Análisis de Star Wars The Old Republic

Análisis de Star Wars The Old Republic
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BioWare pone ante ti el vasto universo de Star Wars para que disfrutes, en compañía de miles de usuarios más, del que es uno de los mejores y más completos juegos de rol multijugador masivos en línea del mercado; pero también un digno sucesor a nivel argumental del genial Knights of the Old Republic.

Hasta el momento parecía que las grandes historias estaban muy al margen del género de los juegos de rol multijugador masivos en línea, que se habían limitado a sumergir a los jugadores en fastuosos mundos de fantasía y ciencia ficción sin conceder demasiado trasfondo a las acciones que se debían acometer ni darle importancia al argumento mismo. Algo que estamos seguros cambiará a partir de ahora gracias al genial Star Wars: The Old Republic, un título en el que por primera vez sentiremos ser alguien que realiza acciones útiles y con sentido dentro de un vasto universo compuesto por miles de jugadores con la misma impresión. Y el resultado es, como decimos, uno de los títulos más completos y adictivos del momento; una buena muestra del talento de BioWare, que sin haber roto moldes, ya que estamos ante un título muy conservador en el plano jugable, sí ha sabido dejar su marca de la mejor forma posible: con uno de esos títulos que se recuerdan y que estamos seguros supondrá un antes y un después en el disputado mercado de los juegos de rol multijugador en línea.

Forja tu destino
Acostumbrados a lidiar con un género anquilosado en argumentos tan discretos como carentes de imaginación, encontrarnos ante un juego de rol multijugador masivo online que presenta hasta ocho historias individuales con horas y horas de contenido exclusivo para cada personaje resulta, cuanto menos, sorprendente. Pero esto es precisamente lo que ofrece The Old Republic. Un título que nos sumerge en un feroz conflicto bélico entre las fuerzas de la República y el incipiente Imperio de los Sith unos 3.500 años antes de los sucesos narrados en el Episodio I, permitiéndonos afrontar la guerra desde muy distintos puntos de vista dependiendo de la clase de personaje escogida y, por supuesto, el bando al que defender. Algo que tendrá efectos inmediatos no solo en lo estético, con planetas y zonas exclusivas para cada facción y personaje, sino principalmente en lo argumental.

Un aspecto que a primera vista puede parecer meramente estético pero que pronto se torna en uno de los ejes principales sobre el que se cimenta este título tan genial como adictivo. Y la razón es bien sencilla, ya que el simple hecho de sentir que formamos parte de este universo tomando partido en muchas decisiones trascendentales crea tales cotas de inmersión, que ahora nos resulta muy difícil imaginar un juego de este tipo con un trasfondo argumental menos elaborado. Y esto lo decimos a sabiendas de que el estilo de juego no se aleja mucho de lo visto hasta el momento en el género, con las típicas misiones de exterminar a un número concreto de enemigos, recoger objetos varios, o entregar mensajes a otros personajes por citar algunos ejemplos.

La gran diferencia, el aspecto que hace único a The Old Republic, es que por primera vez todo lo que hacemos tiene un gran sentido argumental, y eso es algo que lo cambia todo. Así, tareas tan rutinarias y habituales como por ejemplo andar exterminando a la fauna de un planeta para recoger sus restos, adquieren un tono mucho más dramático y épico dependiendo de las circunstancias en las que nos vemos envueltos, con situaciones en las que tendremos en nuestras manos, literalmente, la vida de los personajes que nos rodean. Y esto es algo que se repite una y otra vez en todas y cada una de las cientos y cientos de misiones que podemos afrontar con historias más o menos elaboradas, pero siempre con la suficiente carga argumental como para invitarnos a seguir explorando este universo de ciencia ficción.

Nunca el universo Star Wars había mostrado una profundidad y nivel argumental como el visto en este título.
Nunca el universo Star Wars había mostrado una profundidad y nivel argumental como el visto en este título.

