Análisis de NiGHTS Journey of Dreams

Análisis de NiGHTS Journey of Dreams
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NiGHTS ha vuelto al mundo de las consolas después de cerca de diez años de letargo. Dos nuevos niños son la razón de este regreso, pero también lo son los miles de seguidores de este bufón aficionado a tocar una flauta invisible. Tan invisible como los sueños de Will y Helen, dos chicos con la esperanza de derrotar a unas pesadillas que están sembrando el terror en Nightopia. Ellos no serán conscientes de su aventura. Por suerte, nosotros sí. ¿Se hacen los sueños realidad?

Hace ya más de diez años que el bufón NiGHTS nos invitó a volar a través de unos sueños que la consola SEGA Saturn consiguió hacer realidad. Desde aquel día, muchos se negaron a despertar, deseando con gran anhelo y esperanza que aquel personaje onírico tocara su flauta invisible una vez más. Tal fue la espera que, cuando Nintendo Power desveló el año pasado la posibilidad de traer el videojuego a Wii, se generó una enorme expectación. Todo el mundo confiaba en aquel destacado título del catálogo de Saturn, un videojuego que fue creado por el Sonic Team cuando aún se encontraba en un buen estado de forma.

No obstante, eventos tan trascendentales como una repentina retirada del mundo de las consolas y la pérdida de algunos cerebros como Yuji Naka nunca pueden pasar desapercibidos. Desde que se produjera una de las noticias más impactantes en la historia de los videojuegos, SEGA ha intentando remontar el vuelo y, de hecho, todavía lo está haciendo. Convertida en third-party con el fin de llegar al statu-quo que seguramente no le gustó abandonar, la compañía del erizo azul está intentando revitalizar su historia a través de grandes clásicos como es el caso de NiGHTS into Dreams, un videojuego apreciado, no olvidado y, de hecho, aclamado que vuelve en esta ocasión con una secuela para Wii.

Regresando a Nightopia
Para la ocasión se ha confiado una vez más en el Sonic Team, un estudio de desarrollo que sin duda ha cambiado mucho desde aquel 1996. Es cierto que hay muchos viejos conocidos, pero destaca sobremanera la ausencia del creador de Sonic (Naoto Oshima) y del propio Yuji Naka. De los pilares fundamentales que crearon aquel NiGHTS para Saturn realmente sólo quedó Takashi Iizuka, uno de los diseñadores que con esta nueva obra se ha puesto a la cabeza de un grupo con talento y capaz de realizar una buena adaptación que, a pesar de respetar el esquema de juego de la obra original, se puede considerar como un videojuego que no tiene intenciones de ser un “remake”.

La puerta de los sueños se ha abierto una vez más para mostrarnos a un arlequín volador capaz de hacer mil y una acrobacias. En el aire se sentirá como pez en el agua y su única preocupación será la de pasar a través de todos los aros que se encuentre por un camino lineal y que tendrá como fondo a diferentes escenarios. Procedentes del mundo de los sueños de Will y de Helen, estos lugares destacarán por su colorido y por las extravagantes criaturas que por él deambularán.
La puerta de los sueños se ha abierto una vez más para mostrarnos a un arlequín volador capaz de hacer mil y una acrobacias. En el aire se sentirá como pez en el agua y su única preocupación será la de pasar a través de todos los aros que se encuentre por un camino lineal y que tendrá como fondo a diferentes escenarios. Procedentes del mundo de los sueños de Will y de Helen, estos lugares destacarán por su colorido y por las extravagantes criaturas que por él deambularán.

Y eso muy a pesar de que volveremos a contar con dos niños que reflejarán sus mundos de ensueño a través del reflejo onírico que supone Nightopia, un mundo al que todos vamos al dormir pero que ninguno recordamos. Will y Helen serán personajes completamente nuevos en la serie, pero compartirán muchos lazos de unión con los anteriores protagonistas de Saturn. Precisamente, todos tienen algo en común: el miedo, y a él deberán de enfrentarse gracias a la ayuda de NiGHTS, una especie de bufón con el que nos "dualizaremos" (una fusión) a fin de sobrevivir dentro de un mundo del que tendremos que evitar ser despertados. Por lo menos, hasta que cumplamos el objetivo de acabar con las pesadillas que atormentan a los niños.

Distintos sueños. Distintos mundos
La historia de este NiGHTS: Journey of Dreams es una de las mejores demostraciones de que bajo un argumento aparentemente infantil puede esconderse un gran trasfondo que, además, va a articular una estructura de juego que (como en el pasado) se dividirá en dos historias particulares: las de Will y Helen. Ambos tendrán diferentes sueños y, por ello, distintos mundos que visitar a lo largo de su aventura. Cada uno de ellos acabará en Nightopia con una historia única, pero ambos coincidirán en que darán con NiGHTS y en que tendrán que volar con él dentro de una acción en la que las historias de los niños llegarán a cruzarse e, incluso, a tener un final común.

