Solatorobo puede que no os diga nada. Incluso podría parecer un nombre raro, además de difícil de recordar, pero es una de las sorpresas de Nintendo DS para este verano. Un Action-RPG variado, bien acabado y que propone hasta su propio universo anime con gran valentía. Red y su "mecha" cautivan en el 15º aniversario de CyberConnect2, y lo hacen de la mejor forma: con un sobresaliente videojuego.
El lanzamiento de Nintendo 3DS ha dejado eclipsada a su hermana menor, una "dual screen" que, con más de seis años en el mercado, la verdad es que ya se ha ganado un merecido descanso. No obstante, Nintendo DS se resiste a morir, y uno de los mejores ejemplos lo tenemos en Solatorobo: Red the Hunter, un Action-RPG cuyo nombre es difícil de pronunciar, pero que supone una de las sorpresas más agradables que nos ha dado este recién entrado verano.
Nos acercamos tímidamente a él, pero después de darnos cuenta de su gran calidad, y de que está desarrollado por la mismísima CyberConnect2 (autores de los excelentes Naruto Ultimate Ninja), nos empezamos a frotar los ojos. Considerada como la secuela espiritual de Tail Concerto -juego de acción y aventuras que apareció en 1998 en Japón para PlayStation-, nos encontramos ante un heróico intento por parte de Nintendo al distribuir en España un producto que de otra forma difícilmente hubiera llegado -y además traducido al castellano- a nuestros lares.
Rol, anime, robots, perros y gatos
Pero los que intenten probarlo lo agradecerán. Y es que Solatorobo, por su estética, parecería sacado de algún popular manganime. Pero lo curioso es que no es así. Otro punto más a favor de los desarrolladores de Fukuoka (Japón), que han logrado crear por sí mismos una simpática historia y meterla dentro de un mundo propio. Uno fantástico, donde perros y gatos conviven (al más puro estilo de Mosqueperros o Las aventuras de Sherlock Holmes), con un protagonista canino, el "hunter" Red Savarin, que pronto se verá empujado hacia un argumento muy duradero y repleto de sorpresas.
En concreto, más de 20 horas de juego que comenzarán con la banal misión de recuperar un archivo, pero que progresará a los pocos minutos hacia algo mucho más épico e interesante: el fortuito hallazgo de un medallón misterioso que nos llevará hacia una lucha contra los Kurvaz (una organización de mercenarios) y un malvado enemigo que busca despertar al terrible Lares, un monstruo capaz de destruir el mundo.
Todo dividido por capítulos, en una estructura que intenta imitar una progresión anime, tanto en términos de profundidad como de calidad y duración (que os sorprenderá en algún punto, y no os diremos más). La colaboración de estudios como MADHOUSE -en el caso de las intros- por supuesto ha influido, pero lo que está claro es que los nipones siguen disponiendo de un talento innato para crear Action-RPGs como el vigente. Conversación, exploración, algo de plataformas, mucho combate, enemigos finales y misiones secundarias son elementos que fluyen con naturalidad y equilibrio dentro de Solatorobo: Red the Hunter, gracias a un trabajo bien culminado y que, ante todo, contiene altas dosis de variedad.
Y es que, aparte de las misiones principales que nos hacen avanzar en la trama, el videojuego incluye 80 "quests" adicionales, las cuales ayudan mucho a romper con su espíritu lineal. Así, siempre podemos volver sobre escenarios conocidos para intentar completar aquellas misiones que no habíamos superado. Y no sólo eso. La obra también se sabe rodear de eventos especiales (carreras, duelos en arenas y hasta minijuegos) que hagan la veintena de horas de juego mucho más llevadera. Algo muy positivo si además los puntos de guardado están estratégicamente colocados, como es el caso (sólo se puede criticar que exista una única ranura de salvado).
Metiéndonos ya en lo que son las mecánicas de juego, hay que decir que los fundamentos son muy sencillos. Manejamos al protagonista Red, casi siempre subido en su fiel "mecha" Dahak, el cual incrementa nuestra velocidad de desplazamiento por los escenarios a la par que nos faculta para levantar determinados objetos y -muy importante- librar combates en absoluto tiempo real. Cierto es que la complejidad en este sentido es muy baja, debido a que la única estrategia combativa se basa en dar zarpazos y levantar a nuestros contrincantes para posteriormente lanzarlos contra el suelo (o contra otros rivales, si se quiere). Pero aún así, el sistema funciona, más cuando se cuenta con otras posibilidades como devolver misiles enemigos, por ejemplo.
Sin embargo, y aunque predominante, la acción no es sólo a bordo de nuestro robot, sino también sobre las pezuñas de Red. No tiene tanto poder de ataque, pero se hará necesario para superar obstáculos a nado, usar escaleras o activar interruptores. Pequeños puzles en combinación que se unen a las estrategias que deberemos poner en marcha para derrotar a los jefes finales, dotados de barras de vida más grandes de lo normal.