Además, los diálogos han adquirido una importancia capital equiparándose a los de cualquier juego de rol tradicional, lo que incluye decisiones morales que pueden afectar al devenir de los acontecimientos. Por tanto, no hablamos únicamente de un alineamiento moral que nos permitirá usar objetos exclusivos, sino también, del hecho de que muchas misiones pueden resolverse de forma distinta dependiendo de cómo nos comportemos, abriendo así nuevos hilos argumentales con misiones distintas. E insistimos que esta enorme carga argumental está presente en todas y cada una de las misiones del juego, sin importar si estas son principales o simples tareas secundarias. Hasta tal punto es así, que muchas de estas misiones opcionales ofrecen tramas tan maduras y sorprendentes que resulta inevitable no sonreír ante el ingenio de BioWare, que gracias a este gran paso adelante ha logrado tirar por tierra el mito de los MMORPG sin argumento.

Pero lo mejor es que del mismo modo que podemos compartir aventuras con otros jugadores exterminando a enemigos en equipo, también podemos disfrutar de estos diálogos en compañía de otros jugadores con interesantes resultados a nivel argumental. No por nada, hay que tener en cuenta que cada guerrero cuenta con una personalidad propia, por lo que no podemos esperar que un Jedi dé una respuesta similar a la que daría un contrabandista o un soldado raso. Y esto es algo que BioWare ha plasmado a la perfección en estos diálogos donde los jugadores eligen la respuesta que desean formular, y el juego decide quién es el que hablará en base a una tirada de dados. ¿Consecuencias a nivel práctico? Que se produzcan situaciones que en la vida habríamos aceptado, como arrasar un planeta con una lluvia de misiles simplemente porque nuestra respuesta no obtuvo la puntuación más alta. Aparte, se nos premiará con una serie de puntos sociales que podremos invertir posteriormente en la adquisición de ítems exclusivos, lo que fomenta todavía más este tipo de encuentros.

Héroes o villanos, todas nuestras acciones tendrán consecuencias en el juego con nuevas misiones, objetos exclusivos y personajes que modificarán su apariencia.
Héroes o villanos, todas nuestras acciones tendrán consecuencias en el juego con nuevas misiones, objetos exclusivos y personajes que modificarán su apariencia.

Jugabilidad galáctica
The Old Republic resulta muy novedoso en determinados aspectos, pero también muy conservador en otros tantos; principalmente en el plano jugable, donde no se aleja mucho de lo visto hasta el momento en el género, lo que significa que cualquier aficionado se hará enseguida con este sistema de juego que apuesta por una clara diferenciación entre las distintas clases de personaje para fomentar, lógicamente, el juego en equipo. Y es importante destacarlo porque a primera vista el título de BioWare parece apuntar a un desarrollo de la acción demasiado individualizado, principalmente por la incorporación de los Compañeros, de los que hablaremos más adelante, que resultarán claves para sobrevivir a muchos encuentros. Pero pronto llegarán las misiones heroicas y los jefazos de turno, y entonces será necesario recurrir también a otros aliados.

Si hablamos de las cuatro clases de combatiente que presenta cada facción, estas responden a los arquetipos habituales en el género, aunque con interesantes novedades como la importancia de las coberturas para los soldados, que tendrán que hacer un uso intensivo de éstas si no quieren caer a las primeras de cambio. Al alcanzar el nivel diez y abandonar el mundo inicial que actúa a modo de tutorial, el jugador deberá optar por una de las dos especializaciones que brinda cada personaje, y que a su vez siempre ofrecen dos caminos más para ampliar al máximo la variedad de guerreros en el juego. Esto significa que un Sith Inquisidor, que está especializado en el uso de la Fuerza puede dar el salto a la rama de los asesinos sigilosos u optar por convertirse en Sorcerer, ampliando notoriamente su dominio de la Fuerza para realizar ataques a distancia. Pero estos mismos personajes pueden optar por una vía más defensiva en el caso del primero, que también pueden actuar como tanques (especialistas en soportar daño para que no lo reciban sus aliados), o sanadores si hablamos de los Sorcerer.

Para ello, BioWare ha apostado sobre seguro y ha creado un sistema de progresión basado en las habilidades propias de clase y especialización que se irán desbloqueando conforme subamos de nivel y paguemos a un maestro para que nos las enseñe, más un árbol de talentos dividido en tres ramas distintas que ahondan en la citada doble especialización de cada guerrero. Por tanto, dependiendo de los talentos que vayamos desarrollando nuestros personajes adquirirán mejores aptitudes ofensivas, mayor capacidad para generar odio entre los rivales, mayor resistencia a los golpes, mejoras en las habilidades de sanación, la eliminación completa de los tiempos de espera en determinados ataques, etc.

