El inolvidable mundo de Eternal Sonata, viaja a PlayStation 3 para rememorar el sensacional videojuego que Tri-Crescendo creó en 2007. Un título que bajo su aspecto infantil escondía una propuesta de rol con mayúsculas, y que ahora llega a la consola de Sony con más contenidos pero con idénticas ganas de hacerse con un sitio en su catálogo.
Cuando hace ya año y medio publicábamos la review de Eternal Sonata para Xbox 360, el título se hizo con una merecida calificación de 8,4 en la revista, y se reveló como un sólido juego de rol de un excepcional nivel gráfico, con una historia interesante a ratos épica y a ratos intimista; y con algo innato, una brutal personalidad.
Ahora tenemos entre manos la edición del mismo título para PlayStation 3, que llega acompañada de suculentos extras como nuevos personajes, mazmorras desconocidas y cinemáticas inéditas para un videojuego que vuelve a reivindicar su carácter de joya. Adéntrate junto con Chopin, Polka, Allegreto y el resto de jóvenes protagonistas de Eternal Sonata en el fascinante mundo de fantasía de la mente del compositor polaco.
El Reino de los Sueños
Chopin descansa en su cama víctima de una grave enfermedad que amenaza con acabar con su vida. En Eternal Sonata viviremos en primera persona los sueños del joven compositor, y visitaremos un mundo de fantasía fruto de sus delirios. En este viaje Chopin conocerá a inolvidables personajes como la adorable Polka, una niña con poderes pero marcada por la fatalidad de su destino; los rebeldes Viola y Andantino o Alegretto entre otros.
A pesar de que en principio el protagonista es el propio Frédéric Chopin, a menudo cederá el testigo a sus compañeros de andanzas, quedando él como un mero observador del mágico mundo que le rodea y que ha formado su propia mente.
El juego está protagonizado por un compositor, y todos los nombres de personajes o emplazamientos tienen que ver con la música; pero contrariamente a lo que pudiera pensarse lo musical no tiene una presencia recurrente, a parte de estos factores y de algún minijuego muy concreto. No obstante si que aprenderemos mucho sobre la figura del genial creador gracias a la abundancia de sus partituras a lo largo de la aventura, y a la aparición constante de información que enlaza la vida de éste con los acontecimientos que vivimos en el videojuego.
Eternal Sonata nos presenta esta historia, más o menos típica y con algunos clichés, en forma de juego de rol algo más lineal de lo que cabía esperar. El componente de exploración ha sido reducido al mínimo, y la característica típica del género de realizar misiones secundarias borrada de un plumazo.
La edición de PlayStation 3 aumenta considerablemente los contenidos de la campaña, apostando por incluir un puñado de nuevas misiones que se desarrollan en dos nuevas mazmorras, además de la presencia de dos personajes que antes eran meros NPCs. Se trata del Príncipe Crescendo y la Princesa Serenade, que serán jugables en el último cuarto del videojuego. No es que sean novedades que aporten nada esencial a lo que ya vimos en su momento en la consola de Microsoft, pero son dos añadidos que los neófitos agradecerán.
Nuestros Pasos por la Mente del Genio
Eternal Sonata se desarrolla esencialmente en un mundo falsamente tridimensional. La sensación de profundidad encubre el factor real de que la cámara es inamovible y que los entornos son, en realidad, planos.
Esto no es ningún problema, una vez aceptada la premisa. El funcionamiento es el habitual del género: Desplazamos a nuestro personaje por el mundo del juego para explorar, hablar con los personajes y enfrentarnos a los enemigos; y una vez entremos en contacto con éstos, accederemos a las arenas donde se producirá el combate.
Los enfrentamientos de Eternal Sonata son una deliciosa mezcla de tiempo real y combate por turnos. Todas las batallas en las que participemos en el juego tienen el componente sesudo del plantear diferentes tácticas para conseguir tumbar a nuestros contrincantes –cuanto más poderosos sean los rivales más complejas deberán ser nuestras estrategias-; pero al mismo tiempo tienen un fuerte grado de experiencia en tiempo real, ya que hay muchos aspectos de éste que se realizan en base a pruebas de habilidad, velocidad o coordinación con los botones, como por ejemplo los bloqueos.
Por si fuera poco nuestros héroes no se quedan quietos en sus posiciones en contraposición al fuertemente estático visto en Blue Dragon, sino que el movimiento constante de éstos por el campo de batalla será primordial a la hora de llevar a cabo determinados ataques y tácticas de defensa.
Los combates son divertidos e inteligentes, y no nos obligarán a enfrentarnos sistemáticamente a enemigos aleatorios. Además en Eternal Sonata todas las criaturas se ven desde la distancia, y en nuestra mano está la posibilidad de luchar contra ellas o rodearlas y evitar el combate.
El Material del que Están Hechos los Sueños
Gráficamente Eternal Sonata es un fenomenal dispendio visual, con una dirección artística prodigiosa, y con una implementación de las técnicas Cel-shading como nunca antes se ha visto.
Si algo se puede decir de Eternal Sonata es que tiene una innegable presencia y personalidad. Como ya comentamos en el análisis que realizamos hace ya más de un año la sola visualización de una screen cualquiera del título que nos ocupa lo hace fácilmente reconocible, y eso es algo de lo que no pueden presumir muchos juegos.
El modelado de los personajes es impresionante, con un aspecto soberbio y un buen gusto en su diseño verdaderamente sensacional; y los escenarios no quedan a la zaga, aunque lamentablemente el impedimento de la cámara fija nos impide disfrutar de ellos como nos hubiera gustado.
En definitiva un juego con un carácter innegable, creador de una imaginería visual propia y tremendamente original; y un título que hace uso de una paleta de colores muy saturados y de gran variedad. No hay diferencias en la faceta técnica en la edición de PlayStation 3, aunque sí hemos notado que los tiempos de carga y salvado son ligeramente más dilatados en esta ocasión.
En lo sonoro, como es lógico, su carácter y temática garantizan una formidable colección de cortes clásicos del autor que acompañan a la perfección nuestra aventura en los sueños de Chopin. El lanzamiento, sin embargo, no llega a nuestro país doblado al español, tan sólo traducido en sus textos. El muy correcto doblaje inglés y la sensacional versión original japonesa son las opciones disponibles a la hora de escuchar Eternal Sonata. Ambas muy recomendables.
La duración de Eternal Sonata ronda unas razonables 30 horas. Quizá teniendo en cuenta el género al que pertenece no se trata de una cifra abrumadora, pero se trata de una aventura de rol de una cierta linealidad, y esa duración se nos antoja perfecta para las características del videojuego. Lo justo para no dejarnos con la miel en los labios e igualmente lo justo para no llegar a aburrirnos.
Eternal Sonata se presenta como una interesante alternativa para el catálogo de PlayStation 3, necesitado como está de títulos de rol. Un videojuego basado en los turnos que brilla en lo gráfico, y que nos traslada a un mundo de fantasía lleno de los matices propios de la mitología musical. Si bien está marcado por su fuerte linealidad ofrece una experiencia intrigante, divertida e inteligente, aunque los añadidos de la edición de PlayStation 3 no aportan grandes novedades. Un imprescindible para los amantes del rol de corte oriental, y una formidable forma de debutar en el género para los no aficionados gracias a su carácter ligero e innovador.
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