Análisis de Grow Home. B.U.D. y las habichuelas mágicas

Análisis de Grow Home. B.U.D. y las habichuelas mágicas
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Acompaña a B.U.D., un robot jardinero, en esta pequeña aventura que nos ha conquistado el corazón. En ella tendremos que conseguir hacer crecer una planta gigante hasta lo más alto para recoger su fruto, y llevarlo a nuestra nave espacial. Escalada y vértigo en un título tan sencillo como innovador, que no deja indiferente.

Hay algo en Grow Home que lo hace único. Puede que sea su protagonista, B.U.D., un adorable robot enviado a un planeta extraño con un solo objetivo: hacer crecer una gigantesca planta hasta los 2.000 metros de altura, momento en el que florecerá y seremos capaces de recolectar su semilla.

B.U.D. se comporta como pocos personajes de videojuego hayamos visto antes. Tiene una peculiar forma de andar y todas sus acciones vienen precedidas por sonidos robóticos, que hacen que le adores desde el primer momento que pasas a controlarle. Y esta conexión entre tú y este carismático robot será muy importante, porque juntos vais a lograr una de las tareas más titánicas y hermosas que hayamos experimentado a los mandos.

Con este talante tan íntimo y simplista, uno llega a olvidarse que está ante un juego del gigante Ubisoft. Sí, es cierto que la compañía ya había hecho sus primeros pinitos en este tipo de juegos con obras como Valiant Hearts y Child of Eden, pero es quizá Grow Home la más experimental de todas ellas. La francesa tiene una obsesión patológica con las mecánicas de escalada. Desde juegos como la trilogía de las Arenas de Prince of Persia y, por supuesto, con su saga Assassin’s Creed, siempre han querido encontrar nuevas fórmulas de hacernos subir a cualquier parte. Es por ello que en su afán por seguir mejorando la fórmula, encargó al equipo de Ubisoft Reflections investigar nuevas mecánicas para sus futuros videojuegos.


Así surgió la animación procedural. Un nuevo estilo donde nuestro personaje no se ajustaba a diferentes puntos del escenario únicamente, sino que podía engancharse a cualquier lugar sin ningún tipo de limitación. Tanto llegó a funcionar el prototipo, que el estudio siguió adelante con la idea dando lugar a este videojuego que hoy tenemos entre manos. Y es que la escalada es sin duda alguna el punto más importante de Grow Home; su innovadora mecánica nos permitirá agarrarnos a cualquier superficie y realizar la escalada más épica que hayamos llegado a ver nunca.

B.U.D. y las habichuelas mágicas


Hasta la estratosfera y más allá

Para hacer crecer la planta estelar, B.U.D. tiene que conectar sus tallos con unas rocas de energía, en forma de islas flotantes cada vez más inaccesibles. Para ello, tendremos que llegar a los diferentes brotes de la planta y hacerlos crecer, casi como si estuviéramos montando en una montaña rusa. Llegar a ellos será todo un logro a medida que la distancia con el suelo va aumentando. Una vez logremos conectar los suficientes tallos, la planta volverá a crecer hasta alcanzar la cúspide, muy cerca de la nave donde llegamos al planeta.

La planta estelar no deja de crecer y crecer, y es un placer para la vista cuando llegas a las alturas más estratosféricas.
La planta estelar no deja de crecer y crecer, y es un placer para la vista cuando llegas a las alturas más estratosféricas.


Puede parecer un planteamiento simple, y lo es, pero Grow Home no es tanto lo que cuenta sino cómo lo hace y cómo experimentas este viaje en el papel de un robot jardinero. Hay momentos que recordarás durante mucho tiempo, y no porque el juego te guíe hacia ellos, sino porque te suceden durante tu viaje a la estratosfera de manera inesperada. Alcanzar una gran altura y tropezar supone una caída que no sólo acabará con tu robot (no te preocupes, tienes todos los que necesites de repuesto) sino que incluso aunque te salves te hará perder toda la distancia que habías escalado. Sin necesidad de puntos de control (aunque existen diversos teletransportadores distribuidos por el escenario), simplemente volviendo a subir desde donde aterrizaste.

