Análisis de Battlefield 3

Análisis de Battlefield 3
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El momento de la verdad ha llegado. Tras infinidad de vídeos y versiones de prueba Battlefield 3 está aquí por fin en su versión final, y el resultado es sobresaliente. Su campaña individual es muy buena, pero no consigue estar a la altura de sus modos on-line, la verdadera faceta de brillantez del videojuego. Modalidades donde DICE se siente especialmente cómoda, y donde este espectacular shooter alcanza la condición de videojuego totalmente recomendable que atesora.

El actual mundo de los videojuegos está repleto de conflictos que rozan lo bélico. Por ejemplo en el género deportivo Electronic Arts lidia con 2K Sports y con Konami en el baloncesto y en el fútbol respectivamente, y sólo hay que pensar en otros géneros como el de la simulación de conducción o el de los shooters de ciencia ficción para pensar en trances similares entre Turn 10 y Polyphony Digital o entre Epic Games e Insomniac. ¿Por qué comenzamos el análisis de Battlefield 3 con esta entrada tan aparentemente poco apropiada? Pues fundamentalmente porque todo el que haya seguido la actualidad del entretenimiento interactivo en los últimos tiempos estará al tanto de que entre Call of Duty: Modern Warfare 3 y Battlefield 3 ha habido una cruenta contienda mediática y verbal con pocos precedentes en los últimos tiempos.

El motivo de todo ello ha sido el deseo de Electronic Arts por posicionar definitivamente en el mercado una alternativa a la saga bélica de Activision, especialmente tras el torpe inicio el año pasado del reseteo de Medal of Honor, que no logró satisfacer ni a crítica ni a público, y que no pudo plantar cara a Black Ops en ningún campo. En el presente 2011, sin embargo, el gigante norteamericano ha apostado por un caballo ganador al encargárselo directamente a DICE, un estudio de reputado currículum que ha generado algunos de los mejores videojuegos de acción on-line de los últimos tiempos y que es responsable de la veterana y genial saga Battlefield.

Precisamente a esta franquicia pertenece el título que nos ocupa, uno de los más esperados del año, y la tercera parte de una saga que no nos regalaba un nuevo episodio propiamente dicho, y spin-offs aparte, desde el ya lejano año 2005. Por aquel entonces se lanzaba el genial Battlefield 2, y ahora más de un lustro después se pone a la venta la que es, en realidad, una versión avanzadísima y muy perfeccionada de aquel. No hay nada particularmente nuevo que no hayamos visto en trabajos anteriores del estudio europeo, pero en todos los sentidos hay pocos videojuegos más sobresalientes en su vertiente de juego competitivo on-line que el que nos ocupa. Un título que nos hará invertir incontables horas acribillando enemigos y tomando puestos de control a través de la red, y que nos hará disfrutar con su cuidado equilibrio entre portentosos valores de producción y poderosa propuesta jugable… Siempre que tengamos un PC a la altura, claro.

Campo de Batalla: El Mundo –La Campaña-
No es la primera vez que un videojuego de la serie Battlefield cuenta con campaña individual, y es que los spin-off Bad Company ya habían llevado a cabo un trabajo más que notable en este sentido con sus dos episodios, no obstante sí es el que más en serio se toma esta alternativa jugable a su tradicional experiencia on-line. Los primeros episodios de la franquicia, de hecho, únicamente contaban con un sustitutivo de modo off-line como mero entrenamiento, pero es esta tercera entrega la que de forma más ambiciosa se plantea el llevar a cabo un acercamiento espectacular, aparatoso y flamígero a los conflictos modernos.

Las similitudes entre los Modos Historia de Battlefield 3 y los que ofrecen la franquicia Call of Duty son obvias, y van más allá de las lógicas similitudes de contexto histórico, localizaciones, etcétera… El tratamiento grandilocuente y al mismo tiempo solemne se repite en las franquicias de Activision y Electronic Arts, y DICE ha tomado buena nota de lo conseguido por Infinity Ward al ofrecer una experiencia con muchos paralelismos en todos los sentidos: personajes que cuentan su historia a sus captores, abundantes flashbacks, constantes cambios de escenario, héroes diferentes que alternan sus papeles...

