Konami salta de nuevo al terreno de juego de Wii con la alineación bien aprendida. El fútbol de pizarra y wiimote que los japoneses nos propusieron hace un año mejora sus tácticas y posibilidades para introducirnos en la Champions League de la diversión. ¿Preparado para acabar la temporada liguera con buen pie?
El mejor fútbol de Konami regresa a Wii y, además, repite táctica de juego. Tras el excelente resultado obtenido por PES 2008 hace un año en la consola de sobremesa de Nintendo, los técnicos japoneses han decidido echar el resto en el particular segundo tiempo que supone esta nueva entrega: más modos de juego, puntuales mejoras en el control y, sobre todo, más licencias para seguir haciendo de este título el más innovador dentro del género.
Konami, contrariamente a lo que ocurrió en Xbox 360 y PlayStation 3, ha sabido adaptarse perfectamente a las características inimitables del wiimote y el nunchuk. Ya lo demostraron con la primera edición de su clásico en Wii, pero ahora vuelven otra vez para proponernos una jugabilidad única, que a la forma de jugar tradicional de los PES añade la posibilidad de dibujar sobre el campo nuestras tácticas, moviendo a los jugadores y colocando los pases o disparos justo en el punto deseado.
Como remarcamos en el análisis de PES 2008, se trataba de un sistema complejo, con una curva de dificultad progresiva aunque larga, no apta para cualquiera pero que una vez dominada arrojaba excelentes resultados. Con esta edición, las cosas no cambian demasiado, sólo que gran parte de lo que antes echábamos en falta se ha añadido, ofreciéndonos una experiencia que definitivamente muestra unos síntomas inmejorables de querer evolucionar y renovarse año tras año.
Con la alineación bien aprendida
Lo nuevo de Konami se mantiene fiel a la alienación de la temporada pasada, concienciada de los principios de jugabilidad que hicieron nacer al conocido como Playmaker Style, un estilo de control basado en la simple idea de apuntar con el wiimote a la pantalla para pasar, dejando el nunchuk para disparar (mediante una sacudida) y controlar el movimiento de los futbolistas. El sistema, sin duda, marcó un antes y un después en la historia de los videojuegos basados en el balompié, pero aún se podía mejorar.
Fue esa la razón para introducir dos nuevas formas de control, una basada en el esquema tradicional de los Pro Evolution Soccer tradicionales -es necesario controlar el wiimote en horizontal o adquirir un Mando Clásico para Wii- y otra inspirada por una combinación de clasicismo y modernidad. Así obtenemos más posibilidades de juego, necesarias para aquellos que nunca pudieron adaptarse al cambio que supuso PES 2008 a la hora de recorrer el terreno de juego con un balón.
Pero hay mucho más. La inteligencia artificial de los contrincantes ha mejorado y detalles, como la manera de defender, se han pulido para que resulte más fácil arrebatar el balón a un contrario. Todo con tal de conseguir que las paredes, las salidas del portero, la provocación de fueras de juego, la presión sin balón o controles avanzados como la cancelación de jugadas, sean más asequibles. Tras unas pocas horas de juego, es posible hacer maravillas en un PES 2009 que apuesta de manera decidida por nuevas modalidades como la Champions League, la esperada Liga Máster o innovaciones en las siempre aclamadas opciones online.
PES 2009, clasificado para la Champions League
Konami se ha hecho con los derechos de la UEFA para hacernos disfrutar, de manera interactiva, de los partidos de la Liga de Campeones en nuestra Wii. Los vídeos de presentación que preceden a cada partido, la famosa banda sonora del evento deportivo e incluso los rótulos de los encuentros se han calcado para ofrecernos una experiencia lo más cercana posible a la que se retransmite todos los años por televisión.
Es una gran novedad, casi tanto como una Liga Máster que, aunque constituya un clásico dentro de la franquicia, hace estreno en Wii este año. Su planteamiento de disputar partidos haciendo evolucionar a nuestro propio equipo con transferencias de futbolistas supuso una revolución en su tiempo, la cual viene acompañada del Camino de Campeones, cuya reaparición nos propone la fascinante tarea de conducir a un conjunto mediocre hacia la evolución y victoria de sucesivos torneos o misiones (como obtener un número determinado de goles por partido).
Importantes cambios han sido introducidos igualmente en la modalidad online, que multiplica el número de usuarios (hasta ocho, cuatro por consola) que van a poder disputar un partido amistoso normal o basado en el estilo de la Champions League. Se añade asimismo la interesantísima opción de descargar nuevos datos, lo cual -en nuestro caso- motivó la actualización de la mayor parte de las plantillas, que aparecían en un primer momento sin nombres reales ni licencias.
Fútbol de pizarra y wiimote
En PES 2009 podemos jugar un partido junto a Miis propios (Modo Partido), aprender nuevas técnicas de juego (Modo Entrenamiento), disputar hasta seis ligas diferentes (Modo Liga) y vérnoslas en torneos a nivel continental o internacional mediante el Modo Copa, donde se incluye la apetitosa Copa Konami. Las alternativas, sin duda, son numerosas y atrayentes, mucho más si contamos de nuevo con el Modo Edición (para modificar atributos, físicos y nombres de jugadores) y con un Modo Repetición inédito para rememorar las mejores jugadas.
Hay muchos aciertos en esta nueva edición, aunque también bastantes aspectos que no se han mejorado con respecto al año pasado. En otras palabras, el apartado gráfico de PES 2009 sigue estando por debajo de lo que se espera de un título para Wii, con modelados de baja poligonización que, aunque ganen algo de detalle, continúan dejando una sensación de ligereza visual que se acentúa en la grada con espectadores representados a través de unos mapas de bits muy poco mimados. Semejante apreciación se podría hacer sobre el aspecto de la perspectiva y de los comentaristas. Por una parte, dos cámaras de juego resultan claramente insuficientes y, por otra, las frases de Juan Carlos Rivero y "Maldini" no han evolucionado significativamente con respecto a las de la temporada anterior.
Por suerte, se trata de detalles que no entorpecen gravemente la innovadora experiencia de juego que Konami ideó para Wii. PES 2009 es un buen continuador de la filosofía de juego asociada por los nipones al wiimote, superando de esta manera a su predecesor y presentando una plantilla que ya está clasificada para la Champions League de la diversión.
PES 2009 añade nuevos modos, estilos de juego y alineaciones a un videojuego que hace un año nos hizo ver el fútbol de otra manera gracias a un wiimote. El fútbol de pizarra que fusiona perfectamente la visión de un jugador y de un entrenador se mejora en esta edición y arroja síntomas de querer seguir evolucionando en el futuro. Si Konami aplicara la misma filosofía de innovación a todas las plataformas, seguramente la serie PES nunca hubiera sufrido tantos altibajos.
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