Análisis de Forza Motorsport 6. Bello por fuera, potente por dentro

Análisis de Forza Motorsport 6. Bello por fuera, potente por dentro
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Turn 10 ha puesto mucha carne en el asador. Carreras nocturnas, lluvia y un notable aumento de contenidos para convertir a Forza Motorsport 6 en uno de los videojuegos más esperados por los aficionados de la velocidad en esta generación. Todo eso, apoyado por las brillantes bases del pasado, hace que aunque sea un lanzamiento más bien conservador sí se mantenga el brutal nivel de calidad de la saga.

Es la serie de simulación de conducción más en forma del momento y uno de los grandes abanderados de Microsoft para la marca Xbox: Tanto por el prestigio que conlleva ser la casa de los trabajos de Turn 10, como por las excelentes ventas que ha venido cosechando la franquicia. Eligieron la quinta entrega para abrir la generación de Xbox One y brindarnos así un sobresaliente, aunque criticado, videojuego de lanzamiento, y en esta ocasión el estudio norteamericano tiene la oportunidad de volver a dejarnos admirados con Forza Motorsport 6, una nueva propuesta que se hace fuerte en las habituales características de la IP. A saber, conducción exacta, capacidad de abrazar a perfiles muy distintos de aficionados y diversión en estado puro.

El sexto capítulo de la franquicia llega pisando fuerte con una demostración jugable que ha dejado excelentes sensaciones entre los aficionados. ¿Los motivos? La promesa de mejorar la cantidad y variedad de contenidos, uno de los aspectos que más protestas levantó en su predecesor, y así mismo la presencia de las condiciones climáticas que, aunque con matices por su forma de disponerse en las pistas, nos deja unas extraordinarias conclusiones tanto en lo visual como en la conducción pura. Así pues este Forza Motorsport 6 continúa afinando todavía más y más nuestras percepciones al volante hasta extremos que hace unos años hubieran resultado increíbles y, además, mejora la versatilidad de su propuesta dando a los aficionados exactamente lo que andaban buscando. Un dispendio gráfico, jugable y de simulación que puede que no reinvente la rueda, pero que definitivamente oferta una experiencia difícilmente rechazable.


Locura al Volante

La disposición de los interfaces recuerda algo al de la saga FIFA en sus últimos episodios, repartiendo su vasto número de opciones con mucha comodidad.
La disposición de los interfaces recuerda algo al de la saga FIFA en sus últimos episodios, repartiendo su vasto número de opciones con mucha comodidad.


Para entender cómo funciona la nueva obra de Turn 10 es fundamental repasar a modo de breve apunte algunos aspectos de su anterior producción, y es que Forza Motorsport 5 acumuló las críticas de algunos aficionados por su limitado número de pistas y por su, a todas luces, abusivo sistema de microtransacciones. Sin embargo también nos enseñó lo que se podía lograr en Xbox One gracias a una potencia de la máquina del todo volcada en lograr una naturalidad en la conducción, un realismo en las físicas y una potencia visual que no conocía parangón en consolas. Así mismo había que sumar el brillante e innovador Drivatar y su extraordinaria adopción del uso de periféricos del tipo de volante y, así mismo, el descomunal trabajo llevado a cabo para poder controlar los vehículos también de forma extraordinaria con el, por aquel entonces, debutante mando de la consola de Microsoft. La vibración de los gatillos se integró de forma fantástica para transmitir sensaciones al piloto de conducción más exacta, y la exactitud de sus sticks consiguió trasladar nuestros deseos al asfalto como nunca antes en la IP.

Bello por fuera, potente por dentro


¿Por qué comenzamos hablando de la entrega anterior? Porque sus apoyos como pilares vertebradores del sexto juego son fundamentales. Forza Motorsport 6 se fundamenta en aquellas columnas para ofrecer una experiencia definitivamente menos innovadora que la de su antecesor, y eso que contra todo pronóstico uno de los aspectos puestos en duda de aquel fue precisamente su supuesta incapacidad para hacer avanzar la serie. Pero, puestos a entrar en harina, lo que siempre ha caracterizado a la marca Forza es su exacta simulación y su capacidad para crear una veracidad sin par en el manejo de los coches, y en ese sentido nada falla en el sexto capítulo. Ya hagamos uso del mando de Xbox One o de algún periférico como un volante, todo lo que el programa nos transmite sobre el asfalto es una maravilla.