El comienzo tiene gancho y arranca con enorme fuerza para atraer nuestra atención, y nos pone en la posición de un agente de las fuerzas especiales del que no conoceremos demasiado en un principio pero que tratará de sabotear un atentado terrorista en una línea de metro estadounidense. A partir de ahí, y tras este arquetípico pero siempre necesario prólogo en clave de acción desatada, asistiremos a una serie de cinemáticas que de una forma muy tradicional y en ocasiones algo farragosa nos irán relatando la historia de nuestro protagonista, Blackburn, que se las cuenta a sus captores en una serie de interrogatorios de la inteligencia norteamericana.

¡Battlefield 3 ya está aquí! Todo el poderío gráfico y la espectacularidad multijugador de la saga completamente desatados.
¡Battlefield 3 ya está aquí! Todo el poderío gráfico y la espectacularidad multijugador de la saga completamente desatados.

De este modo, y avanzando hacia delante y hacia atrás en el tiempo, iremos visitando diferentes lugares de Europa, Oriente Medio e incluso los Estados Unidos plantando cara a insurgentes, terroristas y demás amenazas contra el mundo libre. La importancia del guión en uno de estos videojuegos tan frenéticos siempre es relativa, no obstante DICE hace un trabajo llamativo a la hora de tomársela en serio. No hablamos de un premio de narrativa, ni mucho menos, pero sí de un argumento ligero, inofensivo y lo suficientemente variado en cuanto a situaciones, lugares y ambientaciones como para estar constantemente insuflando variedad al modo campaña.

Lo que hace especialmente bien la campaña individual del título es algo que los juegos de acción bélica de corte “palomitero” han venido haciendo en los últimos tiempos, y es el sumergirnos directamente en muchos de los sucesos en primera persona. ¿Qué queremos decir con esto? Como es lógico tomamos el control directo sobre nuestro personaje en las escenas de combate, pero a lo que nos referimos es al hecho de que tampoco abandonamos la perspectiva de primera persona en los acontecimientos que se describen en pantalla. Así, por ejemplo, si se envía un mensaje terrorista con rehén a los Estados Unidos, nosotros lo vivimos en primera persona desde el papel del cautivo que observa atemorizado cómo lo graban con él sometido; y si, por el contrario, se prepara una batalla aérea nosotros mismos subiremos al caza en la cubierta del porta-aviones y asistiremos a todas las pruebas de su arsenal y accesorios en perspectiva no sólo subjetiva sino también interactiva.

Las cuidadas cinemáticas nos presentan la acción en la campaña. La historia no es el fuerte de Battlefield 3, pero aún así el juego hace un buen trabajo.
Las cuidadas cinemáticas nos presentan la acción en la campaña. La historia no es el fuerte de Battlefield 3, pero aún así el juego hace un buen trabajo.

Durante unas seis o siete horas que nos va a llevar acabar la campaña viviremos un trepidante espectáculo de acción y adrenalina en el que viviremos operaciones nocturnas en zonas urbanas, asaltos diurnos a posiciones en mitad del desierto, tomas al asalto de prestigiosos barrios en coquetas ciudades europeas… El tratamiento de DICE para la campaña de Battlefield 3 busca ser realista y serio, muy alejado de lo visto en el humorístico binomio Bad Company y de los flamígeros Call of Duty, y cuenta con algunas crestas de la ola francamente poderosas en cuanto al aparatoso panorama que propone. No todos los momentos están a la misma altura, y si bien hay algunas secuencias tremendamente poderosas como los de la nocturna Operation Guillotine, por poner un único ejemplo, también hay otros niveles algo más discretos que, en algunos casos rozan lo tedioso. Hay varios ejemplos de secciones de la campaña que se nos van a hacer algo largas y, por poner un par de ejemplos, podemos mencionar el combate aéreo, increíble desde el punto de vista gráfico pero algo anodino desde el jugable, o la parte del ataque aire-tierra que lo sigue y que trata de reproducir sin éxito un estilo de bombardeo que ya vimos con mayor brillantez en aquella memorable misión nocturna de Modern Warfare 2.

