Si buscas duración, una elevada rejugabilidad, Estirpe puede interesarte. Todavía más si eres alguien que nunca ha tocado la licencia. Nintendo ha querido crear tres videojuegos que conecten con diferentes tipos de público. La pregunta es: ¿serás tú el que conecte con Estirpe? Te ayudamos a descubrirlo en nuestro análisis de Fire Emblem Fates: Estirpe para Nintendo 3DS.
Un Fire Emblem que no conoce fronteras, que trata de llegar a todo el mundo. Esta es la finalidad de Estirpe, uno de los grandes integrantes de la trilogía Fates. Lanzar tres videojuegos ha permitido a Nintendo ofrecer un juego para cada público, y aquí nos encontramos ante la vertiente más "amable", aunque no por ello carente de interés.
De hecho, Fire Emblem Fates: Estirpe es un muy buen exponente de la estrategia táctica RPG. Quiere imitar tal vez demasiado a lo que hizo Awakening en su día, con un planteamiento conservador pero que sin duda encantará a los amantes de dicho lanzamiento. Se amarra a lo conocido, no arriesga demasiado, pero aún así levanta un sistema de juego todavía poderoso, con la capacidad para atarnos a la consola durante todavía más horas que Conquista.
Una de las grandes diferencias del título no es que tenga una mayor campaña, pero sí una más potente rejugabilidad. La presencia de misiones secundarias en cantidad provoca que la tarea completista pueda doblar las 25-30 horas que se requieren para superar la historia… y eso como poco. En juego de más contenidos, aunque también con un peor equilibrio jugable. En términos de desafío, no es lo mismo. A nivel narrativo, está un escalón por debajo. En cuestión de misiones, resultan menos interesantes. No sería nuestra primera opción, pero sí la alternativa, porque sigue siendo un Fire Emblem de gran calidad.
El bien contra el mal
Una de las mayores diferencias de Estirpe es que defendemos los intereses de nuestra familia, los Hoshido, una estirpe de guerreros de corte oriental. El juego se contagia audiovisualmente del sentimiento. Mientras que Conquista era más oscuro, este título supone todo lo contrario: gran colorido y melodías que en muchos casos recuerdan a la etapa de los samuráis. Cambio radical de temática que se complementa con un esquema de juego que presta una especial atención a aquellos jugadores que entran en la franquicia.
La forma en que hacemos progresar a nuestras tropas es más llevadera. Subir de nivel es un proceso rápido y satisfactorio. La dificultad tiende a ser más asequible, aunque es posible escoger el nivel máximo de dificultad (sin resurrección de unidades) para saber lo que es sufrir… Es decir, aunque el enfoque sea claramente más "light", eso no quiere decir que los usuarios de toda la vida no vayan a encontrar una razón aquí para expandir la experiencia Fire Emblem Fates.
En particular, aquí tienen interesantes novedades. En primer lugar, las que ya os adelantamos en Conquista: armamento de duración ilimitada y un reequilibrado en cuanto al agrupamiento de unidades (una dinámica algo "chetada" en Awakening y de la que se quejaron varios usuarios). Luego por supuesto todas las claves de esta venerada franquicia, desde las interesantes relaciones de afinidad que se establecen hasta los casamientos… y posterior tenencia de descendientes.
Es una obra ideal para los que quieran introducirse en esta licencia
Si os lo preguntáis, el espíritu Fire Emblem está completamente intacto en Estirpe. Las misiones no son tan memorables como hubiésemos deseado. De hecho algunas carecen de inspiración, con objetivos repetitivos y manidos. Sin embargo, los sistemas funcionan. Un buen ejemplo es el esquema de batalla basado en tres tipos de armas. También lo son las nuevas unidades introducidas, en este caso inspiradas en el marco oriental en que se desarrolla el juego.
Pero las grandes novedades son en realidad dos. Una es Mi Castillo, un emplazamiento al que nos dirigimos entre misiones y que nos permite construir edificios, así como comprar en tiendas, fortalecer relaciones con unidades o hasta probar suerte en la lotería. Supone un gran alivio entre misiones. Da variedad. Otorga profundidad. Es una propuesta inteligente en definitiva y probablemente la gran innovación de Fates. El resto se queda en detalles, como las Venas de Dragón, casillas especiales que nos permiten activar puentes o debilitar a nuestros oponentes con un terremoto.
Yendo con paciencia, Estirpe es difícil que se haga complicado. Tenía su lógica. El mundo del videojuego siempre ha hecho que ir con los "buenos" siempre sea más sencillo. Intelligent Systems no se sale del tópico. Pero lo que a nosotros nos interesa es que resulte un videojuego competente, y lo es. Hacer progresar a nuestro equipo para que las unidades cambien hasta de clase (para hacerse más potentes) es toda una satisfacción.
Por desgracia, Estirpe no es tan bueno en otras parcelas, como la narrativa. Su historia es algo blanda, demasiado inocente y plana, sin claroscuros. Bien contra mal… y ya está. ¿Funciona? Sí, pero hay potencial desaprovechado. Aún así, los personajes son interesantes y la realización audiovisual es poco menos que formidable. El juego tiene una buena carga de secuencias CGI que se complementan con un trabajo gráfico destacado. Otra vez, y como le ocurre a Conquista, los parecidos con Awakening son más que razonables… pero sigue siendo sensacional.
Esa combinación entre diseños 2D y 3D es lo que remarca que estamos ante una trilogía que respeta las bases de la licencia, pero sin olvidarse del presente. Sprites pixelados comparten espacio con diseños tridimensionales en un juego que se podría considerar como el que más contenido posee de la trilogía. También el que menos arriesga.
No obstante, su cometido estaba claro, y creemos que lo ha cumplido. Es una obra ideal para los que quieran introducirse en esta licencia. No parece ninguna locura. Y eso está bien, que haya espacio para elegir. Aunque lo que es indudable es que hay que diferenciar entre un videojuego que ha querido ir más allá (Conquista) y otro que se ha quedado más en la retaguardia (Estirpe). En cualquier caso, os decimos lo mismo del otro día. Para gustos, los "fates".
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Sus misiones resultan menos interesantes que en Conquista, no están tan elaboradas y el enfoque es más para los usuarios que quieran entrar en la licencia Fire Emblem. Sin embargo, Fire Emblem Fates: Estirpe tiene muchas cosas buenas. Su temática, más colorida y con más brillo: tiene un aura especial. Sus atributos jugables, herederos de Awakening, con un punto de innovación para ajustar mecánicas y mejorar el equilibrio. Pero sobre todo su mayor rejugabilidad es la baza que juega en su favor. Un título que puede doblar su duración, y ya es decir. Así que la decisión es tuya. Nadie dijo que iba a ser fácil...
Comprar Fire Emblem Fates: Estirpe- Elevada rejugabilidad gracias a la presencia de muchas misiones secundarias
- Grandes valores de producción. Es un videojuego bien terminado
- Las escasas pero potentes novedades, como Mi Castillo o las Venas de Dragón
- Las misiones no están tan inspiradas como en Conquista. Falta ambición
- Historia blanda y algo plana. Es bien contra mal, sin tonos grises