Un sistema que, como decimos, apuesta sobre seguro pero que funciona a las mil maravillas. Sobre todo por la ingente cantidad de contenidos jugables que presenta el título, que siempre nos mantendrá realizando misiones acordes a nuestro nivel sin generar esa sensación de vacío que han mostrado otros referentes del género. Algo que se nota, por ejemplo, en la inclusión de 15 flashpoints que se irán desbloqueando progresivamente para que todos los jugadores, ya sean recién llegados que dan sus primeros pasos o los que ya llevan horas y horas a sus espaldas, tengan grandes desafíos a los que acudir regularmente para mejorar su nivel de experiencia y obtener algunos de los objetos más valiosos del juego.

El juego apuesta por un diseño artístico a medio camino entre lo visto en la serie de animación Las Guerras Clon y un aspecto más realista. El resultado es de lo más vistoso.
El juego apuesta por un diseño artístico a medio camino entre lo visto en la serie de animación Las Guerras Clon y un aspecto más realista. El resultado es de lo más vistoso.

Sí es cierto que en el tramo final se echan en falta una mayor cantidad de contenidos, ya que se pueden completar todas las misiones poco antes de alcanzar el nivel 50 y no tener muy claro hacia dónde tirar; pero todo parece indicar que BioWare está al tanto de este detalle y la inclusión de un planeta como Illum, en el que todo el territorio está abierto al combate entre jugadores, es una buena muestra de ello. Sobre todo porque regularmente incluirán grandes eventos en esta zona, a lo que debemos sumar la posibilidad de completar las citadas Flashpoints en modo heroico, afrontar las dos temibles raids finales junto a 16 jugadores, ir en busca de los datacrones ocultos en cada planeta (permiten mejorar permanentemente las estadísticas del personaje), o entablar encuentros en los distintos planetas del juego para hacer frente a los devastadores Jefes Épicos de Mundo; un tipo de enemigos que echábamos de menos en el género de los MMORPG y que BioWare ha sabido rescatar con mucho acierto.

Por todo esto consideramos que The Old Republic es ahora mismo el juego de rol multijugador masivo en línea más completo del momento; porque ya de primeras incluye una ingente cantidad de contenidos jugables de altísimo nivel para todos los tipos de personaje disponibles, fomentando además la rejugabilidad del título gracias al magnífico argumento que presentan cada uno de los ocho protagonistas. ¿Lo malo? Que por supuesto queremos más y más, pero como punto de partida, a nivel de contenidos, The Old Republic resulta impresionante.

Al alcanzar el nivel 25 podremos desbloquear la habilidad para pilotar vehículos por el "módico" precio de 40.000 créditos. La moto se paga aparte, por supuesto.
Al alcanzar el nivel 25 podremos desbloquear la habilidad para pilotar vehículos por el "módico" precio de 40.000 créditos. La moto se paga aparte, por supuesto.

Y esto es algo que descubriremos poco a poco conforme avancemos en la aventura, ya que pasaremos de recorrer un planeta inicial bastante lineal y reducido en sus dimensiones, a un segundo mundo (la capital de cada facción) algo más grande, para terminar recorriendo la galaxia con total libertad gracias a la nave que obtendremos al alcanzar, más o menos, el nivel 17 de habilidad. En este punto es importante reseñar que no será posible realizar vuelos por el espacio en tiempo real, ya que los viajes entre mundos se realizan a través de un mapa de la galaxia ubicado en la cabina de mando de nuestra nave. Sin embargo, BioWare sí ha incluido una serie de divertidas misiones sobre raíles a bordo de la nave, que nos plantearán retos basados en la supervivencia, en la eliminación de enemigos, o la escolta de aliados durante un tiempo concreto.