La inmersión es la clave del éxito del modo historia de Battlefield 3, sentido de la pertenencia fuertemente apoyado por una muy adecuada construcción de la tensión que sentirá el jugador en el papel de estos soldados que pelean siempre al límite de sus fuerzas. No obstante hay algunos aspectos que no están a la altura de lo que esperábamos y que a menudo estropean esta impresión en el usuario, salvo el del comportamiento del enemigo que describiremos a continuación ninguno es excesivamente grave, pero merecen al menos que sean reflejados en el análisis.

Debemos comenzar en efecto por la IA que, lamentablemente, exhibe serios problemas a la hora de percibir nuestra presencia si nos adelantamos a nuestras posiciones en todos los modos de dificultad, y que comete bastantes errores de despiste. Por otra parte los escenarios parecen enormes, pero están bastante encorsetados por unas barreras invisibles que nos amenazarán con la muerte si no volvemos a lo que el mismo juego denomina como Zona de Batalla. No protestaríamos por ello si fueran espacios algo más holgados por los que nos permiten movernos, pero resulta tremendamente molesto estar sumergido en un enfrentamiento contra soldados enemigos y, de repente, leer el dichoso rótulo de abandono obligándonos no sólo a lidiar con los disparos del rival sino también a retroceder en apenas unos segundos para no morir.

Igualmente resta inmersión el comportamiento de los civiles; aquí DICE ya aseguró que se les podría disparar sin que sufrieran heridas en una medida contra la que, lógicamente, no protestaremos, pero sí nos ha parecido irrisorio el hecho de que si nos los cruzamos en una calle no huyan despavoridos alertados por el estruendoso sonido de nuestras armas y sigan sus conversaciones como si nada. Por último también hemos encontrado algunos momentos de respawning de los enemigos en nuestras narices cuando, por un casual, estamos disparando a algún terrorista o insurgente cuya muerte no estaba entre los planes del enemigo.

Así pues, y salvo algunas bajadas esporádicas de ritmo y estos problemas de inmersión de los que hablamos, contamos con una campaña individual francamente buena. Algo irregular en su ritmo puesto que crece y decae en varios momentos de la experiencia, pero que está también plagada de secuencias donde la acción bélica toca el techo en cuanto a su perfecta ecuación entre virtudes artísticas y tecnológicas y, sobre todo, jugables que ofrece. Secuencias épicas en las que, por lo masivo del combate y por las decisiones estilísticas de DICE, nos sentiremos directamente sumergidos en las más auténticas y majestuosas épicas guerras actuales.

Secciones como la del combate aéreo contribuyen a darle frescura al juego. No todas están al mismo nivel, pero su diversidad se agradece.
Secciones como la del combate aéreo contribuyen a darle frescura al juego. No todas están al mismo nivel, pero su diversidad se agradece.

Guerra Total –Modos Competitivos y Cooperativos-
De acuerdo. La campaña individual de Battlefield 3 es más que notable, y sólo algunas matizaciones de diversa importancia le han impedido convertirse en un modo historia a la altura de lo que los grandes del género ofertan, pero como los veteranos de la IP ya saben, el disfrutar de un título de esta saga está directamente vinculado con su oferta On-line, lugar donde no admite competidor.

De hecho a día de hoy cualquier juego de acción de corte bélico ofrece una experiencia multijugador, muy buena casi siempre en los títulos más ambiciosos, pero también en la mayor parte de los casos con combates de rango muy cercano y donde la velocidad, lo vertiginoso y el ritmo trepidante son características primordiales y únicas de la experiencia. Todo lo contrario que Battlefield, donde la “intimista” guerra de guerrillas de sus competidores tiene tanta cabida como el combate megalomaníaco e increíblemente masivo que ha caracterizado siempre a la IP de DICE. Y es que aquí hay espacio para todos los perfiles de usuario: por ejemplo el más habituado a los combates constantes de velocidad frenética puede optar por una clase de infantería de Asalto y regenerar sus respawnings sobre sus patrullas de compañeros frecuentemente para no estar en ningún momento alejados de la acción. Por otro lado el que disfruta de un acercamiento algo más sesudo siempre puede optar por la clase de francotirador y por recorrer kilómetros y kilómetros de escenario para dar con el montículo o la ladera perfectas para apostarse a cientos de metros de la acción y acabar con sus enemigos.