Para llegar hasta eso antes tendremos que haber volado mucho, pasando a través de aros y realizando acrobacias a lo largo de unos niveles que seguirán al pie de la letra todo aquello que se vio en el original de Saturn. Planteado desde una perspectiva en tercera persona y enfocado desde una perspectiva lateral, la dinámica más frecuente de este videojuego será la de volar lo más rápido posible "dualizados" con nuestro bufón, intentando por el camino pasar a través del mayor números de aros. Esto permitirá que recarguemos una habilidad muy importante, la cual consistirá en hacer espirales en el aire, así como "paraloops" (loopings que nos ayudarán a acabar con los enemigos).

Lo tradicional sigue siendo más efectivo
Todo ello lo conseguiremos hacer gracias a diferentes modos de control. El más clásico consistirá en desempolvar nuestro controlador de Gamecube, aunque también podremos optar por el wiimote en solitario. Sin embargo, la implementación de la detección de movimiento, en esta ocasión, no ha sido buena. Resulta difícil hacerse con un control que se basa en mover el cursor hacia el lugar al que queramos volar, pulsando para ello el botón A. El problema es que el espacio sobre el que podremos apuntar estará realmente restringido, llenando de imprecisiones a un videojuego donde lo más importante será pasar a través de los aros de una manera rápida y exacta.

Un claro ejemplo de la importancia de la precisión y de la rapidez vendrá al final de cada fase, momento en que la máquina nos dará una puntuación cuyo máximo exponente vendrá dado por la letra A. Por ello, lo mejor será o bien usar el controlador clásico, o bien unir nuestro nunchuk al wiimote. Desgraciadamente, cuando hagamos esto último ya no podremos disfrutar de unas posibilidades de detección de movimiento en las que SEGA no ha querido profundizar más. Sin duda, innovaciones en este sentido habrían sido más que bienvenidas en un título que a pesar de todo muestra una respuesta correcta si es que empleamos los controles recomendados unas líneas más arriba.

¿Corres o vuelas?
Unos controles que no sólo nos harán volar, sino que también nos permitirán controlar a Will y Helen, protagonistas con los que accederemos a cada uno de los seis mundos que componen Nightopia (tres mundos para cada niño). En estas ocasiones (no tan frecuentes como las partes de vuelo), nos tocará seguir la acción con forma humana, sobre tierra firme y desde un ángulo diferente. Esta vez la cámara se colocará detrás de los personajes y seguirá sus pasos a lo largo de unos pasillos y de unos laberintos en los que no nos quedará otra que recoger relojes con los que ganar tiempo e impedir que los Nightmarens vengan a despertarnos del sueño.

Si bien los vuelos con NiGHTS dominarán la mayor parte del argumento del título, alguna que otra vez nos tendremos que poner al mando de unos niños que no tendrán tantas facilidades como el simpático arlequín. Para empezar, deberán caminar por los escenarios y, además, con un límite de tiempo que vendrá dado por un reloj situado en una de las esquinas de la pantalla. Nuestra misión será muy sencilla: avanzar hasta el final del nivel, pero no sin encontrarnos con enemigos que dificulten nuestra tarea.
Si bien los vuelos con NiGHTS dominarán la mayor parte del argumento del título, alguna que otra vez nos tendremos que poner al mando de unos niños que no tendrán tantas facilidades como el simpático arlequín. Para empezar, deberán caminar por los escenarios y, además, con un límite de tiempo que vendrá dado por un reloj situado en una de las esquinas de la pantalla. Nuestra misión será muy sencilla: avanzar hasta el final del nivel, pero no sin encontrarnos con enemigos que dificulten nuestra tarea.

Un sueño que no será nada monótono ya que cada mundo poseerá hasta cinco niveles diferentes, cada uno con su situación particular. Tendremos las fases protagonizadas por los niños, los vuelos de NiGHTS por los escenarios de Nightopia, alguna pantalla adicional en la que rescatar a los Nightopians, fases en las que volar a través de los anillos tantas veces consecutivas como podamos, enemigos finales... Al final, el título es considerablemente largo y con posibilidades de rejugabilidad, y eso sin considerar que tendremos varias modalidades de juego con las que alargar la duración de esta obra. Una de ellas corresponderá al Modo Multijugador, que comprenderá tanto competiciones de velocidad como de batalla.