Secuencias muy centradas en la acción pero que sin embargo no se olvidan del componente rolero, gracias sobre todo a la necesidad de buscar un equipamiento adecuado para mejorar los escudos de la nave, su capacidad de almacenamiento de misiles, la potencia de juego, etc. En este sentido, de momento no hay demasiadas misiones de este tipo ni tampoco estas destacan por su profundidad a nivel jugable, pero suponen un fantástico divertimento para esos momentos en los que necesitamos matar el tiempo y no nos apetece andar recorriendo los planetas de cabo a rabo. Además, en BioWare prometen grandes novedades al respecto como la inclusión de grandes naves para los Gremios, que podrían sumarse a las misiones espaciales cooperativas y la posibilidad de disfrutar de batallas PVP contra otros usuarios a bordo de distintos tipos de naves. Como siempre, soñar es gratis.

Durante las Flashpoints los jugadores deben cooperar al máximo para sobrevivir a los duros desafíos que plantea el juego. Algo que nos encanta.
Durante las Flashpoints los jugadores deben cooperar al máximo para sobrevivir a los duros desafíos que plantea el juego. Algo que nos encanta.

Un aliado valioso
El otro gran elemento diferenciador de The Old Republic lo encontramos en la figura de los Compañeros que viajarán junto a nuestro héroe durante la partida. Y es que en todo momento podemos ir acompañado de uno de estos personajes, basados en los arquetipos habituales de tanque, sanador o daño por segundo, para que nos apoyen durante las batallas. Unos aliados fantásticos que mejorarán sus habilidades al mismo ritmo que nosotros mientras les equipamos también con diversos objetos para potenciar sus atributos especiales. Por tanto, no debemos confundirlos con simples mascotas que están ahí “de bonito”, ya que el jugador debe apoyarse en ellos, aprovechándose incluso de sus habilidades especiales para sortear algunos de los retos más duros del juego

En este punto, es importante destacar el papel que jugarán también estos personajes durante los diálogos, ya que a veces intervendrán en las conversaciones para dar su opinión o criticar algo que no les haya gustado. Y esto es muy importante, pues cada uno de nuestros tripulantes tendrá un nivel de afinidad con nosotros que deberemos explotar muy bien para mejorar su eficacia en combate, con un mayor incremento de sus golpes críticos, por ejemplo, pero sobre todo en la parte de profesiones de la que hablaremos a continuación. Y para ello nada mejor que complacerles con respuestas que casen con su código de conducta, que nada tiene que ver con la moralidad de nuestras acciones, o brindándoles una serie de regalos que podremos obtener durante la partida. Así, lograremos también ahondar más en la historia de estos personajes que, en los momentos de intimidad, se abrirán a nosotros contándonos su pasado y lo que esperan del futuro junto a nosotros.

Estos aliados permiten además que los jugadores puedan afrontar misiones heroicas sin necesidad de formar un equipo humano completo, ya que estos pueden suplir los huecos de forma eficiente; aunque es una opción poco recomendable en los enfrentamientos más duros. Pero además, también podemos recurrir a nuestra tripulación para vender los objetos de menor calidad automáticamente mientras nosotros continuamos recorriendo el mundo, o usarles para realizar las habituales labores de crafting (las profesiones dentro del juego).

En este caso, cada jugador puede especializarse en tres tipos de profesiones destinadas a la recolección de materias primas y elaboración de objetos, con combinaciones lógicas para que los usuarios puedan fabricarse sus propios objetos sin depender de otros jugadores (aunque solo serían los de un tipo), aunque cada uno es libre de optar por la vía que desee. En este sentido, las opciones resultan amplísimas, con la posibilidad de crear sables de luz, armaduras de todo tipo, equipo ofensivo, vestuario para los usuarios de la Fuerza, modificadores para el equipo y la nave, etc. Pero lo más interesante, como decíamos, es que serán nuestros tripulantes los que desempeñen estas labores, dejándonos a nosotros libres de andar recorriendo todo el universo en busca de materias primas.

Cada región cuenta con varias zonas conocidas como "Áreas de historia", que solo son accesibles por el jugador en momentos puntuales de la trama.
Cada región cuenta con varias zonas conocidas como "Áreas de historia", que solo son accesibles por el jugador en momentos puntuales de la trama.

