Análisis de Rising Storm 2 Vietnam. Fortunate Son

Análisis de Rising Storm 2 Vietnam. Fortunate Son
Facebook Twitter Flipboard E-mail

En tu cabeza suena Run Through The Jungle, de los Creedence. Es lo único que te saca de este infierno selvático en el que las balas, la pólvora y el napalm parecen la única redención. Rising Storm 2: Vietnam es la última entrega de la familia Red Orchestra, y conjuga realismo, diversión y estrategia para brindarnos una experiencia muy refrescante.

En el ámbito de los juegos de disparos es difícil encontrar algo tan particular como Rising Storm 2: Vietnam. En un lado del patio encontramos los Battlefield y Call of Duty con su acercamiento más superficial a las mecánicas intrínsecas a la interacción de lo bélico y en el otro tenemos a franquicias como ARMA, que buscan el lado más realista tratando de acercarse más al concepto de simulación. El que nos ocupa es un juego que trata de llenar el hueco que existe entre esas dos visiones del género ofreciendo a los jugadores una experiencia realista sin dejar de lado los aspectos más divertidos de la interacción. Una experiencia que, además, depende mucho de la cooperación y el trabajo en equipo a lo largo y ancho de sus modos de juego.

Por si esta saga todavía no estaba en vuestro radar, os recordamos el nombre Red Orchestra, que es como se llamaba esta saga hasta el 2013, cuando comenzó a conocerse como Rising Storm. El primer juego estaba ambientado en la Segunda Guerra Mundial, y se hizo muy popular por ofrecer una tónica de juego particularmente cruda. En esta ocasión os gustará saber que Tripwire Interactive y Antimatter Games han mantenido las mismas fórmulas que lograron colocar a la saga en el mapa bélico de disparos. Para recapitular: un acercamiento bastante realista de los disparos, una fuerte presencia de lo táctico en el desarrollo de los combates y un tono marcadamente oscuro.


Un juego crudo para un conflicto crudo

Rising Storm 2: Vietnam nos lanza en medio de uno de los conflictos más sádicos de la historia de la humanidad. Jugamos encarnando a soldados y marines de los Estados Unidos y a los soldados del EVN y el Viet Cong. Tenemos tres opciones de juego: el modo de control de territorio, heredado de Red Orchestra; el modo Escaramuza, más íntimo y contenido; y el apabullante Supremacía, que nos lanza de lleno al conflicto a gran escala. Son muchos los mapas, y cada uno ofrece escenarios muy variados para los combates: calles de ciudades vietnamitas en ruinas, colinas, campos de arroz, plantaciones, impresionantes paisajes cercanos a la costa y, por supuesto, montones de junglas.

Fortunate Son


La personalización de los soldados puede quedar en un segundo plano, pero ahí está como incentivo para seguir mejorando.
La personalización de los soldados puede quedar en un segundo plano, pero ahí está como incentivo para seguir mejorando.


Resulta refrescante catar esta receta de conflicto interactivo después de llevar tiempo con el paladar acostumbrado a otras marcas. Da igual nuestro trasfondo; durante las primeras partidas morimos una y otra vez sin saber de dónde vino la bala y, lo que es más grave: matamos sin saberlo. Solo el letrero que aparece arriba a la derecha nos desvelará la incógnita. Corremos por junglas y campos de arroz evitando ataques aéreos y esquivando trampas enemigas, aprendiendo a luchar en esta nueva guerra, más brutal y terrible que las que conocíamos.

Pero conseguimos aprender y decidimos replantear nuestro estilo de juego. No es solo el tener más cuidado con nuestros movimientos y nuestros disparos, sino el apoyar el avance de nuestro equipo con inteligencia. De otra forma, es imposible resultar relevante en la partida. Es muy importante entender esto para no frustrarse, porque salvo en el caso de las escaramuzas, el juego solo premia el trabajo de hormiguita. Es muy agradable, además, escuchar a los compañeros de equipo hablando de viva voz comentando cada movimiento, pidiendo ayuda, maldiciendo amistosamente al comandante después de que los mande al otro barrio con un bombardeo con napalm. Esto depende de los jugadores, claro, pero es que el juego anima a ello.

Fortunate Son


La apariencia, fidelidad y sentimiento de juego con las armas es excelente

Si hay una especialidad que os suela interesar en los juegos de guerra, seguro que la encontráis en Rising Storm 2: Vietnam. Algunos papeles son más importantes que otros, por lo que hay que ser muy consciente de lo que hemos elegido. Las clases cambian ligeramente según el lado de la contienda que nos toque, pero algunas son equivalentes. La clase básica es el soldado raso o de infantería, que puede ser un buen punto de partida para cualquier jugador, porque acompañan a los especialistas, efectúan un importante trabajo de fuego de apoyo y, sobre todo, suelen ser los que se ocupan de controlar los objetivos. Luego tenemos los tiradores y los ametralladores, que hacen lo que se espera de sus nombres, pero cuyas habilidades pueden resultar vitales en el ataque o la defensa de una posición. A diferencia de otros juegos, este limita la cantidad de soldados de las clases especiales que se pueden escoger por partida. No se ven legiones de francotiradores, vaya; todo tiene cierto equilibrio.

Aunque visualmente podría habérsele exigido más, los desarrolladores han conseguido que el juego esté muy bien optimizado.
Aunque visualmente podría habérsele exigido más, los desarrolladores han conseguido que el juego esté muy bien optimizado.