Si nos gusta la conducción hay pocas cosas más inmersivas que Forza Motorsport 6

Seguimos, de hecho, rescatando en el caso del mando el extraordinario rendimiento de los gatillos para que el vehículo se comunique con nosotros. Al igual que dijimos en el juego anterior. si conducimos bruscamente con frenazos y acelerones apenas lo vamos a percibir, pero si hacemos lo propio con suavidad sí notaremos ese valioso feedback que nos aporta la vibración a la hora de saber qué es lo que está pasando sobre el asfalto. ¿Estamos forzando? ¿Vamos a perder el control? ¿Estamos frenando o acelerando correctamente? El mecanismo de sutiles (o bruscas) sacudidas de los gatillos no sólo nos aporta tanta información de nuestro coche como la cuidada telemetría, que también está presente y con mucho detalle pudiendo mostrarla en tiempo real con sólo pulsar un botón de la cruceta, sino que además nos anima a una conducción más delicada. Todo en favor de la simulación, claro.

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Cada vez que comencemos una serie en el Modo Carrera deberemos comprometernos con un determinado estilo de vehículos para ésta.
Cada vez que comencemos una serie en el Modo Carrera deberemos comprometernos con un determinado estilo de vehículos para ésta.


No obstante si no tenemos interés en algo tan profundo lo estupendo de Forza 6 sigue siendo su capacidad para adaptarse a los paladares de distintos perfiles de jugador. Desde la pestaña de Ayudas podemos añadir, o eliminar por completo, cualquier tipo de auxilio del vehículo en forma siete alternativas, incluidos los frenos ABS, dirección, guías visuales sobre la pista, efecto rebobinado o cambios de marchas con mayor o menor intervención por nuestra parte. Además el Drivatar, esa inteligencia artificial influida en sus comportamientos por nuestros amigos en la red o por los jugadores de todo el mundo, también es configurable en cuanto a su reto, pudiendo incluso limitar su agresividad en la pista, algo que ya acusábamos en el episodio anterior como elemento algo exagerado por su comportamiento intrépido en exceso y que ha mejorado notablemente.

El debut más ansiado era el de la noche y la lluvia, y en ambos sentidos sacamos grandes sensaciones. Cierto es que ni en uno ni en otro caso podemos configurarlo con el nivel de detalle que muchos hubieran deseado, porque esas condiciones climáticas están limitadas a circuitos concretos en número francamente bajo (seis y siete, respectivamente) y tampoco son de carácter dinámico como en otros juegos recientes, sin embargo su presencia, aunque escasa, está realmente cuidada. Es toda una experiencia disfrutar de la conducción sobre las nuevas condiciones, traduciéndose en el caso de la noche en un frío que nos obliga a cuidar la medida de las frenadas (especialmente en los primeros minutos hasta que los frenos se calienten) y en el agua en la obligación no sólo ya de cuidar este tema sino también de vigilar el aquaplaning, o lo que es lo mismo la pérdida de control del vehículo al superar éste una superficie cubierta de agua. El aficionado va a descubrir que cuando se pone el sol el manejo y la respuesta cambia, pero que cuando las lluvias cubren los circuitos de un manto de agua es casi un videojuego nuevo, convirtiéndose en una de las representaciones más fidedignas de la conducción sobre mojado que hemos visto hasta la fecha en consolas. Podemos concluir, en definitiva, que sin ofrecer grandes cambios, el nuevo trabajo de Turn 10 afina las novedades que vimos en su antecesor y cubre con estos cambios climatológicos algo que los usuarios venían demandando desde hace años.

