bien presente.
Aun así pensamos que el cambio más importante tiene que ver con la introducción de nuevas facciones. Los vikingos repiten presencia en esta continuación, pero los chinos y los aztecas han sido sustituidos por los Persas (que cuentan con tecnología avanzada y gran sabiduría en el uso de magia) y los demonios, los cuales gozan de un elevado número de unidades y gran fuerza. Cada facción, por tanto, posee sus propias particularidades que es necesario tener bien presentes, modificando la experiencia de juego de manera clara en función de unas y otras.
También se ha variado la disposición del modo para dos jugadores, siendo ésta la innovación mejor parada de todas las que se han introducido. Y eso se debe al empleo del GamePad y su pantalla, dado que un jugador puede jugar tranquilamente en dicho aparato mientras que el segundo puede seguir las acciones de sus súbditos en la televisión, una forma excepcional de disfrutar de este modo de juego. Por desgracia y por echarle en cara un aspecto, dicha modalidad sólo puede ser disfrutada offline, algo que no terminamos de entender.
Para terminar, también se ha visto alterado el apartado gráfico. Y es que en esta ocasión todo luce de manera sensacional y en HD, con decorados coloridos y ricos en detalles que gozan de un conseguido efecto de profundidad (varios planos de scroll) en los que se dejan ver personajes aderezados con animaciones sobresalientes.
Por todo esto y a pesar de no ser una continuación todo lo perfecta que cabría esperar, sigue siendo un título muy notable y que puede ofrecer diversión a todo tipo de jugadores y no sólo a los habituales seguidores del género de la estrategia.
Wii U recibe uno de los juegos de estrategia más destacados de todo su catálogo. Esta producción destaca por su simpatía, agradable apartado visual y sentido del humor, que logran sobreponerse a ciertos inconvenientes que no esperábamos encontrarnos, como la reducción de su modo de juego principal y la inexcusable ausencia de modo multijugador online.
- Su propuesta 2D es mucho más profunda de lo que parece
- Gran aprovechamiento del mando GamePad en global
- Las tres facciones son bastante diferentes entre sí
- Gráficamente es muy llamativo y el sentido del humor es magnífico
- La ausencia de modo online multijugador es incomprensible
- El modo historia es más corto que el incluido en el título original
- Algunas fases finales son realmente complicadas de superar, casi frustrantes