¿Cuál es la clave de esto? Los enormes escenarios por los que apuestan los responsables de la saga Battlefield, decorados de dimensiones literalmente gigantescas que garantizan el soporte para 64 usuarios sin dar la sensación de estar sobrepoblados. Como el veterano de la saga ya sabrá, el juego se ha caracterizado siempre por ofrecer sobresalientes combates de infantería simultaneados con unos momentos de acción formidables a bordo de todo tipo de vehículos de tierra, mar y aire. Esto genera secuencias asombrosas como el estar plenamente inmersos en el papel de un soldado de asalto en un impresionante tiroteo para defender una posición, mientras vemos cómo se acercan desde la lejanía vehículos blindados enemigos y al mismo tiempo escuchamos y observamos cómo cazas aliados y rivales se baten en el cielo en espectaculares “dogfights”… Es decir: La guerra total.

La ambientación del título es sencillamente formidable, tanto en los modos on-line como en los off-line.
La ambientación del título es sencillamente formidable, tanto en los modos on-line como en los off-line.

Las modalidades jugables son las clásicas de la saga con el modo Conquista por bandera. En él deberemos, como es tradicional en la saga, tratar de tomar o defender una serie de posiciones en función del rol que se nos haya asignado, y está dividido en dos vertientes: la de 64 usuarios, la grande, y otra más pequeña con números más reducidos. Asalto, por su parte, es la otra gran modalidad de juego, limitada eso sí a los 32 usuarios en todo momento, y en la que las fuerzas atacantes deben superar las líneas defensivas del enemigo y destruir las estaciones móviles de comunicaciones [EMC] por pares, pudiendo avanzar cada vez que acabemos con dos. Tanto en este modo como en Conquista los defensores tienen re-spawnings infinitos en tanto en cuanto defiendan sus objetivos correctamente en el tiempo fijado, mientras que los atacantes están sujetos a una serie de tickets de regeneración que fijan un número concreto de bajas que pueden consumir antes de perder la partida.

A continuación, aunque con un interés más reducido debido a la ausencia de componente táctico, encontramos también las modalidades Todos contra Todos para patrullas (16 usuarios) o equipos (24 usuarios) en las que nos lanzaremos unos contra otros hasta alcanzar los números de bajas enemigas requeridos para salir vencedores.

Todo ello está cómodamente gestionado desde el denominado Battlelog, la plataforma ideada por Electronic Arts y DICE para gestionar todo lo que tiene que ver con Battlefield 3. De hecho hasta para cargar la campaña individual hace falta pasar necesariamente por el sitio web, una decisión que valoraremos más adelante en la sección de conclusiones y que resulta algo controvertida para algunos perfiles de usuarios. La herramienta resulta bastante cómoda para arrancar las partidas on-line directamente, y es que es ahí donde establecemos la búsqueda de servidores con una serie de filtros con nuestros gustos como la elección de modalidades, regiones, nuestros mapas favoritos de entre los 9 disponibles y otras consideraciones... Al llevar a cabo la búsqueda aparecen en pantalla un listado de servidores disponibles, y bastará con escoger el que deseemos y pulsar sobre el botón Join Server para acceder en apenas unos segundos directamente a la partida.

Antes de saltar al campo de batalla lo primero es escoger el equipamiento. ¿Seremos soldado de asalto? ¿francotirador de reconocimiento? ¿Tropa de apoyo?
Antes de saltar al campo de batalla lo primero es escoger el equipamiento. ¿Seremos soldado de asalto? ¿francotirador de reconocimiento? ¿Tropa de apoyo?