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Forza por los Números

Con Forza Motorsport 6 tenemos la que es la segunda incursión de Turn 10 en la generación de Xbox One, y como tal parece un trabajo más compacto que el anterior. Sigue destacando por ese estándar de 1080p y de 60 frames por segundo que caracterizó a su anterior lanzamiento, y que aquí se mantiene sólido como una roca sin renunciar por ello a una sincronía vertical impecable y contando tras de sí con todo el consumo que exigen los complejos cálculos de una simulación de estas características. El impacto inicial que produjo su antecesor con el salto a la nueva generación puede que no sea tan drástico, pero definitivamente mirado en detalle el avance es más que notorio en todo lo que se observa en pantalla. Si, además, sumamos lo que aportan las novedades con esas gotas de lluvia en el parabrisas que se escurren con total naturalidad, los charcos en 3D o las sombras dinámicas de las carreras nocturnas tenemos un conjunto asombroso desde cualquier punto de vista tecnológico y realizado, además, con el habitual buen gusto de los trabajos de este estudio.

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La personalización y la compra de vehículos va a hacer que tengamos un garaje no sólo grande sino enteramente customizado a nuestro gusto.
La personalización y la compra de vehículos va a hacer que tengamos un garaje no sólo grande sino enteramente customizado a nuestro gusto.


Así pues Forza Motorsport 6 es conservador en lo jugable, sí, y es que las novedades son muy aparatosas y aportan, pero también son escasas. Sin embargo el progreso del programa se ha orientado hacia el hecho de que la variación se oriente más en la línea de aumentar sus contenidos hasta extremos salvajes, dando la razón al aficionado que protestó en 2013 por las limitaciones en este campo. Son, por ejemplo, 26 circuitos y sus respectivas variaciones para aumentar de forma generosa los 14 que recorrimos una y mil veces en el anterior videojuego. Todos ellos llevados a cabo con un mimo espectacular, cargados de elementos móviles, de un nivel de detalle brutal en los fondos y con el mismo gran trabajo en términos de iluminación. Mención especial para los tratamientos visuales de los mencionados efectos climáticos, con unas impactantes gotas de lluvia cayendo o depositándose y corriendo sobre las carrocerías y con una luz formidable en la noche.

Por lo que respecta a los coches la noticia también pasa por el aumento en los números. Si en el caso del anterior juego se defendió la decisión de calidad por encima de cantidad, en esta ocasión podemos decir que se han logrado las dos cosas. La cantidad de vehículos con un aspecto formidable y de sobras digno para la nueva generación ha aumentado notablemente, superando los 450 automóviles y siendo más del doble de los visto en el momento del lanzamiento de su predecesor. Lo mejor de ellos no es únicamente que su retrato estético sea imponente, con un modelado, carga poligonal y calidad de texturas apabullante, sino que también tienen ese habitual sello de la serie de ser muy diferentes entre sí en cuanto a respuesta y manejo. En el siempre polémico tema de los daños, éstos, en lo cosmético, presentan un resultado muy interesante si tenemos en cuenta el siempre controvertido tema de las limitaciones de los fabricantes y, en lo mecánico, son mucho más realistas poniéndonos las cosas muy difíciles siempre que tengamos activado este extremo.

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Por su parte Forzavista sigue siendo una de las máximas expresiones de esto último, con su vistazo en detalle a los vehículos del juego con un nivel de detalle que agradecerán todos los fans de los coches. Este tipo de secciones del programa, que facilitan el explorar un coche en detalle con recreación fotorrealista y cantidad de información en vídeo y audio, permiten entender el brutal trabajo que hay detrás de cada bólido del juego y dan una idea del faraónico trabajo que ha vuelto a llevar a cabo el estudio y que, por falta de tiempo, “sólo” pudo efectuar con algo más de 200 de salida en su anterior edición. Al contrario que en otras franquicias en Forza no hay coches de primera o segunda categoría, todos están recreados con idéntico mimo y respeto por su acabado visual y su cuidada recreación de comportamiento y prestaciones.

