Haz temblar los cimientos de la oscura tierra de Aventuria en este atractivo juego de rol táctico desarrollado por los creadores de The Whispered World y Deponia. Más completo que su antecesor, Blackguards 2 os hará sentir como líderes de un ejército de proscritos que podréis moldear a vuestro antojo, aunque en ocasiones al juego le cuesta mantener alto el interés en su acción.
Justo un año después de adentrarse en el terreno de los juegos de rol táctico con el interesante Blackguards, el equipo alemán de Daedalic Entertainment vuelve a la carga con una secuela que mejora algunos de los puntos negativos de su antecesor, especialmente en lo tocante al incremento de las opciones de gestión de nuestras tropas; pero a la que también le han faltado más novedades de peso y un desarrollo de la acción más dinámico para alcanzar unas cotas de calidad más elevadas. O, al menos, para que mantuviera alto el interés en su acción durante las cerca de 40 horas que puede llevarnos completar su campaña.
Protagonizada una vez más por la carismática Cassia, a la que tendremos que sacar de los calabozos en los que ha sido confinada sin justificación alguna, esta aventura incrementa más si cabe el tono lúgubre y oscuro del original poniéndonos al frente de un ejército de proscritos que claman venganza por las tropelías del tiránico Marwan y los suyos. ¡La sangre vuelve a correr en la tierra de Aventuria! Pero... ¿el fin justifica los medios? Esa será una de las primeras preguntas a las que tendréis que dar respuesta en esta atractiva aventura rolera en la que las decisiones que tomemos marcarán el rumbo de los acontecimientos. ¿Seréis magnánimos con vuestros prisioneros u os convertireis en aquello que odiabais?
Dulce y sangrienta venganza
Atendiendo a las sugerencias de los aficionados, no se puede negar que el equipo de Daedalic ha aprovechado al máximo el escaso margen de tiempo con el que contaban para dar vida a Blackguards 2. Estamos ante una obra muy continuista, eso es verdad, pero también hablamos de un producto más completo que amplía de forma clara las opciones de personalización y gestión de nuestro ejército, al que ahora se unen los mercenarios para alegría de los más estrategas.
Estas nuevas tropas, al igual que ocurre con los héroes bajo nuestro mando, mejorarán sus habilidades combativas con el paso de la aventura, pudiendo aprender nuevos talentos y habilidades especiales dependiendo de dónde invirtamos los puntos de experiencia obtenidos tras cada victoria. El equipo de batalla también crece de forma exponencial con montones de armas y conjuros que harán de nuestros guerreros los soldados más peligrosos de Aventuria. ¡Pero ojo!, que de nada valdrá la fuerza bruta si no hay un buen comandante al mando. Y ahí entran en juego vuestras dotes tácticas.
Con hasta diez soldados propios en el campo de batalla os tocará meditar a conciencia cada movimiento, usar con cabeza las habilidades especiales de vuestras tropas y, claro, posicionarlas adecuadamente en los amplios tableros virtuales sobre los que se desarrolla la acción si queréis sobrevivir a los duros combates por turnos que propone Blackguards 2. Enfrentamientos que poco varían con respecto a los del original, eso vaya por delante, pero que sin embargo mantienen alto el listón gracias a las amplias opciones estratégicas que brindan.
También destaca la presencia de enemigos especiales que nos obligarán a tomar medidas únicas ante sus acometidas, así como ciertas misiones en las que lejos de acabar con los rivales tendremos que escapar de ellos valiéndonos de un interesante pero poco explotado sistema de trampas. Pero a pesar de los esfuerzos de Daedalic por introducir opciones estratégicas más que suficientes como para hacer de estos enfrentamientos unos duelos apasionantes, la verdad es que a la larga a Blackguards 2 le cuesta algo mantener el interés en su acción. Por así decirlo, tras varias horas de juego las batallas se tornan algo repetitivas, y lo discreto de su argumento poco ayuda a mejorar esta sensación.
Porque no nos engañemos. Aunque la historia de Cassia y su caída a la demencia es atractiva –sus conversaciones con ella misma son lo más-, los temas principales sobre los que gira la acción son un cliché demasiado habitual en esto de las aventuras de fantasía. Hay poco en la historia de Blackguards que realmente sorprenda más allá de ciertos momentos de la partida en los que incluso podremos interrogar a prisioneros o decidir su destino, precisamente donde la obra de Daedalic alcanza sus mejores cotas de esplendor por su aroma a rol de la vieja escuela.
En las ciudades bajo nuestro mando o en los campamentos de batalla tendremos oportunidad de charlar con las tropas, comerciar con nuevos objetos, mejorar nuestro equipo de batalla o aprender nuevas habilidades entre otras opciones. También, antes de enfrascarnos en un combate podremos elegir a los soldados que nos acompañarán, aumentando más si cabe las opciones de personalización. No es la panacea, pero sí está a un buen nivel. Sobre todo porque Blackguards 2 consigue hacernos sentir dentro de un conflicto masivo en el que cada una de nuestras decisiones tendrá consecuencias en el devenir de los acontecimientos.
No tanto en lo argumental como sí en lo jugable, ya que dependiendo de las misiones por las que optemos se nos recompensará con unas u otras mejoras que a la larga modificarán nuestra forma de afrontar la guerra. La mayor pega, como ya ocurrió con su antecesor, es que la inteligencia artificial de los enemigos es algo torpe en más ocasiones de las deseadas, lo que obviamente hace perder muchos enteros al juego y ahonda en esa sensación de falta de interés que hemos comentado.
Visualmente Blackguards 2 también mejora con respecto a lo visto en el original. El diseño de personajes es más estilizado y los escenarios son ahora más variados que nunca, incluyendo además montones de objetos con los que interactuar –cajas, trampas, lámparas colgantes, etc.-. La interfaz de usuario muestra además un mayor número de datos necesarios para conocer el éxito o fracaso de nuestras acciones, haciendo más fácil adentrarse en un título de estas características. Es de agradecer también que Daedalic haya traducido al español los textos de pantalla.
Con mayores opciones de personalización que en el original y la vasta tierra de Aventuria a nuestra merced, Blackguards 2 se presenta como un buen juego de rol táctico ideal tanto para los novatos como, especialmente, para aquellos acostumbrados a los desafiantes duelos estratégicos propios de estas aventuras. Su discreta inteligencia artificial y lo repetitivo de algunas de sus contiendas le hacen perder algo de interés, pero a poco que os gusten esta clase de juegos encontraréis incentivos más que suficientes como para pasar un buen rato con lo nuevo de Daedalic Entertainment.
Comprar Blackguards 2- Amplias opciones de personalización
- Los mercenarios y la mayor escala de las batallas. ¡Los combates son todo un desafío!
- Buen equilibrio entre estrategia y rol
- A pesar de las opciones de combate, las batallas se tornan algo repetitivas
- La inteligencia artificial de los enemigos es bastante pobre
- Le falta gancho a la historia. Los personajes están bien, pero no lo que se nos cuenta
- Un modo multijugador le habría sentado genial