Puede parecer un planteamiento simple, y lo es, pero Grow Home no es tanto lo que cuenta sino cómo lo hace y cómo experimentas este viajes en el papel de un robot jardinero

Para hacer más fácil la tarea, B.U.D. puede ir recolectando una serie de cristales adheridos al terreno. A medida que el número de ellos se va incrementando podremos conseguir nuevas habilidades. Por ejemplo, al 10% podremos alejar la cámara, algo que no parece de mucha utilidad pero sí lo es cuando estamos agarrados a la planta a gran altura y tenemos que encontrar la roca de energía para poder continuar. Más adelante desbloquearemos la mochila de propulsión, que nos permitirá acortar distancias en el aire e incluso darnos un impulso muy útil hacia arriba cuando la mejoremos.

La caída libre ofrece una vista espectacular, siempre y cuando tengas una manera de detenerte antes de estamparte contra el suelo, claro.
La caída libre ofrece una vista espectacular, siempre y cuando tengas una manera de detenerte antes de estamparte contra el suelo, claro.


El entorno también nos proporcionará algunos objetos de utilidad. El básico, la margarita, que hará las veces de paracaídas y que nos permitirá salvarnos de una muerte segura tras una caída o incluso planear para alcanzar los lugares más inaccesibles. Más adelante, también podremos utilizar una hoja a modo de ala delta para recorrer largas distancias.

Cuántas veces hemos pasado horas y horas recogiendo cosas por el escenario hasta el punto de hastío de preguntarte: Y todo esto… ¿para qué? Pero hay algunos juegos que dan utilidad a los coleccionables, más allá de desbloquear galerías de arte y vídeos. Grow Home te anima a coger todos los cristales que puedas, con un total de 100, premiándote con nuevas habilidades para nuestro robot. Es una inversión inteligente: si dedicas tiempo a recogerlos, más fácil será el ascenso en las zonas más escarpadas.
Coleccionismo útil - Cuántas veces hemos pasado horas y horas recogiendo cosas por el escenario hasta el punto de hastío de preguntarte: Y todo esto… ¿para qué? Pero hay algunos juegos que dan utilidad a los coleccionables, más allá de desbloquear galerías de arte y vídeos. Grow Home te anima a coger todos los cristales que puedas, con un total de 100, premiándote con nuevas habilidades para nuestro robot. Es una inversión inteligente: si dedicas tiempo a recogerlos, más fácil será el ascenso en las zonas más escarpadas.


Grow Home nos ha conquistado. Es un título corto, que puedes llegar a acabar en dos o tres horas si vas directamente al objetivo principal. Pero es casi imposible no perderse un poco para admirar el paisaje, llegar a las islas flotantes más alejadas y lograr acumular los máximos cristales posibles. B.U.D., además, te roba el corazón desde el primer momento, al igual que algunos de sus paisajes verticales de vértigo. La sensación de estar escalando tú de verdad, gracias a un sistema de agarre donde tenemos que mantener los dos gatillos o botones superiores del mando para no caernos, producen una sensación de logro mucho más auténtica que cualquier juego de escalada automatizado. Y el hecho de hacer crecer la planta guiando los tallos a tu antojo transforma el paisaje de forma única, ya que ninguna partida tuya terminará con una planta igual a la de otro jugador. Incluso cuando hayamos concluido la aventura, el título nos dará la posibilidad de explorar libremente con otros objetivos más desafiantes, y aprovechar a recolectar todos los cristales para mejorar nuestras habilidades.

Excelente

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B.U.D. y las habichuelas mágicas

Grow Home

Por: El equipo de 3DJuegos
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A veces, menos es más. Ubisoft Reflections logra destacar manteniéndose pequeño, en un concepto que si bien es corto, es lo justo para no tener nunca la sensación de repetición. Todo ello con un apartado artístico muy cuidado, un uso de la proceduralidad realmente interesante (y útil) y un personaje que se hace querer. Todo por un precio más que competitivo para la primera sorpresa alternativa del año.

  • El sorprendente sistema de animación procedural, la escalada y conexión de tallos
  • La sensación de vértigo y verticalidad
  • B.U.D.: un robot adorable
  • Coleccionables útiles, algo poco frecuente
  • En ocasiones, a la cámara le cuesta seguir la acción
  • Algunos momentos muy puntuales donde puedes quedar atorado en el escenario
Jugadores: 1
Idioma: Textos en inglés y voces en inglés
Duración: 2-3 horas (mínimo)
Ver requisitos del sistema
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