Cuándo la lluvia cubre los circuitos de un manto de agua es casi un videojuego nuevo, una de las representaciones más fidedignas de la conducción sobre mojado

En este mismo sentido de amor y pasión por la velocidad opera el retorno de Richard Hammond y James May, de Top Gear que, tras la salida del polémico Jeremy Clarkson, repetirán sus labores de presentación y comentario de distintos contenidos. También sirven de anfitriones para una serie de pruebas que ponen el toque de simpatía a la seriedad del resto de pruebas del programa, y que incluyen concursos para derribar bolos, pilotaje de camiones y muchas cosas más. Las voces de Hammond y May, de hecho, son las que respetan su versión original (subtitulada), mientras que la femenina que ya lleva algunos episodios ejerciendo de guía mantiene su impecable trabajo en español. La banda sonora es adecuada, aunque con un número de temas algo escaso teniendo en cuenta las horas que vamos a pasar con el juego, y con la habitual calidad de representación del audio para los motores. Sí que hay alguna pega que poner al apartado relacionado con el audio, y esa es la del sonido de los choques. Habitualmente ha sido uno de los puntos flojos de la serie, pero no se puede comprender que en pleno año 2015 todavía sigamos con ese abanico de sonidos tan limitado cuando, por ejemplo, trabajos como el de la lluvia y el sonido del impacto distinto en función del tipo de superficie nos han dejado admirados.

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¿Qué hacer en el Universo Forza?

En cuanto a modalidades la oferta sigue siendo tan grande como cabía esperar de un videojuego de velocidad. Las carreras de prueba y las exhibiciones serán el lugar perfecto para irnos familiarizándonos con las diferencias entre unos vehículos y otros, mientras que con las contrarrelojes que ofrece Rivales tenemos la oportunidad ideal para enfrentarnos a las mejores vueltas de otros jugadores. El multijugador estándar, por otro lado, ofrece un potente on-line para hasta 24 usuarios simultáneos (aumento de 8 respecto al anterior) con distintas modalidades tan serias como larguísimas carreras de la simulación más seria que es capaz de ofrecer el juego hasta otras tan ligeras como el derrape libre o tan desenfadadas como el ya sobradamente conocido Virus (un Tú la Llevas de toda la vida). Ya hemos probado el título on-line en sesiones orquestadas por Microsoft, pero tanto por el hecho de probar el juego con la prueba de estrés definitiva de los servidores repletos como por ver algunas de las pruebas como la Liga de Carreras, que es una serie de eventos con plazos fijados y que no se activa hasta dentro de unos días, dejamos esta parte del análisis a expensas de comprobar sus prestaciones post fecha de lanzamiento.

El multijugador será el lugar donde más tiempo pasaremos como suele ser habitual en la saga. Muchas modalidades y alternativas para hasta 24 usuarios.
El multijugador será el lugar donde más tiempo pasaremos como suele ser habitual en la saga. Muchas modalidades y alternativas para hasta 24 usuarios.


Por último el modo carrera ofrece algunas pequeñas características que ni mucho menos llevan a pensar en una reinvención, pero que sí le dan un barniz curioso tanto a la progresión como piloto como a las cosas que podemos hacer entre prueba y prueba. Por ejemplo cuando subimos de nivel tenemos acceso a una ruleta con premios en forma de créditos o vehículos extra para el garaje, contamos con los mods que son como un mini-juego de compra de sobres para obtener bonus, aumentar la dificultad o moderarla y, así mismo, de vez en cuando podemos acceder a eventos de exhibición para probar cosas muy distintas y hacernos con poderosos bonus. El conjunto es divertido, y el sentido de avance tanto como conductor como con la afinidad con las marcas ayuda a dar sentido a su desarrollo. El esquema, por lo demás, es parecido: Distintos torneos para los que podemos escoger el perfil de coche que queremos emplear, y en los que debemos entrar entre las tres primeras plazas para poder liberar el acceso al siguiente, obteniendo en todo caso suculentos premios en forma de experiencia o créditos que invertir en nuevos coches y personalización de los que poseemos.

