Análisis de Warhammer Battle March

Análisis de Warhammer Battle March
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Los tambores de guerra suenan de nuevo, y sus baquetas dibujan en el aire la marcha de batalla con la que Orcos, Goblins, Humanos y Elfos se enfrentan en una nueva y sangrienta batalla. El universo Warhammer marcha hacia Xbox 360, aunque empeora prácticamente en todos los aspectos a su versión de Pc.

Que Mark of Chaos fue una decepción para muchos aficionados en 2006 es algo que no le escapa a nadie. Había enormes esperanzas en la revisión de la licencia de Games Workshop por parte de Namco, y pese a que el resultado fue francamente interesante, lo cierto es que quedaba muy lejos de las expectativas.

Battle March llegaba dos años después con el ánimo de profundizar en la historia de este universo Warhammer, y de proporcionar nuevas facciones y modos de juego. El resultado resultaba en esta ocasión incluso más irregular, con momentos espectaculares pero con una jugabilidad que se resentía en exceso de su condición excesivamente lineal y por el escaso peso de nuestras decisiones en el campo de batalla.

Ahora tenemos el último eslabón conocido de la franquicia en forma de port de estos dos videojuegos para Xbox 360. La marcha de batalla queda muy coja en su edición para la plataforma de Microsoft, empeorando en los factores gráficos y de control lo que pudimos ver en 2008 en compatibles. Un producto muy mediocre que palidece ante la interesante oferta de RTS que empieza a tener la videoconsola.

Green Tide Rising
Black Hole Entertainment, los creadores de Battle March y del anterior Mark of Chaos, vuelven a demostrar una vez más cual es el problema a nivel conceptual que habitualmente plaga sus videojuegos. El de una excesiva sencillez táctica y un bajo control sobre nuestras tropas. Armies of Exigo, su primer proyecto, adolecía de idénticos problemas, y tanto el original como la propia conversión que hoy nos ocupa no son ninguna excepción.

Con Battle March en Xbox 360 recibimos un descomunal paquete de contenidos que incluye a Mark of Chaos y Battle March juntos en un solo videojuego.
Con Battle March en Xbox 360 recibimos un descomunal paquete de contenidos que incluye a Mark of Chaos y Battle March juntos en un solo videojuego.

Warhammer no es una propuesta precisamente innovadora, y es que el producto de Black Hole bebe a partes iguales de numerosas fuentes de inspiración entre títulos de estrategia reciente. Para empezar el juego compendia elementos de rol y de estrategia, y jugando a Mark of Chaos uno tiene una cierta sensación de estar ante un refrito de los elementos más brillantes de otros grandes títulos de estrategia como la saga Total War o La Batalla por la Tierra Media.

En las campañas sólo disponemos de dos ejércitos para elegir, el bien y el caos, y el desarrollo de las misiones es muy similar en ambos bandos. El juego en este modo se desarrolla en un estilo mezcla de la estrategia por turnos y el tiempo real. El táctico es obviamente el elemento que prima por encima de los demás. En las batallas controlaremos a nuestras unidades, aunque, al más puro estilo Total War, sin la posibilidad de erigir construcciones.

La campaña Green Tide Rising es la principal incorporación que acompaña al pack de expansión de Battle March, y es un modo de juego individual en el que encarnaremos a Orcos y Goblins, en la piel de Gorbash el general de las gigantescas y temibles criaturas verdes.

Nuestras tropas y héroes irán ganando puntos de experiencia que podremos repartir entre diferentes habilidades. Así lograremos personalizar su estilo de combate.
Nuestras tropas y héroes irán ganando puntos de experiencia que podremos repartir entre diferentes habilidades. Así lograremos personalizar su estilo de combate.

Estos modos individuales rondarán las 8 horas cada uno en función de nuestra habilidad, y suponen una sucesión lineal de misiones en la que no tenemos más control sobre nuestras tropas que el de reponerlas esporádicamente en las aldeas que encontremos por el camino, y modificar su equipamiento para hacerlas más resistentes o poderosas.

Y durante la experiencia individual insistiremos mucho en la compra de pertrechos para nuestras tropas, puesto que como hemos señalado es la mejor manera de extender nuestra influencia sobre los ejércitos que controlamos. En Battle March incluso en mayor medida que en su predecesor, puesto que los Orcos son mucho más dados al combate cuerpo a cuerpo que las alternativas que en su momento ofrecía Mark of Chaos, con lo cual los enfrentamientos son todavía más directos, duros y escasamente tácticos en esta ocasión.

Los Goblins, por fortuna, ofrecen algunas alternativas más, y se inclinan por un mayor uso de la magia y de tácticas de sigilo y defensivas, que vienen potenciadas por la mayor presencia de microgestión en héroes, puesto que utilizar correctamente sus magias y habilidades en el momento oportuno se revelará fundamental para desequilibrar el combate.

La Marca del Caos
El rol también está presente, aunque de forma menos clara que el componente táctico. Nuestros personajes principales irán ganando puntos de experiencia que podremos repartir entre diferentes habilidades para personalizar su estilo de combate. Por otro lado, los hombres a nuestras órdenes también ganarán experiencia, y podremos elegir las armas y protecciones que llevarán en el combate comprándolas con el dinero que obtengamos de nuestras victorias. Así mismo en las batallas recogeremos algunos ítems que nos servirán a modo de pociones mágicas para restablecer la energía de nuestro héroe o restaurar su maná.