Lo que sea necesario para incrementar el nivel de experiencia, aparte del rango de cazador. En efecto, durante nuestra visita a las distintas localizaciones que comprende el título (plagados de NPCs con los que hablar) podremos hallar las conocidas como "agencias de misiones". Allí, una minina con acento francés nos dará nuevas "quests" a completar, las cuales se desbloquean cuanto más rango tengamos. A partir de entonces, sólo tendremos que mirar nuestro mapa (en la pantalla superior) para consultar el próximo punto a visitar. Imposible perderse.
Una aventura anime sin fin
Eso sí, nos hubiera gustado que CyberConnect2 hubiera dedicado parte de su esfuerzo a aprovechar la pantalla táctil de DS. Es cierto que al comienzo de la partida se nos propone hacernos una foto con la cámara de DSi, pero a partir de ese instante las características únicas de la portátil (stylus y micrófono) quedan en el olvido. Un pequeño inconveniente dentro del acertado conjunto que supone Solatorobo: Red the Hunter, gracias al desbloqueo de melodías, "intros" y documentos para profundizar en el universo del juego.
Destaca que podamos personalizar nuestro robot hasta la saciedad, comprando nuevas piezas con las que mejorar la potencia, ataque, defensa y movilidad de sus circuitos. Los anillos (unidad monetaria del título) y cristales así lo hacen posibles, aunque todavía hay razones añadidas por las que jugar infinidad de horas, incluso puede que más de las veinte que promete el cartucho. Por ejemplo, tenemos una modalidad adicional a la campaña individual que bajo el nombre de GP Robot Aéreo nos propone disputar una decente variedad de carreras -cinco rutas- con las aeronaves disponibles. Hasta se puede disfrutar en multijugador (un máximo de cuatro usuarios) siempre que cada uno de ellos disponga de una tarjeta del juego.
En resumen, unas carreras al estilo Mario Kart con varios objetos a usar (misiles, minas eléctricas o barreras defensivas), además de turbos que se pueden cargar mediante las esferas que vayamos recogiendo. Evidentemente, no llega a la altura de exponentes del género -como el mencionado- pero supone una buena inyección de rejugabilidad para cuando no tengamos nada que hacer.
Algo que os advertimos que será difícil, y es que los desarrolladores prometen poner dentro de muy poco -a día de hoy aún no están disponibles- misiones descargables periódicas. Definitivamente, los japoneses lo han dado todo, igualmente en un apartado gráfico que, confiando en la técnica "cel-shading", nos ofrece una de las estampas roleras más bellas que hayamos vislumbrado en una Nintendo DS.
En parte, mucho se lo debemos a los encargados de dar vida al universo Solatorobo, dotado de diez islas mágicas que flotan en el aire. Paisajes variados y fantásticos que parecen beber de los animes más tiernos del Studio Ghibli, pero que surgen de la maravillosa imaginación de unos nipones que juegan con las perspectivas en más de una ocasión (con brillantes desplazamientos de cámara) fondos animados y otras virguerías gráficas que sorprenderán a aquellos que creían que la "dual screen" no daba para más. Colorido y gracia que se contagia también a unos personajes que adquieren rasgos de animales -principalmente perros y gatos- al más puro estilo de series de animación como Mosqueperros o Las aventuras de Sherlock Holmes.
Se nota igualmente la mano de Nobuteru Yuki, artista manga que ha trabajado en obras del calibre de Chrono Chross o Seiken Densetsu 3, aparte de series tan emblemáticas como Captain Harlock o La visión de Escalowne. Él probablemente también ha sido el responsable de los brillantes y abundantes "artworks" que nos acompañan durante las conversaciones (mostrando el estado de ánimo de los protagonistas).
Por tanto, mucho talento conjugado en un videojuego que probablemente se convierte en una de las grandes sorpresas para este verano, y todavía más si hablamos de los poseedores de una "dual screen". Para ellos, viviendo los que parecen los últimos meses de DS, la creación de CyberConnect2 es un auténtico regalo. Ni nos esperábamos que llegara a España ni mucho menos que lo hiciera en una traducción tan cuidada como la que finalmente ha resultado.
Inclusive el manual de instrucciones se sale un poco de lo habitual para darnos un ejemplo de cómo se deben hacer las cosas. De hecho, puede que lo peor del juego sea su nombre, aunque tal vez algún día podáis encontrarle el sentido si finalmente decidís adquirir una obra que, no nos cabe ninguna duda, entusiasmará a los amantes de las aventuras roleras y, en general, a cualquiera que guste de los cuidados y elaborados videojuegos en una portátil.
Del escepticismo a la sorpresa. Ese es el camino que recorre el usuario al acercarse por primera vez a Solatorobo, un Action-RPG con más de 20 horas de juego, variado, gráficamente fantástico e incluso dotado de muchas razones para rejugarlo una vez completado. La magia de CyberConnect2 (experta en las luchas de Naruto) se traslada a un nuevo mundo anime, una IP que puede causar sensación y más si llega en condiciones, como es el caso, gracias a una trabajada traducción al castellano. No nos cabe ninguna duda. Red y su fiel "mecha" se merecen el calificativo de pequeña joya en estos últimos compases de Nintendo DS.
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