Pero esto no es lo que hace que el título destaque. Reiteramos la idea de trabajo de equipo sobre todo por la figura de los líderes de equipo y especialmente la clase dedicada: el comandante. Los líderes de equipo otorgan ventajas de zona, la posibilidad de que el resto de soldados aparezcan a su lado, pueden crear túneles, etc. Los comandantes, por su parte, son oficiales con la capacidad de mover las piezas del ataque o la defensa y de solicitar ciertas ventajas de apoyo durante la partida usando el mapa como referencia. ¿El truco? Necesitan que otros jugadores les echen una mano. Para solicitar ataques aéreos, refuerzos, ataques de artillería, etc., necesitan una radio o un soldado radioperador. Es decir, que hace falta que un jugador —generosamente— desempeñe ese papel. Si un eslabón se rompe, la cadena se desbarata. Lo interesante es que este sistema de clases se sustenta en todos los modos de juego.

Fortunate Son


En Vietnam no todo fue napalm

Las armas se merecen una mención aparte, primero por la variedad, que es estupenda (entre los dos bandos hay más de 30 entre las que elegir), y segundo por su funcionalidad y cómo se sienten. Todas ellas se mantienen fieles a las que se usaron en la Guerra de Vietnam, con apariencias realistas, animaciones con gusto y, sobre todo, apoyadas por un excelente de trabajo de sonido. Asimismo, todas tienen varias capas de funcionalidad, entre modos y distancia de disparo, y la posibilidad de acoplarles bayonetas, desplegar culatas, etc. También tenemos la posibilidad de usar una munición u otra. Detalles, por otra parte, como el que al correr o al tener colocada una bayoneta el tiro varíe, son también responsables de que disparar sea tan gratificante en Vietnam.

Rising Storm nació como una expansión independiente de Red Orchestra 2: Heroes of Stalingrad desarrollada por Tripwire Interactive y la comunidad modder. Esta primera entrega se ambientó en la Guerra del Pacífico de la Segunda Guerra Mundial, y aunque respetó las mecánicas integrales de Red Orchestra 2, la inclusión de nuevas armas trazó un escenario de juego asimétrico, dada la inferioridad armamentística del ejército nipón frente al norteamericano.
Una saga con alma de mod - Rising Storm nació como una expansión independiente de Red Orchestra 2: Heroes of Stalingrad desarrollada por Tripwire Interactive y la comunidad modder. Esta primera entrega se ambientó en la Guerra del Pacífico de la Segunda Guerra Mundial, y aunque respetó las mecánicas integrales de Red Orchestra 2, la inclusión de nuevas armas trazó un escenario de juego asimétrico, dada la inferioridad armamentística del ejército nipón frente al norteamericano.


Los ataques aéreos y la presencia de los helicópteros aportan mucho a la sensación de tensión y agobio. A diferencia de Battlefield, aquí no es tan fácil derribar una de esas aeronaves —para ello hace falta elegir la clase apropiada—, y si tenemos la suerte de sobrevivir a su paso, la imagen suele ser impactante: nuestros compañeros yacen despedazados o calcinados a nuestro alrededor. Pero aparte de nuestro propio impacto como jugadores, las explosiones o los disparos cercanos también nos afectan como soldados por culpa del efecto de contención. Este efecto impide que nos movamos rápidamente y que disparemos con precisión. Como no podría ser de otra forma, aunque otros juegos ya lo tengan, en este caso parece que se representa con mucha más intensidad para reforzar la sensación de vulnerabilidad.

Si hay algo que podamos achacarle al juego es el apartado visual. Lo reconocemos: la primera impresión no fue buena. Obviamente, a base de jugar hemos ido dejándonos encandilar por las bondades de su planteamiento interactivo, e incluso hemos descubierto algunos paisajes realmente bellos. Los efectos de sonido, efectos de explosiones, de luz, etc., mantienen el tipo estupendamente, ojo, pero hay algo en las animaciones, en las texturas, en la forma en que se mueve el follaje que… es inevitable sentir que estamos jugando a un mod de un juego de hace una generación.

Excelente

Recomendado
Fortunate Son

Rising Storm 2: Vietnam

Por: El equipo de 3DJuegos
Recomendado

Para jugar a Rising Storm 2: Vietnam hay que escuchar al comandante, bajar la cabeza, adentrarse en la jungla y rezar por que no encontremos la muerte pronto. Es una experiencia muy equilibrada que sirve de punto de encuentro entre el realismo de los simuladores de guerra, la diversión desenfadada de los juegos de tiro más convencionales y unas reglas de juego en equipo muy sólidas.

  • Controles precisos y mecánicas de disparo bien estudiadas
  • El planteamiento táctico y cooperativo del combate es adictivo y gratificante
  • Jugando sentimos que de verdad participamos en el conflicto
  • Sensación de falta de pulido; no se ha aprovechado todo el potencial del motor gráfico
  • No sobra ningún modo, pero se podría echar en falta más cantidad de ellos
Jugadores: 1-64
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: Incalculable
Ver requisitos del sistema
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

4.527 visualizaciones

El AUTÉNTICO AAAA de Ubisoft FAR CRY 2

Hay revoluciones que pasan frente a nuestros ojos sin que apenas nos demos cuenta. Juegazos que, por la velocidad de la industria y lo rápido que muchos se suman a las modas, pasan inadvertidos o hacen algo de ruido para luego quedar completamente sepultados por secuelas o...