Además Battlelog permite también acceder a cuidados almacenamientos de nuestras completísimas estadísticas, con nuestras últimas partidas jugadas, todos los datos sobre nuestro perfil, rankings, rachas de muertes, nuestros equipamientos predilectos, nuestros servidores favoritos y un largo etcétera de detalles que harán las delicias de los más aficionados a esta clase de registros. Se trata de informaciones muy importantes debido al intrincado sistema de progresión que una vez más propone esta nueva entrega de la saga Battlefield, y es que nuevamente todo el equipamiento, las armas y los accesorios de cada una de las cuatro clases disponibles (Asalto, Ingeniero, Apoyo y Reconocimiento) vuelven a estar sujetos al hecho de que los vayamos liberando con nuestras habilidades.

El modo cooperativo, por último, es la tercera vía de las que ofrece en cuanto a posibilidades jugables este Battlefield 3. Se trata de una serie de misiones que podemos superar acompañados por usuarios de todo el mundo y en las que el trabajo en equipo vuelve a ser fundamental. No se trata de nada revolucionario y lo cierto es que su calidad palidece ante los resultados que ofrece el multijugador competitivo, pero es un añadido agradecido para exprimir todavía más una duración del videojuego ya de por sí increíblemente generosa. Las misiones son Operation Exodus, Fire from the Sky, Exfiltration, Hit and Run, Drop'em Like Liquid y The Eleventh Hour, y no tardaremos mucho más de 3 o 4 horas en superarlas en total.

Acción Plural -Experiencia Multijugador-
Una vez descritos todos los modos, los elementos de progresión y todo lo que rodea a la fórmula de Battlefield 3, es el momento de acercarse a lo que se siente en el campo de batalla de una partida competitiva: es decir, a lo que de verdad resulta importante, lo puramente jugable, y al lugar donde sólo resulta importante una palabra. “Equipo”.

Battlefield 3 pertenece a la nueva corriente de videojuegos de acción que priman las recompensas colectivas sobre cualquier otra consideración, y es que en un videojuego con tales números de jugadores y con unos escenarios tan gigantescos que recorrer no somos nadie sin nuestros compañeros. DICE fomenta esta sensación hábilmente con montones de decisiones que han venido caracterizando a la franquicia en los últimos tiempos, y que de forma hábil y sutil nos emplazan a darnos cuenta de la importancia que tiene el colectivo.

La sensación de fuego que transmiten las armas es poderosa, a menudo tomaremos control de torretas ametralladoras, morteros, lanzacohetes.
La sensación de fuego que transmiten las armas es poderosa, a menudo tomaremos control de torretas ametralladoras, morteros, lanzacohetes.

El hecho de que para pilotar de forma operativa en cuanto a movimiento y combate, por ejemplo, un tanque o un jeep hagan falta dos personas es ya buen indicativo de este factor, pero también resulta muy representativo el sistema de patrullas con el que han venido trabajando en las últimas entregas. ¿Qué significa? Que si morimos en combate tenemos oportunidad de revivir en las zonas habilitadas para ello en nuestra base o, por el contrario, hacerlo en la posición de alguno de los miembros de la patrulla que esté con vida. Esto consigue dos cosas: por un lado fomentar el sentido de la unidad y del equipo y, por otro, el mantener una inmediatez en cuanto al combate, que es muy agradecida en los momentos de máxima tensión cuando nuestro equipo nos necesita con vida en algún punto caliente de sus enormes escenarios.

En cuanto al manejo de los vehículos, éste es fundamental dado el tamaño de los mapeados, y resulta tan accesible y sencillo en casi todos los casos como es costumbre en la saga. Con apenas unos minutos ya nos sentiremos como pez en el agua manejando buggies, jeeps, tanques o incluso Hummers, pasando de un asiento a otro con total comodidad con sólo pulsar un botón y disparando con las torretas adosadas con la misma eficacia con la que pilotamos todos los coches y blindados. No obstante no todos los medios de locomoción son tan accesibles, y es que por ejemplo los aéreos son mucho más exigentes en cuanto a sus condiciones de vuelo. Nos va a hacer falta un buen puñado de horas para dirigir adecuadamente un caza o un helicóptero con nuestro combo de ratón y teclado, pero eso sí cuando alcancemos la maestría necesaria y nos convirtamos en unos ases de los cielos protagonizaremos algunas de las escenas más épicas que nos puede deparar su populoso multijugador.

