Conquistar a los incondicionales de Fire Emblem. Esta es la razón de ser de un videojuego más profundo, difícil, complejo y táctico que el resto de la trilogía Fates. Está hecho para los puristas, para los que quieren una campaña duradera, para los que llevan años moviendo unidades por turnos. Como leerás en este análisis de Fire Emblem Fates: Conquista, es un juego hecho para conquistar a los fans.
Puro Fire Emblem. Si sois unos incondicionales de la serie, auténticos curtidos en las batallas tácticas creadas por Intelligent Systems, tal vez Conquista sea el videojuego que estabais esperando. Posee la historia más oscura, pero también la jugabilidad más variada. Es un juego complicado de superar, con una dificultad que pone a prueba. Propone la campaña más interesante, con variedad de planteamientos, así como cierta originalidad a la hora de plantear situaciones.
Resulta llamativo el enfoque que ha empleado Nintendo para este lanzamiento de 3DS en forma de trilogía. Lo ha aprovechado para dar Fire Emblem para todos los públicos. Hay uno ideal para introducirse en la franquicia (Estirpe), otro para los que se queden con ganas de más (Revelación), y luego el juego que ocupa estas líneas (Conquista), claramente dirigido a los fans de la mítica licencia.
Fire Emblem Fates: Conquista es para todos aquellos que ya sepan a lo que vienen. Mover unidades, esperar turnos, pensar tácticamente, completar misiones, subir de nivel... Respeta la esencia de los juegos de antaño. La dificultad es elevadísima. Primero, porque podemos escoger el nivel Extremo (un reto para los más atrevidos). Segundo, porque se mantiene la posibilidad de perder nuestras unidades para siempre (un clásico en Fire Emblem). Por supuesto, existen muchas formas de jugar, rebajando la dificultad o habilitando la opción de recuperar unidades... pero Conquista es un juego complicado que nunca pone las cosas fáciles. Está pensado para los fans de la franquicia.
Para incondicionales de Fire Emblem
En realidad, da igual nuestra selección, porque el juego está muy equilibrado. A diferencia de Estirpe, aquí es más complicado hacer que nuestras tropas ganen experiencia. El avance es lento. Por eso mismo es elevada la satisfacción de ver a nuestras tropas subir de nivel. Además, los recursos (como dinero) no son tan fáciles de obtener. Está hecho para aquellos que ya conozcan lo dura que es en ocasiones la vida en Fire Emblem: eso de llegar a cierto punto de la partida y darte cuenta de que estás prácticamente en un callejón sin salida por tu incorrecta gestión estratégica.
Recordemos. Llegas a un nuevo mapa, escoges las unidades que van a participar y las vas moviendo, una tras otra, una vez comience la refriega. Pura táctica basada en una retícula repleta de casillas. ¿Aburrido? Ni mucho menos. Cada misión puede durar fácilmente más de 30 minutos y aún así sentir como si no hubiese pasado el tiempo. La magia Fire Emblem persiste. Y por muchas más razones aparte de la puramente jugable...
Conquista contiene la historia más siniestra de la trilogía. Esto lo convierte también en un juego más interesante, pero hasta cierto punto. El "divide y vencerás" que funciona tantas veces, en el caso de Fire Emblem Fates no nos ha terminado de convencer en términos narrativos. El mejor ejemplo es que todas las campañas comparten una historia ejemplar hasta el capítulo 6. A partir de ahí, cuando el juego se bifurca en tres historias, baja el nivel del guión de forma exponencial hasta ver el final del juego.
Respeta la esencia de los juegos de antaño, con una dificultad muy elevada
Conquista es sin embargo uno de los juegos de la trilogía que mejor mantiene el tipo, con un tono más crudo, dotado de personajes carismáticos y una realización muy destacada. No son pocas las animaciones CGI que nos ayudan a situarnos mejor en la aventura. Es algo que el juego sabe hacer muy bien. Las conversaciones son predominantes. Unas veces interesantes; en otras ocasiones intrascendentes; pero forman parte de la diversión. No tiene mucho sentido jugar pasando de puntillas por las líneas de texto, que por cierto se encuentran perfectamente traducidas al castellano.
