Seguro que Bryan Lee O´Malley no era consciente de lo que iba a dar de sí su personaje Scott Pilgrim cuando lo creó. Y es que este muchacho y su mundo se han convertido en todo un reclamo para miles de aficionados a los comics… ¡y ahora también para los fans de los beat´em up clásicos!
Si hay alguien que va a disfrutar de esta conversión a videojuego de la película de animación Scott Pilgrim Contra el Mundo son los jugones veteranos. La razón es muy sencilla, y es que este título evoca a los grandes beat´em up clásicos de finales de los 80 y principios de los 90 como Double Dragon, Streets of Rage, Final Fight, Cadillacs & Dinosaurs, The Ninja Warriors y tantos otros. Y no nos referimos simplemente a su desarrollo, que también, sino incluso a su estética y puesta en escena, retro total.
Combates nostálgicos
La dinámica de juego es tremendamente lineal y bastante simple. Básicamente, todo consiste en escoger a nuestro personaje predilecto entre cuatro posibles candidatos (Scott, Ramona, Stephen y Kim) e ir eliminando a golpes a todos aquellos que se crucen en nuestro camino. Y todo con tal de acabar con los siete exnovios de Ramona, la “querida” de Scott. Sin embargo, para insuflar más profundidad e interés a este sencillo sistema de juego se han incluido varios aspectos importantes que, a la postre, terminan potenciando su jugabilidad.
El más destacado es sin duda la inclusión de modo cooperativo para un máximo de cuatro jugadores simultáneos. Esta modalidad le viene como anillo al dedo a este tipo de juegos, haciendo de cada partida un auténtico festival de risas y piques. Pero hay más. A medida que avanzamos, nuestros personajes van subiendo de nivel como si de un RPG se tratara. ¿Y qué conseguimos con esto? Pues que los protagonistas vayan aprendiendo cada vez más golpes y movimientos, hecho a tener en cuenta dado que de inicio el repertorio de ataques de los personajes es bastante limitado. Además, los decorados alojan un buen número de objetos que podemos ir recogiendo. Dichos útiles pueden servirnos como armas (ojo, a nuestros rivales también) y su variedad es impresionante: bolsas de basura, cuchillos, contenedores, cajas, mobiliario urbano…
Por otra parte, los desarrolladores también han agregado ciertas dosis de sentido del humor a su producción. Y eso se deja notar en múltiples aspectos, desde el diseño de ciertos enemigos a la “particular” consecución de determinados golpes de nuestros personajes y las (en ocasiones) tronchantes escenas entre niveles.
Retro hasta la médula
Una de las señas de identidad más llamativas de este título es su apariencia gráfica. Y es que a pesar de que los chicos de Ubisoft han querido aprovechar la nitidez que ofrece la alta definición, todo el apartado técnico está realizado en 2D… ¡y a la vieja usanza! Así, los personajes se muestran algo pixelados, los fondos presentan varios planos de scroll para simular profundidad, es perfectamente posible advertir los saltos en las animaciones… En resumen, que el juego posee un “look & feel” 8/16 bit total. Y esta vertiente vintage alcanza también a su apartado sonoro, con melodías pegadizas de calidad “perrera” y efectos minimalistas. Una delicia.
Por desgracia, y como les ocurría al 95% de los beat´em up clásicos, el punto flojo de Scott Pilgrim Contra el Mundo también radica en su duración. Y es que en pocas horas (sobre todo si jugáis acompañados) es posible superar el juego. Sin embargo, para paliar este inconveniente el título incluye varias modalidades extra bastante divertidas (Avalancha de Jefes y el adictivo Survival Horror) que prolongan su vida útil. Y a esto hay que añadir una rejugabilidad más que elevada y tres niveles distintos de dificultad.
Este título descargable sorprende por su apuesta retro, siendo un beat´em up de la vieja escuela. Su jugabilidad es endiablada, (especialmente si jugamos acompañados) y su único punto reprochable es la escasa duración de su modalidad principal. Pero dada su probada rejugabilidad y su bajo precio, esto no supone un grave inconveniente.
