Análisis de MotorStorm Arctic Edge

Análisis de MotorStorm Arctic Edge
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La saga Motorstorm debuta en PSP encuadrada en un año de lanzamientos memorable para la portátil de Sony. Con todas las fortalezas y flaquezas que las series han mostrado en PlayStation 3 intactas, nos encontramos ante uno de los mejores arcades de simulación de los últimos tiempos en portátiles.

Bigbig Studios y Sony Computer Entertainment han aunado esfuerzos para que la saga Motorstorm de el salto fuera de PlayStation 3, y han sido precisamente las consolas de Sony, PSP y PlayStation 2, las elegidas para protagonizarlo.

Acción off-line a toda velocidad, extraordinario multijugador, nuevos mapas e inédito escenario… Arctic Edge es un Motorstorm de los pies a la cabeza y la evolución natural de la franquicia en su salto a unas plataformas que, no por ser netamente menos potentes en lo que se refiere a su hardware, dejan de merecer un juego a la altura.

Derritiendo el Asfalto
Cambio de telón de fondo, pero idénticas ideas. Es así como se presenta Arctic Edge, que tras las dunas del desierto del primer Motorstorm y el fuego y el calor del segundo, nos traslada directamente a un nuevo paraíso de las condiciones extremas. El del hielo, la nieve y el gélido encanto de Alaska.

Una vez que nos sumergimos en el título tenemos las clásicas opciones de campaña, multijugador, carreras rápidas, etcétera. Alternativas jugables que vamos a ir desgranando poco a poco. En primer lugar el llamado Modo Festival es la piedra angular sobre la que pivota toda la experiencia jugable del nuevo Motorstorm.

El espectacular Quitanieves es uno de los vehículos que debuta en Arctic Edge.
El espectacular Quitanieves es uno de los vehículos que debuta en Arctic Edge.

Aquí encontraremos en torno a 100 eventos que podremos disputar en los 12 circuitos que se ofertan, y que ofrecerán las clásicas carreras, contrarrelojes, etcétera. Un conjunto no particularmente brillante o innovador, pero que hace los deberes a la hora de ofrecer una experiencia larga, interesante y que no peca de falta de contenidos a pesar del limitado número de localizaciones.

En Arctic Edge contaremos con 8 tipos de vehículos, y cada uno de ellos con tres modelos. En líneas generales la selección es claramente deudora de la que hemos podido ver en entregas anteriores, pero con las sonadas sustituciones de, por ejemplo, los camiones por motos de nieve, quitanieves etcétera.

Para progresar sencillamente debemos superar las carreras que vayamos desbloqueando mediante el cumplimiento de requisitos previos. La puntuación que obtengamos al terminar cada carrera determinará los futuros desafíos que liberaremos, y en función de las medallas de oro que logremos obtendremos los coleccionables y contenidos ocultos.

Trasvase de Control
En lo que se refiere al manejo, como cualquiera que se acercara a las versiones de PlayStation 3 ya sabrá, el control sobre los vehículos no podría ser más arcade. No se pretende buscar el realismo ni tampoco la fidelidad o la veracidad, Arctic Edge tiene como principal objetivo el de ser divertido y accesible desde el primer instante, y eso lo consigue con creces.

Forzando el vehículo podemos obtener extraordinarios resultados en términos de velocidad, pero si abusamos de él volaremos por los aires.
Forzando el vehículo podemos obtener extraordinarios resultados en términos de velocidad, pero si abusamos de él volaremos por los aires.

Así pues la adaptación del manejo brilla en el lado positivo de la experiencia de conducción, puesto que se amolda con gran acierto a las posibilidades de gobierno que soporta la portátil de Sony. El botón R sirve para acelerar, mientras que el L se emplea para frenar. La tecla X es la del turbo y, por último, la dirección puede usarse con la cruceta tanto como con la palanca.

Donde, sin embargo, no podemos estar del todo de acuerdo es en las posibilidades y el reto que supone la IA. La agresividad de la que hacen gala los vehículos dirigidos por “la máquina” en las versiones de PlayStation 3 del título contrasta con la cierta pasividad de éstos en Arctic Edge. No sólo pecan de cierta indolencia a la hora de dejarnos adelantarles, sino que cuando nos encontramos en primera posición muchos errores deberemos cometer para perder el puesto de cabeza.

Por otra parte cada pista no sólo tiene diferentes formas de ser superada debido a los habituales cruces de caminos que se ofrecen, sino que además las condiciones climáticas vuelven a ser uno de los principales elementos con los que deberemos contender. Esto supone una ventaja tremenda a la hora de insuflar vida a estos escenarios, puesto que su exploración siempre deparará alguna sorpresa.

El nuevo Motorstorm vuelve a ofertar interesantes alternativas en función de nuestra elección de vehículo. Los ligeros, por ejemplo, serán especialmente rápidos, pero tremendamente débiles.
El nuevo Motorstorm vuelve a ofertar interesantes alternativas en función de nuestra elección de vehículo. Los ligeros, por ejemplo, serán especialmente rápidos, pero tremendamente débiles.

Hay, por último, dos aspectos fundamentales que fueron dos de los grandes reclamos del nuevo Motorstorm durante su fase promocional. El primero de ellos es el editor que ha quedado a medio camino de lo esperado con la oferta de personalización del vehículo en cuanto al aspecto y a sus prestaciones como únicas alternativas.

Por otra parte el multijugador es para ocho usuarios ad-hoc o a través de internet. Las modalidades de la vertiente off-line son su principal reclamo, y la posibilidad de luchar contra el siempre desafiante ser humano en lugar de contra la mediocre IA son sus principales atractivos.

Eje Ártico
En la faceta técnica y artística el título obtiene unos resultados notables, a la altura de lo que cabría esperar de su lanzamiento, aunque quizá debamos exigirle un plus en términos de texturas, deformación del terreno o carga poligonal.

Los vehículos tienen un aspecto excesivamente rectangular, con abundantes aristas en forma de ángulos rectos y un acabado adecuado pero del que esperábamos un aprovechamiento de las características de PSP mucho mayor.

Gráficamente echamos en falta un mayor trabajo en los vehículos para lidiar con la excesiva sensación de amasijo de cajas que transmiten. Exceptuando este factor el apartado es francamente notable.
Gráficamente echamos en falta un mayor trabajo en los vehículos para lidiar con la excesiva sensación de amasijo de cajas que transmiten. Exceptuando este factor el apartado es francamente notable.

El motor gráfico, por lo demás, sí cumple su cometido a la hora de recrear unos escenarios con un nivel de detalle muy razonable, con una iluminación fantástica y unos efectos muy interesantes. La parte técnica con la que sí tenemos serios problemas es con la escasa sensación de velocidad que Arctic Edge transmite. Un fallo francamente duro en un título de estas características, puesto que aquí deberíamos encontrar una de sus fortalezas.

Por lo demás, ya tocando el tema del audio, la banda sonora es adecuada, el videojuego llega traducido a nuestro idioma y los efectos no son tan brillantes como en la versión de PlayStation 3, pero cumplen con su cometido con fantástico resultado.

Bueno

Sin sello

MotorStorm: Arctic Edge

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Arctic Edge es el más que interesante debut de las series Motorstorm en PSP. Repleto de posibilidades y con un gancho arcade incuestionable, para mejorar el resultado de futuras entregas recomendamos una revisión de sus apartados visuales y de las opciones y modalidades jugables disponibles.

Comprar MotorStorm: Arctic Edge
Jugadores: 1-8
Idioma: Manual en español y textos en español
Duración:
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