En general, Fire Emblem Fates: Conquista siempre da la sensación de ser un juego bien terminado, y eso es al final lo importante. Puede que los gráficos hereden muchos de los atributos de Awakening. Sin embargo, hay pequeños detalles por aquí y por allá. Las escenas de combate están más elaboradas. Notamos una mayor variedad de escenarios. La definición de cada uno de los diseños, ya hablemos de modelados 3D o "sprites" 2D, es simplemente exquisita.
La música no es tan épica como en otras entregas y los efectos son en muchos casos reciclados, pero todo funciona, y muy bien, que no es poco… Lo consigue a través de una campaña elaboradísima, con misiones que no se limitan a proponernos el típico "acabar con todos los rivales". La variedad está muy presente. Podría ser defendiendo una posición. Podrían plantearse situaciones en que tenemos un número limitado de turnos. Podría tratarse de misiones en que se nos pide huir...
Las misiones son complejas y largas, obligándonos a usar la táctica. Hay muchos elementos que regresan: emparejamiento de unidades, afinidad entre personajes, casamientos, descendencia... Se han realizado ajustes importantes. Ahora combinar unidades no aporta tantas ventajas (en Awakening era una dinámica sobrepotenciada). Ahora las armas potencian atributos dependiendo de su tipo. Es decir, pequeñas mejoras que consiguen hacer de Conquista un videojuego muy satisfactorio desde el punto de vista táctico-estratégico. Por eso destaca dentro del conjunto, porque aspectos como la IA están muy cuidados. Veremos cómo la CPU siempre se dirige a las unidades más vulnerables o desprotegidas, poniéndonos en serios aprietos.
Otro aspecto destacado es que Intelligent Systems no descuida las novedades. Tenemos dos muy importantes. Las venas de dragón se plantean como casillas especiales que activan determinados mecanismos jugables: activar puentes o caminos entre zonas, hacer que se derrita la nieve para permitirnos avanzar, causar un terremoto que debilite a los enemigos… Es interesante como añadido, ya que no tiene una importancia radical en el desarrollo del juego.
Luego está Mi Castillo, una fortaleza a la que nos dirigimos entre misiones. Es interesante porque propone un respiro, una pequeña pero potente píldora de novedad. Podemos construir tiendas, armerías, un coliseo… Es ideal para reabastecernos y pensar en cómo reestructurar nuestro ejército para hacerlo más eficiente. Además, podemos visitar los castillos de otros jugadores, así como retarles a una batalla en multijugador competitivo online uno contra uno. Clásicos turnos, un añadido simple pero que está ahí. Asimismo, existen misiones de invasión en las que debemos proteger nuestro hogar de la CPU.
Esta es en realidad una de las pocas misiones secundarias que existen en el juego. Conquista se centra más en la campaña, y los que esperen una rejugabilidad que vaya más allá de incrementar la dificultad, tal vez se decepcionen. No obstante, dentro de Fire Emblem Fates, es una de las propuestas más destacadas. Si eres fan incondicional, buscas dificultad y misiones elaboradas, es definitivamente una mejor opción que Estirpe. Pero ya se sabe… para gustos los colores. O en este caso, los "fates".
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¿Conquista, Estirpe o Revelación? Conquista es sin duda una buena respuesta, sobre todo si eres un incondicional de la serie Fire Emblem. Su variedad de misiones, tono más oscuro y mayor dificultad lo convierten en una apuesta segura para los fans. Todo con los valores de producción propios de Intelligent Systems, que nos proporcionan una entrega duradera y equilibrada en la que únicamente una mejor historia y tal vez mayor rejugabilidad hubiesen hecho que el juego conquistase una posición aún más elevada.
- Misiones variadas y muy interesantes, con fuerte personalidad
- Jugabilidad equilibrada, con una dificultad que puede llegar a ser elevadísima
- Pocos recursos, lo que obliga a potenciar la faceta táctica del jugador
- Grandes valores de producción. Es un juego muy bien terminado
- El videojuego arranca muy bien, con un tono oscuro interesante...
- ... aunque la narración podría haber sido más ambiciosa. Se requería correr más riesgos
- Su escasez de misiones secundarias limita la rejugabilidad en una segunda partida