La iluminación del título es sensacional, y consigue crear estampas preciosistas tanto de día como de noche.
La iluminación del título es sensacional, y consigue crear estampas preciosistas tanto de día como de noche.

De hecho el combate de infantería es impresionante, pero el de los vehículos está a su altura por completo. Juntarse con nuestros amigos para ocupar todas las plazas de un jeep no tiene precio, con las labores repartidas entre la conducción, el copiloto, la torreta ametralladora… Y momentos tan memorables como abatir a nuestros enemigos en los cielos con nuestro helicóptero y después con éste maltrecho saltar y caer en paracaídas para continuar guerreando a ras de suelo sólo tienen cabida en la saga bélica de DICE dado su prisma gigantesco y poco menos que inabarcable.

Vamos a pasar un número indecible de horas sumergidos en el multijugador de Battlefield 3. Los modos son bastante variados, el sistema de progresión de personaje con desbloqueos está muy cuidado, y el número de mapas es relativamente generoso, aunque lo mejor que se puede decir de éstos es que priman la calidad sobre la cantidad, con unas localizaciones tan gigantescas como cuidadas y repletas de rincones que explorar. Un modo On-line de inconmensurable calidad, en definitiva, y por lo tanto uno de los mejores del momento tanto por la cantidad de contenidos que trae consigo como por el cuidado equilibrio que atesoran todos ellos.

Vanguardia Visual –Gráficos y Tecnología-
Battlefield 3 es realmente imponente desde el punto de vista estético, algo que ya se intuía por sus numerosos tráilers y videos de gameplay publicados durante la fase de producción. La versión para compatibles es, sin ningún género de duda, la más poderosa de las tres que oferta el videojuego, aunque lo hace a condición de que contemos con un equipo muy avanzado que sea capaz de reproducir las detalladas texturas, los sobrecogedores efectos lumínicos y los cuidados modelados que el programa exhibe.

La campaña es francamente notable, pero donde de verdad brilla Battlefield 3 es en su multijugador. Realmente épico.
La campaña es francamente notable, pero donde de verdad brilla Battlefield 3 es en su multijugador. Realmente épico.

En este sentido hay que destacar que con un equipo potente, que supere los requisitos recomendados, podemos disfrutar del videojuego más increíble en términos visuales que se puede disfrutar en la actualidad. Con las características gráficas en la pestaña Ultra hay sensible diferencia entre este producto y el resto de títulos que pueden jugarse en PC en estos momentos, con una tremenda espectacularidad en todas y cada una de sus estampas. El aspecto gráfico es sensiblemente superior en la parte off-line que en las modalidades multijugador, pero en cualquier caso en ambos lados del programa disfrutamos de un aspecto sobresaliente. Para conseguirlo lo que Battlefield 3 ofrece son unas texturas que en su mayoría son fantásticas, unos efectos lumínicos cuidadísimos tanto en las secuencias diurnas como en las nocturnas, la espectacular destrucción de los escenarios, y unas animaciones impactantes para todos los personajes que aparecen en pantalla.

No obstante un videojuego tan implacable desde la perspectiva tecnológica no obtiene grandes resultados si no viene acompañado por una dirección artística que esté a la misma altura, y en este sentido DICE vuelve a dar en el clavo con su cuidada ambientación. Quizá los mapas multijugador son algo genéricos en este sentido, demasiado parecidos en su mayoría a los que vimos en el pasado en entregas como las dos de Bad Company o el mismo Battlefield 2, no obstante en la campaña individual éstos son más procelosos en cuanto a detalles genuinos, y es algo que el conjunto del modo historia agradece sobremanera. En este sentido destaca tanto el aspecto único que destilan los escenarios como el sentido épico que va a depararnos buena parte de las secuencias que vamos a protagonizar, con algunos momentos memorables como el multitudinario asedio de la Operación Guillotina o la ya mil veces promocionada secuencia de los tanques en el desierto.