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La personalización de los vehículos vuelve a ser clave en este Forza, tanto visuales como de rendimiento

Y es que la personalización vuelve a ser clave. El sentido de la comunidad sigue presente en la forma de diseños que podemos compartir o descargar de otros aficionados, y las herramientas para crearlos son tan sencillas y completas como en episodios anteriores en cuanto a colores, vinilos y un largo etcétera de alternativas. Pero no todos los cambios son meramente cosméticos, también existen las herramientas destinadas a incorporar, por ejemplo, alerones o cambiar neumáticos, suspensión o frontales y modificar el aspecto y las prestaciones. Sin embargo la cosa va más allá cuando entramos a pormenorizar aspectos como el motor, tubos de escape, árbol de levas o las 10 ramas de nuestro coche y su rendimiento en las que podemos invertir nuestros créditos. Si, por el contrario, lo que nos interesan son los ajustes sobre el automóvil en su estado actual, siempre podemos tunearlo a fondo con la obscena cantidad de barras, diagramas y detalles que tenemos para fijar las marchas, el alineamiento de los neumáticos o el rendimiento de los amortiguadores entre otras muchas cosas que sólo recomendamos alterar si sabemos lo que estamos haciendo, porque sus efectos sobre el manejo son muy relevantes.

Ha tardado pero por fin está aquí el agua. La lluvia lleva años bañando los circuitos de los grandes juegos de velocidad del mercado, pero debuta en la simulación de Forza con esta entrega. Sus gotas que caen sobre el asfalto y los charcos tridimensionales que se forman provocan efectos que en las primeras partidas van a ser difíciles de anticipar, pero que siempre ofrecen unos resultados de naturalidad perfectos. Entrar en un charco con sólo los neumáticos de un costado o superarlo en plena maniobra de giro pueden ser un suicidio, y algo que vamos a ir aprendiendo por las malas. El programa, en su obsesiva idea de ser realista, sitúa además los charcos en las zonas auténticas en las que se acumulan en los circuitos.
Aguacero - Ha tardado pero por fin está aquí el agua. La lluvia lleva años bañando los circuitos de los grandes juegos de velocidad del mercado, pero debuta en la simulación de Forza con esta entrega. Sus gotas que caen sobre el asfalto y los charcos tridimensionales que se forman provocan efectos que en las primeras partidas van a ser difíciles de anticipar, pero que siempre ofrecen unos resultados de naturalidad perfectos. Entrar en un charco con sólo los neumáticos de un costado o superarlo en plena maniobra de giro pueden ser un suicidio, y algo que vamos a ir aprendiendo por las malas. El programa, en su obsesiva idea de ser realista, sitúa además los charcos en las zonas auténticas en las que se acumulan en los circuitos.


En definitiva podemos decir que si nos gusta la simulación de conducción hay pocas cosas más inmersivas que un Forza Motorsport 6 que sigue ahondando en la presentación de un sinfín de posibilidades y parámetros, para adaptarse como un guante a los distintos tipos de experiencia que exigen tanto el más avezado usuario de simuladores como el novato debutante que quiere comenzar con algo sencillo. Eso sí, es un juego que sigue creciendo con cada entrega en cuanto a las sensaciones, ofreciendo una inmersión fuera de toda duda en términos de conducción con las cotas más altas sustentadas con un volante en las manos y con la impresionante vista desde la cabina del conductor, con todos los salpicaderos perfectamente recreados para todos los modelos de coche. Una verdadera gozada y un placer para los amantes de la velocidad.

Magnífico

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Forza Motorsport 6

Por: El equipo de 3DJuegos
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Más circuitos, más coches y un aspecto visual impecable. Puede que Motorsport 6 sea el episodio de la serie Forza que menos novedades introduce, y eso que incluye los tan ansiados desembarcos de la noche y la lluvia, sin embargo su fórmula es tan brillante, pulida y ajustada que cuesta muy mucho no considerar lo nuevo de Turn 10 una obra extraordinaria. La marca Xbox sigue teniendo en esta saga uno de sus mejores argumentos en cuanto a prestigio y calidad… y por muchos años.

Comprar Forza Motorsport 6
  • A nivel de conducción sigue siendo un producto brillante y difícilmente mejorable
  • El aumento de contenidos con respecto a su predecesor es todo un acierto
  • Gráficamente es un producto verdaderamente espectacular
  • La principal novedad, la noche y la lluvia, tiene una presencia muy limitada
Jugadores: 1-24
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración: Inclaculable
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