Para ello, se ha optado por un sencillo e intuitivo menú en el que aparecen todas las misiones que pueden afrontar nuestros tripulantes, los objetos que podrían conseguir en caso de completarlas con éxito, el coste económico que tendrá realizarlas, y el tiempo que estarán fuera cumpliendo dichas tareas. Por tanto, en un momento dado podemos tener a toda nuestra tripulación realizando este tipo de labores mientras nosotros seguimos disfrutando del juego sin ninguna interrupción, lo que nos parece genial. Pero además, también se han incluido detalles francamente interesantes como la posibilidad de revertir objetos creados por nuestros tripulantes para aprovecharnos de parte de sus materias primas, lo que además nos permitirá aprender más recetas para elaborar mejores objetos. También, como apuntábamos líneas más atrás, la eficacia de nuestros tripulantes variará mucho dependiendo del nivel de afecto que tengan hacia nosotros, lo que es otro detallazo con mucho sentido dentro del juego (¿cómo va a trabajar bien alguien que te odia a muerte?).

Y lo mejor lo hemos dejado para el final, ya que el especializarse en este tipo de profesiones y ser buenos en ellas nos podrá sacar de más de un apuro durante las temibles Flashpoints. Por poner algunos ejemplos, un experto en mecánica podrá activar droides para que luchen junto al grupo o actúen como sanadores, mientras que un experto en arqueología podrá descifrar sellos ancestrales que abran rutas alternativas para que el equipo evite pasar por tramos atestados de enemigos. Cada Flashpoint cuenta con varios de estos puntos de interés y es algo que fomenta de una forma increíble la rejugabilidad, puesto que dependiendo del grupo con el que se disfrutan estas partidas las batallas pueden ir por unos u otros derroteros.

Actualmente hay dos raids para jugadores de alto nivel que presentan un nivel de dificultad bastante elevado, como la mayoría de Flashpoints.
Actualmente hay dos raids para jugadores de alto nivel que presentan un nivel de dificultad bastante elevado, como la mayoría de Flashpoints.

República o imperio
Aparte del habitual PvP de mundo abierto que permite a los jugadores de distintas facciones atacarse mutuamente en cualquier momento, y el citado planeta Illum, en el que los usuarios de nivel máximo se enfrentarán constantemente entre sí en lo que se ha definido como World PVP, BioWare ha incluido tres arenas de batalla con propuestas de juego completamente distintas para que los aficionados al combate puro y duro puedan desquitarse a gusto. La más simpática y original se trata, por supuesto, del Huttball, que es una suerte de competición deportiva en la que los jugadores deben transportar la pelota a la zona de gol del equipo contrario, con opción de pasar la bola a miembros de un mismo equipo bajo el riesgo de que se la intercepten los contrarios. Algo que puede ser infernal si tenemos en cuenta que todos los jugadores cuentan en su haber con armas y poderes ofensivos devastadores, y que el escenario está plagado de trampas como pozos de ácido, cañones de aire y parrillas escupe fuego que pueden causar auténticos estragos. Lo mejor es que contamos con unos comentaristas de fondo que hacen todavía más amenos estos encuentros en los que se pueden pasar muy buenos ratos.

Aparte, contamos con un escenario de combate muy tradicional en el que un equipo actúa primero como atacante y después como defensor en el interior de una gran nave espacial, y otro sobre la superficie de Alderaan donde se deben conquistar y mantener hasta tres puntos de control el máximo tiempo posible, para derribar el gran crucero de batalla del bando contrario. Escenarios que resultan muy divertidos pero que se nos antojan algo escasos en este momento.

El Legado de nuestro héroe es un reconocimiento que se nos concederá al completar parte de la trama, aunque de momento su función es un misterio más allá de la promesa de beneficios.
El Legado de nuestro héroe es un reconocimiento que se nos concederá al completar parte de la trama, aunque de momento su función es un misterio más allá de la promesa de beneficios.