Las campañas individuales no dejan mucho lugar a la improvisación. Son, prácticamente, caminos muy encorsetados en los que superar una misión detrás de otra sin apenas libertad para escoger el camino.
Las campañas individuales no dejan mucho lugar a la improvisación. Son, prácticamente, caminos muy encorsetados en los que superar una misión detrás de otra sin apenas libertad para escoger el camino.

Por otra parte en los combates hay una cierta variedad. En ocasiones se presentarán como pruebas para demostrar la valía de nuestro héroe ante múltiples desafíos, otras veces se producirán asedios a fortalezas, y otras, las más, se tratará de enfrentarse a un ejército rival sin más objetivo que el de destruir por completo a la facción enemiga.

Precisamente las armadas contrarias también acostumbran a estar lideradas por héroes, que nos desafiarán en mitad del combate a enfrentarnos con ellos de forma directa con nuestro campeón. Mientras los ejércitos se baten a muerte a su alrededor, los dos generales se enfrentarán el uno al otro haciendo uso de todo su poder. De nuestra habilidad gestionando la magia, los golpes especiales y los ítems de nuestro personaje dependerá fundamentalmente su éxito.

En Battle March no hay lugar para la gestión de recursos, todo se hace en base a nuestras tropas. Gastaremos el oro en adquirir ejércitos más y más poderosos, y en comprar equipamiento para los que ya poseemos.
En Battle March no hay lugar para la gestión de recursos, todo se hace en base a nuestras tropas. Gastaremos el oro en adquirir ejércitos más y más poderosos, y en comprar equipamiento para los que ya poseemos.

El modo multijugador no mejora precisamente en la versión para Xbox 360, y de hecho sigue teniendo menos interés que la campaña, aunque gracias a la presencia de humanos controlando el rival, se palia de forma importante los serios defectos de una IA bastante subdesarrollada. Hasta 4 jugadores pueden darse cita en escaramuzas de todo tipo, incluyendo captura de puntos de control o asedios a edificios. La edición para la consola de Microsoft, al contrario que tantos ports de RTS, no sufre de ningún tipo de problema con el lag.

Sin embargo si en todos estos patrones Warhammer Battle March ofrece abundantes contenidos, dos campañas, un multijugador, etcétera. El problema es que en términos de control ni es divertido ni preciso, lo que se traduce en una experiencia de juego torpe y decididamente poco adecuada. Si ya en compatibles destacamos que la mayoría de maniobras del ejército eran imposibles de llevar a cabo de una forma exacta, esta sensación se dispara en la edición para Xbox 360.

El traslado de los controles del teclado-ratón al pad ha sido, sobre el papel, llevado a cabo adecuadamente, con abundancia de menús radiales y acertadas combinaciones de botones para llevar a cabo las acciones. Sin embargo lo que parece a nivel conceptual un acierto, se revela a nivel práctico como una falta de pericia alarmante, especialmente en aspectos como la selección de tropas y su movimiento, o el interfaz y la administración del inventario de los héroes.

Tambores de Guerra
Gráficamente el videojuego que nos ocupa llega al aprobado por las justas. Tecnológicamente, además, el título ya comenzaba a acusar los años transcurridos desde la primera entrega en su versión para Pc, y en consolas esta sensación no hace sino remarcarse. No es que Mark of Chaos fuera en su momento precisamente un título apabullante en lo visual, y si a esto le sumamos que no ha cambiado nada desde entonces, y que en Xbox 360 las texturas y algunos efectos son incluso peores, encontramos que Battle March es realmente discreto en este campo.

El control de la cámara vuelve a ser uno de los quebraderos de cabeza de este Warhammer, y todavía lo es más con Pad. El obtener un ángulo adecuado para la batalla resulta mucho más complicado de lo que debería.
El control de la cámara vuelve a ser uno de los quebraderos de cabeza de este Warhammer, y todavía lo es más con Pad. El obtener un ángulo adecuado para la batalla resulta mucho más complicado de lo que debería.

A pesar de estas limitaciones el título se hubiera beneficiado de contar con una dirección artística que hubiera tratado con más mimo una imaginería visual tan rica como la de Games Workshop. Los escenarios no sólo son pobres por contar con texturas deficientes o pocos elementos, también lo son por el escaso nivel de detalle con el que cuentan y por acusar unas decisiones de diseño muy discutibles en referencia a colores o iluminación.

En el tema de optimización el videojuego de Namco cuenta con idénticos inconvenientes a casi cualquier port que haya sido realizado desde Pc a consolas en el género de la estrategia. El videojuego se mueve de forma pobre y entrecortada lo cual, debido a su escasa presencia gráfica, resulta todavía más extraño.

Battle March llega a nuestro país en completo inglés, una decisión chocante pues cuando Mark of Chaos desembarcó en Pc lo hizo traducido a nuestro idioma en textos y voces. Por otra parte el score musical recicla íntegramente las bandas sonoras de los dos videojuegos, por su parte los efectos de sonido cumplen con solvencia y las voces, aunque en inglés, hacen un gran trabajo.

Mediocre

Sin sello

Warhammer: Battle March

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Battle March sigue explotando el filón Warhammer, trasladando en esta ocasión su universo a Xbox 360. Un título de corte más táctico que estratégico que al aunar dos videojuegos incluye abundantes contenidos; sin embargo, peca de ofrecer un control muy escaso sobre nuestras tropas.

Comprar Warhammer: Battle March
Jugadores: 2-4
Idioma: Manual en español y textos en español
Duración:
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.