En cuanto a lo puramente tecnológico hay que valorar varias consideraciones. En primer lugar el ordenador que nos va a hacer falta para disfrutar del juego al máximo de sus opciones gráficas y tecnológicas debe ser verdaderamente potente, e invitamos encarecidamente a que sólo lo hagamos si contamos con un PC que supere con creces los ya de por sí exigentes requisitos recomendados. Con computadoras más modestas estamos condenados a utilizar las opciones visuales recomendadas (él mismo las configura en consonancia con nuestro PC), y a juguetear con ellas subiendo de aquí y bajando de allá en los amplios parámetros de configuración que se ofertan. Aquí podemos alterar a nuestro gusto diferentes renglones que, a parte de la resolución o la sincronía vertical, nos permiten fijar entre las posiciones Bajo, Medio, Alto o Ultra características como la calidad del entorno, la de los efectos, la intensidad del antialiasing, las sombras, etcétera…

El papel de los vehículos en el juego está a la altura del gran combate de infantería que reina en el multijugador. Tremendo.
El papel de los vehículos en el juego está a la altura del gran combate de infantería que reina en el multijugador. Tremendo.

Si nos vemos obligados a reducir a los niveles Bajo la mayor parte de las opciones por las especificaciones de nuestro PC nos encontraremos en un caso similar al del primer Crysis de compatibles: un lanzamiento realmente apabullante desde el punto de vista visual en ordenadores de alta gama, pero un título que sólo podía calificarse como gráficamente discreto en los más modestos. Aquí el caso es exactamente igual, si empezamos a reducir los 11 elementos que componen los parámetros gráficos del videojuego lo que tenemos ante nosotros es un producto lógicamente más limitado, pero va a resultar necesario si no disponemos de un equipo a la altura de lo que los exigentes requisitos recomendados demandan. Los drivers 285.62 de Nvidia que la compañía nos ha facilitado ya en su versión beta estarán a disposición de los aficionados desde la noche del día 24 de octubre y según sabemos son especialmente recomendables para Battlefield 3 concretamente, aunque nosotros hemos tenido serios problemas de rendimiento con ellos en uno de los dos equipos donde hemos realizado la review.

Por otra parte cabe destacar que el videojuego ocupa instalado en nuestro disco duro algo más de 11 GB, viene embalado en dos DVDs y una vez activado a través de internet no nos hará falta ni el disco para jugar a ninguna modalidad del juego ni conexión a internet para disfrutar de la campaña individual.

En última instancia nos queda hablar de la faceta sonora, una de las que tradicionalmente más mima DICE en sus creaciones. La calidad de los efectos de audio está a la altura de la de sus grandes producciones, con las cotas de lanzamientos recientes como Battlefield: Bad Company 2 muy presentes a la hora de tratar de reproducirlas con todavía más nivel en esta ocasión. Los sonidos de las armas de diferentes calibres están perfectamente logrados, con unos resultados fantásticos y bien diferenciados si, por ejemplo, las accionamos en interiores, en exteriores, en almacenes de enorme tamaño, en entornos angostos... Mención especial para las explosiones, el fuego o el sonido del aire en vuelo; un compendio de efectos que denotan un enorme trabajo de grabado y mezcla y que sólo pueden ser calificados de sobresalientes. En cuanto a la banda sonora, ésta cuenta con idénticas características puesto que ofrece un score musical apropiadamente intimista o pomposo en función de las circunstancias, y con el enésimo reciclaje del “main theme” que tan buenos resultados dio en Bad Company al más puro estilo de las películas de Jerry Bruckheimer. Por si fuera poco el videojuego llega a nuestro país doblado a nuestro idioma, con un nivel francamente notable.

La destrucción de los escenarios es uno de los platos fuertes de Battlefield 3. DICE no ha escatimado en su espectacularidad.
La destrucción de los escenarios es uno de los platos fuertes de Battlefield 3. DICE no ha escatimado en su espectacularidad.

