Los creadores de Splosion Man regresan a Xbox Live Arcade con otro videojuego increíblemente genuino y original. Comic Jumper es puramente Twisted Pixel, con toda su imaginativa dirección artística, su alocada jugabilidad y su absurdo sentido del humor perennemente intactos.
Pocos estudios consiguen que un videojuego sea reconocible a primera vista por conceptos como el diseño, la jugabilidad o la temática; pero los chicos de Twisted Pixel son uno de los pocos que logran ese siempre difícil equilibrio. Comic Jumper es su nuevo proyecto para Xbox Live Arcade, y con él pretenden recuperar el espíritu de las viejas aventuras de la primera mitad de los 90.
La primera aventura del Capitán Smiley es una divertida aunque algo breve hazaña en la que lo absurdo y el sentido del humor más zafio y, en ocasiones, hasta grosero, están a la orden del día. Pese a ello el juego que nos ocupa consigue sorprender con su variedad de situaciones, que compensan unos controles muy sencillos y un planteamiento bastante plano.
Smiley al Rescate
El planteamiento de Comic Jumper tiene, de alguna manera, alguna similitud con el de Eat Lead, sólo que sustituimos a Matt Hazard -héroe de videojuegos-, por el capitán Smiley, nuestro protagonista, el personaje principal de un cómic de dudoso éxito. Hasta tal punto es así que el propio cómic de Smiley es el nivel que ejerce de prólogo, y tras verlo en movimiento, acabar con un puñado de enemigos y enfrentarnos al clásico supervillano -parodia de Duke Nukem incluida-, descubriremos que la trama dista mucho de ser algo convencional.
Entremezclando imágenes del videojuego con divertidos vídeos protagonizados por personas reales, se nos hará notar que nuestro héroe es de todo menos popular. A los niños les horroriza el cómic del que es protagonista, los distribuidores no lo quieren en sus tiendas, y un empleado de oficina lo utiliza en los aseos de su empresa como poco recomendable sustitutivo del papel higiénico.
Nada pinta bien para nuestro héroe, de modo que empleará los consejos de nuestra ayudante femenina para urdir un plan con el que recuperar la popularidad perdida, recaudando fondos por cumplir misiones en una serie de cómics. Lógicamente, donde el ya mencionado Eat Lead fracasaba por no contar con gags divertidos, Comic Jumper triunfa, y es que pese a que algunos de los golpes humorísticos del juego de Twisted Pixel caen en lo fácil y, a menudo, en lo tosco; lo cierto es que algunos detalles como la torpeza del héroe o su complicada relación con la estrella que porta en el pecho, y que tiene personalidad propia, nos regalan algunos momentos verdaderamente hilarantes.
Píxeles Retorcidos
Por lo que respecta al título en sus factores más puramente jugables y de entretenimiento, cabe apuntar que sus responsables vuelven a apostar por conceptos sencillos. Si ya en Splosion Man buscaron no apabullar a los usuarios con aspectos muy complicados, en esta ocasión tratan de conseguir un efecto muy similar.
Lo que oferta el título, por lo tanto, es una acción bidimensional muy sencilla, con apenas un botón para el salto y otro para el ataque -cuerpo a cuerpo o con empleo de armas que se altera automáticamente en función de la distancia-, que se combinan hábilmente con el manejo del stick derecho para el apuntado y el del izquierdo para el manejo de nuestro protagonista. Con esta combinación tan sencilla podría pensarse que el juego cae en lo repetitivo rápidamente, y si bien de alguna manera no deja de ser cierto que a medio plazo vamos a llevar a cabo las mismas acciones una vez detrás de otra, los chicos de Twisted Pixel tienen algunos ases en la manga para luchar contra esa sensación.
El primero y más importante es el de la variedad de niveles. El título se divide en capítulos muy diferentes con ambientaciones distintas para cada tipo de cómic que protagonicemos, de modo que cada uno consta de tres fases y no nos llevará superar cada una de ellas más de 10 minutos. De hecho el videojuego no es demasiado largo, no tendremos que emplear mucho más de tres horas para superarlo, pero lo cierto es que si éste se hubiera prolongado más su diversión se hubiera reducido varios enteros.
Y es que este Comic Jumper logra un buen equilibrio entre sus partes a pesar de no acabar de brillar tanto como su predecesor, el mencionado Splosion Man. ¿Cómo lo consigue? Con niveles muy cortos y que tienen como principal propuesta la acción bidimensional con scroll horizontal, pero que no pierden oportunidad de alternar constantemente diferentes estilos como tramos de vehículos, QuickTime Events, escaladas a través de paredes verticales, tiroteos en caídas libres desde rascacielos o hilarantes carreras con la cámara a nuestra espalda apuntando y acribillando a todo lo que se mueve.
El videojuego puede resultar algo torpe en cuanto a sus controles en determinadas partes de los niveles, especialmente por lo que respecta a sus secciones de plataformas, pero presenta un reto divertido y apasionante salvo por algunos momentos de frustración ocasional. Además es un título difícil en el más antiguo sentido de la palabra, con un desafío alto y unas situaciones en las que deberemos ser tremendamente rápidos con el gatillo para no vernos sorprendidos por demasiados enemigos a nuestro alrededor.
A nivel visual Comic Jumper es un videojuego francamente sobresaliente, con un diseño de personajes muy cuidado e imaginativo, y unos entornos tremendamente vistosos y coloristas. Cada capítulo del título es completamente distinto del anterior, y esto se traduce incluso en modificaciones radicales del aspecto de nuestro propio héroe que reflejará el entorno que le rodea. Por lo que respecta al audio la banda sonora es adecuada, las voces simpáticas y el videojuego llega a nuestro país con la única traducción de sus textos: Eso sí, aquí cabe matizar que no todos los diálogos están traducidos, quedando algunas secuencias inexplicablemente sin rótulos de texto que las traduzcan.
Comic Jumper vuelve a demostrar el sensacional estado de forma del que hacen gala los chicos de Twisted Pixel. Tras el sensacional Splosion Man vuelven a tramar una notable aventura en la que el sentido del humor y la acción bidimensional más alocada son sus principales señas. Con algo más de duración y una mayor profundidad jugable estaríamos hablando de un imprescindible.