También es importante destacar las diferencias de equipo existentes entre los objetos que podemos conseguir durante el juego en sí, y los que obtendremos de forma exclusiva de los vendedores PVP gracias a las insignias de valor que se nos concederán durante estas partidas (los jugadores pueden premiar a los mejores competidores votándoles al final de cada batalla, así como obtener distinciones por cumplir determinadas acciones). Algo que no satisface a todo el mundo al considerar injusto que se equiparen las habilidades de todos los personajes durante los combates en estas arenas, sin tener en cuenta el equipo épico obtenido en algunas de las misiones más difíciles del juego; del mismo modo que no ven justo que un usuario con un buen equipo PVP asalte a otro fuera de estas áreas aprovechándose de sus ventajas. Pero en este punto, consideramos que actualmente ambas facetas de juego conviven francamente bien y está por ver todavía qué tal se desarrollan los acontecimientos cuando más jugadores alcancen el nivel 50 y pueda medirse, de verdad, el equilibrio existente entre las distintas clases en el cruento planeta de Illum.

Star Wars en estado puro
Vistos todos los aspectos jugables de este fantástico Star Wars: The Old Republic solo nos queda hablar de su apartado audiovisual, y en este caso sólo tenemos buenas palabras para el titánico trabajo que ha llevado a cabo BioWare. Para empezar, porque todos los personajes con los que entablaremos conversaciones han sido doblados, lo que ya supone todo un hito en este género; pero aparte, hablamos de un doblaje en inglés de una factura impecable que logra sumergirnos de lleno en la fantástica historia que se nos narra. Si a esto le sumamos la banda sonora de todas las películas de Star Wars, más aparte unos temas excelentes creados exclusivamente para el juego, tenemos como resultado un juego magistral.

Pero aún hay más, porque los efectos sonoros también han sido recreados con un nivel de detalle exquisito, hasta el punto de encontrarnos con sonidos distintos para el zumbido de los sables láser, o con distintos estilos de voz para nuestros personajes dependiendo de los objetos con los que los equipemos (una máscara puede hacerles hablar como Darth Vader, por ejemplo). Detalles que sin duda encandilarán a los seguidores de este universo de ciencia ficción.

Resulta sorprendente lo bien compensadas que están todas las clases de guerreros y las llamativas habilidades especiales que muestran cada una de ellas.
Resulta sorprendente lo bien compensadas que están todas las clases de guerreros y las llamativas habilidades especiales que muestran cada una de ellas.

Por supuesto, también a nivel gráfico el juego resulta sorprendente, aunque a primera vista pueda parecer muy discreto. Principalmente por la impresionante variedad de mundos por los que nos moveremos, con entornos mastodónticos como Tatooine, Alderaan o Hoth recreados con tal esmero, que a veces nos quedaremos simplemente un par de minutos admirando las vistas. La calidad de las texturas de los escenarios y la distancia de dibujado poseen un acabado magnífico, mientras el modelado de los personajes ofrece unos resultados más que aceptables con una enorme variedad de seres con los que dialogar o luchar, aunque su definición está un par de peldaños por debajo de otros apartados del juego.

El mayor problema que le hemos encontrado al juego, aparte de no contar con una opción para activar de serie el Antialiasing (los bordes dentados), es que el tipo de personajes que podemos encarnar poseen exclusivamente forma humanoide, bastante decepcionante si tenemos en cuenta lo variado que es el universo Star Wars y sus posibilidades. Por suerte, las opciones de personalización son bastante amplias, y el ver cómo nuestras decisiones morales afectan a la apariencia de estos personajes son detalles que nos gustan mucho; pero es inevitable no sentirse decepcionado ante esta aspecto.

En nuestra nave podremos reunirnos con nuestra tripulación, guardar objetos, o usar el mapa de la galaxia para viajar a otros planetas.
En nuestra nave podremos reunirnos con nuestra tripulación, guardar objetos, o usar el mapa de la galaxia para viajar a otros planetas.

Por todo lo demás, como decimos, el juego a nivel gráfico resulta espectacular y nos encanta que se hayan incluido tantos mundos, tan variados entre sí y con tantos detalles por descubrir. En este sentido, BioWare ha jugado muy bien sus cartas con el Códex ya visto en algunos de sus juegos, en el que se van registrando las especies alienígenas con las que nos topamos, las organizaciones con las que nos relacionamos, e incluso lugares emblemáticos dentro de cada planeta (por ejemplo el templo oscuro en la capital del imperio, Dromund Kaas), fomentando la exploración de forma espectacular.