Yo Soy la Guerra –Conclusiones-
Battlefield 3 trae consigo una notable campaña individual, pero sobre todo ofrece el mejor entretenimiento bélico on-line de corte competitivo que se puede disfrutar en la actualidad. Así de sencillo y contundente y, al mismo tiempo, así de impactante. El juego de DICE no trae muchas novedades, eso es cierto, y salvo su potentísimo apartado tecnológico se le puede etiquetar como un título bastante conservador, y es que todo lo que vemos en este Battlefield 3 lo hemos visto ya en el binomio Bad Company y en el mismo Battlefield 2, y muchas de las novedades que trae consigo la campaña en cuanto a su sentido más cinematográfico son recogidas directamente de los Modern Warfare de la franquicia Call of Duty. Sólo algunas matizaciones y la presencia de Battlelog como herramienta que propulsa toda la experiencia son novedades reales que justifiquen esa valoración de 6,5 que el programa alcanza en innovación, aunque como decimos la única verdad es que a la fórmula del veterano estudio no le hace falta progresar en un sentido revolucionario para seguir ofreciendo un entretenimiento fantástico.

Por otra parte a nivel de valor real del producto, se cuenta entre los que más horas de entretenimiento nos van a ofrecer a cambio de nuestro dinero. La campaña individual ronda las seis o siete horas de duración para terminarla en el nivel medio, y a buen seguro que muchos aficionados deseen el reto extra de dificultades más altas para luchar contra la, a menudo, discreta IA del programa. Por otra parte se añaden además un buen puñado de misiones cooperativas de diferente perfil para jugar a través de internet. Y, en última instancia, queda el multijugador competitivo: La verdadera joya del programa, y donde la franquicia siempre ha encontrado los mejores réditos jugables.

Si bien hay algunas pegas que podemos interpelarle al modo campaña, el multijugador competitivo es prácticamente impecable. El modo de juego más populoso, Conquista, da cabida a 64 usuarios simultáneos sin rastro alguno de lag, y es precisamente éste en el que realmente nos damos cuenta del majestuoso calibre del programa que tenemos ente manos. Un título balanceado entre clases y facciones hasta extremos insospechados, y poseedor de un complejísimo equilibrio entre combate de infantería y de vehículos, que resulta tan aparentemente delicado en apariencia como inquebrantable en sus aplicaciones prácticas.

A nivel sonoro el juego es impecable, un trabajo redondo a la altura de una gran producción como ésta.
A nivel sonoro el juego es impecable, un trabajo redondo a la altura de una gran producción como ésta.

Además el aspecto cooperativo del programa, que ya hemos descrito en su respectivo apartado, le aporta un enorme elemento de cohesión a toda la experiencia. Hablamos más desde el punto de vista de lo que ofrece en cuanto a trabajo en equipo el propio jugador competitivo que de las prescindibles misiones cooperativas, y es que es en esa guerra total donde esos picos épicos con batallas de hasta 64 usuarios más nos van a emplazar a colaborar con nuestros compañeros de patrulla en particular y de bando en general.

Por otra parte entre los aspectos más polémicos del videojuego se cuenta el hecho de que todo lo que tiene que ver con él se gestiona desde una página web, el Battlelog de Origin, es decir desde una aplicación externa al propio videojuego. Para acceder al título, de hecho, tenemos que pasar por ese sitio web indefectiblemente, y una vez ahí decidir si queremos optar por las tres grandes vertientes jugables que ofrece el programa: Campaña Individual, Misiones Cooperativas y Multijugador Competitivo. Aquí se almacenan, además, todas las estadísticas y todo lo que tiene que ver con el componente social del programa. Llama la atención en primera instancia su presentación, pero no nos ha parecido un elemento tan determinante en cuanto a molestias como los más agoreros parecían empeñados en augurar.

Magnífico

Obra maestra

Battlefield 3

Por: El equipo de 3DJuegos
Obra maestra

Battlefield 3 es un videojuego de acción impactante y cumple notablemente con la expectación que le rodeaba como uno de los grandes candidatos a juego del año. Puede que su campaña individual deje algunas dudas, pero sus modalidades multijugador son tan espectaculares y apasionantes que cuesta penalizarle en demasía por ello puesto que hay pocas ofertas de acción a través de internet más completas que ésta. En definitiva un título con cientos de horas que ofrecer de un entretenimiento on-line de la más alta calidad.

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Jugadores: 1-64
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