Sueños conectados
Ambas serán disputables tanto con un amigo físico como con un amigo desconocido y perdido en Internet. La Conexión Wi-Fi de Nintendo hará su peculiar aparición en NiGHTS: Journey of Dreams no sólo para permitirnos jugar contra usuarios de todo el mundo, sino también para compartir nuestros sueños. Nos estamos refiriendo a My Dreams, evolución de una especie de minijuego que también incorporaba la versión original del título para Saturn. Un minijuego que ha evolucionado en estos diez años hasta darnos un entorno que estará conformado por los personajes que hayamos visto en nuestros vuelos por Nightopia.

Lo más destacable de todo es tal vez la posibilidad de sincronizar este mundo de sueños particular con las características meteorológicas del mundo real, de manera que si está nublado el cielo de la ciudad en que vivimos, también lo estará el cielo de My Dreams. Realmente, es una opción curiosa, aunque también es verdad que se esperaba más de ella. De ella y, en general, de todo el título. Después de toda la expectación creada, NiGHTS se queda un poco corto, con unas novedades que, aunque escasas, logran mantener al videojuego fiel a su jugabilidad, ofreciendo un entorno tridimensional que mejora gracias al salto generacional tan grande que se produjo desde Saturn hasta las consolas de nueva generación.

Un regreso soñado
Los sueños de NiGHTS se ven mejor, sobre todo en las fases de vuelo, caracterizadas por unos entornos coloridos que nos pondrán de fondo a una pradera, a un castillo de cristal o incluso a una urbe que compartirá muchos de los rasgos de la ciudad de Londres. Cada personaje y cada modelado respirará un aire muy peculiar, contagiado de un diseño artístico sobresaliente que ha sido llevado sabiamente a través de los vuelos, pero que ha sido resuelto de una manera más irregular dentro de la parte correspondiente a las fases a pie, donde se notará más la falta de detalle de unos personajes que probablemente habrían necesitado un poco más de dedicación.

Este defecto no será pasado por alto debido a las numerosas secuencias de introducción que usarán el motor del juego (ocasiones en que se podrán apreciar las imperfecciones más de cerca). Estas escenas servirán para meternos en la acción gracias a un correcto doblaje al inglés y a la presencia de una traducción de los diálogos escritos al castellano. La parte más importante recaerá sobre la acción del juego, pero eso no quiere decir que no exista alguna que otra sorpresa argumental a lo largo de un título que, eso sí, destacará por su preciosa banda sonora. Muchos de los temas originales de Naofumi Hataya siguen presentes, un hombre que para la ocasión ha seguido a bordo de la composición musical de este videojuego.

La acción no acabará ni con NiGHTS en el aire ni con los niños sobre tierra. Habrá lugar para alguna sorpresa como esta fase sobre raíles. Nuestro objetivo será alcanzar un vagón antes de que se acabe el trayecto. Esta no será la única vez que veamos a NiGHTS bajo una apariencia diferente. A lo largo del juego podremos ver al arlequín convertido en dragón, en un delfín o, incluso, en un cohete.
La acción no acabará ni con NiGHTS en el aire ni con los niños sobre tierra. Habrá lugar para alguna sorpresa como esta fase sobre raíles. Nuestro objetivo será alcanzar un vagón antes de que se acabe el trayecto. Esta no será la única vez que veamos a NiGHTS bajo una apariencia diferente. A lo largo del juego podremos ver al arlequín convertido en dragón, en un delfín o, incluso, en un cohete.

NiGHTS tiene un alto porcentaje de su magia en el apartado musical, y tal vez por ello se han preferido mantener unas partituras que aunque no ofrezcan excesivas novedades, seguro que traen buenos recuerdos a aquellos que conozcan el título que apareció hace más de diez años en Saturn. En aquella consola, NiGHTS consiguió hacer historia. En Wii, ha cumplido. Había muy altas expectativas y SEGA ha sabido salir al paso con una obra que mantiene su misma jugabilidad pero sin realizar grandes aportaciones. Tal vez esto era lo único que querían muchos de sus fans. Tal vez por eso sigue siendo un buen videojuego.

Bueno

Sin sello

NiGHTS: Journey of Dreams

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

El regreso de NiGHTS a Wii venía rodeado de una gran expectación, de muchas promesas y con el peso de la responsabilidad de crear algo a la altura del clásico para Saturn. El resultado ha sido una obra muy parecida al original, sin muchas novedades, pero que logra mantener intacta la jugabilidad de antaño. Misma banda sonora, distintos gráficos y una historia retocada para mostrarnos que los sueños pueden seguir haciéndose realidad. En definitiva, un título que no defraudará pero que tampoco se convertirá en el gran referente que muchos esperaban.

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