Por último, no podemos olvidarnos de lo bien que funciona el juego incluso en equipos de gama media, aunque hay momentos de la acción en los que el motor gráfico se puede resentir bastante en zonas muy pobladas o escenarios más recargados de lo habitual. Por eso, se agradecen las diversas opciones de configuración que nos brinda el juego a nivel gráfico para disfrutar de la acción sin perder por ello demasiado detalle. Además, también resulta encomiable la escasez de errores en el juego, cuando lo habitual en este género es encontrarse con un sinfín de fallos que pueden entorpecer la jugabilidad. En este caso, lógicamente dadas las dimensiones del mundo que se nos pone ante nuestros ojos, existen pequeños errores tontos, pero en ningún caso fallos reseñables que puedan perjudicar al usuario. Y esto mismo se puede trasladar a la solidez de los servidores que durante esta semana y media de intensa acción se han comportado a la perfección sin caídas ni problemas de latencia (aunque a veces hay algo de lag en las arenas de combate PVP)... si bien sí con muchas colas de espera que paulatinamente se van aligerando, pero que llegaron al extremo de mantener a muchos usuarios más de cinco horas esperando para poder disfrutar del juego.

Alcanzar un buen nivel de profesión permite usar rutas alternativas en las Flashpoints, pero también habrá jugadores que puedan incluso construir sus propios vehículos.
Alcanzar un buen nivel de profesión permite usar rutas alternativas en las Flashpoints, pero también habrá jugadores que puedan incluso construir sus propios vehículos.

Un diamante en bruto
Han pasado ya casi dos semanas desde que iniciamos nuestra andadura por el universo Star Wars: The Old Republic, y la impresión que nos queda tras horas y horas de juego es que estamos ante un título redondo, posiblemente el mejor juego de rol multijugador masivo en línea del mercado y un auténtico diamante en bruto que, si se pule correctamente en los próximos meses, mantendrá este estatus durante muchísimo tiempo. La cantidad de misiones disponibles, el maravillo argumento que atesora, la genial ambientación que destilan todos y cada uno de los mundos que podemos recorrer libremente, lo increíblemente bien que funcionan las Flashpoints y las misiones en grupo, la inclusión de figuras como los compañeros y, simplemente, el convertir al jugador en un elemento esencial de la trama han conseguido atraparnos de tal manera, que no ya solo deseamos seleccionar a nuestro personaje y seguir explorando la galaxia junto a su tripulación, sino también dar el paso y crear nuevos aventureros para conocer el conflicto desde otro punto de vista. Y esto es algo que hasta la fecha no se había visto en ningún juego de este estilo.

Sí hemos echado en falta algo más de ambición por parte de BioWare a la hora de incluir elementos más novedosos sobre la base jugable, ya que al final no deja de ser una especie de “más de lo mismo” –muy bien hecho, eso sí-, pero revestido por un argumento digno de los mejores juegos de rol. También, teniendo presente Star Wars Galaxies, la opción de crear personajes neutrales habría sido un gran acierto, del mismo modo que la posibilidad de convertir a un Jedi en Sith en base a sus acciones –y viceversa- habría estado genial; pero estos son esos pequeños detalles que como apuntábamos anteriormente, se irán puliendo progresivamente para dar forma al que consideramos, tiene todas las papeletas para convertirse en el mejor y más grande MMORPG del momento. En nuestro caso esperamos además que, llegado el momento, se traduzcan los textos al castellano, pues actualmente cualquier aficionado con un nivel bajo de inglés se perderá uno de los mayores atractivos del juego: su argumento.

Magnífico

Obra maestra

Star Wars: The Old Republic

Por: El equipo de 3DJuegos
Obra maestra

Enorme, variado, épico por momentos y con una jugablidad a prueba de bombas. De partida no parece el juego de rol más original, pero BioWare ha sabido jugar muy bien sus cartas e incorporar novedades a la fórmula hasta convertir a The Old Republic en un MMORPG imprescindible para cualquier aficionado al género. Seas o no amante de Star Wars, éste es un juego que merece ser disfrutado sí o sí.

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Jugadores: Masivo online
Idioma: Manual en español, textos en inglés y voces en inglés
Duración:
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